Mis amigos y mi perro
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Como me llamo y de donde soy no es importante, lo que tengo que contar es lo importante, estuve mas de 10 años en un matrimonio en el que no habia emoción y variedad en la cama. Dos años antes de divorciarme me conseguí un amante, con quien pude explorar todo lo que no pude hacer en 10 años.
Era un amante bueno, complaciente y de mente abierta, tal vez demasiado. Me complacía todos mis antojos resagados: recibir orines en mi boca, me dejo hace lo quise con su ano, conocía a un amigo que me gustaba y conseguí que los dos me lo hicieran al mismo tiempo, podría decir que este fue el parte aguas del resto. El sexo con los dos era tremendo, me volvía totalmente loca al estar con los dos, al principio no querían pero los convencí de que me la metieran al mismo tiempo por la concha y después al mismo tiempo por el ano.
Hubieron algunas veces en las que llamaba a mi amigo y solo los dos nos metíamos a un hotel sin mi amante habitual, cosa que me ponía loca, sentir que estaba teniendo sexo sin que el se enterara me hacia sentirme muy sucia.Una vez casi me delato ya que un día que estábamos los tres juntos, mi amante me dijo que quería ver como me lo hacia mi amigo, quería ver como lo deseaba y todo lo que me haría si el no estuviera. En ese momento pensé que sabia de mi escapadas habituales con el amigo. No hubo tal y efectivamente lo hicimos como lo hacíamos cuando nos escapábamos sin el, mientras nos observaba con detalle.
Un día mi amigo nos llegó con la noticia de que tendría que mudarse por motivos de trabajo hacia la costa, cosa que me puso muy triste, para despedirlo nos dimos una última escapada y estuvimos solos en el hotel por dos dias. Con el fuera del escenario agarre a mi todavía marido como motivo de mis escapadas cuando no podía estar con mi amante. Un dia le conté que cuando el y yo no podíamos hacerlo para sacarme las ganas me tiraba a mi marido, y le confesé de mis escapadas con mi amigo (ya no podía reclamarle nada por que el otro ya estaba en su nueva locación). Para mi sorpresa no se molesto por ninguna de las dos causas, pero me dijo que hubiera preferido que mejor me lo hiciera el perro antes que mi marido. Para ese momento nada me parecia demasiado extremo, a lo que le conteste que si eso era posible.
Para ilustrar su punto me enseño algunos videos, cosa que se me hizo de lo mas excitante. Mi interés era bastante notorio por lo que al darse cuenta de esto me dijo que por que no traia a uno de nuestros perros para probar, yo accedí de inmediato, fui por el perro mas pequeño, un criollo de 2 años podríamos decir que era del tamaño de un dalamta. Lo primero fue inspeccionar su vara, comencé a acariciarlo como en la películas, es un animal muy dócil así que me dí gusto tocándolo todo lo que quise. La tenía bastante larga aunque algo delgada, al tener ante mi semejante espectáculo solo pude acertar a metermela en la boca.No se cuanto tiempo se la estuve chupando, se me había olvidado que mi amante estaba alli, estaba callado viendo absorto el espectáculo y masturbándose. Al ver esto seguí chupándosela al perro pero con mas fuerza. Le pedí que me la metiera mientras seguía con el perro, por su puesto que el accedió. Después de un rato le dije que quería ahora sentir al perro, fue algo tardado que agarrara la onda pero mi amante parecía saber lo que hacia y por fin consiguió que me montara.
Fue una experiencia fabulosa sentir a mi perro encima de mi metiéndome su herramienta y mi amante dándomela en la boca, o si no estaba debajo de mi chupándome las tetas y tocándome el clítoris. Cuando terminó el perro yo estaba super excitada su palo salio con toda facilidad y procedio a chupar su semen saliendo de mi concha.
Mi amante me pregunto que que me habia parecido, yo le respondí que me habia encantado, pero que solo queria hacerlo cuando el estuviera conmigo. Fue una mentira muy grande, efectivamente no volví a hacerlo con mi marido, cada que podía metia al perro y me daba gusto con el de todas las manera que se me ocurrian. Al tener el perro su vara tan delgada podia metermela en el ano sin ayuda. Cuando mi amante me preguntaba si lo habia hecho de nuevo con el perro siempre le decia que no, pero la verdad es que el animalito me quitaba las ganas cada vez que yo queria.
Asi fue como me inicie en esto, a sugerencia de mi amante, a quien engaño tanto como puedo con mi perro, durante el proceso de divorcio a el no lo ví en un buen rato, pero ni falta me hizo al tener al flaco de cuatro patas para mi deleite.
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