MIS ANIMALES
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por POTRA.
Quisiera pedir disculpas si la redacción no es buena pero he preferido plasmar en el papel tal y como lo recuerdo.
Para poder contaros como sucedió todo haré un poco de historia.
Vivo en un pueblo pequeño cerca del mar de la provincia de Málaga y desde pequeña mi padre me enseño el cariño hacia los animales en la huerta que teníamos. A los 18 años me quede huérfana por un accidente en el que murieron mis padres y me quede sola viviendo en el campo y tener que hacerme cargo de todo y con mucha pena por su falta, aconsejada por un tío mío vendí todos los animales que yo no podía llevar, como vacas lecheras y cabras para hacer queso de la leche, me quede con un potro de tres años que según yo sabia era de muy buena raza y lo comprobé por la cantidad de hombres que quisieron comprarlo pero mi tío me aconsejo que no lo vendiera que valdría mucho dinero en dos años yo tampoco lo quería vender por ser el orgullo de mi padre que lo cuidaba mucho.
Parte de la tierra de huerta se la cedí a mi tío y me daba un porcentaje de lo que sacara y a la vez me cuidaba las gallinas cuyos huevos al estar alimentadas de forma muy natural, venían cada dos días de un Hotel de Marbella y se los llevaba todos y muy bien pagados, de esta forma me fui convirtiendo en una granjera pero sin dejar mi trabajo de administrativa en un Banco del pueblo y cuando salía me iba corriendo a mi huerta a cuidar de mis animales, mi labrador de pura raza, mi potro al que mimaba y jugaba con el y una burrita muy bonita, todos cuanto que escuchaban el motor de mi moto se acercaban lo que podían para darme la bienvenida menos mi labrador, Rubio, que un día me tiro de la moto por hacerme fiesta y tuve que decidir pararla antes de llegar y recorrer a pie un trecho por que era imposible calmarlo.
Uno de esos días que pare la moto antes de llegar y pensando que mi tío ya no estaba me extraño no ver a la burrita que siempre estaba junto al potro y no paraban de jugar, con el temor que le pasara algo fui a entrar en la cuadra y mi tío se la estaba follando mientras ella comía algo que le puso en el pesebre yo en principio me enfade y con la intención de preguntarle por que hacia eso con la burrita, pero lo pensé mejor el estaba separado de la antipática de su mujer y si yo le decía algo me lo podría hacer a mi, total que deje que terminara y vi como se corría dentro de la burrita por los suspiros que daba y a la burrita no parecía disgustar le y me di cuenta que no era la primera vez que se la follaba.
Todos los fines de semana me los pasaba en el campo y disfrutaba mucho, un día, ya por la noche cuando entre en casa y me desnude para asear me después de estar con los animales. Rubio se acerco y empezó a olerme el coño yo lo deje con la curiosidad de ver que hacia, aquello me calentó mucho y trate de olvidarlo pero en la ducha me acariciaba imaginando la polla de mi perro dentro, salí y empecé a acariciarlo y le daba a oler mi coño pero como me había enjabonado no le gustaba, así que continué tocándole la polla a ver si se animaba cundo por fin creí que era el momento me puse a cuatro patas y lo subí pero no podía ser se le aflojaba y no había manera. mi obsesión siguió creciendo y estaba dispuesta a encontrar la forma de que me follara por que mi olor no lo calentaba.
Un día un compañero del Banco, que tiene una hembra de labrador me dijo que estaba en celo y quería sacarle perritos, que si no me importaba la llevaba a la huerta haber si Rubio la dejaba preñada, le dije que cuando quisiera pero que la tenia que dejar un par de días, coincidió con el fin de semana por lo que pude observar todo y así usarlo en mi, se me ocurrió una idea, que en ese momento no sabia el resultado que podía dar y cuando Rubio se despego de la perra cogí un buen trozo de algodón y lo empape en los restos que salía de su coño, el problema era como podía conservarlo ya que eso se tenia que descomponer y luego el miedo a que me provocara alguna infección a mi, cogí el algodón empapado y lo guarde en una caja hermética y lo puse en el congelador de la nevera, de la misma manera recogí tres algodones mas y cada vez con mas técnica por que cuando estaban pegados me preparaba para recoger los restos antes de que se lamiera y eliminara parte de el y de esta forma era mas puro.
Con el miedo a que me pudiera provocar una infección y antes que se llevaran la perra se lo consulte a mi veterinario diciéndole que Rubio estaba muy cuidado y temía le pegara algo y me dijo que hiciera lo que yo había hecho, poniendo caras de asco me dijo que no había otra forma, saque un trozo de los algodones del congelador y cuando estuvo a temperatura natural se lo lleve para analizarlo a los dos o tres día me dijo que no había ningún problema que la perra esta muy sana. pase el resto de la semana pensando en el viernes y quedarme sola con Rubio. Por fin llego y empecé prepararlo todo saque una de las cajas y al momento de abrirla Rubio se volvió loco, olfateo los algodones como a diez metros y se vino hacia mi que incluso me asusto lo eche de la casa y cogí un trocito para que se descongelara y cuando todo estaba preparado me frote con el algodón mi coño y deje entrar a rubio, entro como un huracán metiendo la cabeza debajo de una camiseta de algodón larga que llevaba como pude me coloque a cuatro patas y le deje mi coño al descubierto con los olores que le gustaba comenzó a darme lametones en todo el coño como un desesperado, cada lenguetazos era un chillidos que se me escapaba, como me fije muy bien cuando lo hizo con la perra, apoye mi pecho sobre el sofá y calcule que la altura de mi coño estuviera a la altura de su polla sin subirse sobre mi. de un salto y nervioso se subió clavándome las uñas en los costados que me hicieron mucho daño pero cuando comenzó a dar envestidas y su polla enfilo mi coño me olvide de los arañazos, a la segunda o tercera envestida empezó a metérmela notaba como iba entrando cada vez mas
Note que su bola estaba a la entrada de mi coño y con dos empujones me la metió asta dentro, al momento note que crecía de forma considerable y ya para entonces yo me había corrido una vez y de repente paro y soltó una corrida que note como me inundaba por dentro y rebozaba cayéndome por la piernas con el calor de su leche yo me corrí como nunca lo había hecho al intentar bajarse note que se podía salir y no quería que se fuera tan pronto así que lo agarre por la cola mientras se daba la vuelta y lo sostuve con su polla dentro de mi en esa postura empecé a contraer la vagina para sentirlo mas el caso es que se volvió a correr y a mí me provoco dos corridas de campeonato, cuando ya note que se empezaba a desinflar la bola lo fui soltando poco a poco por que ademas yo estaba muerta.
Cuando me la saco un río de leche salía de mi coño y me quite la camiseta para tapar aquella inundación, me quede tendida en el suelo con el regusto de haber encontrado un amante de los buenos, me lave y me metí en la cama rendida, por la mañana me desperté y note las sabanas mojadas y era de la leche que fui soltando durante la noche.
Cuando esta idea rondo mi cabeza busque información en Internet y después pude comprobar que eso que dicen que el perro se queda pegado hasta que se le desinfla la bola no es cierto por que yo he intentado contraer la vagina y poco a poco se va saliendo y tengo que sujetarlo no hace falta tirar mucho pero si no lo sujetas se sale del coño y ya es muy difícil podértela meter de nuevo. durante ese fin de semana no se cuantas veces me follo el caso es que no podía ni tocarme el coño por que lo tenia dolorido e hinchado y cuando me sentaba tenia que tener cuidado, mis costados quedaron de pena y no pude ponerme pantalones durante unos días, pero aprendí como lo tenia que hacer para que no me hiciera daño.
Como mi coño seguía dolorido decidí que era el momento de perder la virginidad de mi culito, nunca antes había querido que me la metieran por detrás ya que una intima amiga me contó que su novio le dio por el culo y que fue asqueroso se mancharon los dos y el olor era terrible, dicho y hecho me fui al baño y con una bolsa de enemas que compre en una farmacia en Marbella, por que si la compro en mi pueblo a los diez minuto lo saben todos, la llene de agua templada y la vacié dentro de mi, quedando limpia por dentro y dispuesta a ser desvirgada por el culito, para dar mas morbo al acontecimiento me afeite entera y me reía al ver mi chochito tan suabito y bonito y todavía hinchado de la orgía anterior, previamente prepare un trozo del algodón sin dejar entrar a Rubio y primero me puse abundante lubricante que compre en la farmacia inundando mi culito para recibir la polla de mi amante, me unte el algodón en el agujero del ano y deje entrar al perro, que olfato tienen, se vino para mi con los mismos nervios de siempre y me coloque en el sofá, pero esta vez protegida de los arañazos, no me dio tiempo a colocarme, parecía saber por donde tocaba, o fue casualidad, el caso es que en el primer envite ya tenia una porción de su polla dentro de mi culito, continuo empujando y el dolor comenzó a ser cada vez mas fuerte y casi desisto de que me diera por el culo, pero era tarde de un empujón note si bola todavía pequeña como me traspasaba hasta que comenzó a crecer y las lágrimas de dolor se me saltaron, creí que no podría soportarlo pero parecía que formaba parte del placer que iba e recibir, como siempre paso, su bola se inflo y descargo un chorro de leche caliente que no se hasta donde llego por que no salio ni una gota, en este caso no lo tuve que sujetar pues mi culo lo tenia bien sujeto, con un pequeño vibrador sobre mi clítoris las corridas eran continua, cuando ya no podía mas espere a que se tranquilizara y saliera de mi, al quedar libre de obstáculos comenzó a salir la leche mezclada con sangre lo que me alarmo un poco y de camino al baño iba dejando un reguero de leche, me puse otro enema para ver si sangraba y al ver el agua limpia me tranquilice, pero mi culito estaba dolorido por lo que tuve que embadurnarlo de Bálsamo Bebe y se me calmo el dolor y la irritación. A partir de ese día alternaba mis relaciones con Rubio a que me la metiera por donde quisiera o coincidía.
Esos días en el Banco me decían mis compañeros que me notaban cambiada, con cara de felicidad y todos decían es que se ha enamorado de alguien y no lo quería decir, yo pensaba si es que mis dos agujeros principales están dichosos del placer por la polla grane y rosada de mi Rubio. Un día decidí que tenia que probar el sabor de la leche de Rubio y cuando mi tío se fue después de echar su polvo a la burrita, me prepare un café y como siempre Rubio no se despegaba de mi por si caía algún trozo de galleta cuando termine prepare en un recipiente un poco de agua y un chorrito de desinfectante con el que siempre lavaba toda la zona de la barriga, la polla por fuera y los huevos de Rubio, ya se conocía aquello y se quedaba muy quieto por que sabia lo que venia después, pero esta vez no se esperaba que seria distinto lo acaricie muy suave hasta que empezó a ponerse dura y comenzó a asomar su punta roja brillante, conseguí que se echara y tumbada en el suelo boca a bajo comencé a mamar su polla succionando para que se fuera poniendo cada vez mas dura. cuando ya estaba fuera de su funda y su bola estaba dura como la piedra con mucho cuidado fui mamándola entera que casi me llegaba a la garganta y su bola no me cabía en la boca, en esos momentos pensaba como podía meterme eso tan grande en mi coño y mi culo, al poco rato me empezó a echar pequeñas cantidades de un liquido muy lubricante que dejaba mi boca pastosa y resbaladiza y de repente se encogió y soltó un chorro de leche a toda presión que hizo que me atragantara, entre toses y arcadas por la cantidad, Rubio se corrió en mi boca dejándome un sabor extraño que no puedo definir a que se parece, como la cantidad era enorme y no paraba de soltar chorros lo fui acumulando en mi boca para embadurnarme el coño y me lamiera, con toda esa leche me la unte bien por el coño y se lo puse delante haber que hacia, me lamió con tanta ansia que arrastraba con su lengua los pliegues de mi coño y me mordió sin querer, mis corridas fueron bestiales y cuando ya pensé en parar se me subió encima y me la metió de dos embestidas, mi coño estaba lleno de leche y babas de Rubio y su polla entro del tirón en mi coño, su bola, como de costumbre se puso gorda y a continuación descargo otra cantidad de leche que rebosaba y caía por mis muslo, lo que me proporcionaba un gusto estupendo, cuando por fin se separo yo temblaba como un flan de agotamiento y me quede tumbada en es suelo sin poderme mover mientras la leche de Rubio salía de mi coño a ríos, notaba como me mojaba las nalgas y de repente comenzó a lamer como queriendo limpiar aquella inundación, sus lamidas eran profundas y fuerte y con siguió que me corriera otra vez. como pude me levante y camino del baño el reguero de leche era increíble pero el cansancio que tenia impidió que limpiara aquello.
Cuando sonó el despertador era incapaz de levantarme, así que mas tarde llame al Banco y dije que había tenido un cólico y no paraba de vomitar, cuando mi tío llego le extraño ver la moto y llamo a la puerta un poco asustado, le conté lo mismo, y me obligo a tomarme una manzanilla que me preparo sin quitar ojo de lo fino de mi camisón y pensé que burrita tendría hoy un polvo matinal, escondida tras la ventana vi. como sacaba al potro de la cuadra y echando una mirada hacia la casa se metió en la cuadra para follarse a burrita.
En el pueblo yo guardaba las apariencia yendo con los chicos a tomar copas pero siempre me iba temprano diciendo que no quería llegar tarde y les decía que tenia delicado el estomago y cuando bebía mas de una copa me ponía muy mala. los chicos eren buenos y simpáticos lo que pasa es que al estudiar fuera del pueblo y conocer chicos de Málaga me parecían muy simples y un poco brutos, pero me lo pasaba bien con ellos por que siempre estaban e mi alrededor para ver que podían sacar pero yo los toreaba y se quedaban tranquilos, el que me daba un poco de miedo era Quique muy chulo y presumido por que el padre tiene dinero y le había comprado un coche que había convertido en una discoteca y era como el jefe de la pandilla, todos hacían lo que el decía y siempre andaba diciendo que una noche se iban presentar en mi casa, cosa que me daba pánico.
Después de una de esas salidas de viernes y cuando regresaba a mi casa de la huerta, Quique me dio un susto de muerte adelantándome a toda velocidad que casi me tira, freno en seco, se bajo y se vino hacia mi que temblaba del pánico que tenia y me dijo que por que no me acostaba con el, rápidamente mi mente se puso en marcha y pensé la forma de que no me molesten es dejar que me eche un polvo de vez en cuando, la idea me daba nauseas pero era mejor que se presentaran en mi casa todos borrachos e hicieran con migo lo que quisieran pues sabían que vivía sola, armada de valor pero con mucho miedo me fui hacia el y le di un beso que se quedo cortado y temblando de nervios, le dije que como no me lo había pedido pensé que no le gustaba y le metí la mano por el pantalón y le acaricie la polla, de repente me acorde que en el bolso tenia un tubo de lubricante y sin que se diera cuenta ya dentro de su coche me metí la boca del tubo en el chocho y me eche una buena cantidad, acerque su mano y le dije que mira como me ponía solo con tocarme, se le noto su machismo repugnante de triunfador y haciendo que estaba ansiosa dirigí su polla a mi coño pera que me la metiera, no llego a rozarme cuando se corrió y yo fingí los gritos mas agudos que podía inventar diciéndole que era mi hombre el que mejor me había follado, que solo lo había hecho una vez en Málaga y no sentí nada y el había con seguido mi primera corrida, inflado de vanidad empezó a contarme hazañas con otras chicas y poco a poco lo lleve al terreno que yo quería y era que se encargara de que no me molestaran los demás y que solo seria suya, así fue y por un polvo de vez en cuando mi tranquilidad estaba asegurada, que entupidos son algunos hombres, este no consiguió nunca aguantar para correrse dentro de mi, duraba treinta segundos escasos y después lo oías hablar y parecía un semental, desde entonces los demás me respetaban de lo lindo pues yo era la chica de Quique y era intocable. para el resto.
Un sábado de principios de Julio mi tío apareció en la casa con un perro negro muy bonito y muy desgarbilado lo que significaba que era un cachorro, yo no sabia de que raza pero me dijo que lo encontró en la carretera cerca de la venta donde toma café y que seguramente lo habían abandonado, tenia mucho miedo y se asustaba del potro, de la burrita, menos de Rubio que lo acepto muy bien, era muy bonito y le buscamos un sitio para que no se escapara y se tranquilizara, me fui al pueblo a ver si D. Emilio, el veterinario si podía pasar a verlo, quedo en que se pasaría y cuando llego y lo vio me dijo que era un cachorro de Gran Danés, que era muy joven y que desde luego era muy puro, me comento que se pondría enorme de grande y que eran muy cariñosos y nobles, para no complicarme la vida con nombres cursis le puse Negro, a la semana siguiente mi tío lo llevo y le puso las vacunas oportunas para comenzar a llevarlo como al resto de animales.
Aun que Rubio era joven en otro celo de la perra de mi amigo le pedí que me reservara un macho pera tener alternativa a Rubio.
Negro fue creciendo y cada vez era mas grande y jugaba con Potro que ya era un caballo hecho y derecho, yo a Potro lo tengo de semental, traen yeguas de toda la comarca para que las cubra mi caballo y por ello cobro un buen dinero, ya tengo una potra muy buena que compre en Sevilla de la que pienso sacar algunas camadas pues mi afición a la cría de caballos es muy grande y en esa época ya esperaba dedicarme a la cria de caballos en cuanto pudiera.
Siempre que traían alguna yegua, para que la cubriera mi caballo, procuraba que fuera en sábado, para estar presente y cobrar yo los seiscientos euros del polvo. el espectáculo me fascinaba ver ese precioso animal como se subía a la yegua y le metía esa potente polla para descargar dentro su semen me excitaba de tal forma que mojaba hasta los pantalones, imaginando semejante instrumento dentro de mi e inundarme de leche caliente, en cuanto se iban me iba a la cuadra y me masturbaba acariciando los huevos de potro que se quedaba muy quieto.
Negro alcanzo una proporciones tremendas y yo de vez en cuando entre juegos le acariciaba su funda y se quedaba como extasiado, notaba como se le ponía dura y era enorme, la idea de tenerla dentro hacia que rubio tuviera trabajo extra. un día probé a darle a oler un trocito de algodón de los que guardo en el congelador como un tesoro y se puso como loco, le pregunte a D. Emilio que si podía cubrir ya a perras y me dijo que esperara un poco pero que fuera de su misma raza ya que podía lastimar a una de menor tamaño un día deje a Rubio fuera de la casa y lave, como siempre hago, a Negro, me prepare y me unte con el algodón para que dejara sus olores por todo el coño, cuando me acerque a el comenzó a lamerme con esa lengua enorme y rasposa que me hacia temblar de gusto, tuve que habilitar otro sitio donde apoyarme ya que Negro era mucho mas grade y en una mesa mediana me coloque para que Negro disfrutara y me follara tenia ansia de ser su perra, no se si por lo joven o por que, el caso que no se estaba quieto y lo mismo venia por mi cara que por detrás el caso que tras un buen rato de intentarlo decidí mamársela para que se quedara tranquilo, su polla era enorme tenia que abrir la boca al máximo y me llegaba hasta la garganta y todavía faltaba un buen trozo y pensaba que eso era imposible que me la pudiera meter a mi, por fin con seguí que se corriera y la cantidad de leche era terrible me moje entera de la cantidad que soltaba y de sabor diferente a Rubio, como mas fuerte y acida, cuando se calmo y pude limpiar todo el desastre aquel lo saque fuera y entre a Rubio que ya no necesitaba algodón ni nada solo con ponerme en posición ya sabía lo que tenia que hacer, me monto como su perra que soy y in tres envestidas me la tenia metida entera, no sin antes sacarme un par de corridas de lujo, nos compaginamos de tal forma que cuando el se corre yo también me corro y el orgasmo con el chorro de leche caliente es algo de locura, cuando se da la vuelta para quedar culo a culo yo comienzo a contraer la bagina y nos corremos otra vez, yo gimiendo de gusto y el, algunas veces suelta unos aullidos bajitos en el momento de correrse
Cuando nos despegamos hay veces que en señal de agradecimiento y con la leche brotado de mi coño le chupo su polla blandita y se la dejo muy limpia y nos quedamos tumbados sobre un edredón en el suelo recuperando el aliento mientras mi cuerpo se vacía de la leche de Rubio, leche que terminara de salir durante la noche mientras duermo y que de vez en cuando me despierto para acariciarme y notar la humedad suave y babosa que sigue saliendo de dentro, me gusta meterme en la cama sin lavarme para notar esa sensación que tengo dentro y en alguna ocasión me he masturbado recordando lo bien que me folla Rubio
Los lavados internos los hago de forma muy meticulosa y con un desinfestante inocuo para la mucosa y con abundante crema.
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