Mujer y Hembra de Hércules
Estando en la etapa más vigorosa de mi vida, decidí ser atrevida y disfrutar al máximo de mi vida sexual y entregarme a mi macho como su única mujer y hembra..
Reconciliación Nupcial
Finalmente regresaba el amor de mi vida, mi amiga Eloísa me había traído a mi amado Hércules, al verlo me sentí feliz y llena de vida, todo aquel sufrimiento que había pasado se hizo humo en ese momento, Hércules corrió feliz hacia mí, yo correspondí con la misma emoción, me hinque delante de él, lo abrace, tome con mis manos su cabeza y lo mire a los ojos, Hércules me miro y jadeando empezó a lamerme, a darme besos, los cuales yo le correspondí, nuestras lenguas se tocaron, estábamos besándonos como los dos amantes que en verdad éramos.
- Te extrañe tanto Hércules, te necesito mucho mi vida, eres mi único amor, te amo, te amo- No podía dejar de repetírselo mientras él seguía lamiéndome la cara, la boca, mi lengua.
Sentí tanta alegría que no me importo que mi amiga Eloísa estuviera ahí mirándonos.
- Muchas gracias Eloísa, por haberlo traído, estoy muy contenta, pasarte por él cuando fuiste a casa de mi hijo? – le externaba mi gratitud y curiosa deseaba saber mas
- Si lo veo, puedo ver lo contentos que están los dos – replico mi amiga, – No, Adrian me platico que no podía cuidarlo así que lo tuvo que llevar a un refugio para animales, pero de ahí su rastro se perdió – continuaba platicándome Eloísa – Me di a la tarea de buscarlo, y gracias a un cliente mío que tiene contactos, me ayudo a localizarlo
- Oh Dios, por mi culpa casi no lo vuelvo a ver… Sabes dónde fue a parar? – pregunte exaltada y angustiada
Eloísa me conto que Hércules había ido a parar a manos de un laboratorio que realizaba una investigación para fertilización y usaban algunos caninos para ver los efectos y resultados, así que mi amado fue sometido a una serie de inyecciones hormonales modificadas genéticamente, y como él, había más caninos con los que estuvieron experimentando, por fortuna el cliente de mi amiga, hizo uso de sus contactos y consiguió que se lo devolvieran, solo con la condición de estarlo llevando a que continúen monitoreando a mi amado, que sigan inyectándolo y sacando muestras celulares de él.
Agradecí con todo mi corazón a Eloísa por su acto bondadoso, su ayuda permitió que mi amado regresara a mi lado y que pudiera permanecer conmigo, no sabía cómo agradecerle mi profunda gratitud.
Hércules camino detrás de mí y se levanto en dos patas, con sus patas delanteras me tomo por la cintura, y las recargo en lo amplio de mis caderas, los cuales le sentaron a la perfección para recargarse, por su altura consiguió colocar y descansar su hocico sobre mi hombro, pude sentir la proximidad de su tibio cuerpo en mi espalda, era algo hermoso, mi amado estaba abrazándome por la espalda por así decirlo, me gusto la sensación, así que con mis manos sujete sus patas para evitar que resbalaran de mis caderas, deseaba que se quedara así por mas tiempo.
Eloísa se quedo mirándonos y esbozó una sonrisa, sus ojos brillaron, supongo que también le gusto ver las muestras de cariño de Hércules,
- Qué hermoso se ve Hércules abrazándote – Exclamo Eloísa, mientras el atrevido de mi amado, me jalaba las caderas con fuerza hacia su cuerpo.
Hércules estaba intentando darme arrimones con su sexo.
- Espera cariño, ahorita no, esta mi amiga aquí presente – Le susurre con pena, e intente separar a Hércules, pero su fuerza era más que la mía, así que no podía hacer mucho, Eloísa solo echo a reír.
- Es un travieso tu bebé, mira que el si no pierde el tiempo, ja ja… Por cierto, vamos a tener que ir a una fiesta, es en casa de Alejandra Barranco, es la persona encargada de la investigación genética de la que te hablé – Comentaba mi amiga mientras nos miraba.
- No lo sé Elo, no tengo ganas, puede ser otro día – Replique, pues quería mas descansar y ponerme al día con mi amado.
- No amiga, lo siento Jaci, es parte del trato que se tuvo que hacer por la liberación de Hércules y mira que no fue fácil, será mejor ir, por cierto es de disfraces – Insistió Eloísa, ella tenía razón, se lo debía, así que no me quedo más que aceptar – Pero no te preocupes, en un momento vamos a la tienda de disfraces, te dejare a solas por un momento con tu amado niño, se le ve que ya no aguanta las ganas de tenerte, Ji Ji, te hará mucho bien su amor – Rio Eloísa pícaramente, mientras salía de la habitación y cerraba la puerta.
Claramente me dijo Eloísa que tuviera sexo con Hércules, sentí pena pues mi amiga estaría afuera en la sala mientras yo en mi habitación sosteniendo relaciones sexuales con mi muy cachondo amado perro hijo, pero no negare que los arrimones de pelvis que me estaba dando Hércules consiguieron hacer que mi cuerpo respondiera y me mojara, pues el ya había sacando de su capuchón la punta gruesa de su pene, podía sentir como se me hundía en medio de mis nalgas, buscando desesperadamente mi concha caliente.
Acaricie la cabeza y hocico de mi amado que yacía recargado en mi hombro, cerré mis ojos y me deje llevar, me levante y quite la playera que portaba, no llevaba sostén ni pantaletas, pues por mi depresión solo me vestía de pants y playera.
Una sensación grata el sentir el cuerpo peludo de mi amado en mi espalda desnuda, sin perder más tiempo me baje los pants, inclinándome hacia delante y dándole a mi amado niño mis nalgonas cachondas lo que hizo mucho más fácil que él sintiera mi piel desnuda rosando su pene que ya se encontraba mas erecto, pude sentir más pleno esos rozones que me daba, yo le quedaba a muy buena altura, bendita sea que era bajita y el mi enorme niño.
Me hinque, abrí mis piernas, doble mi cuerpo y levante mi culo hacia él, mostrándole mi sumisión de hembra, haciéndole saber que deseaba que me tomara y me hiciera suya, que deseaba que me montara mi fuerte y poderoso macho, por supuesto que él sabía muy bien quien mandaba, él mandaba! Él tenía poder sobre mí, estaba mostrándole que le pedía perdón por haberlo abandonado por mis berrinches y celos de mujer.
Hércules me sujeto con fuerza por mis anchas caderas y empezó a empujar su pelvis contra mis nalgas buscando mi vagina, algo que con nuestra practica y experiencia sexual hallo sin conflicto alguno, sentí como introdujo la gruesa punta de su pene en mi húmeda vagina y se deslizo hacia dentro con varios y frenéticos empujones de cadera, – Mhh… – Reprimí mi gemido pues no quería que mi amiga me escuchara, ella seguía en la sala, podía escucharla cuando oprimía los botones de su celular.
Pero muy diferente a mi amado, el jadeaba sin pena alguna, mientras se empujaba dentro de mi cuerpo y hacia crecer su erección en mi interior, podía sentirlo como me abría y se abría paso en mis entrañas, deliciosa sensación el sentirlo ensartarme y que su pene se fuera creciendo dentro de mí, abriéndome y estirando mi vagina, – Ahhh – Finalmente no pude reprimir mas mi gemido, pues fue tan satisfactorio y rico sentirlo, ya estaba bombeándome con velocidad y esas maravillosas fricciones de su verga en mi vagina me volvían loca.
- Ahh mi amor… Ahh… Dios… Como extrañaba esto mi cielo – le gemí a mi amado – mientras entendía su respuesta con los movimientos de vaivén que ejecutaba cogiéndome rico.
Mi concha, abrazaba y apretaba el grande sexo de mi amado, que ya estaba en ese modo de macho poderoso, rosaba mi punto G sin tanto problema, mi cuerpo reconocía al miembro de mi macho y lo aprensaba con fijeza para darle placer, los jadeos de Hércules me hacían saber que él estaba igual de excitado que yo, ambos estábamos gozando de lo más rico.
- Ahh si, asi mi amor, asi… Ahh…Sigue papito, sigue… – Gemía cachonda y sumisa
- Vamos dame duro mi cielo… Ahhh… Ahhhh. Mi niño, ahhh… si te amo, ámame igual mi vida.
Sabía que era muy posible que me estuviera escuchando gemir mi amiga Eloísa, sentí algo de pena, pero en breve llegue al punto en que empecé a sentir excitación por ese hecho, el que me estuviera escuchando mi amiga, como mi amado me estaba dando placer y me estaba haciendo suya, me sentí seximente poderosa, pues yo estaba gozando de lo más rico y mi hermoso macho me estaba cogiendo tan delicioso que me hacia gemir como su hembra, Hércules y yo éramos la pareja perfecta, nos amábamos plenamente y nos hacíamos gozar mutuamente.
- Si, Ahh… Ahhh… Asi mi amor, así, Aggghhh – Continuaba gimiendo y de pronto tuve mi orgasmo, no negare que me excitaba la idea de que Eloísa me escuchara, que supiera que mi amado me provoco un orgasmo.
Empape por completo la verga de mi niño, sentí como al mojarlo él se emociono y acelero las arremetidas de pene, estaba muy excitada, jadeando al mismo tiempo que mi Hércules jadeaba, fue cuando sentí el nudo de mi precioso, ya estaba asomado, chocaba contra mi clítoris, tocaba a mi puerta para entrar, sabía que él estaba tan excitado como yo y deseaba tener su orgasmo, por supuesto deseaba tenerlo dentro de mí, dentro de su mujer, así que lo deje entrar.
¡Flop!, fue el sonido que se escucho en cuanto el nudo de mi amado entro en mi, en automático mi vagina se contrajo y se cerro, impidiendo que ese hermoso y gordo nudo de mi niño y macho canino se fuera a salir del interior de su hermosa y cachonda hembra, su perra fiel e incondicional.
- Ahh – Externe en un largo y rico gemido, conforme sentía el sexo de mi macho irse expandiendo al máximo en mi interior.
Estiro al máximo mi vagina, la punta de su pene chocaba ya contra la entrada de mi útero, sentía como se hinchaba su sexo y estaba listo para liberar toda su lefa caliente, así sin esperar más empecé a sentir las palpitaciones de su viril miembro, a sentir como se chorreaba dentro de mí, mi hermoso macho estaba derramando su semen en mi interior, inundando mi útero con sus soldaditos, invadiendo por completo todo mi órgano reproductor, sus espermas caninos, se abriéndose paso en busca de mi delicado ovulo.
- Ohh mi amor, que rico se siente… Ahhh – Fue cuando sentí como con las palpitaciones de su pene su nudo rosaba con frecuencia mi punto G, causándome un nuevo orgasmo.
Era placentero sentir como mientras el eyaculaba su semilla dentro de mí, me provocaba otro orgasmo, causando que mojara nuevamente su grande verga y calmando esa caliente sensación que su semen al irme llenando provocaba, era una forma de equilibrar nuestras temperaturas, corporales.
Ambos nos quedamos quietos, Hércules completamente anudado a mí, ese momento mágico que solo un macho y una hembra conocen, donde el contrato del amor se firma y se consuma, ese momento que decide y marca la creación de vida ante la naturaleza, solo me quede inerte, sosteniendo el peso de mi precioso amor, él solo me sujetaba fuerte por mis caderas, pronto, paso sus patas delanteras a los lados de mi cabeza, por la posición él podía quedar ya de pie, mientras yo seguía sumisa, hincada en cuatro, recibiendo su leche caliente, esperando a que nuestro ritual de apareamiento concluyera, levante un poco mi cabeza y vi sus extremidades delanteras postradas a mis lados, yo debajo de él con el culo levantado.
Me gustaba saberme pequeña ante mi macho, y a él verlo fuerte y grande sobre mí, como mi protector y amado, me sentía contenta, estaba feliz nuevamente, la dicha y felicidad me sonreían de nuevo, Hércules debió estar bastante excitado pues vi que pasaron solo 20 minutos y escuche el hermoso ¡Pop!, se había despegado de mí, como costumbre sentí el derramamiento de sus fluidos de mi vagina, mi amado se acerco a mí y comenzó a limpiarme con delicadeza, gustosa recibí sus cariños y mis piernas y vagina quedaron limpias.
- Ay cielo, fue maravilloso, me encanto – le externe a Hércules mientras lo miraba a los ojos, y lo besaba, nuestras lenguas se tocaron y juguetearon un poco.
- Dios, me siento cansada, pero satisfecha mi amor… Oh, Eloísa – recordé que ella aun seguía en la sala de mi casa y que me esperaba, ahí recupere mi pudor y sentí pena de que me haya escuchado gemir.
Me incorpore y corrí a mi cómoda para tomar algunas prendas y cambiarme, escogí algo muy casual, una blusa blanca, mis legins negros y mis tenis, por suerte el dolor de cabeza de la cruda de ayer desapareció gracias a mi interacción sexual con mi amado, Salí de la recamara y me dirigí a mi amiga.
- Ya, estoy lista amiga – Dije con un tono suave, fingiendo que había pasado nada entre Hércules y yo, pero seguido de mí, salió Hércules, aun con parte de su erección, mostrando su pene, obvio.
- Ups, veo que si aprovecharon el tiempo amiga. Ji Ji – Rio Eloísa sonrojada y con un tono risueño, la muestra de virilidad de Hércules me había delatado.
- Oh, ay qué pena siento, perdón por eso amiga – Exclame mientras me tapaba los ojos.
No pasa nada Jaci, al contrario, míralo, ya lo dejaste cansadito y manso a tu novio y mira que él es de mucha energía Ji Ji, pero me da gusto verlos felices.
Me encanto el relato, que manera tan sutil de contar el acto sexual entre perro y mujer. Me imaginé cada linea tal y como pasa en los vídeos de Zoo.
Mas relatos asi…
Hola, me alegro te haya gustado el relato, estoy por publicar otro, espero hallas podido disfrutar de las primeras entregas al igual que de esta, saludos
Guau, tus historias con tu esposo Hércules son impresionantes y no se porque pero…me excitan.
Eres muy bueno espero mas