"Muy simple, así de fácil"
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por kimmy.
Era la menor de dos hermanos yo tenía 16 y mi hermano mayor 18, nuestros padres son separados y con mamá vivimos en la casa que le dejaron a ella sus padres (nuestros abuelos).
Esto que sucedió fue un día Sábado de principios Diciembre por la mañana, en que mamá salió con mi hermano acompañándolo al reconocimiento de salas para dar la PSU (prueba de selección universitaria). Como ya eran finales de la primavera, hacía algo de calor por las noches y yo solo dormía con calzones y un top (peto) de algodón. Apenas ellos se fueron me levanté tal cual había dormido pues no había nadie más en casa, fui a la cocina a comer algo a modo de desayuno y luego quise ir a tomar un poco de sol, abriendo las puertas de la mampara trasera que da al patio de par en par, pues ahí pega el sol de la mañana.
Ahí estaba echado Thor nuestro perro, y se puso de pié apenas me vio, acercándose muy alegre a saludarme moviendo su cola. Me pilló justo estirándome con mis manos en alto cuando llegó donde yo estaba y me dio un par de olfateadas en la vagina, a lo que no le di importancia pues siempre que a una la ve por primera vez en el día o viene llegando desde afuera de la casa por la tarde hace eso y tengo entendido que es la forma de saludar de los perros, pues observando a cualquier par de canes cuando se encuentran lo primero que hacen es olerse sus glándulas genitales. Bueno, pero la cosa es que luego de ese par de inhaladas frente de mi almejita le dio por hundir su nariz ahí incomodándome un poco, por lo que me crucé de piernas y lo empujé por la cabeza, no volviéndome a molestar.
Al poco rato me dieron ganas de evacuar y cuando entre al baño no cerré la puerta solo la dejé junta, pues estaba sola y no era necesario. Ya había defecado pero aún no me limpiaba ni me paraba de la tasa del WC por estar chateando en WhatsApp con una amiga compañera de curso en el Colegio que según ella le gustaba mi hermano, estaba en eso cuando mi perro entró al cuarto de baño y se apegó al borde de la taza del WC oliendo por la rendija que se hace entre esta y la tapa, lo cual hizo por ambos costados de mi trasero haciéndome pensar que estaba interesado en el olor de mis deposiciones, así como hay perros que se comen la caca de los bebes, e inocentemente dejé bajar mis calzones desde mis rodillas hasta los tobillos y abriendo mis piernas le mostré el triangulito que se hacía entre ellas y el borde interior de la tapa del escusado, diciéndole_ “Mira si solo son fecas…, feas y mal olientes…., no seas…..”_ cuando no terminé de hablarle e inesperadamente encajó su nariz en la rajadura de mi vagina y se puso a lamer….
Ohhhh…, Aaaahhh…, aaaahhhh…..!!!! No, no, nooohhhhh….., saleeee…., eh, eh, eeeeeehhhmmm……!!!!! Yo lo dejé acercarse tanto pensando que quería oler u observar lo que estaba dentro de la taza del WC, olvidándome del incidente de hace unos 5 minutos. No sé porque no lo reprendí o simplemente le hubiera empujado con fuerza su cabeza, pero envés de sacarlo de entre mis piernas traté de huir primero poniéndome de pié y luego echándome para atrás, con lo que solo logré quedar atrapada con mis piernas abiertas separadas por mis rodillas que topaban en los bordes laterales de la taza, no pudiendo echarme más para atrás porque mi trasero topaba en el estanque y tampoco salir para un costado por tener mis pies atrapados con mi calzón que estaba enganchado en mis tobillos y tensado por el cuello (parte inferior) de la taza del WC.
Entre que me puse de pie y no decidía o no sabía qué hacer, me debe haber lamido por unos 7 u 8 segundos hasta que lo tomé por su collar y hablándole golpeado lo dirigí a la puerta haciéndolo salir y cerrando con seguro………, mi respiración estaba muy agitada pero no sabía de qué, si del susto, de enojo o por las enormes cosquillas que me produjo su lengua pasando directamente por mis labios vaginales separándolos, rozando la entrada de mi vulva y acariciando mi clítoris cada vez que salía de entre ellos. No pensaba en nada, solo respiraba profundamente asimilando lo que recién me había sucedido, hasta que recordé que la noche anterior me había estado masturbando y me hice una idea del porqué ese interés de mi perro por mi sexo.
Andaba en esos días a la mitad de mi periodo en que mi vagina siempre está más húmeda, mis senos más abultados y mi cuerpo más sensible a cualquier estímulo. Usualmente es en esos días en que me masturbo, no por el hecho de que mi almejita esté bien lubricada y se me haga fácil, sino porque mi cuerpo me lo pide. Bueno la cosa es que más que susto pienso que fue emoción, ya que las caricias de su lengua se me hicieron bastante agradables y provocaron que mi conchita se mojara todavía más y dejando mi tanguita en el piso del baño, no pude evitar masturbarme un poquito después de limpiarme el ano. Con el dedo medio de mi mano izquierda masajeaba mi clítoris mientras con la derecha me introducía en conjunto el dedo medio y el anular, jugando en un principio al mete y saca, para luego quedar punzando esa zona detrás del hueso de mi pubis que me produce tanto placer.
Estaba desconcertada, Thor había despertado en mí un lívido inusual que me empujaba a hacer algo más. No sabía que quería, solo sabía que él estaba al otro lado de esa puerta y quise salir así como estaba sin calzones a ver qué pasaría…….., salí y ahí estaba echado en la mampara que da al patio, se incorporó y se vino directo donde yo venía, a lo que yo con tono firme y apuntándolo con mi índice dije “¡¡NOOO!!”, y él se agazapó y volvió a donde estaba echado…….., caminé un par de pasos y me miraba con sus orejas en alto moviéndome la cola, a lo que yo le respondía mirándolo fijo y con el seño fruncido, con lo que Thor dejaba de mover su cola y bajaba la cabeza. Repitiendo esa situación un par de veces más hasta que llegué a un muro de la sala de estar, en donde apoyé mi espalda y trasero con las piernas rectas para abajo más o menos al ancho de mis hombros y mi mirada hacia arriba perdida en el cielo raso.
No pasó un par de minutos cuando ya lo tuve husmeando en mi entrepierna, no tardando en ponerse a lamer tímidamente para luego tratar de meter su hocico un poco más adentro, lo cual no pudo hacer por ser yo muy junta de piernas. Pero algo metía su lengua y yo luego me giré de frente a la muralla para con mi mano derecha masajear mi clítoris mientras Thor metía sus fauces por atrás, lengüeteando casi directamente la entrada de mi vulva mientras que con su nariz resoplaba casi justo en mi ano. Lamió por un par de minutos haciéndome estremecer de placer, pero cuando no sintió más el sabor de mis fluidos entre mis labios interiores ni en la entrada de mi vulva, su lengua fue a buscarlos más adentro incursionando en mi caverna vaginal, realizando una especie de penetración que me volvió loca e hizo ponerme deseosa de algo más.
A medida que él iba lengüeteando yo arqueaba mi espalda cada vez más para permitirle mejor acceso a mi sexo, separando mi centro de apoyo a unos 40 ó 50 centímetros de la muralla y manteniendo mi rostro apegado a ella, lo que me permitió meter mi mano izquierda bajo mi top y masajearme mis senos. Estaba loca de lujuria……., mi vagina me pedía a gritos algo duro dentro de ella….., estaba pensando en masturbarme y permitirle que me lamiera mientras tanto….., y ya me imaginaba sentada al borde de mi cama introduciéndome alguno de los objetos que utilizo para masturbarme y a Thor lamiéndome el clítoris…., no me aguanté más y me fui rumbo a mi habitación a buscar aquello que necesitaba.
Él obviamente me siguió con su hocico pegado a mi entrepierna dando uno que otro lengüetazo pues había quedado encantado con el sabor de mi vagina, y yo mientras daba lentos pasos pensaba si ocuparía el rugoso mango de un espejo de mano que tengo guardado para ello, o el celular “antiguo” un slim pequeñito que tenía antes que me regalaran mi actual touch el que pongo en silencioso (vibración) y activo una alarma en reproducción continua envolviéndolo en un condón y al introducírmelo me hace muchas cosquillas, o tal vez la redondeada punta de una espada (jedi) de luz que rescaté de unos juguetes viejos de mi hermano que también mantengo oculta al fondo en un rincón del último cajón (el más bajo) de mi cómoda (cajonera).
Me arrodillé frente al mueble y con el cajón completamente abierto, pues bien atrás en el fondo tenía mi colección de objetos masturbatorios, y me puse a pensar cual utilizaría mientras tanto Thor bajó con su hocico hasta el piso tratando de lamerme por atrás, pero por estar yo sentada sobre mis tobillos no podía, así que levanté mi redondeado trasero y apoyé mis codos en el borde del cajón para permitirle que me lengüeteara bien. Aunque al hacerlo por delante se sentía rico el roce en mi clítoris, me gustó más por atrás porque su lengua quedaba justo en la entrada de mi vagina y entraba con ella en busca de mis fluidos, que si bien no era con algo duro estaba bien calientita despertando nuevas sensaciones que no lograba masturbándome.
Lamió mi almejita casi por un minuto y yo ya tenía elegido el mango del espejo de mano para introducírmelo, cuando él despegó sus fauces de mi entrepierna, pero antes que me pusiera de pie para dirigirme a mi cama, se me subió por atrás aferrándome por la cintura como si yo fuera una perrita, lo que me dio a entender que se había excitado él también y quería aparearse conmigo….., necesitaba algo más consistente en mi vagina pero jamás pensé en su pene…., tampoco creí que Thor se interesara sexualmente en mí, solo imaginaba que le había agradado el olor y sabor los fluidos de mi vagina…..
Por quedarme pensando, no reaccioné y mi perro ya me estaba frotando su miembro entre mis glúteos…., transversalmente y alejado de mi ano pero masturbándose en la rajadura de mi trasero, pues sentí la temperatura y humedad de su pene…….. Una sensación diferente que me hizo erizar la piel y erectar los pezones, tomando en serio la alternativa de entregar mi primera vez a Thor……, pero más que pronto se bajó para un costado dejando totalmente humedecidas las paredes de mi culito y a mí con la incertidumbre de saber si me hubiese gustado que acertara en mi vaginita……, mi corazón latía extremadamente rápido, la emoción del momento me tenía vuelta loca, su pene desnudo frotándose entre mis glúteos se sintió riquísimo, y la ansiedad de hacerlo por primera vez me hacían desearlo albergado dentro de mi vulva…
Ya no era incertidumbre ni indecisión, ahora estaba segura que deseaba que me penetrara…., y cual perrita cerré el cajón de mis consoladores posicionándome directamente en cuatro patas y ofreciéndole mi sexo…, lo que Thor no desaprovechó y en el acto volvió a montarme tratando de acertar en mi ansiosa caverna del placer…….., pero no atinaba, quedaba frotándose en mis glúteos o entre ellos pero no lograba hacerme suya………., en un par de ocasiones dio en el blanco pero al acelerar sus movimientos solo alcanzaba a dar 2 ó 3 puntadas a medio pene para luego salirse y volver a quedar frotándose afuera….
Yo estaba desesperada, y al parecer él también, pues no cesaba en sus intentos. Llevábamos entre 10 y 15 minutos tratándolo, incluso estaba dispuesta a masturbarlo para no dejarlo con las ganas, pues él de todos modos ya me había hecho gozar bastante con su lengua, pero no me podía dar por vencida sin hacer un par de últimos intentos extremos…..
Me dije…., si le voy a agarrar su pene con mi mano para masturbarlo…!!!, por qué no primero se lo tomo para tratar de ayudarlo a que me penetre, y así salimos beneficiados los dos….???
Y antes de que terminara de pensarlo ya lo estaba intentando, primero traté apoyándome solo en mi mano izquierda y con la derecha por su mismo costado intentaba ayudarlo, pero como soy algo ancha de caderas no bastaba con un simple quiebre de muñeca para tomar el pene de Thor y dejarlo justo frente a la entrada de mi vagina, tenía que girar algo mi tronco y eso hacía que perdiera el ángulo, además que mi perro se bajaba luego para el lado contrario al que yo había girado mi cintura, ya sea intentando con la derecha o con la izquierda. Por lo que luego de unos 3 ó 4 intentos fallidos decidí probar pasando una mano por abajo, entre mis piernas. Pero no veía ese pene cuando se venía acercando para poder tomarlo y guiarlo bien, por lo que bajé con mis codos hasta el piso para tener un mejor ángulo de visual.
Ahí mirando entre mis piernas pude ver que mis pantorrillas le estorbaban para ponerse bien en su posición que ya me las había pisado varias veces y por la emoción del momento no me di cuenta que ya me las tenía todas marcadas con sus uñas, solo había sentido las garras de sus manos en el apriete de mi cintura lo cual no me importó porque ahí me protegía mi top. También vi que su pene se asomaba por sí solo cuando él acercaba su pelvis a mi entrepierna en ese movimiento de caderas, pero no alcanzaba a ver qué tan cerca llegaba a la entrada de mi ansiosa vaginita.
“¡¡¡Pero qué estúpida soy…!!!, me dije, teniendo el espejo ahí mismo fácilmente lo podía utilizar para ver el encuentro de nuestros sexos desde otro ángulo. Pero en ese intertanto Thor parece que había desistido de aparearse conmigo, pues estaba echado a un par de metros de mí de lado jadeando con su pene enfundado y ese nudo en su base no dejaba salir totalmente su aparato de su prepucio casi totalmente deshinchado…….., me dieron unas enormes ganas de llorar por la oportunidad que estaba desperdiciando……, si bien sus lamidas me habían hecho iniciar un par de orgasmos, después de saber que estaba dispuesto a aparearse conmigo ahora mi única fijación era que me penetrara largo y tendido acabando dentro de mí, sabía que su semen no me fecundaría y quería saber cómo se sentiría una eyaculación masculina en mi interior y de paso saciar mi calentura y la de él también…….
Estuve a punto de romper en llanto….., pero me dirigí gateando hacia Thor para masturbarlo y hacerle un sexo orar en agradecimiento a las tantas veces que lo intentó, entendiendo que era lo mínimo que se merecía y sabiendo que el tiempo nos sobraría pues Mamá con mi Hermano volverían después del medio día, pues pasarían al Mall y traerían el almuerzo……. Pero sorpresa que me llevé….., estaba a unos centímetros de su pene habiendo recién soltado el espejo que llevaba en mi mano izquierda y él se paró raudo a ganarse en mi retaguardia….., lamió por unos 15 ó 20 segundos para luego pararse en dos patas dejando caer su pecho sobre mi espalda, momento que yo aproveche de tomar mi espejo y ponerme en posición. Apoyando mi cabeza en el piso estiré por abajo la izquierda apuntando con el espejo directo a mi vagina y la derecha la mantuve apegada a mi monte de venus lista para tomar la punta de su miembro y dejarla en mi entrada…..
Y mientras juntaba mis tobillos para dejarle el camino libre, pues Thor se venía acercando con sus patas traseras separadas un poco más abiertas que mis rodillas, noté que al tener tenso mi vientre mi espalda se arqueaba para arriba como cuando los perros están asustados y esconden la cola, lo que hacía que mi almejita se viniera para adelante quedando casi fuera de su alcance. Pues en la primera montada de este segundo sorpresivo intento pasó lo mismo que antes, pero para la siguiente relajé mi vientre y dejé caer mi tronco colgando entre el apoyo de mi cabeza y mis caderas, aunque me incomodaba un poco para ver pero pensaba que esa sería la posición correcta para esperarlo y tenía que intentarlo así…..
Volvió Thor al ataque, pero noté que esta y la montada anterior las estaba haciendo con más calma, no sabía si estaba cansado o tenía menos desesperación, como que sabía que lo esperaría hasta que cumpliéramos nuestro cometido. Por el espejo vi que se movía lento manteniendo sus caderas adelante por casi un segundo lo que mantenía su punta desenfundada como para tantear por donde iba, en la segunda se hizo más para adelante y llegó a unos tres centímetros de mi chorito pero desviado dos para un costado, en la tercera embestida no alcancé a meter mi mano derecha pero como iba en la misma dirección corrí mis caderas hacia allá y su pene algo entró entre mis labios, las siguientes 3 ó 4 sentí entrar 1/3 ó la mitad de su aparato, y ya luego las siguientes las daba hasta el fondo. Digo hasta el fondo porque sentía algo duro y puntiagudo picotear ahí bien adentro.
Sentía muy suavecito y calentito su pene, el cual en un principio no veía pues la punta de su funda se mantenía apegada a la entrada de mi vulva, pero a los pocos segundos comencé a sentir su bola que entraba y salía, la cual a poco de percibirla dejó atrapada tras ella el prepucio de Thor y vi en vivo y en directo (bueno a través de mi espejito) la sabrosa culeada que mi perro me estaba dando y también escuché los chasquidos que producía ese exquisito mete y saca…, el que fue por pocos segundos pues cuando sentí que ya me iba a rajar la vagina ese nudo que creció tan rápido…., Thor me apretó muy fuerte y se quedó bombeando en el fondo, momento en que me di cuenta que sus patas traseras estaban colgando a los costados de mis muslos estando literalmente montado en mí.
Pero no me importó estar soportando todo su peso, pues su pene estaba colmando toda mi cavidad vaginal y latiendo muy rico a medida que su semen inundaba mi útero. Comencé a acabar yo también entre el segundo y tercer chorro de su esperma, invadiéndome el más intenso de los orgasmos, era algo increíble que no sé como describir. Casi rasgué mi top jalándolo hacia abajo para liberar mis hinchados senos, los que masajeé con la mano que tenía libre en tanto observaba que Thor al hacerse más para adelante con su pene jalaba mi vagina hacia arriba con una delgada manguera de carne aproximadamente del grosor de mi pulgar que estaba unida a esa enorme bola que se asomaba desde adentro entre los labios interiores de mi almejita haciéndola expandirse levemente y provocando una extraña presión en la parte frontal de esta contra el hueso de mi pubis, lo cual casi me hizo desmayarme del placer.
Deje de manosear mis senos y comencé a jugar con mi clítoris que estaba durísimo, pero acto seguido Thor se bajó hacia la derecha pasando su pierna izquierda por sobre mi espalda haciéndome sentir que su nudo no era una bola sino más bien algo ovalado, pues sentí el girar de sus parte más anchas dilatando las paredes de mi caverna y el tirón que me dio su aparato cuando se terminó de bajar. Acción que no pude observar en la unión de nuestros sexos por estar pendiente del movimiento de su cuerpo, pero de inmediato enfoqué con mi espejito notando como esa manguera de carne se estiraba un par de centímetros cada vez que Thor jalaba, con ambos testículos colgando a un mismo costado de ella y mi vagina entre que se abría un poco y se estiraba otro tanto proyectándose en el sentido que mi perro tiraba. Una muy extraña sensación, pero que no dejaba de ser agradable también.
Pero por el miedo a que me rompiera mi almejita al salir y el no querer dejar de seguir gozando de su miembro que aún latía, entre sollozos y gemidos de placer le hablé cariñosamente para tranquilizarlo y soltando mi espejo apoyé mis hombros y rostro en el piso, estirando lo más que pude mis brazos para atrás y lo afirmé por sus muslos manteniendo apegados nuestros traseros disfrutando exquisitamente de su caliente aparato hasta un par de minutos después que paró de palpitar. Lo solté, el tiró y su pene aún no podía salir, debe haber estado eyaculando en mi interior unos 7 u 8 minutos y su cosa aún no se deshinchaba lo suficiente para salir sin problemas. Y pese a que todavía se sentía rico, por el miedo de esta primera vez y más encima abotonada, relajé mi esfínter y pujé un poco ayudando para que en el siguiente tirón saliera ese tremendo pedazo de herramienta que ya tanto me había hecho gozar.
No daba crédito a que de mi inexperta vaginita hubiera salido ese descomunal nudo, era mucho más grueso que cualquier otra cosa que me hubiese introducido, me la fui a tocar ahí y pese a ya estar cerrada con facilidad podía introducir hasta tres de mis dedos en ella evidenciando todo lo que recién se había dilatado y de paso percibí como salía a borbotones el exceso de fluidos que luego escurría por entre mis piernas. Ganas no me faltaron de hacerle un sexo oral a esa tremenda mazorca, pero me aguanté para más rato pues había quedado exhausta y eran recién las 10:00am y nos quedaban por lo menos unas 3 horas más a solas.
Thor tenía ya casi 5 años, llevábamos conviviendo cerca de 3 años con su cuerpo y tamaño de perro adulto, me había olido muchísimas veces la vagina por sobre mis ropas, yo desde los 13 que ya menstruaba y me venía masturbando. Recordándolo bien él siempre se ponía más insistente en olfatearme mi sexo en mis días de fertilidad (+/- del día 12 al 16 de mi periodo). Y nunca había pasado nada….., bueno desde este día en adelante lo haríamos cada vez que pudiéramos estando a solas en casa (e inventando excusas para ello). Luego de unos 45 minutos en que ambos estuvimos repuestos, ya sabiendo yo la posición correcta y él que no debía apresurarse, lo volvimos a repetir y creo que los dos lo disfrutamos más y mejor………..
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