Perdi mi virginidad con mis perros
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por cristi_valentine.
Siempre me gusto masturbarme, no recuerdo bien cuando comencé, creo que desde que nací lo he hecho =P … esto comenzó mas o menos a mis 13 o 14 años. Yo tengo un muy buen cuerpo, recuerdo que en ese entonces en el colegio me miraban chicos de 17 o 18 años, eso me gustaba, y a mi también me gustaba excitar, siempre me subía bien arriba la faldita de colegio para que quedara cortita. O me sentaba y mostraba disimuladamente mis calzones, como si yo no me diera cuenta que se me veían.
Yo iba al colegio en la mañana, y cuando llegaba a casa no había nadie, porque mis papas trabajaban. Y siempre que llegaba del colegio, me estiraba en la cama de espaldas, me bajaba el calzón, habría las piernas y metía mis manos dentro de mi faldita. Y allí me quedaba por horas aveces acariciándome y masturbándome, pero no pensaba en hombres ni en coger ni en nada de eso, lo hacia porque me daba placer solamente. Tenia muchos orgasmos por lo que quedaba agotada y me ponía a dormir.
Esto comenzó un día en que estaba masturbándome en la cama después de haber llegado del colegio y comencé a imaginarme que se sentirá que un hombre te meta el pene. Tome los labios de mi vagina y los abrí, pensando si un pene podría caber por allí, esa fue una de las primeras veces que comencé a imaginarme a un hombre entre mis piernas. Después de masturbarme dormí una siesta y me desperté cuando comenzaba a atardecer. Al levantarme me di cuenta de que estaba sin braguitas, pero no le di importancia y me fui a ver televisión. Viendo televisión abrí mis piernas de nuevo y empece a masturbarme. Cuando estaba apunto del orgasmo me distrajo el ladrido de uno de mis 2 perros, que se llaman Jimmy y Mity, y fui a mirar que pasaba por una ventana. Allí me encontré con el Mity aprovechándose como siempre del Jimmy. El Mity siempre montaba al Jimmy, y cuando el Jimmy se intentaba defender el Mity le pegaba. Mirando por la ventana, pude ver entre las piernas del Mity una cosa roja que no había visto nunca, me causo extrañeza, pero al pensar mejor me di cuenta que ese era el pene del Mity.
Yo no sabia como era un pene, solo tenia algunas ideas. Además cuando miraba a mis perros, el pene se les veía chico y con mucho pelo, lo que no me atraía mucho como para mirarlos mejor. Ese día, llevada por la curiosidad, salí al patio, y mire al mity mas de cerca. Ver el pene del perro me excito como no creí que me excitaría, quería verlo mejor, pero el Mity no me agradaba, además de ser abusivo con el Jimmy tenia algo en el rostro que no me agradaba. Así que me lleve al Jimmy para dentro de la casa, me costo llevarlo, porque mis perros están acostumbrados a no entrar a la casa, ya que apenas entran mi papa los echa de un golpe al patio.
Me costo tranquilizar al Jimmy, porque estaba nervioso de estar dentro de la casa, cuando lo tranquilice, empece temerosa a acariciarlo, acercándome de apoco a su pene. Cuando llegue allí lo agarre con una mano, era blandito y había mucho pelo, pero era rico tocarlo y acariciarlo. Pero no salía esa cosa roja que le había visto al Mity. Estuve un buen rato tocando asta que me aburrí y eche al perro al patio. Apenas salió, el Mity lo agarro de la cintura y empezó a abusar de el. Otras veces yo lo echo al Mity de una patada, pero esta vez me quede a mirar como era abusado el Jimmy. Y comencé a ver el pene del Mity crecer. Primero asomaba la punta roja, luego se alargaba. No aguante mas y me acerque, el Mity se asusto porque penso que yo le iba a pegar. Pero en vez de eso le hice cariño en la cabeza. Lo tome del collar y me lo lleve dentro de la casa. Ya allí dentro, me arrodille y empece a tocarle el pene, para mi sorpresa esta vez si salió la cosa roja. Era resbaloso, y mis manos quedaban con un olor raro.
De pronto el Mity se empezó a comportar raro, cuando tocaba su pene el movía la caderas. Así que deje de tocarlo, lo que causo que el se lanzara sobre mi. Y lo que quería era montarme ¡a mi!. Primero me causo indiferencia, pero al rato me excite, lo que me excitaba era el movimiento de las caderas del perro. Me imaginaba el pene del perro moviéndose dentro mío. Con la mente un poco nublada me puse en 4 patas. El Mity me agarraba como de la cabeza. Yo lo echaba y me movía gateando tratando de que el perro me tomara por detrás. Asta que lo logre. El perro me tomo de las caderas, y yo me ruborice completa, me sentía muy excitada, la vagina me palpitaba debajo de mi faldita. Cualquier roce del perro con mi cuerpo me encantaba. Sin pensar, me levante la falda que le molestaba al perro dejando todo mi traserito al aire. El perro me monto de nuevo, y estuvo moviéndose un rato, luego se bajo y volvió a subirse. Fue allí cuando sentí el pene del perro, estaba entre mi vagina y mi ano. Casi inconscientemente levante mas el trasero. Y sentí el pene apunto de penetrarme, el perro movió un poco las caderas, y sentí la puntita del pene acariciando mi vagina. El perro al sentir el contacto de su pene con mi vagina empujo y me penetro, quitándome la virginidad, casi al instante comenzó a moverse cogiéndome. No me dolía como dicen que duele la primera vez, yo le sentía muy rico.
Yo me sentía en la gloria, empece a tener un orgasmo tras de otro. El pene se sentía tan rico. El mity me tenia firmemente agarrada, yo lo sentía resoplar y respirar agitado en mi espalda. Recuerdo que yo levantaba la cabeza tratando de besar al mity o tan solo para sentir su cabeza contra la mía. Que cosa tan rica. Al rato el perro se detuvo y se quedo ahí abrazado a mi. Luego intento bajarse y justo al momento sentí un fuerte tirón en mi vagina, seguido de una sensación como de estarme orinando. Al mirar vi el piso todo mojado y al perro echándose en un lado mientras se lamía su largo pene rojo. Yo me quede allí en 4 patas, deseando que me montara de nuevo, pero este seguía lamiéndose. Con una mano estando aun en 4 patas empece a tocarme la vagina, estaba llena de un liquido gelatinoso, al mirarlo vi que era blanquecino tirado a medio amarillo. También sentía mi vagina muy grande, como si estuviera algo hinchada. Luego el Mity se paro y se acerco a mi lado, me oloroso el trasero y comenzó a lamerme la vagina. Eso era delicioso, yo movía mis caderas despacito mientras me lamía. Luego el perro se subió encima mío de nuevo y comenzó a cogerme. Pero fue solo un rato, luego se bajo, como descansando y después me monto de nuevo. El mity como que quería cogerme, pero a la vez estaba como cansado, me penetraba unas 5 veces y paraba, dejando si pene dentro mío, como no se movía me movía yo un poquito, movía mis caderas saboreando con mi vagina ese rico pene. Después el perro se bajaba, y se quedaba parado a un lado mío, yo lo llamaba para que me montara otra vez, pero no había caso.
Me levante con mi vagina aun chorreando jugos y saque al mity al patio, luego entre a la casa y vi el suelo mojado. Por lo que me puse a secar con el trapeador, luego me asome a la ventana a mirar a los perros. Estaba comenzando a atardecer ya y yo tenia ganas de mas, porque mi vagina no dejaba de hacerme cosquillas. Pero ya era algo tarde y había el peligro de que llegara alguien a la casa. Pensando se me ocurrió salir al patio de atrás y mirar por un pequeño agujero hacia el patio de adelante por si llegaba alguien. El agujero era perfecto, si me ponía en 4 patas podía ver perfectamente por allí.
Así que salí al patio, pero hacia algo de frío. Mejor fui a mi pieza y me puse un chaleco sobre la camisa de colegio que tenia puesta y salí al patio. Llame a los perros y estos se acercaron a mi. Me puse en 4 patas y me quede mirando por el agujero. Casi al mismo momento sentí que alguien metía la cabeza debajo de mi faldita y me lamía el trasero. Al mirar vi que era el Mity. El jimmy miraba desde un lado como me lamia el mity toda mi rajita. Aveces me lamía el ano también, y se sentía rico.
Luego de un delicioso momento, el perro me monto, con algo de dificultad me subí la falda, y sentí el rico pene del perro bailando por mi trasero. Después de algunos intentos me penetro, y me empezó a coger con intensidad. Como lo había hecho la primera vez.
Tuve como 2 orgasmos, y mientras me cogía como que aveces perdía la noción del tiempo y como que se me olvidaba mirar por el agujero. Cuando termino, se bajo de mi, y sentí el tirón de nuevo, como si mi vagina se abriera para dejar salir el pene. Después de la cogida el Mity se dedico a lamerme la vagina, después se echo en el suelo.
Esta vez fue el jimmy el que se acerco, me olfateo el trasero y se puso a lamer mi vagina. La lengua del Jimmy era mas calientita y suave que la del Mity, se sentía rica. Muy rica fue mi sorpresa cuando sentí al jimmy montarme. Y sentir también su pene intentando encontrar mi vagina. No saben cuanto me excite, estaba apunto de penetrarme un nuevo pene, quería sentirlo rápido.
Con una mano lo tome y lo acerque a mi vagina, haciendo que entrara la puntita dentro mío. El de inmediato me abrazo fuerte y comenzó a penetrarme. Recuerdo que tuve muchos orgasmos. Me había olvidado de mirar para el patio de adelante, y cuando lo hice pude ver claramente que ya había llegado mi Mama y mi Papa, venían caminando hacia la puerta de la casa. Pero yo aun no quería terminar. El Jimmy tampoco. Empece a moverme yo también junto con el Jimmy y pude sentir cuando este se corrió, sentí mi interior caliente. Inundado como por una explosión, y tuve un orgasmo feroz. Descanse unos segundos y me intente parar, pero no pude, porque me había quedado pegada con el Jimmy, hice algo de fuerza asta que salió el pene, junto con el típico sonido de cuando se destapa algo, me dolió un poco, pero me pare igual, y sentí que me vagina chorreaba. Un hilo de liquido caía por mi pierna.
Corrí a la casa, y entre al baño… justo a tiempo antes que entraran mis papas a la casa. Me limpie con papel, y luego salí, salude a mis papas y luego me metí a la ducha.
Y esa es la historia de mi primera vez, después de ese día siempre que llegaba del colegio, me bajaba el calzón y salía al patio, me ponía en 4 patas y los perros se dedicaban a poseerme asta que se cansaban. Aunque había días en que ellos no querían coger, y no me quedaba otra que masturbarme dentro de la casa.
Pero son incontables las tardes en que disfrutaba con mis perros, y me encanta hacerlo, no puedo estar sin ellos, me encanta que me dejen toda mojada y agotada de tener orgasmos. Aunque ya están algo viejos, y cuesta mas hacerlo, aun me siguen poseyendo de ves en cuando.
Hoy ya tengo 18 años, aun no he tenido sexo con un hombre, pero no me importa demasiado .
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