Punultimo relato lamidas consentidas
Me voy acercando al final de mis experiencias, pocas pero reales y placenteras para un novato del zoo.
Casi a nada de terminar de escribir para la posteridad mis humildes y breves experiencias en el mundo zoo, les compartiré una de las ultimas lamidas consentidas por mi ex esposa.
Nuestros encuentros zoo siempre ocurrían de noche por que era el horario en el cual ya nos encontrábamos a solas, y donde ella se disponía a dormir, con su gusto por un descanso cómodo en camisón y sin nada de ropa interior en esta ocasión. Yo me encontraba únicamente con la mentalidad de otra noche de sexo normal con mi ex esposa, ella ya recostada y con una expresión de cansancio en su rostro por la hora y al desvelarnos viendo alguna serie o película en una plataforma de streming. Mi ex esposa había decidido no dejar subir a Lili nuestra perrita chihuahua lamedora de su vagina y culo, quien le provocaba con ese morbo y fetiche los mas ricos orgasmos, esto por que no la había podido bañar y según ella se encontraba sucia.
Sin objetar en su decisión me disponía a apagar las luces para tener únicamente la luz de la pantalla en lo que nos ganaba el sueño, mi perra en su cama a pie de la nuestra, mi ex esposa recostada bocabajo dejándome ver su maravilloso culo formado por sus redonditas nalgas, y me pare a un lado de la cama y antes de poder subir a la cama, escuche la orden de mi ex esposa que dulcemente me pedía subiera a Lili y se la pusiera a lamerle el culo. Orden que transcribiré textual y puedan imaginar esas dulces palabra: – «sube a Lili y pónmela»
pregunte: ¿Donde? respondía ella: pónmela que me chupe rico…
Orden que me sorprendió viniendo de ella, pues siempre era yo quien tomaba la iniciativa de iniciar esas lamidas o en pleno acto se incorporara Lili, y casi inmediato se prendió en mi ese morbo y calentura, subiendo a Lili a la cama y poniéndola en medio de sus piernas, mi ex esposa se arremango un poco su camisón azul marino y abrió sus piernas para que Lili encontrara fácilmente su culo y vagina. Ante esta situación yo ya tenia una erección rompe pijama, la escena era de las mejores que podía tener, como amante del zoo y del amateur , esto me ponía a mil.
Ella bocabajo con sus manos abriéndose las nalgas y Lili con el hocico dentro de ellas lamiendo ese culo riquísimo, se dedico a lamerle el culo y le ayudaba untando saliva en ese rico agujero para que no parara de lamer, y ocasional metía mis dedos en su vagina que de apoco se humedecía y con esa misma lubricación marcaba el camino a lamer por Lili de culo a vagina ida y vuelta , mi ex esposa con su rostro de lado en la almohada y sus ojos cerrados expresando con algún suspiro un sutil y único placer que solo Lili le podía dar. Yo de pie a un lado de la cama orquestando ese bello momento, no tuve opción mas que sacarme el pene y comenzar a masturbarme contemplando como de apoco iba subiendo el placer de ella, con mi mano izquierda me masturbaba mientras que con la mano derecha jugaba con el culo y la vagina mientras Lili lamia gustosa las mieles que derramaba , dedicándose a comerle la vagina ocupe mi dedo en penetrar su culito lubricado y extasiado, generándole un mayor clímax.
Como pudo ella se acomodo en cuatro subiendo sus caderas y abriendo sus rodillas para darle acceso a su vagina y clítoris el cual Lili reconocía y sabia perfectamente que era el botón para hacer estallar los orgasmos en squirt, en este mismo movimiento sentí como su mano y boca buscaron mi pene el cual ya escurría y comenzó a darme el mejor sexo oral de mi vida. Como dirían me la mamo como si de eso dependiera su vida, como crio recién parido buscando alimentarse con mi verga, sus chupadas iban en sincronía con las lamidas que daba Lili a su vagina. Cada vez con mayor intensidad sus chupadas dándome a entender que ella estaba próxima a venirse como decimos, y yo también quería terminar junto con ella, cosa que no me costo por tremendo espectáculo.
Mi ex esposa en cuatro, abierta de piernas, mi perra Lili comiéndole la vagina de la manera mas dulce y rica que un perro puede lamer, dándome las mamadas de verga de mi vida, todo se unía la parte visual de la escena, la sensorial y la auditiva escuchar como gemía y suspiraba. Hasta que por fin ella se vino a un hermoso disparo de squirt, soltando varios disparos provocados por los espasmos los cuales alcanzaron una distancia de unos 3 mts fácil. Al ver esto y escuchar sus gemidos detonaron mi eyaculación en su rostro y parte en su boca los cuales ahogaron sus gemidos tragándose mi leche y Lili aun pegada en su vagina apresurada a beber los ríos que aun seguían fluyendo espasmódicamente, provocándole mas orgasmos los cuales perdí la cuenta y mi atención se centro en darle de beber a mi ex esposa toda la leche que pude darle y ella igual me dejo seco succionando y limpiando todo mi pene.
Esa noche dormimos como angelitos, ella cayo bocabajo y así se quedo placida mientras Lili terminaba de secar su vagina y culo, mientras que yo me subí a la cama y apague la pantalla la cual fue testigo de una breve, sencilla y dulce sesión de lamidas.
Días después, durante cogíamos y Lili era participe, le preguntaba a mi ex esposa que si disfrutaba las lamidas, que si le gustaban tanto, que si en algún momento le gustaría ser penetrada por un perro, sentir la verga de un perro… Cuestión que me negó rotundamente.
En el siguiente relato les platicare apreciable lector de las ultimas lamidas, posterior dedicare un ultimo a una fantasía que ya no pude cumplir y que solo se quedo en eso, en fantasía.
Hasta el próximo relato un saludo.
Estubo caliente… bien.