Regalo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Desde que Ana y Laura habian decidido cortar sus relaciones con sus respectivos novios, no habia sucedido nada interesante nuevo en las vidas de ellas. Ellas se conocian hace mucho tiempo, a esta altura llevaban ya mas siete largos años de amistad y algo mas.
Cuando se conocieron por primera vez era la epoca de la escuela. En esa misma epoca en la que alguna de ellas solian quedarse a dormir en la casa de la otra. Y asi fue como conociendose mutuamente, comenzaron a compartir cada vez sus intimidades.
Desde la simple comparacion de sus cuerpos que estaba desarrollandose, hasta saber cuantas veces y como solian masturbarse. Esas conversaciones eran las que las llevaban a estar muy calientes y a desahogarse mutuamente o hasta quedar mas tranquilas.
Ninguna de ellas se consideraba bisexual o lesbiana, por que simplemente sentian una gran atraccion hacia sus compañeros varones. Tampoco sentian ningun tipo de celos cuando se contaban que habian hecho el amor con algunos de sus novios. Simplemente compartian su bisexualidad como algo mas que las unia pero que no presentaba ningun impedimento para relacionarse con las demas personas.
El tiempo habia pasado desde aquella epoca y ya las dos habian terminado con sus estudios y estaban en epocas de universidad, trabajo y demas actividades sociales. Ambas compartian mucho tiempo juntas, despues de sus trabajos, y tambien compartian el tiempo en el gimnasio. Lo cual hacian para mantener en forma sus cuerpos que sabian atractivos a los demas.
Fue una de esas tardes en las que Ana, que siempre fue las mas picara de las dos en cuanto a sexo, no habia podido acompañar a su amiga al gimnasio. Quedaron sino encontrarse en la casa de Laura despues a la tarde de ese mismo dia.
Laura vivia en una amplia casa de dos pisos con sus padres. En el piso superior estaba su habitacion, junto a una pequeña sala de estar y su baño. Ella no estaba de mucho humor para salir a ningun lado esa misma tarde, ya que se sentia bastante cansada y se sentia triste por que extrañaba a su mascota, que habia tenido que regalar hace un tiempo por que era imposible tenerla en la casa.
Ana no habia podido ir al gimnasio con su amiga por tener que resolver ciertos problemas de trabajo, esa fue la excusa que dio. Laura le creyo, pero la verdad era que Ana habia ido a comprar un presente para su amiga. El regalo era un hermoso cachorro de un año de pastor aleman. El animal estaba de lo mas jugueton a tal punto que queria subirsele en la pierna de Ana a cada rato. Hacia juegos y Ana tenia que bajarselo de su pierna colorada de la vergüenza.
Laura volvio su casa, no encontro a nadie en ella. Decidio darse un gran baño para recomponerse un poco. A ella le gustaba mucho la soledad de la casa por que le permitia andar a sus anchas por la casa, y eso era casi siempre Con muy poca ropa o desnuda totalmente. Esta tarde no fue la excepcion, asi que despues de ver la nota sobre la mesa de la cocina que le habian dejado sus padres, y que confirmo que no habia nadie, comenzo a quitarse las prendas a medida que habria la heladera y bebia un poco de agua. Penso si tenia hambre despues de terminar de quitarse las zapatillas, bebio otro baso de agua y termino de quitarse sus pantalones deportivos. Busco en la alacena un sandwich lo dejo sobre la mesa, se quito completamente la remera. Se sento en una silla para descansar un poco y para devorar su sandwich. Cuando termino de comer y de beber solo le quedaban puestas las medias y las bragas. Junto toda su ropa y subio deseosa de darse el baño que se habia prometido.
Laura era preciosa, tenia el cabello castaño claro un poco mas largo que el limite de sus hombros. Su cintura era perfecta y pequeña, sus senos redondos y firmes, sus piernas duras, al igual que sus brazos, por el ejercicio. Tenia un rostro que enamoraria a cualquier ser humano que la mirase. Era realmente una belleza.
Una vez en el baño se tomo su tiempo. No sin poder sentir esa mezcla de sentimientos y sensaciones mezcla de triste por extrañar a su mascota que queria como a un hijo, su deseo sexual que mas de una vez la desbordaba, su cansancio por el trabajo, estudio, rutina etc., y en el fondo del todo, su descontento por estar sola. "Ni siquiera Ana vino hoy…", decia. Y continuo con su baño.
Ana estaba de lo mas contenta, habia ya conseguido el perro para su amiga, le habia colocado un moño hermoso en el cuello, como para que quedase bien claro que era un magnifico regalo.
Como tenia todo previsto, o casi, busco su maquina de fotografias pero se dio con la mala noticia de que no tenia pelicula. Decepcionada por eso busco una pelicula y no encontro nada salvo la filmadora que si estaba en condiciones de grabar el gran momento. Practico unas tomas, el cachorro, ella, ella y el cachorro, el piso, todo se movia, pero penso que serviria. Dispuesta con su regalo, cargo la camara en su bolso y se dirigio a casa de Laura.
Laura ya habia terminado de darse su baño. Por un pudor inconsciente salio del baño con su cuerpo cubierto, no con mucho cuidado, por una gran toalla. Se sento en su banquito frente al espejo en su habitacion y se contemplo a si misma por un momento. Su cabello estaba revuelto y su rostro era de cansancio. Se dijo a si misma "necesitas un descanso" y acto seguido vio tras de si su sillon preferido para esos momentos que necesitaba relax. No era otra cosa que un almohadon gigante, levemente ahuecado en su centro. Cualquier persona que se sentase alli quedaba indiscutiblemente con el trasero mas bajo que las piernas, y estas quedaban en el mejor de los casos totalmente abiertas y dobladas tocando el piso. Debido a la ubicacion del almohadon quedaba directamente mirando a la puerta de entrada de la habitacion que no habia tomado la precaucion de cerrarla.
Se sento en el mismo. No reparo demasiado en cuidar que la toalla que la cubria se habia desacomodado bastante, por eso cuando se sento y al no poder verse, la toalla se quito lo suficiente como para dejar su sexo totalmente descubierto.
La posicion de ella no era distinta a la mencionada, salvo que verla desnuda, con las piernas abiertas y dobladas, sus delicados pies tocando la alfombra del piso, su sexo rosado intenso por el calor del baño que quedaba totalmente expuesto, su cabello colgando del otro extremo del sillon casi llegando al suelo, su seno derecho totalmente descubierto y sus brazos dejados caer cada uno a su costado, y en su rostro una sonrisa de relax total, era mas que excitante. Cerro los ojos y no se dio cuenta como ni cuando quedo profundamente dormida.
Paso como una hora cuando Ana llego a la casa de Laura. Laura era una mas de la casa asi que entraba y salia de la misma con toda naturalidad. Esta vez llego en silencio, no entro llamando, asi que decidio ver si habia alguien en la casa. Al principio no encontro a nadie, pero cuando entro en la cocina y vio los restos de comida, supo que su amiga habia llegado y tal vez estaria arriba. No le hizo falta llamar al cachorro, este estaba nuevamente subido en la pierna de Ana. "Necesitas una novia ¿no?", le preguntaba al perro a medida que se dirigian ambos a la escalera de la casa rumbo a la habitacion de Laura. Ana en la mitad de la escalera se acordo de la camara para filmar la cara de su amiga al recibir el regalo, entonces decidio volver a buscarla, pero el perro no la siguio y subio solo. Ella bajo rapido saco de su bolso la camara, la encendio y subio rapidamente toda la escalera.
Cuando llego arriba se dio con una imagen de su amiga que no habia visto. Esta estaba totalmente dormida, sus piernas seguian mas que abiertas, su rostro denotaba la felicidad del sueño, sus pechos estaban, ahora ambos, descubiertos porque ya nada los cubria, salvo uno de ellos que estaba casi sujeto por su mano derecha. El otro brazo estaba caido al lado del cuerpo. Y para peor el cachorro estaba embelesado, pero era el sexo de la bella durmiente el que lo atraia.
Ana se quedo paralizada. No sabia si despertar a su amiga, quitar al perro, dejarlo que siguiera, cambiar de lugar con este o que. Quiso llamar a Laura pero esta no respondia, solo suspiraba.
El perro estaba ya olfateando de lleno el sexo de Laura. Ana permanecio por unos minutos disfrutando de lo morboso de la escena. A tal punto que decidio no llamar a Laura, ni tampoco quitar a su futura mascota. Este olfateaba el sexo de Laura con insistencia, y comenzaba a darle pequeños lengüetazas. Ana se dedico a seguir mirando con mucho interes. Se dio cuenta que Laura habia tenido un sueño erotico o quien dice habia estado disfrutando de su sexo sola, cosa que ambas hacian muy a menudo, porque su sexo estaba rosado suave y brillante por sus jugos. Desde donde estaba Ana podia ver como manaban mas jugos desde el interior de su amiga que sumados a los que dejada el perro, parecian muchos mas.
Ana sintio crecer en su interior una excitacion tremenda. Cuando ella sentia eso inmediatamente y donde fuera que estuviese, llevaba una de sus manos a su entrepierna, sobre sus bragas y comenzaba a acariciarse deseando de tener un orgasmo impresionante.
Pero esta vez tuvo un minuto de lucidez y, antes de comenzar, decidio encender la filmadora y dejarla sobre un mueble. No sin antes cerciorarse de que la toma fuese impecable.
Por el visor de la filmadora podia verse al cachorro, con el gran moño en su cuello, despreocupado de cualquier otra cosa que no fuese el sexo de Laura y esta estaba totalmente dormida sobre su almohadon-sillon, disfrutando de los lengüetazos del perro. Dejo la filmadora grabando y se ubico en el banquito que estaba frente al espejo en la habitacion y desde el cual podia ver, escuchar y casi sentir el placer que sentia Laura su amiga que seguia tan plenamente dormida y que ni se imaginaba quien estaba dandole tantas caricias en su sexo.
Ana se sento en el banquito, no sin antes bajar hasta sus tobillos sus pantalones y sus bragas. Como sabia donde Laura escondia sus juguetes favoritos, solamente estiro un poco la mano y lo trajo con ella. Era un juguete que ambas solian usar muy a menudo, era un gran vibrador plateado que de solo tomarlo en sus manos se estremecio sabiendo que era lo que le esperaba.
Se desabrocho la camisa y desabrocho su sosten. Dejo al descubierto unos hermosos senos que estaban con los pezones duros por la excitacion. Comenzo a acariciar su sexo con el juguete con su mano derecha a medida que con su otra mano se apretaba sus pechos. La escena subia cada vez mas de tension.
Laura, dormida, respiraba con mas fuerza. Sus pechos subian y bajaban al ritmo de la respiracion profunda. Sus pezones se veian crecidos y duros. El cachorro seguia lamiendo sin ningun tipo de impedimento. Eran largas lamidas por todo el sexo de Laura. Comenzaban desde casi su ano hasta su clitoris. Uno tras otro y vuelta a empezar.
Ana estaba mas que excitada y con su sexo chorreante ante la imagen que veia de su amiga y su perro, sus pechos parecian que iban a reventar de lo duros que estaban, su sexo devoraba a ratos el juguete. Las vibraciones la volvian loca de placer. Miraba a su amiga como respiraba y mas rapido movia el juguete en su sexo.
Laura estaba al borde del orgasmo, el perro seguia lamiendo, ella seguia respirando mas aprisa. Ana respiraba mas aprisa tambien.
Ana estaba al borde del orgasmo cuando vio que Laura, ante las grandes oleadas de placer de su inminente acabada, a "manos" de la lengua del perro, abrio los ojos y se quedo mirando, por unos segundos, a Ana, que la miraba con los ojos desorbitados y la respiracion casi jadeante, y al perro que seguia lamiendo a mas no poder su sexo.
Como ninguna de las dos dijo ni una palabra, ambas estaban mirandose sin bajar la vista, y como ambas estaban al borde de una acabada fenomenal decidieron, sin decir palabra, seguir asi como estaban. No falto nada para que el perro hiciera que Laura empezara a orgasmar de una manera impresionante, empezo a gemir, a gritar, conteniendo sus gritos por miedo a ser escuchada, pero sin bajar la vista de la mirada de su amiga y sin quitar al perro, fue el primero, despues vinieron dos orgasmos mas y por fin Ana solto el suyo y ambas comenzaron a gemir al unisono, como si estuviesen dando placer la una a la otra, pero lo unico que las unia en ese momento eran sus miradas. Satisfecha Laura, ahora si alejo al perro y se quedo recostada en su sillon. Ana estaba tranquilizandose de su cataratas de acabadas cuando escucho que su amiga le preguntaba "¿que era eso?", refiriendose al perro. Esta, subiendose los pantalones, para poder caminar y dirigiendose hacia la filmadora para apagarla, les respondio: es mi regalo, pero creo que aqui dentro hay otro mas.
Seguira.
Autor: Anonimo
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