Solos el fin de semana
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Eran sobre las cinco y media de la tarde y mi familia al completo se habían ido a pescar dejandome a mí al cuidado de mis dos perros Huskys uno de ellos era hembra mientras que el más pequeño era un macho de 1 año y un par de meses. Nada más irse mis padres cogí el movil y me puse a leer relatos eroticos de zoofilia. Desde que era mas pequeña siempre que me quedaba sola me solía poner a leer este tipo de relatos, mejor de zoofilia. La cuestión es que al comenzar a leer noté como mis bragas se iban mojando inconscientemente comenzé a frotarme contra el colchón seguí unos minutos más frotandome hasta que no pude más y metí mi mano debajo de la diminuta prenda soltandó una maldición empezé a pasar los dedos a lo largo de toda mi raja parandome durante unos pocos segundos a frotar mi clítoris. Anteriormente nunca había conseguido llegar a tener un orgasmo, siempre me quedaba parada y exausta cuando mi cuerpo comenzaba a temblar y mi coño a palpitar. Como es de esperar por supuesto que era virgen.
Siguiendo las instrucciones que habia obtenido a traves de internet aprete los músculos internos de mi ano y frote mis dedos contra el clítoris, empezaba a teblar y los musculos de mi vientre a contraerse en ese justo momento cuando un ruido en la puerta de la habitación izo que me girara y mirara a mi pequeño diablillo con el que soñaba llegar al mejor orgasmo de mi vida. En la puerta de mi cuarto se encontraba Tass mi perro que desde que maduró fue el dueño de todas mis fantasías. Tass mui animado aparto la puerta de un empujón y empezó a dar vueltas mobuendo la cola. Claro que me gustaría hacerlo con el simplemente que me chupara hasta llegar al orgasmo pero simplemente el pensamiento de que algún día me decubeieran me daba mucho miedo. Al verle así imaginé que tendría hambre ya que otras muchas veces antes me había masturbado y él no hizo nada extraño.
Me levanté apresuradamente de la cama y me fuí con Tass siguiendome los talones le puse la comida en su cuenco en la terraza y me fuí a mi cuarto esperando seguír con mi fiesta particular. Me apoyé sobre la cama ya que no encontraba el movil y sin esperarlo para nada me dieron un empujón y me quedé tumbada sobre la camaasustada me dí la vuelta rápidamente para observar que el culpable era mi perro. Éste se subió a la cama sin esperar mi orden y comenzó a olfatear la cama legando a mi coño que estaba chorreando mi perro empezó a olfatearlo al verle en esa posición me excito michísimo asique puse un cojín debajo de mis caderas y me froté mi clítoris. Era super excitante olfatear mi coño ardiemte mienttas yo me frotaba y frotaba notando como mis musculos se contarían. Tass de pronto empezó a chuparme suguiendo un recorrido que llegaba desde mi vagina a mi clítoris. La lengua del pereo me obligó a quitar mis dedos y entregarle a él todo el poder de mi coño. Tass me chupaba sin descanso mie.tras yo me retorcía de placer, yo intentaba cerrar mis piernas y así encontrar algo de alivio pero su cabeza me lo impedía. Tras varios intentos por mi parte de deshacerme de ese placer lo conseguí aparte al perro de mi para darme cuenta que lo que quería era sentir su lengua en mi interior no solo en el coño y el clítoris. Corriendo fui a la cocina y me unte tanto por fuera como por dentro azucar por todo el coño volví otra vez corriendo a la habitación y me tumbe en la cama para acercar la cabeza del perro a mi coño. Ahora si que me chupaba bien profundo notaba su lengua con ansis chupando todo mi interior. Yo gemía y gemía retorciendome hasta que mis musculos se contrayeron y tuve mi primer orgasmo mientras me retorcía y gritaba de placer.
Impresionada me quede de rodillas en el suelo mirando la punta de la verga de Tass que asomaba brillante de su forro. Le quería hacer sentir lo mismo que yo acababa de tener asique me acerqué y comenze a frotar todo el forro que guardaba todo lo que deseaba comer,lamer,chupar..
Comenzé a masajearle la funda con toques suaves pero al ver que el perro se quedaba quieto empeze a bombear su capuchón de delante a atras. El perro desenvainó su verga y me quede sorprendidisima de lo grande q era.
Le sujete la bola como me había informado y se la chupé. Al principio la punta luego metí un poco más en mi boca al saber q no se sentía tan desagradable. Estubimos así unos minutos hasta que se aparto levanto las patas delanteras y las puso sombrr mis hombros y comenzo con su polla en mi cabeza el movimiento de mete saca.
Como pude aparte al perro y miré la hora. Bien si iba a dejar. Que mi perro me devirgara tenía que ser todo adecuado. Comenzé a colocar cosas importantes para ese momento. Sonó el telefono y resultó que era mi madre diciendo que se iban a quedar a dormir en casa de unos amigos y volverían mañana sobre las seis de la tarde. Mas feliz de lo que pudiera imaginar puse unas toallas sobre el suelo y llamé a Tass. Le decía cosas cariñosas mientras iba acercando mi mano a su verga con la intención de hacerle otra paja y así dejarle el doble de excitado para tener la mejor follada de mi vida. Acaricie el forro y lo masajee hasta que sacgranverga verga y comenzó con el movimiento. Sin poder aguantar la excitación me pase una de las manos manchada con sus jugos por mi raja empapada. Me acerqué a su oido y le dije " eso es cabrón, ahora me vas a meter toda esa verga en mi coño inocente."
Me puse en cuatro y Tass como sabiendo lo que debía hacer se alzó me puso las patas en las caderas y con la punta de su polla fuen intentando atinar a mi coño. Al ver que solo no podía le ayudé y de un solo empuzón me metió toda la verga haciendome un daño impresionante. Yo lloraba y me trataba alejar de el pero no se apartaba. Al cabo de un rato las dolorosa embestidas se convirtieron en embestidas placenteras. Antes de poder evitarlo Tass me dió un último empujón y me metió toda su bola note como dentro de mi crecía y crecía hasta que no me pude apartar de él y me quedé abotonada. Con un rápido movimiento paso su pata trasera por encima y empezó a caminar arrastrandome con el. Hasta que porgin se verga se hizo más pequeña y salió de mí. A gotada me apoye en el suelo y miré como mi perro se lamía en un rincón su vergá. Minutos mas tarde Tass volvió a lamer mis piernas por las que chorreaban nuestros jugos. Aún así pude apreciar como la punta de su verga volvía a asomar.
Este relato es real, de mi primera vez. Es el primer relato así que hago por lo que no seais mui duros por favor. Acepto comemtarios y ayudas. Gracias.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!