Soy la hembra de tres perros!
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por zookarina.
Muchos quizás dirán, como puede ser esto?
Solo puedo decir que en amor no se puede decidir, solo llega y ya, y a mi me llego con fuerza.
Desde que era muy pequeña, me sentí muy atraída hacia esa especie, y sin mentirles, no pensaba que hubiera diferencias, o por lo menos eso pensé mucho tiempo.
Ya en mi adolescencia, las cosas fueron tomando ópticas distintas, ya sabia que entre humanos y perros había una diferencia muy marcada, el hombre era el dueño y el perro era solo la mascota, y en muchos lugares veía que esa diferencia se tornaba en abuso, pues viendo por las calles miraba perros abandonados, flacos y desprotegidos a la merced de automóviles, y otros que veía en los techos de las casa descuidados y flacos.
Esto quizás me iba llevando a pensar, que pobres son los perros, que solo tratan de dar afecto y los seres humanos solo los maltratan.
Desde ese punto de vista, convencí a mis padres para adoptar un par de perros que vivian en la calle, estos dos perros fueron elegidos por mi, porque desde hace mucho tiempo los había visto y seguido hasta llegar a la conclusión de que eran perros vagabundos, sin dueños y sin hogar.
No fue difícil atraerlos, y menos ganar su cariño, puesto que se veía que aquellos perros no había comido algo decente hace muchos meses; este paso para mi fue reconfortante ya que por lo menos dos perros ya tenia un hogar y aunque por mi me hubiera traído mas, solo mis padres aceptaron que fueran dos.
La readaptación de los dos perros fue hecho por parte mía; puesto que el trato que había llegado con mis padres era convertir a esos animales en perros domésticos y educados en menos de 2 meses, a lo que mi padre acepto solo con una condición, que los llevara aun terreno mas amplio, este terreno era propiedad de mi padre el cual estaba semi-abandonado, y según él, era un lugar perfecto para la crianza de animales; yo acepte gustosamente pues el mejor lugar para un animal era lo espacioso.
Mas ahora el problema era ir a mi casa a dormir, al instituto y luego al terreno donde estaban los dos perros, tenia que administrar mejor mi tiempo, cosa que al comienzo fue duro, pero mas valió las ganas para repartir mi tiempo mas minuciosamente.
Desde las 7 a 12 siempre, era hora de estudio, desde las 12 a 2 iba a mi casa para almorzar y luego salía al terreno a llevando la comida a mis dos mascotas, y de 2 a 8 los hacia mis tareas y reeducaba a los dos perros. Luego me iba nuevamente a mi casa a descansar, para que al día siguiente vuelva hacer la misma rutina.
Los primeros días fueron duros, pero la recompensa era buena pues ganaba confianza y respeto de mis padres, mis perros aprendían rápido y mis estudios lo controlaban bien. Todo iba bien pero lo que la vida me tenia guardado era algo que no me esperaba.
Los días pasaban y mis perros cada día se encariñaban mas de mi, y entre juego a juego comencé a quererlos yo también, eran tan lindo y tiernos, que difícilmente cualquiera imaginaria que eran perros de la calle, pues creo que resulto mucho que yo siempre les conversara pues cada vez los veía mas humanos.
Era gracioso que siempre que jugábamos ellos me tumbaban y teniéndome en el suelo me lamian la cara los brazos o las piernas, yo solo no paraba de reírme, esos juegos poco a poco fueron convirtiéndose en lo mas común, era algo entre los tres que me gustaba mucho, lo malo era que siempre llegaba a casa cansada y muerta de sueño a mi casa.
Con los días que pasaban yo me despertaba solo esperando en verlos, pasar jugando un buen rato, hablarles, enseñarles trucos o solo dormir un rato junto a ellos, creo que esto sin saberlo se convirtió en una relación mas especial, pues me estaba gustando tenerlos encima mío en cada juego, eso estaba poniéndome en un lugar de sumisión y ellos en el lugar dominante.
De día a día que pasaba, y de un momento a otro se vino a mi mente las diferencias entre mujer y perro que de pequeña no existían y sin tener conciencia de razón y haciéndome llevar solo por mi corazón despertó en mi un sentimiento sublime que no era afecto, estima o cariño, sino que comencé a sentir un sentimiento muy hermoso y especial, creo que era ya el amor.
Pues desde un momento a otro mis ojos se abrieron y mi mente se lleno de ideas varias, de cosas que solo la locura del amor comprendería… así con esa nueva sensación me fui temprano a mi casa, en el camino un escalofrió me invadió, el miedo se apodero de mi y mi corazón no dejaba de latir…
Esa noche no pude dormir, mi mente volaba y solo pensaba en ellos y como estarían, y solo contaba minuto a minuto en volver a ver, me sentía tan impaciente que hasta me pareció la noche mas larga de mi vida. Pero las horas pasaron y sin darme cuenta vi parada en la ventana de mi casa la amanecida.
Como no recordar esa mañana, parecía una novia antes de su boda, me aliste como pude y hasta el tiempo me falto, salí corriendo y no rumbo a instituto sino para ver a mis dos perros.
Al llegar, pude sentir su alegría, no se pero me pareció que me esperaban y eso me alegro de gran manera, así que entre y aunque ellos daban vueltas alrededor mío, me los lleve a un cuarto que ahí había, y dentro de ahí me quede arrodillada y abrazada junto a ellos varias horas solo pensando.
Fue casi el medio día, que me levante de tanto pensar y mirándoles a ambos me desvestí, y quedándome completamente desnuda me eche junto a ellos no se cuanto tiempo, pero mientras los acariciaba y les hablaba despacito.
Después me levante nuevamente y sin pensar salí corriendo como lo hacia cuando jugábamos pero en esta ocasión con todas mis fuerzas, ellos al ver eso corrieron detrás de mi y aunque por unos metros no pudio en alcanzarme, uno de ellos me alcanzo y haciendo tropezar me tumbo al suelo y donde ambos aprovecharon la oportunidad para ponerse encima mío lamiéndome la cara, mis brazos mis piernas y todo mi cuerpo desnudo, fue algo muy hermoso sentir sus lenguas en mi cuerpo, que no pude evitar en aprovecha en acariciarles sus penes; me sentía muy excitada que ya no me importaba nada, éramos los 3 y nada mas y si algo tenia que pasar esa tarde, pasaría.
Mis deseos de ser poseída se apoderaban mas de mi y solo deseaba que mis dos perros calmaran mis ansias de sexo, que hasta ese entonces eran ya grandes e inaguantables; que algo de mi afloro así espontáneamente y comportándome como toda una perra en celo me puse en cuatro patas y caminando así puede hacer entender a uno de ellos lo que quería.
Así mientras me movía en cuatro patas, uno de ellos se subió encima mio y tomando el papel de macho dominante sujeto mi cintura con fuerza y haciendo movimiento de coito intento penetrarme sin poder lograrlo, mas el otro perrito solo miraba con su lengua afuera como entendiendo ya la situación.
Nuevamente el perro intento penetrarme, pero al no poder hacerlo se bajo y mientras el otro aprovechando su turno y me monto, sujetándome con fuerza también la cintura; comenzando a hacer sus movimientos de penetración con fuerza, pero tampoco pudo penetrarme; así que de varios intentos y no poder se bajo de mi, y yo aprovechando ese momento me levante como pude y me puse a correr unos metros para provocarlos un poco mas: cosa que funciono porque uno de ellos me alcanzo rápidamente y con un movimiento sutil me volvió a tumbara; y ahí echada ellos aprovecharon para ponerse encima de mi, y ni bien estaba yo en cuatro, ellos se peleaban el lugar para intentar nuevamente estar encima de mi, el problema fue que de tanto pelearse entre los dos, que a mi me costo ponerme en cuatro, pero las ansias de sentirlos hicieron que sacara fuerzas de flaqueza y me pudiera poner en posición, dejando al descubierto toda la entrada de mi vagina ya jugosa de le excitación, al ver esto y sin perder su oportunidad uno de los perros se volvió a subir en mi, y sujetándome con mucha fuerza me puso a su merced; no les miento pero fueron los momentos mas excitantes de mi vida.
Estando encime mío mi mascota logro encontrar la entrada, y eso me saco un gemido muy fuerte, pues sentí entrar su pene en mi interior, estaba bien caliente, duro y con buen grosor y tamaña, me gusto mucho y mas cuando comenzó a moverse, eso hiso que yo gritara de placer, creo que eso exaspero al otro perro porque se puso inquieto y con ganas de quererle quitar el lugar a perro que tenia encima, pero mi perro penetrador no dejo intimidar por los ladridos y con gruñidos puso su distancia al otro perro.
Tal reacción me asusto un poco, pues en ese momento pensé que se iban a pelear y yo en medio y con un pene dentro, pero después me tranquilice al ver que mi perro penetrador puso en su lugar a otro perro, asi que mas tranquila le deje terminar tranquilo dentro de mi, haciendo que me penetrara a su gusto y que gozara de mi cuanto pudiera, pues yo estaba dispuesta a portarme mejor que cualquier perra.
Después de unos cuantos minutos, sentí dentro mio como un liquido caliente llenaba mi vagina al punto de hasta sentí salir en cantidades y chorreaando entre mis piernas ese semen caliente y viscoso, mientras que al mismo momento sentía como su bola crecía dentro mio llenándome cada espacio de mi vagina. Yo solo trate de disfrutar ese momento y aunque me dolio un poco, sabia que ese era el costo de cualquier perra al ser poseído por un macho.
Después de nos 7 minutos de estar pegados cola con cola, el pudo sacar todo su pene que era muy grande, dejándome agotada de placer, pero cuando pretendía echarme el otro perro no perdió la oportunidad y al instante me monto y con una fuerza comenzó a hacer sus movimientos de penetración, no paso mucho tiempo hasta que logro penetrarme con facilidad, quizás con el semen del otro perro que caía de mi vagina facilito la entrada que estaba grande y lubricada.
Así sentí ese otro pene duro como la roca, aunque mas delgado pero mas largo; era tan rico sentir como tocaba lo mas profundo de mi interior; que me arranco múltiples gemidos de placer.
Mientras sus movientes cada vez se hacían mas rápidos, mis ansias de estar pegada nuevamente crecían. Quería sentirme llena, quería hacer feliz a mis dos perros porque ellos habían logrado hacerme sentir como nunca antes.
Después de unos minutos, el segundo perro me lleno de semen caliente mi vagina que estaba a no poder aguantar tanta leche pero su bola no dejo escar mucho y me tubo llenita de leche de mis dos perros mientras estábamos pegados.
El duro pegado a mi unos 15 minutos, cosa que no desaproveche puesto que me moví como pude con ese pene dentro mío y alcanzando al otro perro que esta echado un par de metros, logre chuparle su pene logrando ripiar todo resto de semen que quedaba.
Después de que el segundo perro saco su pene dentro mio, me tumbe junto a ellos y limpiando su penes les di las gracias, luego me levante, me di un baño y me fui a casa.
Desde ese momento comencé a mantener mejores relaciones con mis dos perros, quizás porque ahora nos entendemos mas y aunque mis padres no saben nada de ello; después de ese día mi método de enseñanza a cambiado un poco, ellos aprenden mas rápido, están mas tranquilos y creo que todo es mas por la recompensa, porque ahora el premio termino siendo yo, y si que es una buena estrategia pues los beneficiados somos los tres.
Después de los dos meses transcurridos, lleve a mis padres a que vieran el avance de mis dos mascotas, del cual ellos se llevaron la mas grata sorpresa al ver dos perros muy educados y tranquilos; eso hiso que me felicitaran y hasta mi petición de quedarme algunos días junto con ellos fue aceptada.
Después de eso, acomode un poco las cosas para la comodidad de mis dos perros amantes, he hice una entrada especial en la parte trasera de la casa para que mis perros pudiera salir a la calle y entrar.
Esto no hubiera sido algo que llamara la atención, pero paso…
Una noche mientras me estaba dejando coger con mis perros, entro al patio por la entrada secreta un perro grande y negro, imponente como nunca había visto antes, no se que le hiso entrar pero me asusto mucho al verlo ahí paro y yo de cuatro con uno de mis perros encima, y aunque intente pararme no pude.
Y aunque tenia dos perros el que tenia encima solo gruñía pero no se bajaba de mi, mientras el otro se le echo encima y se pusieron a pelear, esto me asusto mucho puesto que estaba a merced que me pudiera hacer daño.
Después de unos segundos, el perro negro logro amedrentar a mi perro dejando medio lastimado y asustado, y creo que eso también asusto a mi otro perro que sin y mas intento de penetrarme se bajo de mi y se aparto dejándome a la merced de ese imponente perro negro.
Yo en ese momento pensé lo peor, puesto que si mis dos perros habían sentido miedo yo estaba indefensa y merced que me mordiera aquí que me quede quieta. Esto hiso que aquel perro se acercara lentamente hacia mi y me oliera y hasta me lamiera un poco, yo no hice nada por miedo asi que sin mas se fue yendo hacia mi atrás y me monto, eso me sorprendió mucho, quizás esa haya sido el motivo de su presencia, y sin hacer nada le deje montarme.
Su pene era grande y gordo, y se notaba que era muy experimentado porque si bien me sujetaba la cintura, lo hacia de una manera suave y segura, esto me tranquilizo un poco, y mas cuando sentí su pene entrar dentro de mi, no se, pero sentí como mi vagina se había llenado con ese pene, era tan rico que sus movimientos me dejaban muerta de placer.
Esto mientas mis dos perros miraban de lejos como un perro extraño se cogían a su hembra y no hacían nada. Pero eso ya no me preocupaba, puesto que ese perro sabia bien lo que hacia, me penetro y hasta gozo hacerlo ya que sentí placer de su parte, me hiso el amor como un perro a una perra, solo dominaba la situación. Y aunque parezca extraño me gusto mucho.
Cuando termino me lleno la vagina de su leche caliente y quedándonos pegamos por su bola, hasta se dio el lujo de arrastrarme unos metros, se veía que era imponente, y eso me gustaba mucho.
Cuando termino de salir se paro y con el mismo paso lento se fue, yo solo lo miraba, mientras mis dos perros se acercaron y sin mas me volvieron a montar.
La noche siguiente no dejaba de observar aquella entrada, mientras me dejaba montar por mis perros, pero no fue hasta que los dos terminaron y yo me disponía a dormir que lo volvi a ver. Y mi corazón latia a mil, era algo raro pero ese animal había hecho que me estremesca, yo el verlo me acerque al el en paso lento y dándole mi trasero como las perras hacen le deje que me montara nuevamente, y el no se dejo esperar y sin mas se subió encima mio, mi hiso el amor con ese hermoso pene grueso y largo.
Mis perros solo miraban como otra vez ese perro me montaba y me hacia suya, eso me gustaba mucho pues se notaba que ese perro era un macho dominante y ha me ha escogido para que sea su hembra..
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