Tóto
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por FabiolaR.
Este es mi segundo relato, llega otro perrito al rancho y mis experiencias sexuales se intensifican y estoy mas dispuesta a experimentar cosas nuevas.
Despues de mis inicios con Skimal, y de hacer nuestros encuentros una actividad habitual casi todos los fines de semana durante dos años, ya era yo una pequeña adicta a él, habia aprendido a disfrutar bastante y tenía mucha mas confianza, eramos ya algun tipo de "pareja estable" por decirlo de alguna manéra jajaja!
Pero llegó el dia en que ocurrio algo feo e inesperado, Skimal fué raptado de la fínca(segun algunos testígos)y no lo volvimos a ver, supongo que el motivo fue que era un perrito muy fino, noble y exelente semental.
Obviamente eso me causó mucha rabia y tristesa pero tenia que contenerme, no podia expresar tan libremente todo el afécto que sentia por él.
El trago amargo duró poco, ya que Skimal fue sustituído por Tóto, un doberman ya mayorcito y tambien muy aténto y educado, al conocerlo me enamoré a primera vista y de inmediato comencé a idear la forma de continuar mi actividad sexual, ahora con este nuevo ejemplar.
Sabia que lo primero era hacer que el me conociera y confiara en mí, la mejor manera de hacer esto era jugando y acariciarlo mucho, darle de comer y ayudar en su aséo, yo ya era conocida en la familia por mi amor hacia los perritos(aunque nunca han sabido hasta que extremo)asi pasaron los primeros domingos con Tóto, lo acariciaba mucho y cuando nadie me veía mi mano iba hacia su paquete y lo mastúrbaba un poco, al principio gruñia pero no mucho.
Pasaron algunas semanas, nos hicimos buenos amigos y por fin decidí que era tiempo de llevarlo al granero que era el lugar en donde me sentía mas segura de no ser descubierta, con solo imaginarlo me invadio la adrenalina y el gústo por saber que volveria a sentir esos placeres.
Llego el dia, y yo iba en el auto sudando frio por la emoción, baje y despues de saludar rapido a la familia me aleje de ellos y fui en busca de Tóto, salí al huerto y lo llame, no tardó mucho en aparecer corriendo hacia mi, a diferencía de Skimal, Tóto no acostumbrába lamer mi cara ni saltarme encima, se limitaba a correr en circulos al rededor de mi y se quedaba quieto, era mucho mas serio y obediente, eso sí, una vez junto no se apartaba de mi en todo el dia, asi que solo tuve que correr hacia el granero y el víno conmigo, mi corazon latía a mil y no era por haber corrido, recordar el clima y el aróma de ese lugar fresco y húmedo aun me exita tanto tiempo despues.
Me pare en medio del cuarto y me volví hacia el, y poniendo mi cara frente a la de el le dijé : "hoy haremos cositas mas divertidas", el solo inclinó su cabeza y emitio un pequeño ladrido, me incorporé, y de manera rapida y nerviosa desabroche el pantaloncillo corto que llevaba ese dia, y lo bajé hasta los tobillos junto con las pantaletas, quedando mi concha expuesta me toque con un dedo y noté que ya habia humedad por la exitacion, acerqué mi entrepierna a su ocíco, comenzó a olfatear y de pronto ¡¡oh wow!! Era maravilloso volver a sentir una lengua urgando mi sexo, yo me estremecía en cada lenguetazo y tapaba mi boca para no gritar, me sentía el la gloria y a el parecía gustarle, notába como yo emanába fluído y el lo limpiaba todo, y así con esa lengua deliciosa me llevó al orgasmo que tanto extrañaba.
Me sentia tan agradecida que de inmediato quize devolver el favor, fuí directamente a su miembro y comencé a masturbarlo hasta que salió de la funda, no se veía muy grande pero aun así se me hizo agua la boca y comencé a devorarlo sin mucho cuidado y olvidando que el no estaba acostubrado a eso, respingó y me asuste un poco, me detuve y vi que estaba tranquilo, así que volví a degustar mi manjar ahora con mas cuidado, dando suaves leguetazos y succionando poco, hasta el dia de hoy hacerle oral a un perrito es uno de mis maximos placeres, recuerdo como sentia mi pulso muy fuerte en mis orejas por tanta exitacion, sin pensarlo lleve mi mano a mi clítoris y comence a frotarlo, Tóto comenzo a hacer movimientos con su cadera y pensé que era el momento ideal, yo no pidia mas necesitaba su pene dentro de mí.
Me puse en cuatro y me acomode frente a el pero parecio no entender, así que tomandolo de sus patas delanteras lo puse yo misma sobre mi espalda, como el seguía con sus movimientos de cadera que parecian involuntarios todo fue facil, solo que me faltó tomar en cuenta que Tóto era mas alto que Skimal, esto me llevo a unas inesperadas y un poco dolorozas estocadas en mi esfínter, un reflejo mio me hizo retirarme pero despues de bombear varias veces, como comenté en el relato anterior yo ya disfrutaba de la estimulacion anal, pero hasta ese dia nunca con una "cuestion" viva, así que tome el miembro con la mano y lo dirigi al lugar correcto que ya estaba bastante caliente y palpitante, ahí entro con total facilidad y bombeando de inmediato desesperadamente, y eso era justo lo que yo quería, sentir ese placer inmenso al ser poseída, un orgasmo intenso no tardo en llegar, era el climax total, yo cerraba mis ojos para centrarme en esas sensaciones que me causabas espasmos, ya estaba yo muy habituada a eso, y realmente me hacia falta.
No se si por las hormonas a esa edad o por la forma tan placentera en que ocurrio todo, mi cuerpo pedia mas, el calor y la exitacion no menguaban, despues de despegarnos me tiré de lado en posicion fetal y toque con mis dedos mi esfinter, metí un dedito e hice el mete y saca, comensé a lubricarme con los fluidos que escurrian de mi vagina y ahí decidí intentarlo bien con Tóto el parecia inquieto y tenia la legua por fuera,pasó un rato, me puse de nuevo en cuatro y ahora si entendio, me montó de inmediato y lo ayude a que su pene entrara diercto en mi ano, entro de un empujon y sentí mucho dolor pero no queria parar,bombeó desenfrenadamente, yo frotaba mi clítoris pero con su desesperacion me hacia perder el quilibrio y mi cara terminó en el suelo, en esa posicion fue como conseguí uno de los mejores orgasmos de mi vida, era icreíble!!! no sabia que se podia sentir tanto placer, eso hizo que en ocasiones posteriores no quisiera su pene en otro lado mas que en mi ano.
nunca hasta ese dia habia disfrutado tando, quede tan satisfecha que me quede dormida, desperte y me puse la ropa que me habia quitado, fuí a la pileta a asearme lo mas que pude, moría de hambre pero estaba feliz, busque a la familia y pase el resto del domingo de manera normal para no levantar sospechas
Y bueno, esta fue la primera de muchas aventuras con el segundo perrito que me hizo suya, el inolvidable Tóto.
Me encanta el relato de Fabiola.