Travesuras de Paula (relato real)
Esta es la historia de cómo comenzó mi vida sexual con mi mascota a mis 8 años.
Holaaa buenas, esta es la historia de cómo comenzó mi vida sexual con mi mascota a la corta edad de 8 años, es 100% verídica y la contaré en tercera persona para mejorar la lectura.
En esa época, Paula solía quedarse algunos fines de semana en la casa de sus abuelos, disfrutando de su compañía.
Antes de ese fin de semana la nena había entrado en el portátil de noche y había visto algo llamado porno, aunque ella solo quería saber qué era el sexo, pero eso no era lo importante ahora.
Ella al ver a aquel hombre negro embestir a aquella joven rubia con su miembro, sintió mucha curiosidad, pero decidió dejarlo pasar, por lo que borro el historial y se fue a la cama.
Tras ese pequeño incidente, llegó el fin de semana y por lo tanto, llegó el momento donde llegaba a casa de sus abuelos.
Ellos pasaron el día con ella y tras la comida, se fueron a descansar, dejando a la inquieta niña con su mascota, un perro pequeño, una mezcla de caniche con Yorkshire.
Ella miro al animal y se fijó en su miembro, recordando inmediatamente aquel vídeo que había visto hacía un par de días.
Inmediatamente llamó al animal y se agachó en el suelo con el, comenzar a tantear y acariciar con curiosidad su miembro, sintiendo este ponerse poco a poco duro y viendo una forma roja asomarse.
El animal, ante la excitación, comenzó a mover su cadera en pequeñas embestidas, encendiendo una idea en la mente de Paula.
Ella se bajó los pantalones y la ropa interior, tumbándose despacio bajo el animal y acercando su parte íntima al miembro de este. Duro unos intentos hasta que el perro consiguió entrar en su intimidad y ella dio un suave respingón al sentir la invasión, aunque no le molestó. Abrió más sus piernas y disfrutó del movimiento del animal, observando con curiosidad este y pensando en aquel vídeo.
Poco después, cambio de posición, se puso a cuatro patas y dejó al animal entrar en ella cómo él quiso, aunque esta vez no consiguió ser tan certero. El animal terminó eyaculando cerca de la vagina de la pequeña y ella observó el fluido con curiosidad.
Por último, se agachó bajo el y metió la forma rojiza en su boca, escupiendo al instante al notar ese sabor nunca antes probado. Decidió vestirse y se levantó dejando al animal en la cama para tumbarse a su lado y dormir.
Ella sabía que no podían descubrir aquello, sin embargo, no dejaría de hacerlo durante el resto de visitas a sus abuelos.
Muchas gracias por leer el relato, es mi primer relato aquí y aunque me da vergüenza contarlo aquí, necesitaba soltarlo.
A día de hoy tengo 19 años y nunca había contado esta anécdota a nadie, me alegro de hacerlo por fin.
Saludos, no te ofendas, pero una niña a sus 8 años no creo eso que dices, pero en fin, es tu fantasía y relato.
Aunque no lo creas si sucede, yo tenía una sobrina que siempre andaba jugando con el perro de mi casa y varias veces la ví cuando se le ponía de cola al perro para que esté se le subiera y un día de puro azar entre y el perro ya la tenía bien asegurada y ella solo se reía, pero si no llego te aseguro que el perro la ensarta y ella tenía 8 años y lo hacia por simple curiosidad.
Gracias por contarnos tu historia. Saludos.
Gracias a ti por tu comentario!
Encantado, si es para mi.