Ultimo Relato lamidas consentidas
Este sera el ultimo relato real.
Un gusto nuevamente seguir compartiendo con ustedes lo que un día pude disfrutar, en esta ocasión platicare una de mis ultimas incursiones dentro del zoo.
Mi ex esposa estuvo abierta a continuar durante un tiempo con las lamidas, ya que como siempre he dicho su morbo, su tabo de que la practica del zoo es prohibido y mal visto por la mayoría. Le generaba esa chispa de excitación, misma que me encargue de alimentar con la practica frecuente de las lamidas, le compartí mi carpeta de videos zoo que tengo en mi drive (nube) y en ocasiones veníamos algún que otro video juntos por las noches. Todo esto para mantener ese morbo vivo y que se diera el siguiente paso dentro del zoo.
Como les comente en el primer relato, fuimos una pareja abierta con nuestra sexualidad, hicimos tríos, teníamos sexo en todas las maneras posibles, hicimos uso de lencería y obvio ella tenia por petición suya un juguete sexual. El cual era unas bolas de Kegel, para quienes no tengan idea imaginen dos bolas de silicona unidas entre si, ambas vibraban tenían diversos modos de vibración y luz, un juguete muy bonito en tono rosa, con control inalámbrico y con su batería recargable.
El cual usaba en algunos días que ella andaba caliente y se masturbaba con el, esos días me mandaba videos y fotos de como se masturbaba y se venia con el juguete, mismo que era participe en ocasiones cuando teníamos sexo y que disfrutaba por la manera que lograba los orgasmos de manera intensa, pero con el inicio de las lamidas por parte de mi perrita Lili, el juguete fue quedando relegado en segundo plano, ya que como leyeron lili se encargaba de darle ahora esos orgasmos. Por que menciono el juguete? se imaginan hacia donde fue mi per versión?.
Si en efecto, mi interés por ver que tanto podía disfrutar mi ex esposa con ambos recursos. Ver que tan extasiada podía quedar y satisfacer su morbo, por lo cual puse manos a la obra en una sesión de uso del juguete por parte de ella, como saben sus orgasmos son en forma de squirt ósea a chorro, siempre poníamos toallas para tratar de no mojar la cama con sus orgasmos, cosa que nunca podíamos evitar. Mientras ella se masturbaba con su juguete hice acercar a lili a su entrepierna pero en esa ocasión no quiso probar lamidas y juguete, lo intente en 2 ocasiones mas y siempre fue negativa su respuesta.
Entonces recurrí a mis incursiones nocturnas, mientras ella dormía, si vienen siguiendo mis relatos recordaran que mi ex esposa reaccionaba a los estímulos mientras dormía, se llegaba a lubricar y a venirse mientras duerme. Pero en ultimas fechas esto ya no sucedía, por mas que mi perra lamiera su vagina, ella no se lubricaba mas ni se venia, situación que remedie usando su juguete mientras dormía, se lo colocaba rozando su vagina y encendía la vibración y acariciaba su clítoris de manera que la vibración la sintiera. Con esto ella comenzaba a lubricar, el manjar de los dioses para mi perrita, abría las piernas de ella colando el juguete en su clítoris para que se lubricara y lili se acercaba a lamerle la vagina. Mi morbo y perversion comenzaban a complacerse, puesto que como había imaginado el conjunto de placer seria mayúsculo, y así en esa noche tuvo los mejores orgasmos que le haya podido ver y escuchar a mi ex esposa.
Lili bebió mares de venida de mi ex esposa y el juguete vibro de la mejor manera para cumplirme mi perversion.
Después de estas sesiones empezamos a tener las diferencias y poco a poco nos distanciamos. Un día llego un perro Husky joven macho pero de tamaño grande, este perro fue adoptado de manera provisional ya que andaba suelto por la calle sin rumbo, y lo resguardamos en manera de buscar a su verdadero hogar, lo ubicamos en la azotea de la casa, la cual estaba techada y tenia una barda perimetral de no mas de un metro de altura. Durante su estancia de DUKE así lo nombramos, mi ex esposa se encargaba de llevarle comida y agua, yo acompañaba estas idas por su miedo a que le fuera a hacer daño, pero oh sorpresa!.
Duke siendo perro macho, olfateaba la entrepierna de ella, y en varias ocasiones intento montarla, cosa que nunca se pudo dar. Aquí quedo solo en fantasía, el que alguna noche mi ex esposa subiera en camisón sin ropa interior a alimentarlo y fuera presa de los instintos de Duke y de ella, nunca se llevo a acabo por los problemas que tuvimos como pareja. El perro se dio en adopción y nos separamos.
Hasta aquí llegarían mis historias vividas en el mundo zoo, agradezco a todos los que me siguieron en mis publicaciones en el foro, donde pude opinar y pedir consejos. Espero algún día poder volver a coincidir con alguna mujer que disfrute de estos placeres.
Saludos desde Córdoba Veracruz, México.
Bien, buen relato…