Un mar de..
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por CumSwallow.
A lo largo que avanzaba el camino ente elechos me iba hacercando a una pequeña cala a cual practicamente desaparecia excepto una pequeña parte rocosa con la subida de la marea. Entre las rocas oculta pude observar como una mujer tomava el sol desnuda, no me sorprendio ya que la cala era nudista, me detuve a examinarla tranquilamente desde mi parapeto de elechos. Estaba tumbada boca abajo, tenia la piel dorada sin rastro de marcas de biquini lo cual indicaba que lo hacia con frecuencia. Calcule que podia tener alrededor de 27 años, era rubia y con un bonito trasero.
En uno de los senderos que daba pie a la calita habia un hombre paseando y observaba desde lejos como su Dogo Argentino jugaba por la arena, correteaba de un lado a otro desapareciendo entre las rocas en ocasiones desapareciendo largos periodos de tiempo de la vista de su amo, pero esto no parecia importarle.
En una de sus incursiones por la playa el Dogo dio a parar con la mujer que se encontraba oculta entre las rocas, ella no habia percibido su presencia y el merodeaba a su alrededor olisqueando, tanto que el animal atraido por los olores que desprendia la chica olfateo a la altura del culo fuertemente asustandala. Ella se incorporo de inmediato asustada pero se tranquilizo al ver que se tratava de un perro. Este estaba excitado y se podia distinguir como la puntita de su pene florecia entre las piernas, cosa que llamo la atencion a la mujer.
Esta permanecio pensativa mientras miraba fijamente al miembro de can mientras iba incrementando de tamaño. El pene del animal la habia dejado perpleja, el corazon le latia fuertemente y un cosquilleo se estaba apoderando de su estomago, sentia como su vagina se humedecia y calentaba por momentos. Nerviosa miro a su alrededor, la playa se encontraba desertica, el resto de personas habian desaparecido y esto la excito mas aun por lo exotica de la situacion, sin nunca haberselo planteado anteriormente se topo con el pensamiento de desear sentir aquel enorme y jugoso pene rojizo en su boca. El Dogo se encontraba a su lado e instintivamente ella comenzo a acariciarle el pene, con cuidado y experimentando. Sus manos enseguida se llenaron de fluidos que desprendia el pene y le daba un vuelco al corazón pensando en tener la boca llena de aquella biscosa sustancia. Sin pensarselo dos veces tumbo al perro de manera que su enomre pene quedase expuesto totalmente y se lo metio en la boca.
Empezo a lamerlo suavemente, disfrutando de su tamaño y su biscoso liquido. El mero echo de lo que estaba llevando a cabo la hacian excitarse como nunca, tenialas mejillas ardiendo, como apunto de explotar, y no podia parar de masajearse el clitoris y meterse los dedos en su humeda vagina mientras disfrutaba al mismo tiempo de aquella maravillosa explosion de sabor que tenia en la boca. Lo que habia comensado de manera suave acabo de manera mas ansiosa, ella de rodillas inclino el torso hacia abajo dejando sus senos colgando y que sus pezones rozasen la arena, con el culo en pompa un precioso ano aparecia imperioso entre las separadas nalgas y debajo la vagina con una pequeña cantidad de bello perfectamente rasurado. El Dogo lamia sin parar su ano y vagina mientras que ella se acariciaba los senos. El animal inesperadamente se puso en postura y la empezo a penetrar con grandes aspamientos.
Ella sintio dolor al no tenia la vagina lo suficientemente dilatada para el inesperado empujon, pero al tenerla bien lubricada pronto los labiaos vaginales abrazaron con ternura la gran verga, mostrandose flexibles hacia el exterior e interior con cada movimiento dando lugar rapidamente al mejor orgasmo que jamas habia sentido, estremecio y saco rapidamente el miembro que llenaba su interior con tal fuerza que la hacia sentirse parte de si misma. En su lugar quedó un gran vacio, un agujero que rapidamente lleno con 4 dedos. En aquel momento de placer en el cual se ayava casi levitando, automaticamente volvio a meterse el pene de aquel Dogo en la boca y este prosiguio los movimientos rapidos hasta que al fin eyaculo masivamente en la boca de aquella mujer desconocida.
La explosion de semen en su boca la hizo tener un ultimo orgasmo, con la boca llena iba degustando poco a poco el sabor de aquel nectar, paladeandoloy dejando que bajase placenteramente por su garganta. Mientras esto ocurria se escucho un silvido. Quien seria? Yo que habia observado con curioso asombro aquella escena vi al dueño llamando al Dogo, este avandono corriendo la escena y salio de entre las rocas en busca de su amo, dejando atrás oculta a la mujer, tal y como la habia encontrado. La playa estaba despejada y comenzaba a meterse el sol, yo seguia observando a aquella alli tumbada atónito…
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