Una nueva perrita para los tres sementales.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Old-Legolas.
Muy poco tiempo después de ocurrido lo que he contado en mis anteriores relatos, descubrí por qué uno de los perros estaba tan seguro de lo que hacía al montarme.
Hablando de filmaciones y los malos camarógrafos que las realizan la dueña de los perros me contó cual era una de sus secretas actividades. Iniciaba a jovencitas en la zoofilia y filmaba los videos. Le mostré algunos de mis trabajos y me pidió que con mucha discreción le realizara algunas filmaciones a unas amiguitas en su patio.
La casa estaba ubicada en una zona residencial muy coqueta con terrenos muy grandes, los vecinos no estaban cerca. Uno de los sectores de su gigantesca casa tenía un patio interno bien oculto de la vista exterior con un hermoso colchón de verde césped.
Preparé mi equipo de filmación y esperé impaciente a los actores. La primera actriz una jovencita morocha bastante alta pelo largo pollera vaquera bien corta . remera suelta con timbres y sonrisa nerviosa. Había tenido algunas penetraciones con perros pero por falta de ayuda y experiencia nunca la habían logrado abotonar. Intenté calmarla un poco diciéndole que estaba muy linda, que le iba a gustar y que lo disfrutara. La anfitriona le hizo algunas recomendaciones e indicaciones de cómo debía ponerse y que hacer, ya que durante la filmación nosotros debíamos estar callados y ausentes de la misma. Voy a obviar las recomendaciones y paso a los hechos.
Dejaron entrar a los perros, eran 3. Un gran danés, un ovejero (Que yo ya conocía) y un pitbull. El ovejero vino a saludarme muy contento y luego fue hasta la nerviosa morochita a olfatear. Una vez pasada la primera impresión, decidió quedarse con el pitbull, seguramente por su tamaño (era mas chico que los otros dos).
Una vez retirados los otros dos comenzó a masturbarse y a sacarse sus prendas, Mientras miraba a través de mi visor lo que iba apareciendo debajo de las prendas, Una tanguita negra unos pechos turgentes de tamaño muy manuables, y debajo de la tanga un hermoso trasero y una rasurada entrepierna que daba ganas de comerla toda. Me surgió un sentimiento de envidia hacia ese can que, en unos pocos minutos, estaba (igual que yo) dispuesto a montarla, no necesitó ni tocarlo, sus olores despertaron sus instintos. Se abalanzó sobre ella e intentaba hacerlo con su pierna. Ella se puso en 4 levantando la colita, el pitbull, jadeando agitada y desesperadamente se subía encima regándola con sus líquidos lubricantes intentando ubicar el agujero donde entrar. Le costó unos cuantos intentos hasta que de un empujón le sacó un grito creo que mas que de dolor fue de susto. No esperaba que le entrara tan rápidamente y hasta el fondo, después de no mas de 4 o 5 bombazos se bajó con su botón a medio inflar. – Qué rico que es!!-. dijo mientras acariciaba al perro. Lo dejamos descansar un poco y volvió al ataque, ella un poco mas calmada se puso en la misma posición esperando a su desesperado amante, el Pitbull ya tenía el cálculo de altura lo que hizo que en al primer intento fuera hasta el fondo con un –
UUUUUUUHHHHHGGGG!!!-. de su hembra. Mientras yo hacía un primerísimo plano de esa entrada por detrás del perro la anfitriona se acercó a sostenerlo en posición montada para dejarla abotonada lo máximo posible. No fueron más de 20 segundos lo que duró el amante bombeando y se calmó, se veía en las palpitaciones de su ano que estaba eyaculando mientras que su perrita se quejaba –Haaaayyyy que se agranda muchooooo!!!-. Sollozaba entre placer y dolor y se tocaba para evitar perder la excitación. Ese botón tapando su entrada no dejaba salir de su cuevita ni una gota de lo que estaba entrando. Durante mas de 10 minutos la anfitriona sostuvo al perro, luego sacó de su bolsillo un vibrador que encendió y puso en el clítoris de la quejosa y jadeante hembrita. Con un AAAAHHHHH de placer recibió esas vibraciones. Agarró el vibrador y se masturbó para lograr un orgasmo.
Estuvo mas de 5 minutos con jadeos y quejidos cada vez mas agudos hasta llegar a un grito chillón con espasmos, estaba llegando a la cima, en ese momento soltó al perro este tiró hacia un costado haciendo caer a su abotonada hembra hacia un costado, salió de su enrojecida cuevita un inmenso botón y detrás de él una catarata que regó el césped. Con el vibrador agarrado con ambas manos y presionando entre sus piernas la espasmódica y satisfecha hembrita jadeaba de placer. Su amante limpió su inmenso miembro lamiéndolo y continuó saboreando con su lengua la humedecida cuevita ante las risitas producidas por su cosquilleo y sensibilidad por el orgasmo. Cerré esta parte de la filmación con un paneo hacia su resplandeciente sonrisa de satisfacción.
-Me quedan 2 perros muy excitados, que hacemos con ellos-. Dijo la anfitriona, a lo que la jovencita propuso.- Estuvo demasiado bueno, un orgasmo más como este no me aguanto, si quieres masturbo al grandote y hago un anal con el ovejero-. Yo asentía con la cabeza para que la dueña de los canes aceptara. Por suerte lo hizo.
Cambiamos de locación. Nos siguieron los canes muy excitados. Decidimos hacerlo con los dos al mismo tiempo.
Llegó la hermosa hembrita solo vestida con una solera cortita y casi transparente, podía notarse que debajo no traía nada, al ver esos dos perros excitados se le aparecían por debajo de las transparencias los endurecidos pezones.
Jugueteó un poco con los perros y comenzó a masturbar suavemente al gigantesco danés, en menos de un minuto el excitadísimo perro movía sus caderas como copulando y lubricando sus manos. Ella aprovechó esta lubricación para descubrir todo su miembro antes que se agrandara, tomó su base dejando ver su botón que comenzaba a agrandarse al compás de las eyaculaciones. Ese miembro llegó a tomar proporciones descomunales, el botón no cabía en su mano, descubrió sus pechos y apuntó estos chorros de semen hacia sus hermosas tetitas, mientras se lo esparcía con la otra mano. El ovejero saboreaba jadeando y a lengüetazos esos jugos ella sin soltar al danés levantó su vestido y se puso en posición de recibirlo. Rápidamente se colocó encima y embistió tratando de penetrarla, lo estaba haciendo en su recientemente abusada cuevita, ella se movió para que no siguiera ahí y se zafó, volvió a olfatearla y se subió nuevamente, en unas rápidas embestidas y con un leve acomodamiento de su hembra encontró la pequeña entrada. Una larga embestida y con un AAAAHHHH estuvo adentro, el ovejero aceleró su movimiento ante un OOOOOHHHHHHH de su hembrita que, soltando el miembro del danés apoyaba sus manos en el piso para no caerse de bruces. Luego de varias embestidas largas comenzaron a escucharse los AAAAAYYYYY. Es muy grande, duele mucho!!! Que lo saqueeee!!! Que no se muevaaaaa!!!!
Era imposible que se saliera, estaba muy bien abotonada, yo conocía ese ovejero y tiene un enorme botón, mas grande que una pelota de tenis. No podía salirse de ese culito tan estrecho.
Estuvo abotonada por un buen rato y gritando cada vez que su amante se movía e intentaba bajarse. El ano del perro palpitaba indicando que seguía bombeando semen en su interior. Al cabo de un rato la dueña me hizo seña de que mirara lo que iba a hacer. Mirando siempre a través del visor de la cámara para no perder detalle de la escena no me había percatado que tenía puesto un par de guantes de latex. Con el perro encima de su morocha y dolorida perrita ya quieto, le levantó la cola y le introdujo suavemente un dedo en el ano, éste se puso un poco inquieto pero parecía que le gustaba. Acerqué mi cámara por debajo de las patas del perro y se veía el botón tratando de salirse.
Cuando de repente pareciera que le tocó la próstata y el perro se encendió nuevamente pegando unas embestidas hacia delante para zafar el dedo en su ano, alargó mucho mas su pene introduciendo su botón más adentro de lo que estaba, ante los alaridos de su perrita que parecía una gata gritando. Cuando sacaba el dedo se quedaba quieto y cuando se lo metía y masajeaba volvía a hacer el movimiento de coito arremetiendo contra su amante Estuvo así como 5 minutos más siendo ordeñado y abotonándose hasta el fondo. Sacó el dedo y soltó al ovejero para que se liberara de su amante, este pasó una de sus patas encima de las nalgas y pegó el tirón….-AAAAAAAHHHHH se sintió mientras la arrastro por el césped un metro y cayó desabotonada boca abajo sollozando y mostrándome su hermoso agujerito palpitando adolorido y su rayita toda mojada. Fui subiendo por su cuerpo con la cámara, cuando me acerque a su cara me dijo sonriente .- Me acabé de nuevo con esa verga en mi culo. Me encantó!!!.
Old-Legolas
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