Trabajar de bartender en un resort en Roatán, Honduras, me ha dejado ver de todo. Parejas en crisis que se besan para la foto, solteros buscando excusas para pecar, turistas aburridos que se enamoran del clima y se olvidan de sus promesas. Pero Verónica… ella era otra historia.. Leer más
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Cargando... (11 votos)Cargando...conocí a mi esposa cuando ella tenía 42 años y yo 46 la verdad la historia es muy linda creo yo yo soy feliz compartiéndola ojalá y les guste. Leer más
(2 votos)Cargando...Era 2005, el año en que los tonos polifónicos todavía estaban de moda y las salas de chat eran como junglas de misterios digitales. Yo, Laura Sofía —divorciada, instructora de zumba en Lisboa, madre de dos hijos adolescentes y todavía con más curvas que paciencia, tengo piel morena de padres Caribeñ. Leer más
(32 votos)Cargando...Una nena demasiado desarrollada para su edad, pero tremendamente ingenua; conoce a un viejo pervertido, buscado por acoso sexual, que se disfraza de payaso para hacer de las suyas. . Leer más
(25 votos)Cargando...Llamadas. . Leer más
(15 votos)Cargando...Hay noches en que basta poco para desordenarlo todo. Esta es la crónica de una de esas noches. De un conejito extranjero, recién llegado. Lo devoré con hambre. No escribo para confesarme. Escribo para no olvidar cómo fue que empezó a temblar.. Leer más
(29 votos)Cargando...Después de que los militares secuestraron a todas las personas, solo quedaron un padre y su hijo adolescente con ganas de coger.. Leer más
(8 votos)Cargando...Pamela una joven secretaria esta decidida a pedirle un aumento a su jefe.. Leer más
(23 votos)Cargando...Venía todo bien hasta que el diablo metió la cola, y se presentó en la persona de una de las maestras. Notó que las alumnas de pronto tenían mucho interés en participar de las clases de gimnasia y eso la intrigó, por lo que decidió investigar que pasaba. Y tuve que hacerme cargo de la maestrita . Leer más
(1 votos)Cargando...En los vestidores, me puse una pantaloneta de jean sin ropa interior, sintiendo la tela áspera contra mi piel. Luego, salí y busqué a la chica que me había prestado la toalla. Al encontrarla, se la devolví con una sonrisa agradecida, acompañado de una disculpa sincera por las molestias que le había . Leer más