Un joven de poco más de dos décadas de vida, casi un reprimido sexual, tuve unas pocas experiencias sexuales de pequeño y crecí para ser un morboso secreto. Si me conoces en persona tal vez ni se te ocurra que escribo historias aquí, soy un alumno estrella, Buen Amigo, bonachón, parezco santurrón, y rara vez digo maldiciones si no es una charla con amigos. sin embargo soy un fan de los niños, bi de closet, fumador de hierba y lector del maestro "Marqués de Sade"
No le digan a nadie shhh.
las lentas envestidas se volvieron rápida y mis pujidos se volvían gemidos ahogados, su pelvis chocaba con mi trasero, se oia ese rico sonido y mi ano daba la sensación de estar lleno, un cosquilleo recorría mis paredes anales hasta mis pies.
– no te preocupes es algo que necesito para sellar el trato, no te asustes esto te va a gustar- acto seguido separo mis nalgas y metió su boca entre ellas limpiando muy bien mi anito, quise responder pero su suave lengua tallando mis paredes anales se sentía tan bien que no me podía quejar….
un triple orgasmo que era a la vez el primero de la pequeña niña que gemia como loca presa de las sensaciones que su cuerpo la hacía sentir, mientras que su hermano jadeaba como loco y su padre lamía sus cuerpos devorando todo rastro de fluidos que de ellos hubiera emanado ésa noche. .
decidí también pellizcar los pezones de mi conejito y al principio gritó -aaaay duele, para por favor- pero apenas me detuve exigió más -señor lobo aaah mmmh hagalo de nuevo, éso con mis chichitas, aaaaay duele, pero no sé detenga apriete un poco más.
-estos me los quedo yo como prueba de lealtad para tú alfa «David»- dijo guardando las truzas manchadas en un cajón donde había otro par guardado.
Un día había pasado de la orgía gay intergeneracional que había tenido lugar en la habitación de Kevin, el conejito estaba muy emocionado por ir a la fiesta de su amigo, yo aún seguía cansado del día anterior, aveces es sorprendente la condición físi.
Tomé al conejito, lo empine un poco y como ya estaba listo comense a embestir su culo primero despacio y después fuerte -ahh, mas recio, más más- decía mi conejito -¿de quién es éste culito?- le preguntaba yo y el respondía -tuyo sólo tuyo y de Nadie.
nuevamente nuestras miradas se crusaron reanimando el ambiente, el trago saliva para tomar valor, cerró los ojos y me dió un beso, obviamente era justo lo que esperaba para comenzar a besarnos. El se abalanzó sobre mi, éso era bastante sensual. comen.
entre al callejón y di una pequeña vuelta, ahí ví la escena mas dolorosa, un pequeño bastardo de algunos 16 tenía a mi conejito inclinado sobre unos botes de basura, con sus shorts abajo y las lágrimas saliendo de sus ojos..
Cuando entré al departamento de Clarisa oí risas en su cuarto y fuí a ver, al abrír la puerta de la habitación de mi conejito lo ví ahí en la cáma tirándose al hermanito de Karen.