La Frontera Inesperada
Era una noche fría. Me bajé del bus y caminé a casa, como lo hacía casi todas las noches. El viento cortaba mi rostro, pero no le presté atención. Mis pensamientos estaban en cualquier otro lugar, simplemente avanzaba por inercia. Todo iba como siempre hasta que recibí una llamada al celular. Vi el .