Nos vemos en el Alto
Miguel Torres, un viejo compañero del colegio, reapareció en mi vida como si el tiempo no hubiera pasado, aunque en realidad lo había hecho, y de qué manera. No tenía los mejores recuerdos de él; en nuestra adolescencia, era el típico bravucón, siempre rodeado de malas influencias. Prefería mantener.