Pasivo Maduro: La traición de la esposa de Andrés
Este relato tendrá el contenido heterosexual debido a qué es una anécdota de mi padre con la esposa de Andrés.
Hola de nuevo, soy Santiago y voy a seguir contando cómo fue una de mis primeras experiencias sexuales con Andrés.
A los días posteriores después de encontrar a Andrés masturbándose, comencé hacer lo mismo de noche. Pensaba en el cuerpo, en los brazos, los pectorales, el abdomen y, más que nada, en el pene de Andrés.
Desde que era un niño lo veía como un tío, un familiar o un pariente, pero desde que lo descubrí masturbándose lo vi como hombre.
Y en uno de estos días posteriores descubriría como un hombre cogía de verdad, y esa lección me la daría mi padre, Ernesto.
*1982*
Recuerdo que era un viernes y Carmen, la hija de Andrés y mi amiga, me invitó a almorzar en su casa, yo acepté y fuimos al salir de la escuela.
Al llegar encontré a la señora Lucero, la mamá de Carmen y la esposa de Andrés, junto a César, hermano de Carmen y también uno de mis Machos, pero eso lo contaré otro día.
Ese día almorzamos la señora Lucero, Carmen, César y yo. Andrés no estaba por ninguna parte, creí que estaba en el trabajo así que no le tome mucha importancia. Sin embargo, no puedo negar que me desilusioné un poco porque quería ver a ese hombre fornido que me estaba enseñando muchos placeres de la vida adulta.
En fín, la señora Lucero se tenía que ir a hacer unas compras y de paso visitar a su mamá, que era una mujer anciana, dejándonos sólos a Carmen, a César y a mí, pero eso es lo poco pues al poco rato llegó Andrés y nosotros decidimos subir al cuarto para seguir jugando. Aunque a mí me hubiese gustado jugar con Andrés, pero no juegos de niños, más bien los juegos desestresantes que me iba a enseñar.
Lastimosamente no apareció un momento idóneo para quedarnos solos y seguir donde nos quedamos, y decepcionado me fui de la casa de Carmen hasta mi casa.
Pero la vida me daría una pequeña recompensa.
Al llegar a mi casa no encontré a mi padre, cosa que fue muy extraña porque realmente el salía a la misma hora que Andres. Aún así no le tome importancia y subí hasta mi cuarto, pero cuando llegué al segundo piso escuché unos gemidos en el cuarto de mi padre.
Abrí un poco la puerta y en efecto era mi padre, pero con doña Lucero, estaban desnudos, ella estaba de 4 mientras papá le estaba dando duro por la concha.
L: Más más más más más.
E: Uff eso zorra mueve el culo para mí.
SLAP, le dio una nalgada.
Una y otra y otra vez lo veía como penetraba a doña Lucero por atrás, mientras ella seguía gritando como la zorra que era.
E: Ya me aburrió tu concha voy a partir de el culo.
L: No, espera, por ahí… AAAAAAAH!
Sin Piedad mi papá le metió todo el pene en el hoyito de Doña Lucero.
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
Te escuchaba como sonaba el choque de la pelvis mi padre con las nalgas de Lucero.
L: AAAAH, CIEEEEEELOS.
E: Te gusta verdad? Tu marido te da por aquí?
L: NUNCA, ESTE HOYO ES TUYO.
E: Ah, siento que ya voy a hechar mi leche.
L: DÉJALO AHÍ PAPI, NO SALGAS DE AHÍ, DAME TU LECHE.
E: Ah, AH AAAAAAAAH.
L: AAAAAAAAAAH
Los dos gritaron casi al mismo tiempo, parece que ambos llegaron al orgasmo porque Lucero se acostó boca abajo y mi papá sobre ella, los dos respiran agitadamente y después empezaron a reír.
L: Eso estuvo rico.
E: No le dirás nada Andrés, verdad?
L: Tú sabes bien que Andrés ya no me toca, a veces pienso que él es…
E: Él es cabro?
L: No lo sé, solo sé que sí me separo de él ahora Carmen y César van a sufrir mucho, así que voy a esperar hasta que ambos sean adultos y después yo y Andrés nos vamos a divorciar.
E: Bueno, cuando quieras seguir buscando «diversión», ya sabes donde estoy.
L: Jm, gracias Ernesto.
Mm mhm. Los dos comenzaron a besarse de una manera descarada mientras yo me alejaba de la puerta y me iba a mi cuarto.
Comencé a pensar bien las cosas y si Andrés se separaba de Lucero lo más pronto posible, tal vez él y yo estaremos juntos lo más pronto posible.
Pero no puedo evitar pensar en Carmen y César, y el daño que yo también les haría si me atrevo a amar a su padre también.
Además, en esos tiempos la homosexualidad no era muy bien visto por todas las personas, no me imagino cuántas personas con preferencia homosexual han tenido que casarse con otras personas hetero para vivir una vida normal y ocultar sus verdaderos sentimientos.
Pero volviendo a mi anécdota, ya estando mi cuarto escuché unos pasos en el pasillo, me asomé por mi puerta y vi a mi padre y a Lucero andar al baño juntos.
Sé que mi padre merece ser feliz y que Lucero también, al igual que Andrés. Sin embargo, también sé el daño que podrían causarle a Carmen y a César aunque mi amiga no es tan inocente como yo creía.
Esa noche Lucero se fue a su casa y papá bajo a la sala, empezó a llamarme porque ya era de noche y yo bajé donde estaba él. Mi papá me vio con unos ojos de asombro, sin decir nada se fue al comedor, ahí me llamo para decir que la cena está lista y que Lucero vino para taerla justo cuando venía con ella.
No puedo creer en el descaro y la mentira que me acaba de decir pero ya no me hice problemas, fingí extrañeza y cené junto con él. Al terminar, los dos limpiamos todo y subimos a dormir, cada uno su respectivo cuarto.
Esa noche no me masturve porque todavía no terminaba de procesar todo lo que había visto. Doña Lucero le estaba siendo infiel a Andrés y con mi papá, qué otra cosas podía esperar de todos los que me rodeaban?
Pero eso será otra anécdota que contaré otro día.
Sí te gustó mi relato dime en los comentarios. Hasta pronto!!!
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!