• Registrate
  • Entrar
ATENCION: Contenido para adultos (+18), si eres menor de edad abandona este sitio.
Sexo Sin Tabues 3.0
  • Inicio
  • Relatos Eróticos
    • Publicar un relato erótico
    • Últimos relatos
    • Categorías de relatos eróticos
    • Buscar relatos
    • Relatos mas leidos
    • Relatos mas votados
    • Relatos favoritos
    • Mis relatos
    • Cómo escribir un relato erótico
  • Menú Menú
1 estrella2 estrellas3 estrellas4 estrellas5 estrellas (17 votos)
Cargando...
Dominación Hombres, Gays, Incestos en Familia

Castigo

Las embestidas se volvieron más fuertes mientras se podía ver finalmente como una polla gorda, con un glande ancho y en forma de hongo sobresalía en cada penetracion. El pene no era muy largo, tal vez medía cinco centímetros, pero el grosor era abismal. Cubierto de venas desde la base hasta la punta.
Dolores bajó de su auto con la bolsa de compras, se aseguró de tener todo a mano antes de cerrar la puerta del auto.

Dolores caminó hasta la entrada de su casa y con esfuerzo abrió la puerta.

El ruido del televisor encendido y su hija viendo videos en su celular se escuchaba de fondo, sin embargo lo que más le hizo levantar una ceja eran los sollozos de su hijo mayor que provenían del segundo piso.

—¡Papá, por favor!

—¡Papá!

Extrañada, Dolores se acercó a saludar a su hija quien la recibió con un beso en la
mejilla.

—¿Qué ocurre? ¿Por qué tu hermano está gritándole a tu padre desde su
cuarto?

Su hija entornó los ojos antes de sonreír con burla.

—Papá descubrió que hace extensibles femeninos.

Dolores se sorprendió antes de negar con la cabeza, dejó las compras en la
mesita pequeña de la sala de estar y subió las escaleras.

Mientras más se acercaba al cuarto de su hijo mayor, el sonido de sus
lloriqueos se hacía más fuerte, eso acompañada de una voz varonil de tono ronco
que parecía gruñir en cada palabra que pronunciaba con ira.

—¡Jodido imbecil!

—¡Papá!

—¡Callate!, ¡Sólo callate, antes de que no pueda controlarme!

Dolores tomó el pomo de la puerta y abrió con delicadeza para ver el castigo de
su esposo a su hijo. Lo que vio no le sorprendió e incluso soltó una risa.

Su esposo era un hombre de campo, con barba y bigote tupidos como el monte y negros como el aserrín. Su semblante estoico le confería un aire amanazante ante cualquiera que lo viera. De metro ochenta, peludo y de ojos pardos, su
físico era exuberante, marcado de músculos en los bíceps, pectorales, piernas,
hombros y espalda. El resto de su cuerpo era una mezcla de grasa y piel
hinchada que lo hacía ver más grande de lo que era.

Siempre fue un padre estricto, y aunque sus hijos eran su debilidad, cuando se
enojaba, era imposible detener sus castigos.

Su hijo mayor ya había cumplido los 28 años, pero en ciertos aspectos seguía actuando como un chico de 20, tenía un físico delgado, casi afeminado, había ido a natación durante unos años lo que le dio un trasero voluptuoso y unas
piernas firmes, sin embargo, era un vago.

El trabajo le parecía imposible y prefería jugar en su computadora todo el día.

Cuando le dijo a su padre que quería ser streamer, el hombre casi se vuelve un
demonio.

Tomó días convencerlo de que era una alternativa de trabajo para su hijo y
parecía haberlo superado un mes después.

No obstante, su padre no sabía sobre los extensibles femeninos que hacía su
hijo para ganar más visitas y Dolores sabía que era una bomba de tiempo.

Dolores esperaba lo peor, pero al ver con sus ojos el castigo que su hijo
estaba recibiendo, se sintió aliviada.

Su hijo mayor estaba acostado bocaabajo en la cama, desnudo, con el trasero
levantado apuntando hacía la entrada de su cuarto.

Tenía moretones en sus piernas y sus nalgas estaban rojas, con marcas de manos
en varios lugares.

La cama rechinaba cada segundo mientras el cuerpo de su hijo se hundía bajo el
peso del cuerpo de su padre.

Su padre, Robert, también se encontraba desnudo, exponiendo su trasero y
espalda peludos enfrente de la puerta de entrada.

Robert se encontraba en cuclillas encima de su hijo mayor, golpeando con
fiereza su pelvis velluda en el trasero rojo de su primogénito.

El rostro de Robert estaba rojo como un tomate y con una expresión furiosa, sus
cejas juntas parecían dos espadas afiladas y su barba se encontraba sudada por
todo el esfuerzo que estaba haciendo.

El vaivén de las caderas del padre hacía rechinar la cama bajo su peso, y el
golpe de pieles del hombre y su hijo era sonoro y seco.

—¡Papá, basta!

—¡Calla infeliz! ¿Me mato trabajando como burro para que te vistas de puta y lo
vean miles de personas? ¡Si no te pongo
un alto seré el chiste de mi grupo de amigos!

—¡Papá, por favor!

Las embestidas se volvieron más fuertes mientras se podía ver finalmente como
una polla gorda, con un glande ancho y en forma de hongo sobresalía en cada
penetracion. El pene no era muy largo, tal vez medía cinco centímetros, pero el
grosor era abismal. Cubierto de venas desde la base de los testículos hasta la
punta de la polla.

Robert era un hombre dotado y lo estaba usando a su favor para castigar a su
hijo.

Dolores se quedó mirando y no pudo evitar justificar las acciones de su
esposo.

«Es un hombre de campo, son machos indómitos que arreglan sus problemas a
su manera. Sabía en que me metía cuando me casé con él, aunque yo esperaba que
la que recibiera su ira fuera la hija menor en vez del mayor. En cierta forma
me siento tranquila», pensó Dolores cerrando la puerta y bajando las
escaleras.

Robert seguía follando a su hijo de 28 años con fuerza, su polla entrando y
saliendo con dureza mientras lubricante era expulsado a borbotones del agujero
del hijo.

—¡Papá! ¡Ya, por favor!, Aprendí mi lección. No volveré a hacerlo —pidió el hombre
sometido en la cama.

Tenía mocos en la nariz y lloriqueaba mucho por los párpados.

Su padre le miró con asco y uso una de sus piernas para pisar la cabeza de su
hijo contra el colchón.

La cara del hijo quedó aplastada entre las sabanas mientras sentía el calor,
sudor y hedor de los dedos varoniles de su padre pisarle la cara.

Sus lloriqueos se hicieron más altos mientras su progenitor seguía con sus
embestidas.

El rechinar de la cama era ensordecedor, el piso crujía ante el peso de aquel
hombre sometiendo a otro y el ruido de golpes de piel era tan esclarecedor que
causaba morbo.

Robert miró la cara de su hijo siendo aplastada por su pie mientras le follaba
el culo. Una idea pasó por su mente y se enojo todavía más.

—No puedo perdonarte nunca esto. Vas a pagar cada segundo que mostraste tu cuerpo vestido de mujer a miles de personas. No creas que tu castigo terminará aquí. ¡Si tanto te gusta ser una puta, lo serás para mí a partir de ahora!

La voz contundente de Robert terminó de romper la voluntad de su hijo mayor, el
primogénito se sumió en un lloriqueo incesante mientras era penetrado.

Su padre lo cambió de postura dejando de pisar su cara.

Lo levantó de la cama y le hizo montar su polla.

Robert estaba acostado de espaldas en el colchón, levantando sus rodillas y
arqueando su espalda para levantar su pelvis en el aire. Su hijo estaba
suspendido en la polla de su padre, a varios metros encima de él mientras era
sujetado de los brazos hacía atras.

—¡Duele! —dijo el hombre de 28 años.

Su padre se limitó a escupir la cara de su hijo haciendo que la saliva le
cayera en los labios del primogénito.

—Te aguantas. Ahora me montaras. Tal vez así aprendes a ser un hombre encima de
su caballo como un macho de campo.

Las palabras de Robert fueron secundadas con una embestida.

El hijo mayor soltó un gemido ahogado tragándose la saliva de su padre y
dejando salir más lágrimas.

Los golpes de piel empezaron y el rechinar de la cama era audible.

La polla de Robert se ensartaba con precisión en el agujero afeminado de su
hijo mientras lo elevaba en el aire con su pelvis.

Desde la posición de Robert parecía que su hijo estaba cabalgando a un semental
de campo y no pudo evitar ponerse nostálgico.

—¡Maldito hijo de puta! Me has decepcionado.

La voz ronca del adulto salió entrecortada mientras dos lágrimas caían por sus
párpados.

Su polla seguía penetrando el culo de su hijo y el sonido de succión era intoxicante,
casi como si el ano de su primogénito se hubiera adaptado a su pene y lo
deseara.

La carne elástica del ano de su hijo hacia que la polla de Robert tardará más en salir, pero al entrar, cubria cada centímetro de su eje como una sabana de carne.

Robert tenía la vista nublada mientras se obligaba a descargar su frustración.

—Eras mi orgullo. Mi hijo, mi potro. Mira en lo que te convertiste, una yegua
cualquiera, de esas que usan los ganaderos para sus caballos inseminadores.

Robert ahogó un grito de ira acelerando sus embestidas, cada golpe elevaba a su
hijo a lo más alto, como si estuviera cabalgando en el monte.

Robert observaba el trasero de su hijo subir y bajar en su polla haciéndole
recordar el pasado.

—Podías ser un macho de campo. De esos que las viejas desean follar y cabalgar
libre a lomos de un pura sangre por tus tierras como un rey. En cambio, mirate,
cubierto de mocos, llorando como una nena y montando la polla del burro de tu
padre. Me das asco, hijo.

Las duras palabras del adulto hicieron que el hijo mayor cerrará los ojos con
pesar.

—Lo siento —dijo el hombre de 28 años.

Robert dio un último empujón con su pelvis llenando con su semen el filo de su
hijo.

Lo dejó tirado en la cama como una ramera cualquiera y se levantó de la
cama.

El hijo miró la espalda musculosa, las nalgas y las piernas peludas de su padre
caminar hacia la puerta mientras recogía su ropa.

Robert miró a su hijo por el rabillo del ojo frunciendo las cejas y arrugando
la nariz con asco.

El culo de su hijo estaba abierto como un pozo, la carne roja supuraba semen de un blanco lechoso mientras el lubricante manchaba las sábanas y el suelo.

Su hijo de 28 años no paraba de llorar mientras se encontraba de espaldas exponiendo su culo castigado.

—¡Vete acostumbrando, hijo de puta! ¡Así será tu trato a partir de ahora!

Robert cerró de un portazo dejando a su hijo atrás.

En el pasillo, el progenitor se derrumbó cayendo al suelo de rodillas.

—Mi hijo, mi hermoso hijo convertido en una zorra.

El hombre cubrió su rostro sintiéndose humillado.

 

Hola, espero les haya gustado el relato. Lamento el tiempo que estuve ausente. Queria avisarles de algo. Mi cuenta de telegram esta baneada, por lo que ya no podre usar la plataforma para hablar.

Lamento si me enviaron mensajes y no pude contestarles, esta era la razón.

Debido al baneo de mi cuenta de Telegram he considerado y tomado la decisión de dejar de escribir contenido erótico involucrando a menores.

Eso significa que las sagas y relatos que tenia pendiente quedan suspendidas. No habra más continuaciones.

Sé lo dificil que suena eso y espero lo entiendan. Agradezco a todos los que me han leído, votado y les ha gustado mis relatos.

Seguiré escribiendo, solo que está vez con personajes adultos. Continuaré tocando temas morbosos como el incesto, los fetiches, juegos sexuales y demás situaciones.

Nos leemos pronto, bendiciones.

99 Lecturas/24 junio, 2025/3 Comentarios/por Remaster64
Etiquetas: amigos, follar, hermano, hija, hijo, incesto, mayor, padre
Compartir esta entrada
  • Compartir en Facebook
  • Compartir en X
  • Share on X
  • Compartir en WhatsApp
  • Compartir por correo
Quizás te interese
Delicias en familia 1 y 2
PIEL CANELA: Cena romántica con mi persona favorita
Me gusta empitonar los pezones de mi madre.
Crónica de una Violación
Culeado por un centauro. mi segundo sueño
La infiel Diana y sus cornudos (Steven) parte 17C
3 comentarios
  1. Lotar Tonker Dice:
    24 junio, 2025 en 3:37 am

    Super hot! Por favor, sigue

    Accede para responder
  2. elchicotwink19 Dice:
    24 junio, 2025 en 7:02 am

    Gran relato. Como sigue?

    Accede para responder
  3. HenryPerry Dice:
    24 junio, 2025 en 10:25 am

    5 centímetros!?
    Es en serio???

    No sé otros, pero cuando leo el relato de sobre un macho dominante con todas las características que mencionaste, espero que mínimo tenga 18cm de pito… Después de leer la introducción decidí darle una oportunidad pensando que entendí mal y tal vez describíaa a alguien más, pero lo confirmé y ya no me dieron ganas de seguir leyendo.
    Consejo: no destruyas a los machos de tus historias, aunque muchos dicen que el tamaño no importa, la realidad es que hay mucha broma al respecto sobre los pitos chicos, y también quita el morbo…. Además 5cm es algo que tendría un niño o.o

    Accede para responder

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.

Buscar Relatos

Search Search

Categorías

  • Bisexual (1.113)
  • Dominación Hombres (3.363)
  • Dominación Mujeres (2.590)
  • Fantasías / Parodias (2.624)
  • Fetichismo (2.282)
  • Gays (20.552)
  • Heterosexual (7.272)
  • Incestos en Familia (16.486)
  • Infidelidad (4.069)
  • Intercambios / Trios (2.771)
  • Lesbiana (1.074)
  • Masturbacion Femenina (747)
  • Masturbacion Masculina (1.565)
  • Orgias (1.757)
  • Sado Bondage Hombre (412)
  • Sado Bondage Mujer (150)
  • Sexo con Madur@s (3.664)
  • Sexo Virtual (225)
  • Travestis / Transexuales (2.237)
  • Voyeur / Exhibicionismo (2.188)
  • Zoofilia Hombre (2.049)
  • Zoofilia Mujer (1.605)
© Copyright - Sexo Sin Tabues 3.0
  • Aviso Legal
  • Política de privacidad
  • Normas de la Comunidad
  • Contáctanos
Desplazarse hacia arriba Desplazarse hacia arriba Desplazarse hacia arriba