Días de princesa. Mis aventuras en el ejército ayudando a mi nacion
Mis pocos años en el ejército y la gloria uniformada de soldado .
me preguntaron hace poco qué cómo fue estar en el ejercito siendo la niña promiscua que fui, amante del chostomo lechoso… y la respuesta es LA GLORIA.
Han oido decir que los soldados tienen apodos para cada tipo de arma; osea que la infanteria serian «los patas de perro», transmisiones pues los tracas, y asi un monton mas pero a lo que este relato interesa es que el declarante aduce es que durante tres años y meses fui sanidad, y mi apodo seria un «chupapus», pero para algunos mas seria «el descanso de la tropa». asi que imaginen a 20 o treinta cabrones en la mitad de la sierra en campaña o en plan DN3, o en tantas cosas que hace el ejercito mexicano por su pais. bueno ahora imaginen a esos bien portados soldados con solamente a «manuela» para ayudarles con sus malestares falicos, dolor huevominal, la hinchadez de bolas y exceso de carga testicular (hay que recuerdos), bueno que mas o menos la mitad de esos cabrones cuando se enteran de tus facultades culatorias y (s)anativas te buscaran para que como sanidad les cures sus males.
hay oportunidad, el medio y las ganas de realizar la accion comunmente conocida como quitarle lo caliente a un cabron lechero. y vaya que si son lecheros. todos, si leyo usted bien, TODOS los cabrocitos que ayude en su noble labor de cuidar a la Nacion me dejaron cual pavo de navidad relleno hasta desbordar por la cantidad de mecos que pueden tener cargando en ese par de hermosos huevitos.
contar todos esos sodaditos la neta que no puedo, no por ganas sino porque muchos de ellos fueron de una sola deslechada (bueno varias mas), pero seria reiterado y llegaria al aburrimiento; pero intentare contarles las mas atrevidas ocasiones o de las que tengo buen «sabor de boca» (jajaja la neta que ni pintado el chiste). hecho dicho lo anterior pues aqui uno de ellos.
La primer vez que accedi a tan altruista labor social de ayudar al projimo fue precisamente en mi CABIR (googleenlo), habrian pasado apenas un par de semanas y ya habia visto que todos mis demas antigüedades me veian el culo al bañarme (recuerden que mi genetica me dio unas nalgas que varias viejas me han envidiado [gracias jefa]) asi que los chistes tipicos entre machos no se hicieron esperar.
mi experiencia me dice que hay muchos hocicones que «te quieren partir» pero los que realmente te haran el favor no andan de guaguarones, buscaran la oportunidad y el modo de hacerlo. asi fue como llego el primer «patas de perro» a buscar una (m)ano amiga que le ayudara con sus calenturas nocturnas.
es casi imposible cojerse a alguien en las barracas, siempre hay una guardia nocturna que esta obviamante cuidando a los demas por las noches pero la ganas son cabronas y mas quien se las aguanta (creo que asi va el dicho) y aun asi mi soldado del amor se apersono en mi litera con la mision de dejar a sus chamacos al buen cuidado de su sanidad de confianza, traia las armas lista para la batalla y respetando las normas castrenses (asi se dice, neta) fui solícita con semejante fucil.
La neta yo ya llevaba varios meses sin una dosis de reata, menos alguna caricia cabrona (son diferentes a las femeninas, neta) pero la batalla fue lo mas sigilosa posible, me tenia boca abajo recibiendo estoicamente la estocada de su balloneta, todas y cada una de sus retacadas las hizo en total silencio lo unico que se alcanzaba a escuchar era el respirar y ronquidos de los demas conscriptos en la barraca, lo bueno del ejercito es que las cosas estan en buenas condiciones y la litera no rechinaba o emitia ruido alguno. Habia llegado a mi cama evadiendo los vigias, y al ser un asalto sigiloso, tomo mi barraca bajo su mando y orden; ahi estaba mi compañero dandome la acometida que me hacia falta, una estocada tras otra tan diestramente aplicada, ojala hubiera habido la oportunidad de mayor campo de batalla…el muchachito en cuestion la traia atrasada de rato, se le notaba que me hubiera obligado a pedir tregua, y luego mas, y luego paz y asi hasta el amanecer. se notaba que traia su fucil abastecido a doble recamara, a los minutos de tan potente intercambio de fuego, acelero a paso veloz su marcha haciendo que a los minutos de tan potente rafaga cayera rendido a sus pies y mordiera el polvo (bueno la sabana), le hubiera puesto la marcha de Zacatecas despues de tan excelente revolcon pero habia que guardar silencio y compostura, se vistio y tan sigiloso como habia llegado se retiro a descansar el cuerpo. sentia que me habia dejado una enorme cantidad de esperma, tanta que aun al dia siguiente sentia esa sensacion de que algo se escurria del culo.
la primer lucha habia llegado a fin y una pequeña tregua a mi culo llegaria, solo una pequeña porque a la semana siguiente repetimos la misma maniobra con similares resultados, solo que para nuestra mala suerte (y excelente para mi) al retirarse a su merecido descanso mi picador fue descubierto por uno de los guardias nocturnos, se dio la vuelta por la barraca haber que encontraba fuera de lugar y aunque no vio nada, se dio cuenta que el aroma a mecos y cremita era bastante por ahi donde andaba. jaja si hubieran revisado bajo mi almohada estaria el monton de papel con que me habia limpiado los mecos recien ordeñados. el susodicho hablo y solto la sopa y ahora tambien tendria que acceder a aliviar sus males.
hay que cosas de la vida, mi nuevo picador tendria que conformarse con verme una vez a la semana porque por darme lo mio, lo arrestaron por abandonar su guardia nocturna y solamente podia verme durante los siguientes fines de semana, asi hasta que termino nuestro CABIR. de ahi ya no lo volvia ver por ser de un batallon distinto al mio, Pero la carne de machito habia vuelto a mi dieta.
ellos no fueron los unicos que requirieron ayuda mia pero a los demas (cuatro) que auxilie fueron; a uno solo unas deliciosas mamalteadas y a los otros tuve que dejarlos empinarme y dejarme sus chamacos envolsados (por separado aclarando) en los baños del campo de entrenamiento, algo sordidos y aromaticos pero muy excitantes y calientes; bajo el riesgo de que alguno de los demas conscriptos entrara y nos viera en tan penosa posicion, fue la chispa lujuriosa para disfrutar tal momento por ambas partes. sobra decir que eran encerrones muy rapidos, a paso redoblado para descargarse rapido ambos y salir tan pronto se pudiera.
termino este relato diciendoles que lo ocurrido en el CABIR fue muy caliente, tanto como para olvidar que era pleno invierno la epoca en que me toco mi adistramiento y estabamos a faldas del Popocatepetl (Temamatla). pinche frio pero no por eso me tapaba cuando me tocaban visitas. jiji.
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