Final de Frank, mi primo chacal ¿Logré cogermelo?
Ya no iba a escribir sobre esta historia, pero me animé para no dejarla inconclusa y para que sepan que pasó al final con mi primo Frank. (Este relato es real).
Desde ese día que nos quedamos hasta la medía noche, Frank tenía más confianza conmigo. Eso me gustaba pero también me intimidaba (ahora me arrepiento de no haber sido más «vivo»)
Quizá era por el miedo, que yo siendo mayor, alguien nos encuentre en una situación comprometedora (Él ya había cumplido 13 años y yo tenía 19)
Frank se tumbaba encima mío, cuando me encontraba boca abajo (en los momentos que no estaba Dael, su hermano menor)
Me metía la mano y tocaba mis nalgas, las que se ponían rosadas por las apretadas fuertes que me daba. Yo también quería hacerlo, osea, tocar ese culito redondo de futbolista, pero el muy arrogante no se dejaba.
Un sábado, Frank volvió a casa después de jugar fútbol. Eran las 6 de la tarde y mi tía comenzaba a preparar la cena, mientras yo estaba en mi cama, boca abajo, entretenido en mi celular.
Frank ingresó a la habitación. Miré su rostro trigueño, sudado y sus labios brillantes. Tenía puesto un shorts rojo, de esos que en vez de cierre tienen un pega pega/adhesivo, y su playera era color azul acero.
Por unos segundos pensé: qué rico sería penetrarlo así…
Pero, para no incomodarlo, volví la mirada hacía mi celular y seguí en el chat.
Frank se puso al pie de la cama, detrás de mí. Pensé que buscaba su toalla para bañarse pero de repente lo oí decir:
-Qué rico poto (culo)…
Creí que me iba a tocar o solo palmetear, como solía hacerlo, pero de repente, escuché el sonido del pega tela de su shorts, el cual se escuchó muy fuerte porque lo hizo de golpe.
Inmediatamente, Frank me bajó el pantalón (gris de tela fina) de un tirón y se acostó encima mío.
Con temor, miré hacia afuera del cuarto y ví a los lejos, en la ventana de la cocina, la silueta de mi tía. Ya que la cocina tenía una ventana con lunas con diseño. Y seguramente oyó cuando Frank se desabrochó la bragueta.
-No, Frank… -dije, tratando de levantarme.
Frank me sostenía fuerte, su cuerpo pesaba más que otros días y su energía se sentía extraña.
Solté el celular y traté de subirme el pantalón, mientras Frank colocaba su pene entre mis nalgas.
-Frank, mi tía nos va a ver, sueltame!
Un miedo me invadió hasta el fondo de mí alma. Creí que está vez, nos descubrirían.
-No te muevas. -dijo entre susurros.
Su polla de 12 cm y más gruesa, ya la sentía en el borde de mi ano rosado, mientras su pelvis, se aplastaba contra mis nalgas.
-Sueltame… Mi tía está al frente… En la cocina.
Frank se movía simulando una penetración, mientras sus manos sostenían mis brazos y su pecho-mi espalda. Y como su cuerpo estaba totalmente pegado al mío, pude oler aquel sudor de macho adolescente, muy cerca de mí.
-Frank. La puerta está abierta…
Frank no me hizo caso. Por un momento paró, pero para empujar más sus caderas, y entonces, sentí su glande ingresando en mi ano.
-Frank, noo..
Frank exhaló como si tuviera un pequeño orgasmo:
Ahhhhh
-haaa, me duele… -moví mis pies para que me suelte.
Su polla estaba ingresando dentro de mí. Estaba sudada y seguramente con presemen. Había lubricado mi ano, pero no completamente, por eso me dolía mucho.
-Frank, Frank suéltame.
El dolor se acrecentaba, además del miedo que tenía mi voz ya se había quebrado y empecé a suplicarle entre lágrimas:
-Me duele, haaaaaaa, Frank déjame…
Su polla se metía cada vez más.
Prácticamente, mi primo chacal, me estaba violando y no le importaba que nos viera su madre.
-haaaaa Frank…
Sentí las palpitaciones del corazón de Frank, en mi espalda.
Extrañamente, ese dolor que me hacía llorar empezó a mezclarse con una sensación ligeramente placentera, algo que no había experimentado hasta ese día.
-Ya no Frank… Sueltame…
Dije más por miedo que por dolor.
-Que rico -susurró Frank por la excitación.
Sus huevos sudados tocaban mis nalgas, su polla estaba totalmente dentro de mí. Nos unía como uno solo.
-Frank…
Frank empezó a mover su pelvis, muy suavemente, haciendo que mi cuerpo se retorciera de dolor y muchas emociones fluyan dentro de mí.
-aaaah, nooo…
Esa escena era similar a la que había soñado hace días atrás, y que ansiaba con locura. Pero en el sueño estaba yo encima de él, follando su culito. Sin embargo mi primo cambió los papeles.
-me duele…
Mis lágrimas se deslizaban sobre mis mejillas sonrojadas por la tensión y mi piel blanca palideció aún más. Mientras Frank no dejaba de mover su polla caliente dentro de mí, como si deseaba explorar todas mis paredes intestinales.
-sueltame….
Me estaba abriendo, Rasgando mi ano.
-Frank, ya no, por favor…
El cuerpo de Frank estaba completamente sudado, pude sentir mi espalda humedecida a través de mi camiseta. Y sus jadeos ya se escuchaban en toda la habitación.
-Frank…
De repente su polla se salió.
-Ay no…
La metió nuevamente de golpe, dejándome sin aliento.
-ahhhhh
Estaba más caliente, más gruesa y mi ano me ardía mucho.
-Frank …
En vez de dilatarse mi ano se cerraba más, haciendo más difícil la penetración.
-mmmm ya Frank, Sueltame..
Frank embestia cada vez más rápido.
Suspiraba con maldad.
Mientras yo apretaba mis labios, para que mis quejidos no se oyeran.
-mmmm…
Frank actuaba como todo un machito. Solo quería satisfacer su cuerpo.
De repente, se escuchó una tapa caer desde la cocina.
Frank soltó mis manos por la impresión, y entonces, aproveché para mover mi cuerpo hacia un lado, haciendo que su polla salga de mi ano.
-ay…
Eso me hizo estremecer y sentir mucho dolor otra vez.
-Mi tía ya viene…
dije con los ojos llorosos, pero sin darle la cara, porque no quería que me viera así.
Frank, se puso de pié.
-Perdón… -Dijo, acomodando su verga dentro de su calzoncillo.
Se abrochó el shorts, mientras buscaba mi mirada y recobrará el aliento. Luego cogió su toalla y se fue a bañar.
Al parecer, sabía que estaba llorando pero como, yo, era un llorón (me vió llorando por los finales tristes de los Doramas) no le dió importancia.
Después de ese suceso, los pocos manoseos que tuvimos fueron con consentimiento.
Un día jugando con el celular, volví a tocar sus nalguitas suaves y firmes, era delicioso sentirlas en mis manos… pero Frank quitó mi mano rápido y me dijo que él no era «cabro»/ gay (¿curioso no? Después de lo que me hacía…)
A pesar de eso, Frank se volvió más amable… pero como todo adolescente «hetero o bi» su interés estaba más en las chicas. Semanas después, ya tenía enamorada, y Dael la conocía. Mi tío estaba feliz de que su hijo sea un «Don Juan» ya que las chicas lo seguían como moscas.
Estuve dos meses en casa de mis tíos, hasta que los primeros días de diciembre decidí regresar a mi ciudad…
El día de la despedida fue muy gratificante, nos abrazamos en su habitación, a solas, mirando nuestros rostros, como si nuestro silencio fuera palabras de amor.
Frank me obsequió un carrito de colección como despedida, para que lo recuerde. Quizá era un simple obsequio para él, pero para mí era una muestra de afecto y de amor que recordaría para toda la vida.
***
Hoy, 2024, Frank tiene enamorada formal , lleva más de cuatro años con ella. Juega fútbol en un club deportivo de divisiones menores y su meta es ser jugador internacional.
Ya no lo he vuelto a ver, desde mi despedida.
A pesar de que él vino tres veces a mi ciudad, por vacaciones, no logré verlo por cosas del destino.
Quizá, él piensa que evado su presencia o sigo resentido con él, pero no es así…
Aún guardó su carro de colección para cuando regrese. Le enseñaré lo bien conservado que está, lo besaré y le diré:
-Frank, hagamos el amor…
Psdt: Sé que algunos esperaban que pasara algo más con Frank. Y a mi también me hubiera encantado follarmelo, así como lo hizo conmigo, pero eso no ocurrió. Sin embargo, uno nunca sabe que pasará más adelante 🙂
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