Mateo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
El joven se encontraba vomitando en el sanitario, mientras que la dama se carcajeaba energicamente en la alcoba.
El, que creia, podia soportar cualquier tormento que viniese de una hermosa dama, basandose en la lectura de psicologia sexual, en la cual creyo identificarse con el humillante fetichismo .
Mateo Samudio , hijo de una pareja muy controvertida, ella, una ex cantante de un bar americano. El un ex politico del congreso colombiano; Ambos retirados de sus labores, por la deshonestidad del uno y el alcoholismo de la otra.
Lo que si es el distintivo real de esta pareja , es la forma como disfrutan de sus vidas sexuales, caso extraño despues de los cuarenta y cinco. De parte de ella el gusto por los hombres menores se hace ver, en cambio el, disfruta de una forma aberrante ver que su mujer este entregada al placer con otro hombre , cosa que hace que el gusto sexual de ambos sea complementario. Por eso no es extraño que Mateo tuviese su propia aberracion, aunque rebuscada.
Mateo en su trabajo tiene acceso a muchas chicas que se le entregan voluntariamente, debido a que el trabaja en el negocio actual de su padre, que es nada menos que una casa donde se brinda compañia a los turistas, que en otras palabras podriamos decir que es un prostibulo para la elite de extranjeros que quieren tener una aventura en esta gran ciudad. A pesar de todo, Mateo es un hombre inquieto por el tema de la liberacion femenina y siente una curiosidad enorme por las aberraciones, quiere algun dia poder sentir en carne propia una, sin que mas adelante le afecte en lo mas minimo su vida cotidiana.
Mateo, cansado de tener la facilidad, a la vez de la suavidad del caracter femenino, al cual tiene acceso practicamente todos los dias, debido a que tiene la ventaja del negocio de su padre, decidio buscar en medio de su promiscua vida una aventura que le hiciera sentir el ardor en todo su cuerpo, ardor caracteristico cuando realmente se esta llegando al extasis, mismo que se pierde de una forma gradual en la medida en que se es promiscuo, llegando a sentir cada orgasmo como un simple calorico posterior al coito, pero sin ninguna ansiedad o delicioso sufrimiento previo. Esto hace cada relacion como una simple masturbacion.
En su busqueda, Mateo, acudio a: prostibulos de otra categorias, encontrandose con unas relaciones totalmente histrionicas, no habia nada de real en sus pasiones. Mateo opto por no pagar mas. Decidio que si no se presentaba este tipo de relacion de una forma natural, preferia abstenerse.
Y tratando de olvidarse de este nuevo intento frustrado de aberracion, ya que se le avia metido en el subconsciente, desde que para colmo se entrego a la lectura de Mashof, autor de la VENUS DE LAS PIELES, obra que muestra en todo su esplendor una relacion masoquista, donde quien domina es la mujer, poniendo asi al protagonista en una situacion de dulce delirio como la que busca Mateo.
Pasaron cinco meses sin que Mateo se decidiera a tener una relacion sexual, pero como el destino es algo inexplicable y se puede aparecer a la vuelta de la esquina, un dia en que Mateo salia para su rutina diaria de trabajo, se encontro justo donde se puede aparecer el dicho destino, es decir, a la vuelta de la esquina, a la mujer que se convertiria en su tormento dulce y amargo.
Esa tarde de viernes, a eso de las seis de la tarde, Mateo sale tranquilamente de su casa ubicada en el barrio prado de la ciudad de Medellin, para dirigirse a la casa de compañia CHARLOT, propiedad de su desaparecido padre, desde hace dos años ya, suceso que se habia repetido en otras dos ocasiones mas, debido a que el padre se dedicaba a buscar la materia prima para el negocio y se quedaba probandola mas de lo necesario, pero volviendo a Mateo.
Este va caminando tranquilamente a tomar el autobus, ya que su automovil deportivo se encuentra en el taller, mientras camina va hurgando entre sus bolsillos para sacar las monedas que le serviran para pagar el pasaje, pero por caminar y hurgar al tiempo, accidentalmente las monedas caen en la acera produciendo el tintilante ruido de varias campanillas al hacer contacto con el piso, Mateo logra ver que las monedas de mas valor ruedan hasta la gran entrada de una de las inmensas casa pradeñas, se apresura a alcanzarlas y corre con la mirada clavada en la misma para no perderla de vista y al llegar casi a la entrada de la casa, la moneda hace un extraño y entra en el mirador.
Mateo sigue la carrera de la moneda, como quien persigue un bicho, es decir estirando su mano para coger el objeto deseado en plena carrera, pero despues de la curva cuando tenia la moneda a solo unos centimetros de su mano, un zapato colegial se para sobre la moneda de forma triunfante, Mateo se queda por un momento viendo todo su esfuerzo perdido por ese desconocido zapato y lentamente va subiendo su mirada, lo primero que detalla son unas medias rodilleras cuidadosamente dobladas hasta los tobillos de su dueña, sigue subiendo la vista con timidez y observa unas piernas perfectamente esculpidas, poseedoras de unos delicados vellos, con lentitud ya sin timidez, Mateo sigue con su excitante viaje visual y asi encontrarse con unas rodillas no tan blancas como el resto de las piernas, aunque igualmente hermosas, pero desafortunadamente para Mateo aqui termina la exhibicion porque lo que sigue es una tela azul a cuadros que tapa el muslo y lo que en el se guarda.
Se trata del uniforme de un colegio de monjas, entonces Mateo sin prestar mucha atencion a los trapos alza directamente la mirada al rostro de quien esta pisoteando su pertenencia, encontrandose de frente con unos celestes ojos de mirada burlona que adornan una cara con piel de porcelana, poseedora de unos gruesos labios y una aguileña nariz perfecta para el alargado rostro. Una sonrisa metalica se escapa de la joven mientras dice…"Lo que cae en mi espacio es mio, por lo tanto no pierdas tu tiempo." al decir estas palabras la chica lleva hasta sus labios un cigarrillo hechizo aspirandolo con los ademanes de un asmatico.
Mateo, sin dejar de mirarla y olvidandose de la moneda por un instante le dice… "Una joven tan divina no deberia tener esos vicios." al decir estas palabras, a Mateo se le dibuja una sonrisa lujuriosa en el rostro, entretanto ella, levantando sus pintadas cejas y haciendo una mueca despectiva le responde…"Un hombre que se supone ya es adulto, no deberia estar jugando al aro con moneditas en la calle". —"Que bien, parece que te defiendes con argumentos". Replica Mateo mientras se pone de pie… "Pero mira lindura, te equivocas si piensas que estoy viejo."— "No dije que estuvieras viejo, solo dije que estas adulto como para esos jueguitos".— "Perdona mama, no sabia que te disgustaba que jugara en la calle". Dice burlon Mateo.— "Perdona abuelo no me habia dado cuenta que no te gustaba que fumara marihuana". responde ironica la chica.
Mateo suelta una carcajada y la muchacha deja escapar su risa de frenillo.
Asi comenzo una charla donde Mateo se vio igualado por una mujer, Janeth Lorena, quien le cambiaria la vida a Mateo. Charlaron durante una hora, y en ese tiempo la astuta muchacha supo mas de Mateo que Mateo de ella, parece ser que las evasivas a las preguntas eran la especialidad de la chica y esta habilidad la combinaba perfectamente con su destreza para interrogar.
"Bueno ya hemos hablado mucho de mi, que tal si me dices tu telefono". dice Mateo con intenciones de don Juan.— "No creo que sea buena idea". responde Janeth… "Lo mejor es que tu me des el tuyo".— "¿por que?" Pregunta Mateo… "Es que por lo que me has contado, con eso del negocio de tu papa y la manera como las mujeres acceden a tus deseos, me entra una desconfianza enorme y no quisiera que te confundieras, creyendo que de esta conversacion puede venir mas adelante una invitacion a la cama de tu parte, no señor yo no accedo a los deseos de nadie y quien posee el telefono del otro es quien en cierto sentido tiene el dominio".— "Bueno, para que sea democratico demonos el telefono mutuamente, propuso Mateo…"No creo en la democracia que viene de personas como tu, dame tu telefono y acabemos esta discusion de una vez".
Dijo de forma imperiosa Janeth, hecho que a Mateo parecio excitarle en su curiosidad… "De manera que quieres dominar en esta relacion". Dice Mateo de forma intrigante… "Quien dijo que habia una relacion". Responde desconfiada Janeth… "De amigos por supuesto". replica Mateo.— "Creo que vas muy rapido y tambien creo que me estas viendo con ojos diferentes a los de un amigo. Dime, ¿te gusto?"— "Que directa eres", replica Mateo… "Tu solo responde", ante la prematura pregunta Mateo, que en realidad si se siente atraido por Janeth, comienza a sentir una incertidumbre que le agrada, ya que ella parece estar dominando la situacion con su fuerte y enigmatico caracter, con una voz casi temblorosa responde un timido… "Si me gustas".— "¿Quisieras volver a verme?"— "Si", responde Mateo como un niño regañado, entonces Janeth al ver el efecto que sus palabras causan en el, se adueña mas de la situacion, poniendole mas temple a sus palabras… "Bien en ese caso haras lo que yo te diga para poder propiciar otro encuentro y lo primero es que me des tu telefono" .
Y asi fue como Janeth comenzo a llevar las riendas, de esto que poco a poco, fue convirtiendose en una relacion donde quien se fue enamorando perdidamente, fue Mateo. Enamorado no se sabe de quien, porque Janeth en los cuatro meses siguientes, siguio ocultando su pasado, y se aprovechaba habilidosamente del amor que Mateo le demostraba de forma evidente, para obligarlo a cumplir sus caprichos.
Desde hacerlo hacer sus deberes escolares, hasta llevarla a los sitios que ella escogia a la hora que quisiera y con los amigos y amigas que a ella se le antojara invitar, teniendo como agravante, que no le agradecia a Mateo ni siquiera con un beso, a pesar de la insistencia diplomatica de el.
Mateo le dejo las responsabilidades del negocio a su empleado de confianza, dedicandose el a recoger las ganancias diarias para invertirlas en su amada. Un dia mientras esperaban en un lujoso almacen de zapatos en unicentro, a que le entregaran a Janeth unos zapatos que le habia exigido a Mateo, Mateo aprovecho para hacerle un pequeño chantaje … "Si me das un beso, te compro el vestido completo".— "Que te estas creyendo". Replico Janeth…"Yo no necesito darte nada para que tu me regales algo".— "Pero si solo era una charla".— "Pues no me lo parecio". Mateo un poco indignado le dice…."Es que tu me tienes como tu surtidor y ni siquiera me das un maldito beso".— "No me levantes la voz". respondio Janeth… "Como que no te levante la voz, ya estoy cansado de este jueguito, te quiero mucho pero no voy a permitir que me sigas usando".
Añadio colerico Mateo. Janeth lo miro a los ojos y de forma agresiva le propicio una bofetada… "Mi cuerpo te lo tengo reservado para una ocasion especial, pero se hara a mi manera, ahora si no te gusta asi puedes largarte a tu trabajo y no te preocupes por los zapatos que yo traigo dinero". Mateo se quedo sobandose el rostro por un momento y mirando la agresiva mirada de Janeth…"¿Cuando es esa ocasion especial?"— "Muy pronto". respondio Janeth como que nada hubiese ocurrido…"¿Entonces?" ¿Te quedas o te vas?–"Si me voy ¿no te vuelvo ver?"—"Adivinaste", dijo Janeth… "Me quedo", respondio Mateo derrotado.
En ese momento entro al pequeño lugar que hacia las veces de probador de zapatos, la vendedora con los zapatos que habia pedido Janeth, eran unas plataformas de unos veinte centimetros, algo extravagantes pero de moda, un estilo sandalia de color cafe, Janeth las recibio y le pidio que le mostrara unas negras tambien, cuando la vendedora hubo salido se dirigio con la mirada a Mateo y le dijo…"Bueno que esperas". "¿Para que?" Pregunto Mateo. "Pues para quitarme los zapatos", dijo Janeth como quien ya esta acostumbrado a que le hagan ese servicio… "Estas exagerando" dijo Mateo indignado.— "Hace un momento te dije que se hara a mi modo y asi se hara, y asi es como quiero empezar a tener contacto sexual contigo, ¿Quieres o no?
Mateo la miro unos segundos y luego sin pronunciar palabra se arrodillo y comenzo a desatar uno de los zapatos de Janeth… "Asi me gusta, obediente", asintio burlona ella. Entre tanto Mateo cumplia con la orden, y al empezar a quitar el zapato, un dulce olor agrio comenzo a perturbar los sentidos del dominado hombre, dejando asomar una gota de sudor en su frente, quito el calcetin con el cuidado que se tiene para destapar una joya envuelta en terciopelo, y poco a poco fue desnudando un hermoso pie, decorado con un barniz rosa que le daba cierta frescura.
Janeth, advirtio la diligencia con que Mateo estaba tratando su pie, y con la imponencia del cazador frente a la presa capturada, poso el pie en el hombro de su victima…"Me parece que voy a dejar que me beses". A Mateo se le encendieron los ojos e hizo el esfuerzo para levantarse y asi alcanzar los carnosos labios de su adorada, pero ella hizo fuerza con el pie que reposaba sobre su hombro impidiendoselo… "No, en la cara no tonto, en el pie, que veo que lo tratas con el respeto que te merezco, por eso solo me besaras cuando yo quiera y en el lugar de mi cuerpo que yo elija, y otra cosa, no quiero que pronuncies palabra". Mateo al verse sin alternativa se apresto a besarle el pie, tomandolo entre sus manos y llevando la planta hasta su boca, lentamente.
Al juntar sus labios contra aquella planta suave y delicada, sintio que una corriente inexplicable le invadia todo su cuerpo y no aguanto la tentacion, entonces estiro su lengua y comenzo a lamer como un cachorro sediento ese divino pie, que en ese momento era su fuente de vida. Janeth con la frialdad que le caracteriza, miraba al andrajo de hombre ,mientras sonreia de forma pensativa, planeando quien sabe que para aprovecharse de su indefenso criado, cuando estuvo satisfecha, empujo a Mateo con el propio pie y le dijo…"Suficiente por ahora, mideme el zapato y espera nuevas ordenes".
Mateo con voz temblorosa le dijo…"No abuses". —"¡claro que voy a abusar!, porque te gusta, ¿verdad cachorro? Y de hoy en adelante me trataras de señora".
Mateo desde ese dia comenzo a ver como se cristalizaba su sueño, de repente la dependencia hacia los caprichos de Janeth se hizo evidente. Mientras se encontraba en su casa, permanecia cerca del telefono por si a Janeth se le ocurria llamarlo, a que la invitara a algun sitio, o simplemente si necesitaba dinero para ir de compras o a divertirse con sus amigos.
El en ocasiones se sentia explotado y de una forma respetuosa se lo hacia saber a Janeth, ella de inmediato agigantaba su ilusion, permitiendole besar cualquier parte de su cuerpo y dominandolo por un momento.
Janeth, repentinamente dejo de asistir a clase y sin darle explicacion a Mateo de por que, le propuso que se mudaria a su casa…"Quiero vivir en tu casa a partir de mañana".— "Y ¿tu familia que opina de esto?" Pregunto Mateo… "No es cosa que te importe, pero te lo voy a decir: yo desde hace tres dias me converti en una mujer sin familia, porque mi tia Natalia hermana de mi padre y unica pariente que me quedaba, murio".
Esas palabras salieron de la boca de Janeth con la frialdad de quien se esta refiriendo a un suceso sin importancia, ni una lagrima rodo por su mejilla… "Lo siento mucho, dice mateo".— "Tu no sientes nada". responde Janeth indignada… "Ni siquiera la conociste como para venir a hablar esas estupideces, esa mujer era la bruja mas horrible que se pueda imaginar un escritor de terror y me siento feliz porque al fin soy libre y como ya soy mayor de edad, no necesito de ningun curador para que me administre los bienes, sere reina de lo mio, tu no te imaginas las cosas que hare con mi finca y mis cinco casas".— "Disculpa Janeth, pero si tienes todas esas propiedades que dices tener, ¿por que quieres vivir conmigo?"— "Porque eres mi amigo y creo que te mereces estar conmigo".
A Mateo se le iluminaron los ojos y una sonrisa de felicidad comenzo a dibujarsele en su rostro, no sabia como disimular su dicha, las manos le temblaban y sus rodillas no le respondian… "Entonces ¿quiere decir que me quieres en verdad?" pregunto emocionado… "Para mi capricho". respondio Janeth de forma despectiva.– "Pero de todas maneras es querer". asintio emocionado Mateo… "Que bobo", dijo entre dientes ella de forma que el no la escuchara… "Bueno pero vamos a celebrar, ¿tienes brandy?" pregunto Janeth…"Si, espera te preparo uno a las rocas".—Desde cuando decides por mi, lo quiero solo". –"Disculpa, yo crei"…"Tu no crees nada, traeme ese brandy". Desde ese momento se supo quien llevaria las riendas del hogar.
Esa noche se embriagaron a mas no poder, hablaron de las reglas para la convivencia, todas impuestas por Janeth, Mateo por el hecho de tener a su amor fantasia en casa, no discutio ninguno de los postulados que empezarian a regir a partir del dia siguiente en su ya supuesto hogar.
Dentro de los postulados queda claro que Mateo no podra acceder carnalmente a Janeth sino cuando ella lo quiera y se lo pida abiertamente; Janeth no tendra horario de entrada ni de salida a la casa; Mateo se encargara de los deberes hogareños, sea porque pague o porque los realice el mismo; Mateo queda asignado a pagar la alimentacion, los servicios, los impuestos, los gastos de recreacion y todo lo que tenga que ver con sus prendas de vestir y aseo personal; Janeth queda encargada de comprar su propia ropa, pero le queda abierta la posibilidad de pedirle a Mateo que le obsequie lo que ella desee, sin posibilidad de resistirse este.
Todo esto se realizo en medio de charlas comandadas por Janeth, y cuando Mateo queria oponer resistencia, Janeth dejaba que se le escapara un beso de sus gruesos labios sobre cualquier lugar del rostro de Mateo, amenguandole asi los animos.
Al dia siguiente, Mateo, ignorando su propia resaca, trabajo como cargador de muebles para Janeth, mientras ella se dedicaba a supervisar, haciendo que Mateo le organizara los espacios a su gusto y suprimiendo algunos detalles de la decoracion de la casa para dejar su toque juvenil impuesto.
Como por ejemplo la sala que se encontraba decorada con unas pinturas de arte abstracto, paso a ser la galeria personal de Janeth, donde quedaron exhibidas gran cantidad de sus fotografias mas extravagantes, cosa que por supuesto no disgustaba a Mateo, pues asi podria disfrutar de su belleza a cada momento. Janeth, decidio ocupar la habitacion grande que da a la calle y que goza de una cama doble, con su baño privado, televisor, equipo de sonido y un ventilador lampara estilo hotel que esta sujeto a una de las vigas del techo, para ambientarla mejor, ella quito las fotos del viejo Medellin que decoraban las paredes y en su lugar acomodo los afiches de sus cantantes predilectos, entre ellos hay un grupo de rock que parece gustarle bastante puesto que tiene varios postres del mismo, se trata de la legendaria agrupacion IRON MAIDEN.
La llegada de Janeth a la casa de Mateo, puede tomarse como una invasion pacifica, debido a que el invadido accedio ante los deseos de su invasora sin oponer resistencia.
La noche del trasteo, Janeth superviso la forma ubicacion de los objetos, hasta altas horas de la noche, luego de eso se retiro a su nueva habitacion a descansar, Mateo, se quedo por un instante parado en la sala respirando su nuevo ambiente, luego de esto se fue a su clasico cuarto lleno de recuerdos de su antigua vida promiscua, recuerdos como fotografias de chicas, en un nochero dentro del cajon superior, guardaba un presente de cada mujer que estuvo con el en alguna ocasion, como brazaletes, anillos, cartas, jabones de hoteles y hasta golosinas que le obsequiaban.
Tomo del armario una gran bolsa y vacio el contenido del cajon en ella, dejando atras el pasado, luego busco su propia mirada de mar en el espejo y sin separarse de ella se fue quitando la ropa lentamente, para quedarse apreciando su delgada y blanca figura por un buen rato, parecia enamorado de si mismo, pero la verdad, es que estaba evaluandose para ver si su largurucho cuerpo satisfaria las necesidades carnales de su hermosa huesped, por primera vez en su vida se estaba sintiendo inseguro de su masculina gracia utilizada para conquistar las mas dificiles mujeres, y de ese cuerpo que aunque no atletico, hizo vibrar a mas de una prostituta de las que trabajan en el negocio familiar.
Luego de unos instantes, esbozo una sonrisa insegura y se acosto en su cama estilo Luis XV a mirar las figuras que accidentalmente se forman en las tablillas del techo, solo unos minutos despues el sueño lo vencio y asi se entrego a las delicias que Morfeo le tenia preparadas en su subconsciente viaje.
Mateo va caminando por la desforme ciudad, toda persona que encuentra en su camino se le queda mirando como si fuese un bicho raro, algunos se rien, otros hacen comentarios a manera de cuchicheo.
El no se explica que esta sucediendo y trata de ignorarlos, de pronto el paisaje por donde venia caminando cambia bruscamente, ahora se encuentra en una especie de antro ruidoso, donde la musica rock penetra en lo oidos de forma estridente, las personas que alli se encuentran, bailan como poseidos, dan enormes saltos y chocan peligrosamente sus cuerpos, los atuendos que llevan puestos parecen sacados de un circo futurista, de repente una mujer con el cabello teñido de verde y con los ojos pintados de azul cromado al igual que sus uñas, se le acerco y le hablo con voz arrastrada, quiza por la cadena que colgaba de su labio inferior…"Por fin llegas, tienes cinco minutos de atraso, la señora te espera impaciente, sigueme", y comenzo a caminar por un corredor que a cada momento era atravesado por luces de colores diferentes que se filtraban por los huecos de los ladrillos ocre , al llegar al fondo, la ruidosa musica ya no se escuchaba, y el paseo termino frente a una inmensa puerta color cafe con una pequeña figura de la cabeza de un demonio, el cual tenia en su nariz una argolla de oro. La extravagante mujer toco la puerta con la mencionada nariguera demoniaca y despues de un momento la puerta fue abierta por un hombre alto y corpulento quien le repitio a Mateo las mismas palabras de la mujer…"Lleva cinco minutos de atraso y usted sabe como se impacienta la señora, siga". Le ordeno. Mateo timidamente ingreso a un inmenso salon de oro y luego avanzando tras el extraño mayordomo llegaron a una habitacion un poco mas pequeña pero con las mismas suntuosidades, en esta habitacion se encontraba el trono donde descansaba imperiosa la reina Janeth, vestia una tunica blanca, como las que visten las diosas de las mal argumentadas peliculas americanas. Mateo se quedo pasmado viendo la hermosa obra de arte que se formaba al combinarse Janeth con el suntuoso lugar. Ella se paro de su trono de forma imponente…"Ven hasta aqui". Mateo se acerco un poco asustado por la violencia que se reflejaba en la mirada de Janeth…"Arrodillate, me parece que tienes miedo de cumplir con tu palabra"—"Pero ¿por que?"—"Porque no te presentaste puntual"—-"No, solo que no he podido recordar el compromiso"—"Como que no lo recuerdas, me dijiste que harias mi voluntad y la primera orden que te di, fue que acabaras con tu maldito pasado"—"Y estoy dispuesto a hacerlo Janeth". Ella levanto su mano con furia y la estrello contra el rostro de Mateo…" Janeth, no señora, o es que se te olvido". Mateo con el rostro enrojecido, deja escapar una lagrima…"Y no llores, que quiero sirvientes muy varones, ante todo la masculinidad, ¿Entonces? ¿Estas dispuesto?"—"Si, señora". Respondio Mateo aturdido todavia por el golpe. En ese momento Janeth saco del interior de su tunica un hermoso puñal de oro y se lo entrega…"Bueno empieza". Mateo lo recibe aunque no sabe lo que va a hacer…"Leopold trae a nuestras invitadas". Ordeno Janeth, e inmediatamente un criado con vestimenta del siglo dieciocho abrio la puerta y el salon comenzo a llenarse de mujeres, se trataba de las mujeres con las que se habia acostado Mateo, todas ellas vestidas con tunicas amarillas y las manos atadas a la espalda…"Leopold organizalas en tres filas". Ordeno la diosa de ojos celestes…"Ahora sin mas miramientos empieza a sacrificar una por una, enterrando el puñal en sus sucios vientres ¡PERO YA! ", y al lanzar ese grito se le dibujo su tradicional sonrisa metalica en la boca , en esta ocasion acompañada de una sadica mirada. Mateo comenzo a temblar y un frio se encajo en su estomago al ver aquellas mujeres que en algun momento le dieron cierta satisfaccion aunque no la felicidad absoluta, pero que de todas maneras no tenian que pagar con sus vidas por su nueva pasion que era Janeth y aun de rodillas le lanzo una suplica a su señora…
"No me haga hacer esto se lo suplico, le prometo que no volvere a tener contacto con ellas"—"Mis ordenes no admiten contradicciones".
Y en ese momento lo empezo a estrangular con su mirada de forma inexplicable, cuando tenia el rostro morado se detuvo y dijo…"¡a obedecer!". Mateo se acerco entonces a la chica primera de la primera fila, que extrañamente se trataba de la primer mujer con quien tuvo relaciones lo que le hizo mirar la secuencia y estaban todas organizadas por orden de encuentro.
Acerco el puñal a su vientre y aunque Janeth le acosaba con la mirada no podia clavarlo, entonces Janeth se le acerco por la espalda y le tomo la mano que empuñaba el arma y la guio hacia el interior del vientre de la chica de mirada inocente, le hizo dar varias vueltas en el interior, revolcandole las entrañas
Mateo sintio un corrientazo en su mano a la vez que la chica emitia un grito sordo de dolor , cuando la chica quedo con la mirada petrificada, Janeth guio la mano de Mateo hacia afuera para empujarlo hasta la segunda chica mientras se escuchaba el sonido de una masa flacida que caia en el piso, fue el ultimo sonido que vino de la difunta, ya enfrente de la segunda chica, Mateo se armo de valor y empezo a forcejear para soltarse de su diosa mientras ella le gritaba…"Quiero sangre , tengo sed de sangre tengo sed".
Y de pronto se empezaron a escuchar unos golpes en madera a la par con los gritos– "tengo sed", el ultimo golpe fue propiciado con mas fuerza y eficazmente desperto a Mateo de su pesadilla, al abrir bruscamente los ojos se encontro de nuevo en su habitacion clasica, pero los golpes se seguian repitiendo en la puerta…"Tengo sed, Mateo ¿estas sordo?"
Mateo se paro como un resorte de la cama y abrio la puerta, para encontrarse con la mirada de enfado de Janeth…"Llevo cinco minutos tocando la puerta, yo no se cocinar y quiero un jugo de naranja con unas papas fritas bañadas en salsa de tomate".
Y asi fue como el subconsciente de Mateo se empezo a adaptar a la nueva forma de vida.
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