EL NENE Y YO
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Bernardo al irse luego de que le pagamos nos llamo diciendo que le hagamos el favor de quitar el cartel, le dijimos que si y se marcho.
Mientras yo abría el garaje doble que había al fondo del parque el Nene iba entrando el auto casi flamante que habíamos comprado en otra ciudad para llegar lo más limpios y sin dejar rastros.
Deje al Nene en el garaje y me dirigí al frente a sacar el cartel cuando veo (sin ser visto) una hermosa rubia delgada de hermoso cuerpo, que miraba el cartel mientras buscaba su teléfono, también veo un coche estacionado tras ella y en su interior del lado del acompañante veo asomándose una adolecente que le grita
Adolecente – Mama es muy grande la casa para nosotras dos….
Mama – Virginia sabes que el dinero no es problema y además mira tiene piscina.
Cuando la rubia agarro el teléfono y comienza a marcar yo salgo con mi teléfono en la mano de forma muy amistosa diciéndole.
Yo – Si quiere llámeme, pero le aconsejaría que ahorre dinero si quiere alquilarla…jajaja
La rubia luego de salir del asombro me pregunta si soy el dueño y le contesto que si y amago a cerrar la puerta para irme pero ella me detiene diciendo que la quiere alquilar y yo con gestos de enfado le digo.
Yo – mira hoy ya me han jodido toda la mañana ensenándola, para nada pues pretendían que baje el precio, así que por más caras bonitas que me pongas o que te inclines para yo quedar boqueando con tus hermosos pechos, no pienso regalar el esfuerzo de años.
La rubia con gesto molesto me contesto
Mama – Mi nombre es Sandra y ella es mi hija Virginia y no estamos buscando precio, sino eligiendo un buen lugar para descansar, cuánto cuesta el mes de alquiler?
Yo – mire cuando este su marido hábleme por teléfono, ya estoy muy cansado.
Sandra – Mira, como te llames, la plata es lo de menos y a mi marido no lo esperes pues esta con su novia veinteañera no sé porque isla paradisiaca. Y yo le pienso reventar toda la plata.
Yo – Pero cuantos son los que van a venir.
Sandra – Solo nosotras dos, salvo que hagamos algunas amistades en la playa o la disco.
Yo continuando con mi papel de dueño de casa cansado le dije el monto que habíamos pagado
Sandra – No hay problema con eso, quiero ver si me gusta la casa, que si es como su dueño debe ser linda pero cargada de mal humor…..jijijijiji
Me hizo soltar una carcajada y ella mirándome de arriba abajo me dijo
Sandra – Con esa sonrisa estas mucho mejor, porque no te la dejas un tiempo hasta que te vayas.
No dije más y me dirigí a la puerta para hacer que les iba a mostrar la casa. En ese momento Virginia corriendo se acerco para ella también ver la casa.
Al ver de cerca a la niña parecían gemelas a destiempo solo se diferenciaban en sus ojos y los años, los ojos de Sandra eran grises y los de Virginia celestes.
Yo – pasen por favor y les enseño la casa.
Sandra – antes podrías decirme tu nombre?
Yo – lo siento mucho, me llamo Marcos
Sandra – Bien ahora si a ver la casa
Ni bien entraron las deje que miren y recorrieran como chiquilinas, en eso el nene me ve por los ventanales traseros y las ve a ellas y le hago un gesto que cubra el frente de la casa. Cuando de tanto curiosear la casa, quieren ver la piscina y las llevo al parque donde quedan alucinadas por lo grande y privada de curiosos que era la parte trasera.
Sandra – Buscamos otra Virginia?
Virginia – Nooooooooo….es alucinante
Sandra tomando su bolso saco su billetera contando el dinero
Sandra – Bien Marcos hacemos los papeles y le pago.
Yo – pasen adentro y siéntense
Ni bien entraron Virginia se desparramo en el sofá y Sandra conmigo en la mesa del comedor. Puso la plata arriba de la mesa y yo saque mi 9mm y apuntándole le dije que se quede quieta y calladita, sino acá se quedaban frías las dos.
Sandra grito y quiso levantarse.
Sandra – Virginia corre Salí de acá.
De un sopapo la tire devuelta a la silla a Sandra, mientras que Virginia corría a la puerta estrellándose con el pecho del Nene que abrazándola y tapándole la boca para que no grite.
Sandra estaba inmóvil sangrando por la boca y lagrimeando por los ojos, en tanto Virginia no dejaba de patalear, entonces el nene con su mano tapo además de su boca su nariz ahogándola hasta el desmayo y arrojándola al piso.
Sandra a los gritos se tiro sobre su hija zamarreándole
Sandra – la mataste, la mataron hijos de puta.
El nene la levanto a Sandra del cuello apretando haciéndola callar pero sus lágrimas resbalaban por su cara. Sin llegar a desmayarla el nene le dijo.
Nene – No está muerta, TETONA, solo esta desmayada para que hablemos tranquilos y que sepas que no estamos jugando, si lo entiendes te dejo consiente sino al piso como tu cachorra.
Sandra hizo un gesto afirmativo y el dejo de presionar su cuello soltándola. Rápidamente sin hacer ruido pero sin darles la espalda Sandra se acerco a su hija y viendo que respiraba rompió a llorar tratando de no hacer ruido.
Yo – Nene, entra el auto de ellas y guárdalo. Y vos putita deja de llorar.
Sandra – por favor déjennos ir, les doy todo el dinero pero no nos hagan daño por dios se los pido.
Con un sopapo en el medio de la cara le dije gruñendo las palabras.
Yo – Te dije putita que dejes de llorar y de hablar, te vas ya al baño que tenemos que salir.
Sandra con el cuerpo tembloroso y tragándose las lagrimas de apoco se dirigía al baño sin dejar de ver a su hija en el piso.
El Nene entro del fondo con una bolsa y dijo hay lo esencial para tenerlas calladas y quietas.
Yo – Bien, hacete cargo de la nena, que yo salgo con la putita a la calle.
Nene – que estamos haciendo?
Yo – esto nos cayó del cielo y no rompe nuestros planes, busca los teléfonos para ver con quien se comunicaron y si le avisaron a alguien de esta casa.
Nene – los teléfonos están limpios tienen llamadas y mensajes de ayer con todos nombres de mujer.
Apareció Sandra por el marco de la puerta viendo aterrada como el nene ataba y le ponía cinta en la boca a su hija todavía inconsciente. Intento hablar pero la mire y dándome vuelta hacia ella le pregunte.
Yo – que quieres decir?
Sandra – porque no nos dejan ir?
Yo – Pues mira, pensamos pasarnos unas vacaciones muy divertidas con ustedes.
Nene – divertidas y gozosas, para nosotros….jajajajajaja
Sandra – respeten a mi hija es una niña y virgen, conmigo hagan lo que quieran
Yo – te lo diré solo esta vez escucha bien y atente a las consecuencias. Si mañana quieres que estén vivas y sanas, hoy tendrán que hacer todo lo que les digamos. ESTA CLARO
Sandra – (quiso hablar hacerlos recapacitar pero viendo sus ojos que la miraban de forma fría y tenebrosa solo pudo decir) SI
Yo – si QUE??? PERRA
SANDRA – SI Señor
Yo – tapate esos golpes con maquillaje que tenemos que salir.
Quiso decir algo Sandra pero callo agarrando su maquillaje y tapándose los golpes en la cara, se peino y se puso sus anteojos para el sol.
Sandra muy despacio se acerco a su hija y trato de despertarla
Yo – apúrate a despertarla que ya nos vamos y ella se queda con el Nene.
Sandra me miro con pánico y yo le dije.
Yo – el bienestar de tu hija depende de cómo te comportes.
Sandra – (con una lagrima cayéndole por el rostro) Si Señor
Me arrime a ella y le seque su lágrima con el dorso de mi mano, haciéndola temblar del miedo.
Fui al fondo a sacar el auto y desde la calle la llame, yo había tomado la 9 y el dinero que me había dado del alquiler, para ir a hacer las compras
El Nene mirando a la madre le indico que saliera y pensara mucho en su hija y en lo que hacía.
Sandra salió y se subió al auto conmigo y se quedo quieta mirando al frente. Arranque y Salí hacia las afueras de la ciudad por los bajos, hasta dar con el típico grupito mafioso, pare el motor y acercándome les pregunte quien maneja el barrio. Y uno sacando pechito me encaro gesticulando – y vos quien sos viejita, que haces tantas preguntas, sos de la yuta??? Y tiro su mano hacia atrás a la cintura.
Pero era poco para mí y fue a dar al piso con un golpe que le di con la 9. Todos se quedaron quietos.
Quieto ahí – escuche a mis espaldas, me giro despacio y veo un tipo rudo con pistola a la cintura apoyado en el auto, despacio pero sin temor me vuelvo a calzar la 9 en la cintura y me acerco caminando a él.
Yo – Estoy buscando al capo del barrio para charlar y por algo más.
Tipo rudo – lárguense de aquí apestosos, discúlpalos no saben de códigos ni negocios. Me dicen Moncho y tú?
Yo – hola Moncho yo soy Marcos
Moncho – el jefe está haciendo unos negocios en que te puedo ayudar?
Yo – y tú eres su segundo?
Moncho – si no lo fuera te piensas que arriesgaría mi pellejo haciéndome pasar por él?
Yo – jajaja…..Mira es para hacer amigos y alojarme una temporada acá
Moncho – mira puedes esperar al jefe de mientras te quedas, pero querrá saber como viene la mano
Yo – pues aquí no me quedo ya alquile algo para vacacionar acá esta la dirección vengan el jefe y tu hoy a la noche a cenar y tráeme algo para las chicas por si no están de ánimos.
Moncho – por esa lo dices?
Yo – si esa y su hija las tenemos desaparecidas y son nuestras. Dile al jefe que traiga unas putas así hacemos fiesta si quiere.
Moncho – ve tranquilo que le digo, pero déjame un teléfono así te llamo.
Se lo di y montándome al coche me dice – cuando ya no te sirva la rubia y su hija te las compramos que esta carne por más que este machacada la hacemos laburar.
Yo – me lo voy a pensar, uno más.
Moncho – uno más, y se rio
Sandra una vez que me puse en marcha estallo en un llanto y conteniéndolo trato de hablar sin poder yo entenderle
Yo – deja de llorar y habla claro
Sandra – por favor señor no nos vendas, no les hicimos nada.
Yo – tu solo hace lo que te dije y vivirán.
Conduje al centro y averigüe por un sex-shop cuando llegamos la hice bajar conmigo y entramos. La empleada nos recibió tenía pinta de Sádica y comencé a pedirle cosas cuando vio los pedidos le brillaban los ojos y la miraba a Sandra que estaba con la mirada baja. Cuando finalice el pedido me pregunto con que tarjeta pagaba y le dije que al contado.
Sádica – Ya que es una suma alta te ofrezco en alquiler unas maquinas que te pueden venir bien claro está que yo las tengo que manejar, aunque si me dejas participar bombón no te cobro el alquiler.
Yo – y que maquinas tienes, las puedo ver??
Sádica – están en mi catacumba, pero si me dices donde te las llevo no te arrepentirás.
Y la sádica delante de Sandra me toma por la cintura notando la 9.
Sádica – para que llevas esposas si eres policía. Esto lo dijo cambiándole la cara.
Yo – y quien te dijo que yo no te voy a robar.
Sádica – pues acabarías mal y es una lástima….jajajaja
Yo – cóbrame y aquí tienes la dirección te espero hoy a la media noche y mejor que mañana te olvides de la dirección y de nuestras caras pues acabaras mal y eso también sería una lástima.
Sádica – hummmmmmmmmmmm……espérame tranquilo que tengo códigos.
Me cobro y cuando estábamos saliendo me saludo
Sádica – uno más!!
Yo – uno más!!
Salimos y con Sandra por ultimo fuimos a comprar unos víveres y bebidas como para todo el mes. Cuando llegamos al chalet Sandra se bajo corriendo a ver a su hija, pero la detuve diciéndole que bajara todas las cosas y las acomodara en la casa. Se dio media vuelta y siguió al auto que lo deje en el garaje.
La casa era segura con rejas altas al frente de la propiedad por lo cual si las cerrábamos no podrían escapar rápido y además al estar apartada por más que saltaran la reja estarían a tiro de pistola eso se los hice saber cuándo madre e hija estuvieron juntas.
Virginia ya había despertado y presentaba un sopapo tranquilizador en la mejilla su madre se acerco a ella y la abrazo y comenzaron a llorar. El Nene estaba sentado en el sofá con sus pies sobre la pancita de la hija y yo me senté también con él para ponerlo al tanto de las visitas que vendrían y las compras que había hecho.
Yo – putita quítate toda la ropa y ve a la cocina a prepararnos unos bocadillos y unos tragos…podrás hacerlo?
Sandra – sí señor, podrían encerrar a mi hija en alguna habitación?
Yo – no, ella también va a ayudar desnuda, ve a hacer lo que te he ordenado.
Se desvistió delante de su hija y se marcho a la cocina para volver en pocos minutos con lo pedido, mientras bebíamos y comíamos con el Nene, le dije a Sandra que desate a su hija y la desnude muy despacio, mientras mirábamos.
Sandra – no le hagan nada, por favor.
Yo – mira putita, se van a pasar un mes con nosotros, así que elije la quieren pasar bien y salir vivas y continuar con sus vidas o prefieren ser violadas y terminar en una zanja muertas con barro en el rostro desfigurado?
Virginia – mamaaaaaaaa nos van a matar. Y se largo a llorar
Sandra – no hija, cálmate no los hagas enojar que nos golpearan.
Yo – cachorra hacele caso a la putita y cálmate y seguí nuestras órdenes.
Sandra la abrazo le dio un beso en la frente y comenzó a desvestirla como yo le había pedido, la pendeja tenía un cuerpito de ensueño como su madre, con el nene teníamos las vergas duras como piedra, eran unos ángeles. Para esto ya eran las 7 de la tarde y a las rubias las íbamos a dejar de postre no queríamos empezar ya la fiesta ya que vendría el Moncho y su jefe con las putas.
Yo – putita, sabes cocinar??
Sandra – Si, soy chef profesional, lo dijo orgullosa
Yo – pues ve a la cocina y prepara algo rico para agasajar a nuestros invitados, y tu cachorra vamos que tienes que llevar todas las cosas a las habitaciones.
Virginia después de los golpes no discutía y en una hora ya estábamos los cuatro alojados en 3 habitaciones con las valijas desempacadas y todo, entonces le dije a Virginia que eligiera 2 biquinis una para su madre y otra para ella y bajamos a la cocina. Yo agarre la bolsa del sex-shop y sacando un dilatador anal y unas bolas chinas les dije que se dieran vuelta.
La niña se tiro al piso aterrada y la madre me volvió a decir que era virgen y que ella era virgen anal.
Yo – mira cachorra levántate y date vuelta.
Así lo hizo y agarre 2 culeros vibradores pequeños con mando a distancia los que no le harían daño y se los introduje con un poco de gel, las dos pegaron pequeños gritos, las hice girar y le puse a la madre una bala vibradora dentro de la vagina y a la niña un pequeño estimulador de clítoris agarrado a su biquini. Las dos estaban con sus mejillas al rojo vivo hice que se terminaran de vestir con las mallas y les dije que continuaran con la comida. En biquini eran un infarto las dos, mi verga no daba más, pero no quería apresurarme.
Yo fui probando los controles inalámbricos para identificarlos así sabia a quien estaba estimulando. La niña pego un grito cuando sintió las vibraciones y quiso quitárselas y con mirada amenazadora se quedo quieta yo apenas los había puesto al mínimo y me estaba divirtiendo de lo lindo.
Yo – sus vaginas van a seguir vibrando suaves, pero cuando les vibre el culo es que las estoy llamando y quiero que venga a la que le vibra el culo. ENTENDIDO
Sandra – si señor
Virginia – Si señor
Yo – si se los sacan o mueven saben lo que les pasa no??? Si se les corre vienen rápido a que se los volvamos a colocar.
Fui con el Nene al sofá y este estaba dormido, tome los controles y le hice vibrar a la cachorra, que inmediatamente vino caminando algo molesta.
Yo – hacele unos masajes en los pies al nene que está muy cansado.
Se quiso inclinar la niña pero no pudo pues el estimulador se ve que le presionaba mas el clítoris haciéndola gemir. La tome de los hombros y la hice arrodillar sintiendo sus temblores y quejidos.
Yo – te dije que le masajees los pies!!!
Virginia comenzó a masajearlos pero apenas los tocaba
Yo – es que no te gustan los negros o quieres que te haga meter el pie en tu boquita.
Temerosa comenzó a hacer un mejor masaje.
Sandra vino de la cocina mas para ver que hacíamos con su hija que para decirnos cuál iba a ser el menú, la deje mirar y escuche el menú, lomo al roquefort con papas nucet. Esplendido le dije vuelve a la cocina, cuando se dio vuelta accione ambos controles de Sandra haciéndola estremecer y contraerse y dándose vuelta le dije
Yo – tráeme otro trago.
Sandra casi sin poder hablar me dijo – sí señor. Y disminuí el estimulo.
Luego de traerme el trago, me pidió si su hija podía poner la mesa por lo que accione los controles haciendo cerrar y abrir las piernas descontroladamente a la niña que entre gemidos quejosos despertó al Nene
Nene – que haces???
Yo – les he colocado unos juguetes en el culo y el chocho para poder llamarlas sin estar a los gritos…
Jajajaja reía el nene.
A las 9 me suena el celular era el Moncho que estaba en la esquina, le dije que todo tranqui y fui a la puerta a abrirle me extraño que viniera solo y con 2 putones de infarto.
Yo – hey Moncho, pasa y el jefe??
Moncho – marcos el jefe está ocupado me mando antes.
Hice pasar a los putones manoseándoles el culito y mirando a Moncho le dije – o sos vos o esta demorado
Moncho – jajajaja vale, para que me quieres?
Entramos y nos acomodamos con el nene en el sofá mientras los putones se pusieron un poco cómodas o sea se desnudaron y arrodillándose entre nuestras piernas nos bajaron el cierre diciendo.
– Haber con que nos invitaron a cenar.
Mi putona me saco la verga y ansiosa dijo es hermosa y se la trago haciéndome gemir al instante, le dije tranquila que primero quiero hablar y bajo su intensidad
Cuando la putona del nene le saco la verga a los gritos le dijo a la mía con esta ayúdame que yo sola no me la puedo comer, entonces la deje ir, para poder hablar más claramente.
Yo – Moncho como estas con la jurisdicción??
Moncho – bien pero sale caro, de que se escapan??
Le relate los atracos me puso un precio lógico y continuamos charlando, a los 15 minutos entraron madre e hija a poner la mesa y se quedaron mirando como las putas le comían la verga al Nene, las deje mirar pero no podían ver la verga así que separe un poco a las putas para que vean y sus ojos se pusieron como platos, active los vibradores dos puntos más haciéndolas gemir sin que ellas pudieran apartar la vista de semejante verga entonces el Nene les llenaba la cara de leche a los putones y yo pongo al máximo los vibradores haciéndolas caer a las rubias entre gemidos y orgasmos a; tiempo que volví a poner en mínimo las vibraciones y ellas con las caras rojas se dispusieron aponer la mesa sin mirarnos, ya se notaban sus biquinis bastante mojadas por sus flujos
Entonces comencé a aumentar la intensidad de sus vibradores hasta que entre gemidos no pudieron caminar, Virginia se arrodillo entre estertores y gemidos ocultando su rostro mientras que su madre se giraba hacia mi mordiéndose los labios con ojos suplicantes, aplique más intensidad y ya eran gritos histéricos más que gemidos y las 2 sucumbieron en otro orgasmo al mismo tiempo y yo volví a poner los vibradores en baja intensidad notando las ultimas convulsiones en las rubias. Moncho el Nene y yo nos echamos a reír mientras que las putonas se dedicaban a limpiarse la corrida del nene.
Sandra se dirigió a mí para decirme que la comida estaba lista
CONTINUARA
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