EL DOCTOR HUGO VELÁZQUEZ Y SUS PRINCESAS. Cap. 1
Una historia familiar.
EL DOCTOR HUGO VELÁZQUEZ Y SUS PRINCESAS. Cap. 1
Una historia familiar
Hugo era un joven brillante que a su corta edad se había graduado como doctor y había estudiado ginecología especializándose en reproducción en vitro. Había terminado la carrera de doctor a los 21 años y ahora a los 26 había terminado sus estudios y ya trabajaba en una clínica especializada.
Se había casado siendo estudiante y a los 20 años fue padres de dos hermosas gemelitas llamadas Claudia y Paulette que aún no cumplían los 6 añitos. Era feliz con su esposa dedicada a él y las niñas que eran sus princesas y las adoraba. Ya tenía planes de comprar una casa cuando sucedió la tragedia. Ana, su esposa murió en un accidente de tráfico y los dejó desbastados. Fueron días difíciles pues su familia y la de su mujer tenían su propia vida y muy difícilmente se harían cargo de las niñas, así que el decidió criarlas solo. Cuatro meses después de la muerte de Ana las niñas entraron a la primaria, lo que ayudó mucho a Hugo, pues pudo descansar un poco en una especie de nana que se encargaba de las niñas, aunque él las bañaba y las vestía todas las mañanas.
De inmediato se dio cuenta de la influencia de la primaria sobre sus hijas pues sus juegos cambiaron. Ahora jugaban a tener novio y a ser mamás. El las vigilaba y decidió dejar de bañarlas a lo que se opusieron las niñas. Y así pasó un año y entraron en el 2do curso ya con 7 añitos. Un día Claudia le hizo una pregunta como si nada.
-Papá, ¿Cómo nacen los niños?
-Pues……es un proceso donde debe mandar el amor y así un hombre y una mujer deciden ser padres. Más adelante te lo explicaran en la escuela.
-Es que nos dijeron que tienen relaciones sexuales y así él la preña y la embaraza para en 9 meses tener un bebe.
-¿Quién les dijo eso?
-tenemos una clase que se llama Educación sexual.
-Hugo se quedó callado pues entendía que los tiempos habían cambiado. No sabía si para bien o para mal.
-Una amiguita nos dijo que tú haces niños-dijo Paulette.
-No mi amor, como médico que soy ayudo a que las mamás se embaracen pero nada más.
Si, sus hijas cambiaban a pasos agigantados, hablaban de sexo, se mostraban más sensuales a pesar de su poca edad……..lo veían con cara de hembras y no de niñas.
Y así, con ocho añitos entraron al tercer año de primaria. Y un día la cosa se descontroló. Las dos se contagiaron de una fuerte gripe y el cómo medico les recetó una medicina, al ir a comprarla no encontró en tamaño “infantil” más que en supositorio. Decidió buscar en otra farmacia y lo mismo. Después de cuatro farmacias visitadas y que un boticario le dijera que no la conseguiría hasta dos meses después, pues estaba agotada, compro los supositorios. Ese día cenaron temprano y al irse a dormir decidió aplicárselos a las dos. Les explicó de qué se trataba la cosa y ellas solo rieron. Se pusieron sus pijamas mientras él los traía y cuando regreso le dijo a Paulette.
-Ponte boca abajo y bájate la pijama y la pantaleta.
Ella obedeció, se colocó boca abajo y levantó su culito. Hugo no pudo evitar un ramalazo sensual en su bajo vientre. El culito de su hija era hermoso como ninguno y seria delicioso entrar en él, suave, rosado, delicada piel. Desenvolvió el supositorio y luego dirigió la delgada punta al culito de su hija, pero no quería entrar.
-Mi amor, no frunzas tus nalguitas y déjalo entrar, no es duro y se derretirá con el calor de tu……….culito.
Los intentaron varias veces pero al entrar el supositorio salía disparado hacia afuera por lo apretado del ano de Paulette. Entonces el decidió hacer otra cosa. Fue a su recamara y trajo un tarro de crema con la que embarro el supositorio y su dedo medio, diciéndole a su hija.
-Lo voy a empujar con mi dedo hasta que entre bastante. Te meteré un par de falanges de mi dedo, si te duele dime.
Y entonces lo hizo. Empujo el supositorio bastante adentro y entraron dos falanges de su dedo medio, de inmediato sintió el esfínter externo anal de su hija apretar su dedo lo que casi le provoca una erección, quiso sacar el dedo pero no podía. El culito de su hija lo apretaba tanto que temió lastimarla si lo sacaba muy rápido, y ante su sorpresa Paulette empezó a mover su culito. El ya no soportó más e hizo lo mismo, masajeo el culito de su hija que empezó a exclamar palabras incongruentes.
-me gusta mucho papi…….que rico siento…..sigue……..no te detengas.
Claudia solo los veía y él se sintió culpable, por lo que aprovechó un momento en que Paulette relajo su culito para sacar su dedo ante una exclamación de placer de su hija.
No le quedó otra que repetir la situación con Claudia que también disfrutó mucho el “Tratamiento” que se repitió tres noches seguidas. Lógico, después de aplicarles la medicina Hugo corría al baño a puñetearse la verga.
Lo acosaba el remordimiento por lo que había hecho y se sentía muy mal. Al cuarto día las dos entraron en la noche a su recamar preguntando si les pondría “La medicina” pero él se negó.
-ya están curadas y no es necesario, no lo volveremos a hacer.
Las niñas pusieron cara de circunstancias diciéndole.
-¿porque no papito? A nosotras nos gusta mucho que nos acaricies así, anda………por favor una vez más……..no seas malito.
No soportó la presión y tomó el tarro de crema ante la alegría de ellas. El traía solo el pantalón de la pijama y ellas su camisón transparente dejando ver sus núbiles formas que le gustaban tanto a Hugo. Se embarró el dedo medio y acomodó a Paulette de un modo que el quedaba acostado al lado de ella, poco a poco metió su dedo en el culo de su hija que reaccionó moviendo las nalguitas, y entonces sucedió algo inesperado. Claudia esperando su turno junto a él estaba en una posición en que su carita quedaba cercana a la portañuela de la pijama y de pronto empezó a aparecer por ella la cabeza de su verga que estaba tomando dureza, la niña estaba extasiada y excitada y cuando salió la verga por completo en toda su dureza la niña llevó su manita a ella sorprendiendo a su padre que no lo esperaba. Claudia por instinto empezó a sobarla, provocándole un gran placer y el reaccionó sin darse cuenta llevando su otra mano a la puchita de Paulette, que de inmediato se contorsionó de placer soltando expresiones de alegría.
-ufff…….papito……que rico……..lo disfruto mucho…….me voy a morir.
La situación se descontroló pues había durado unos 4 o 5 minutos y de pronto Paulette gritó que se moría quedando casi desmayada y el soltó tres chorros de semen que cayeron en la cara y el pecho de Claudia, la que al sentir el líquido viscoso en su cara llevó su manita a él y luego a su boca diciéndole a su padre.
-Sabe agrio y salado.
El sintió una gran culpa por lo que había pasado y en ese momento decidió que iría con una sicóloga amiga suya para llevar tratamiento, mas sin embargo tubo que complacer a Claudia que exigió disfrutar igual que su hermana y se repitió toda la situación anterior. Se durmieron juntos los tres y al otro día después de bañarse y vestirlas para la escuela habló con ellas.
-esto debe terminar, no debemos volverlo a hacer.
-¿Por qué papito, si disfrutamos mucho?
-Porque es ilegal y si alguien se da cuenta puedo ir a la cárcel y ustedes a un hospicio.
Las llevó a la escuela y se fue a la clínica donde busco el teléfono de la doctora Brenda que era una exitosa sicóloga amiga de él y de su esposa Ana, pero se esperó antes de llamarla, aun no lo decidía por lo que se esperó 10 días antes de hacerlo.
Que rico ver que ellas disfruten, la verdad las niñitas son calientes y no hay pornque no enseñarles, yo a.mibhija le enseño y se calienta.muchi y se.lo hago con amor, sin obligarla a nada.
muy excitante