ménage à trois.-Una ardiente noche de placer sexta parte.
Inuyasha no puede creer lo que ve; A su amada Kagome en brazos de otro hombre..
Una ardiente noche de placer (5ta. Parte).
Inuyasha, apareció en la época de Kagome en su forma astral, encontró que ya era de noche y enfilo a su casa, grande fue sorpresa al ver que no había nadie en ella. Inu salió de la casa y se puso encima de ella, la miro fijamente para después ver al cielo.
-¿A dónde pudieron haber ido?
Cerro sus ojos y buscando concentrarse comenzó a respirar profundamente buscando ubicar la esencia de Kagome, después de un par de minutos una sonrisa se formo en sus labios y enfilo en dirección a donde ubico el olor de su amada.
Rato después Inu llegaba a la casa donde venia el olor de Kagome, extrañado entro y sintió morirse al ver la escena que se desarrollaba en ese lugar. No podía creer lo que esta viendo, en una cama su amada Kagome se encontraba completamente desnuda con dos hombres que estaban en la misma condición que ella y que la estaban abrazando, besando y acariciando su desnudo cuerpo, pero lo que mas le dolió fue ver que ella no oponía resistencia alguna, ella solicita les ofrecía sus labios y permitía que sus manos acariciaran a placer su hermoso cuerpo. Inuyasha se acerco a ellos y enfoco su mirada a Kagome.
-No…No, por favor, Kagome…Dime que no es cierto lo que estoy viendo…¿Por qué? ¡!¿POR QUE?!!
Con horror comprendió que él podía responder a esa pregunta…Que todo era por su culpa.
-Kagome…Perdóname por ser tan cobarde y no encararte, pero yo te amo, por favor…No te entregues a esos hombres por favor.
Sin embargo, sus suplicas no fueron escuchadas y con horror vio que su amada seguía disfrutando las ardientes caricias que los hombres le estaban dando y mas aun cuando el escuchaba los ardientes gemidos que placer que su amada estaba emitiendo. Fue entonces que el hombre de cabellera morada sin dejar de disfrutar el cuerpo de ella le dijo;
-¿Te gusta lo que estamos haciendo Kagome?
Entre jadeos por la excitación ella contesta.
-¡Ah!..Si Sr. director Mohamed. Es maravilloso.
Entonces Inu vio como ambos hombres se miraron el uno al otro y el de pelo negro se separo de ellos, para que después el otro hombre al que identifico como “Mohamed” puso su cuerpo encima del cuerpo de su amada, tomo el rostro de ella en sus manos y le dio un ardiente beso en sus labios, Inuyasha sintió una enorme tristeza al ver como su amada cerraba sus ojos y le ofreció sus labios a ese hombre, esos labios que finalmente comprendió quería besarlos mucho más que los fríos labios de Kykyo.
Así, mientras Mohamed disfrutaba los labios de Kagome su mano derecha se deslizo por debajo del cuerpo de ella hasta que alcanzo sus nalgas las cuales comenzó a manosear a placer, rompió lentamente el beso y comenzó a besar y lamber su sedoso cuello, su enorme y erecto pene comenzó a frotarlo en el vientre de ella, su brazo izquierdo la abrazo por su delicada cintura y sin dejar de manosear los carnosos glúteos de ella le dijo con voz entre cortada por la excitación.
-Ah…Kagome…Que divinas nalgas tienes.
Kagome se sonroja al escuchar eso y con algunos problemas jadeando profundamente y con sus ojos cerrados le responde mientras su cuerpo se estremece por las ardientes caricias que esta recibiendo su cuerpo, el frotamiento del enorme pene erecto en su vientre y el manoseo a sus nalgas le produce placeres desconocidos e inimaginables a su cuerpo.
-Ah…No…Señor director Mohamed…No…No me digas esas cosas que me avergüenza.
Sachin por su parte observaba con lujuria la ardiente escena mientras iniciaba una lenta masturbación e ignorando que un ser del pasado sufría al ver a su amada ser disfrutada por su hermano.
Mohamed seguía disfrutando a placer el virginal y casi infantil cuerpo de la hermosa adolescente y el frotamiento de su miembro contra ese sedoso vientre juvenil habían producido los efectos naturales y un ligero hilo de líquido seminal salió de la punta de su miembro humedeciéndolo y de paso a la piel de Kagome, la cual sintió una onda de excitación recorrer su cuerpo al sentir el caliente liquido en su piel.
El apuesto y seductor hombre joven estaba enloquecido de lujuria y Kagome era presa de nuevas y raras sensaciones que la arrastraban hacia un torbellino de apasionada excitación que la hacía anhelar un desahogo todavía desconocido. Fue así que Mohamed tomo a la hermosa adolescente por la cintura y la forzó a que ambos cuerpos se pegaran, ella simplemente se dejó conducir por el hombre y pensando con tristeza que su promesa de entregarle su virginidad a Inuyasha estaba a punto de terminar, ignorando completamente que con lagrimas en sus ojos su amado Hanyou observaba la escena, atónito, incapaz de creer lo que estaba viendo.
Con sus hermosos ojos entornados, entreabiertos sus húmedos labios, la piel caliente y enardecida a causa de los desconocidos impulsos que se habían apoderado de su persona, era víctima propicia para quienquiera que tuviese aquel momento la oportunidad. y quisiera lograr sus favores y arrancarle su delicada rosa juvenil.
La pasión de Mohamed, ahora a su máximo, lo incitaba a seguir adelante, desoyendo los consejos de prudencia que de otra manera hubiera escuchado sobre el hecho de gozar la virginidad de una jovencita aun inmadura para practicar el deporte del amor. Fue entonces que los dedos de su mano derecha se introdujeron el los labios vaginales de la jovencita haciendo estremecer por completo su cuerpo y que lanzara un gemido de placer.
Encontró palpitante y bien húmedo el centro que se agitaba bajo sus dedos; contempló a la hermosa muchacha tendida en una invitación al deporte del amor, observó sus hondos suspiros, que hacían subir y bajar sus senos, y las fuertes emociones sensuales que daban vida a las radiantes formas de su joven compañera.
Las suaves y turgentes piernas de la muchacha estaban expuestas a las apasionadas miradas del hombre. Kagome jadeaba profundamente tenía sus ojos cerrados y disfrutaba los besos y caricias que el apuesto director de su colegio le estaba dando a sus senos.
Inuyasha por su parte abrió su boca y sus ojos muy grandes al ver en plenitud el sensual y provocativo cuerpo desnudo de Kagome y un terror inundo su ser al descubrir que…!Tenia una enorme erección! Mientras tanto 500 años en el pasado la anciana Kaede se cubría su boca con sus manos al ver la enorme erección que sobresalía del pantalón del hanyou.
-Inuyasha ¿Qué demonios está pasando contigo?-Pensó muy nerviosa la anciana sacerdotiza.
Ante semejante visión erótica, Mohamed no pudo controlar su excitación y comenzó a lamber los senos de Aome, mientras su hermano cuya excitación había aumentado frotaba con mayor intensidad su erecto y enorme pene.
Después de saborearlos por un muy buen momento deslizo sus dedos y los introdujo en su húmeda rendija y comenzó a moverlos, haciendo que la bella joven arqueara hacia atrás su cuerpo y lanzara un gemido en contra de su voluntad, Kagome sintió morirse de vergüenza, Inu quería morirse también, pero de tristeza.
Kagome con timidez se cubrió sus senos con sus manos y echando a un lado su cabeza y con sus ojos cerrados. Mohamed observo detalladamente el hermoso cuerpo desnudo que tenía enfrente, incrementando su lujuria y el deseo por desflorar a esa angelical criatura, no pudo controlar su excitación y coloco su musculoso cuerpo encima de ella y comenzó a lamber los senos de la linda adoelscente, al tiempo que comenzaba a frotar su enorme y erecto pene contra el sedoso vientre de la jovencita haciendola a ella cerrar sus ojos y gemir de placer cuando sintio la ardiente lengua del hombre chupar sus pezones y sentir como se frotaba en su vientre el enorme pene de ese hombre.
Kagome no pudo evitar sentir una mezcla de miedo y excitacion al comprender que dentro de muy poco ese enorme pene se introducira dentro de ella, Kagome rogo mentalmente a Kami tener las fuerzas suficiente para soportar a semejante mounstro peludo, mientras tanto Sachin seguia masturbandose sin dejar de verlos, mientras Inu seguia llorando y sin saber que no podria hacer nada para evitar que su amada Kagome se entregara a esos hombres, el sabia que solo podia hacer una cosa…Mirar y nada mas.
Continuara.
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