Mis pequeñas modelos (parte 7): Camila (8 años), Fiorela (7) y Matilde (6)
Aquí la séptima parte. Ojalá que les guste. Recuerden comentar qué les parece. Gracias!.
Transcurría la mañana de un nuevo día y aún no podía quitar de mi cabeza esas imágenes mentales de Matilde posando desnudita con el cuerpo aceitado y haciendo gestos a la cámara. Por ende, nuevamente sentía que estaba acumulando mucha tensión sexual y leche que en algún momento muy próximo necesitaba descargar. No podía esperar a estar a solas otra vez con Camila. Mi cuerpo temblaba y mi verga pedía a gritos una niña.
Al salir de mi apartamento, pasé de nuevo por un kiosco para comprar los dulces de siempre. Llegué a la agencia de la señorita Olga. Saludé a mis compañeros de trabajo, y podía observar cómo Raúl se reía un poco y Valeria me miraba con cara de atrevida por todo lo ocurrido en el día anterior, lo cual hizo que mi excitación fuera aumentando. De esta manera, decidí tomar un vaso de agua e intentar pensar en otras cosas, ya que aún debía esperar para jugar con Cami.
Poco antes de que sea el horario para que lleguen las niñas, Valeria se me acerca a un rincón con su celular en mano.
Valeria: – Enrique, ¿viste que ayer le enviamos las fotos y videos de Matilde a Gerardo? – me dijo susurrando, mientras echaba miradas a los costados controlando que nadie la escuchara.
Yo: – Por supuesto que me acuerdo, jaja.
Eso hizo que mi intento de distracción se viera interrumpida y por ende volviera a pensar en Matilde y excitarme.
Valeria: – Observa los comentarios de Gerardo, jeje – dijo acercándome la pantalla de su celular y sonriendo pícaramente.
Al ver la pantalla, ví que Gerardo habia escrito varios mensajes con muchos emoticones (caritas de enamorado, caritas babeandose, berenjenas, vasos de leche, caritas de sorprendido, etc). Noté que uno de los mensajes decía «ufffff, por diossss, que rica se la ve aceitadita a Matildeeee, uffff, cómo me encantaría venirme sobre ella y llenarla de mi leche, sobre todo en su culito de niña putita de apenas seis añitos!!!!!!». No podía estar más que de acuerdo con ese mensaje. La miro a Valeria y me hace un gesto levantando y bajando las cejas dos veces.
Valeria: – ¿Tú también disfrutaste del material de Matilde ayer?
Yo: – Ni bien llegué a mi apartamento inmediatamente me puse a ver su video y acabé cuando hacia gestos de putita ante mi cámara, jejeje.
Valeria: Jajajaja, Raúl lo mismo.
Yo: – Hoy hablaré con Cami luego de jugar con ella. Pero primero intentaré que Fiorela y Matilde hablen con ella.
Valeria: – Okiiii, me parece una buena idea, Enrique.
Patricia: – Compañeros, dice la señorita Olga que nos vayamos preparando.
Lucia: – Si, ya hay que ir preparando las cámaras y el set.
Me sobresalté un poco al escuchar las voces de Patricia y Lucía, y noté que a Valeria le sucedió algo similar. Ojalá que no hayan logrado escuchar nada. De todos modos, hablábamos despacio casi susurrandonos.
A los pocos minutos llegaron Matilde y Fiorela. Ambas venían con dos vestiditos cortitos y unas sandalias. Matilde con el cabello recogido y Fiorela con el pelo suelto. Al verme, me saludan de forma efusiva y nuevamente pude apreciar ese encantador aroma de niña.
Yo: – ¡Hola, niñas!
Fiorela: – ¡Hola, Enrique! ¿Qué tal estás? Jaja.
Yo: – Excelente, ¿y ustedes?
Matilde: – Jiji, nosotros muuuuuy bien, Enrique – me respondió Matilde con una carita en principio inocente y luego algo pícara.
Yo: – ¡Qué bueno, niñas! Espero que disfruten la sesión de fotos de hoy.
Matilde: ¿Cuál sesión? ¿La de aquí o la de…???
Valeria: – Ok, niñas, vayan preparándose en el vestidor mientras esperamos a Camila – dijo Valeria interrumpiendo a Matilde y mirándola con cara amenazante.
Las niñas se fueron riéndose a cambiarse.
Yo: – Uff, eso estuvo cerca – dije suspirando.
Valeria: – ¡Qué tonta está Matilde! Le había advertido de no decir nada sobre eso aquí.
En ese instante suena el timbre y, al abrir la puerta, vimos que era la hermosa Camila, quien traía una faldita que le llegaba por encima de sus rodillas y una pequeña blusa.
Camila: – Enriqueeeee, perdón por llegar tarde. Espero no hayan empezado sin mí, jiji.
Yo: – Por supuesto que no, Cami. Te estábamos esperando, jaja.
Al abrazarla me acerqué a su oído.
Yo: – No podía faltar mi niña favorita, jeje.
Cami se sonroja un poco y se ríe, para luego unirse a Fiorela y Matilde en el vestidor.
Se ve que en el día de hoy también posarian en bikini, ya que a los pocos minutos las ví salir con ese atuendo y obviamente me quedé deleitando esos tres culitos blancos moviéndose y esad piernitas caminando hacia el set, que simulaba una playa. Había arena, unas sombrillas, y la imagen de un cielo de fondo
Olga: – Muy bien, ¡empecemos!
Ante la indicación de la señorita Olga, nuestras cámaras comenzaron a dirigir sus flashea hacia los cuerpitos de las niñas. Otra vez notaba a Cami muy entusiasmada y mirándome a mí. Sin embargo, también noté que Matilde estaba muy activa y fotogénica, mirándome y riéndose. En ciertos momentos pude apreciar que hacía gestos de como si enviara besos a la cámara, o colocaba sus manitos por debajo de su rostro y mirando con cara de pícara. En cada flash yo no podía evitar traer a mi mente cómo posaba ayer, toda desnudita y aceitada. Me generaba morbo ese contraste entre las sesiones de fotos en esta agencia y en la de Valeria, así como también el hecho de que la señorita Olga, Patricia y Lucía no tenían ni la menor idea de cómo modelando Matilde y Fiorela en la casa de Valeria ni de las cositas atrevidas que hacía Camila conmigo en privado.
Olga: – Muy bien, niñas. Ahora tomaremos un descanso antes de la próxima sesión de fotos. Aquí tienen unas galletas y refrescos – dijo Olga señalando una mesa
Aproveché ese momento de descanso para acercarme a Fiorela y Matilde.
Yo: – Niñas, vengan un momento.
Las niñas se acercan hacia mí, alejándose un poco del resto, mientras Camila disfrutaba más galletas.
Yo: – Escuchen bien. Me gustaría que aprovecharan este momento para hablarle a Cami sobre la agencia de Valeria y Raúl. Cuentenle lo que ya saben e invitenla a participar, jeje.
Fiorela: – Okiiii, jiji – dijo Fiorela contenta, al saber que su amiga Camila podría unirse.
Matilde: – Hablaremos con ella.
Ambas niñas regresan a la mesa y se ponen a hablar con Camila, a quien noto con cara de curiosidad ante lo que le comentaban sus amigas. En ese momento Cami me mira desde lejos y me sonríe y yo decido devolverle esa sonrisa.
Luego del descanso, se realizó la segunda y última sesión de fotos del día, en la cual las niñas posaron con mallas enterizas y otros bikinis. Mi verga se excitaba al ver esos angelitos posando para nuestras cámaras.
Al terminar, veo que Patricia y Lucía comienzan a guardar los elementos del set.
Yo: – ¡No se molesten, chicas! Ya saben, lo haré yo, como siempre, jaja.
Lucía: – Ok, Enrique, jaja. Pero si un día te cansas, avísanos.
Camila: – ¡Yo te ayudo, Enrique! – dijo Cami contenta.
Ese sonido de su dulce voz hizo que empezara s temblar de nuevo. Mi cuerpo ya sabía lo que se venía, en especial mi verga.
Al entrar a la habitación con Camila observo que Valeria se me acerca.
Valeria: – Tú ocúpate de disfrutar. Yo me encargaré de que nadie los interrumpa, jeje.
Yo: – ¡Gracias, Valeria!
Una vez que estábamos ya con la puerta cerrada, tomé a Cami de la mano, cerca de la estantería, en el interior de la habitación. Ella estaba parada, con un bikini rojo divino. Yo me agaché, haciendo que mi cabeza quedara a la altura de su rostro angelical. La observé detenidamente.
Camila: – Jaja, ¿por qué me miras así, Enr…?
Coloqué rápidamente mi dedo índice sobre sus labios, callando sus palabras.
Yo: – Cami, mi niña preciosa, no tienes idea de lo mucho que te quiero. Eres… Bueno, eres realmente hermosa. Tu pelo, tus piernitas, tus piecitos, tu culito, tu barriguita, tus tetitas, tus manitos, tu rostro, tus ojos, tus labios…
Cami: – Ayyy, jiji, Enriqueee – dijo sonrojándose y llevando su mano derecha su rostro, como queriendo taparselo.
Yo: – Cami… Puedo… Puedo be.. Besarte?
Camila: – ¿En dónde? – preguntó Cami con cara de pensativa.
Yo: – Pues… En tus labios, corazón.
Camila se queda pensando unos segundos, con sus mejillas bien coloradas.
Yo: – No me digas que estás dudando. Te animaste a mamarme la verga ¿y no a besarme? Jajaja
Camila: – Jajajaja, es que nunca he besado a nadie.
Yo: – Tampoco antes habías chupado una verga…
Camila: – Tienes razón… Bueno, ¡okiii! – dijo sonriendo y asintiendo con su cabeza.
Acerqué mi rostro lentamente al suyo. Pude observar que ella cerró sus ojos y estiró sus labios hacia adelante, ante lo cual aproveché para darle un tierno piquito. Ese contacto con sus labios generó como una corriente eléctrica en mi boca. Sus labios se sintieron algo húmedos. La miro y decido dale varios piquitos. Ella me correspondía repitiendo el movimiento de estirar sus labios.
Yo: – Mm… Que rico beso, Cami…
Cami: – Jiji, ¿te gustó? ¿Lo hice bien?
Yo: – Lo hiciste excelente y me encantó. Ahora, abre un poco tu boca, corazón.
Cami abre su tierna boca despegando sus labios. Me acerco y comienzo a comer su labio superior, mientras ella chupaba mi labio inferior. Fui moviendo mis labios, abriendo y cerrando mi boca lentamente, mientras ella intentaba hacer lo mismo pero lo hacía de una forma algo torpe. No me importaba. El contacto con sus labios era algo que me embriagaba. Se oía el sonido de nuestros labios uniéndose y despegandose.
Yo: – Saca tu lengua, corazón.
Cami obedece y yo, sin unir mis labios a los suyos, decido tocar su lengüita con la punta de la mía. Nos pusimos a jugar con nuestras lenguas durante unos segundas, mientras sentía la respiración húmeda de Cami, quién se reía un poco ante el jugueteo de nuestras lenguas. Tome sus brazos y los coloqué detrás de mi cuello, haciendo que me abrazara.
Camila: Sentí como cosquillitas en mi lengua, jajajaja.
Yo: – Tienes una lengua muy rica, Cami. Bueno, tienes tooodo rico, bebé, jeje – dije mientras dirigía mi mirada pícara a todo su cuerpito de niña.
Ni bien dije eso, llevé mis manos a su espalda, desaté su corpiñito y lo arrojé a un costado dejando a la intemperie esas hermosas tetitas, ante las cuales no pude aguantar las ganas y me acerqué para succionarlas. En ese momento siento cómo las manos de Cami toman mi cabeza, como sosteniendola, mientras mis labios y mi lengua se mueven en círculos sobre sus pezoncitos. En forma simultánea coloco mis manos en sus culito, apretando bien esos cachetitos y decido bajar la parte de abajo de su bikini. Mientras se la voy bajando, Cami levanta un poco una de sus piernitas y luego la otra, para que yo pudiera quitársela por completo. Después lo arrojé a un costado, hacia donde había caído su corpiñito. Mi boca comenzó a descender por su pechito y su barriguita. Lograba sentir cómo Cami ejercía presión con sus manos hacia abajo, empujando mi cabeza. Al llegar a su vaginita, lo observé durante unos segundos antes de devorar ese néctar. Mis labios daban grandes y jugosos chupones sobre sus labiecitos y mi lengua recorría esa rayita de arriba a abajo.
Yo: – SLURP… SLURP… Mmmm… SLURP… SLURP…
Logré percibir que Cami empujaba mi cabeza hacia ella, así como también ella misma empujaba su vaginita hacia mi boca, mientras sus piernitas se arqueaban un poco. Ya no se escuchaban su risita de cosquilleo. Parecía que ella estaba teniendo otras sensaciones. Mi lengua no quería despegarse de esos labiecitos, pero aún tenía mucha piel por recorrer.
Yo: – Ven, Cami, siéntate en esta mesa – le dije mientras corría algunos objetos de la mesa para hacer espacio.
Camila se sentó, apoyando sus nalguitas en la madera y con sus piernitas colgando. Me detuve a contemplar ese cuerpito desnudo. Era una belleza total. Mi boca no paraba de salivar. La tomé de los hombres y la hice recostarse, haciendo que apoye su espalda en la mesa. Me puse a continuar con mi trabajo de succión de su rajita. Ni bien mis labios tomaron contacto con su néctar, ella apretó mi cabeza con sus piernas y me jalaba del cabello con sus manitos.
Yo: – SLUR… SLUR… SLURPP
En ese instante ella coloca sus piernitas por sobre mis hombres, apoyándolas allí y cruzandolas por encima de mi cuello. Sus piecitos tambaleaban a medida que yo iba aumentando la intensidad de la chupada. Recorría su vaginita de arriba a abajo con mis labios y mi lengua, hasta que en un momento puse todo mi foco en su clítoris. Fue ahí cuando oí un suspiro por parte de Cami, al mismo tiempo que me apretó fuertemente la cabeza con sus piernas.
Yo: – Slurp… Slurp.. MMM… SLURP, SLURP, SLURP…
Camila: – Ah, ahhh…
Su cuerpito de niña se iba contracturando y distensionando. A eso se le suma que se me ocurrió masajearle las tetitas con mis dedos, haciendo círculos en sus pezones, estirandolos un poco, pasando la yema de mis dedos de arriba a abajo sobre sus tetitas. Se sentirán tan suaves.
Para ese momento, mi verga ya me reclamaba entrar en acción. Sentía que se me iba a salir del pantalón.
Cami: – Ahh… Ah… Por… Por qué te detuviste? – me preguntó suspirando, con la respiración entrecortada.
Yo: – Ahora te toca a ti, hermosa – le dije mientras señalaba mi bulto.
Camila: – O.. Okiii…
Camila tardó unos segundos en recomponerse. Seguramente preguntándose qué eran todas esas sensaciones nuevas que están teniendo en su cuerpito. Verla en ese estado era muy excitante. Luego, mientras yo me quitaba el pantalón, ella se bajó de la mesa y se arrodilló en el suelo. Decidí ir a buscar una almohada para que apoyará ahí sus rodillas, así no se lastima.
Ni bien puse mi verga frente a su carita, tomó mi miembro con una de sus manitos y se metió la mitad en su boquita. Fue algo electrizante, ya que ni bien se la metió, comenzó a usar su lengüita adentro de su boca, dando círculos en mi glande. Podía ver ese movimiento desde afuera de sus mejillas. Comenzó a succionar, metiendose mi verga casi hasta el fondo, para luego quitársela y volver a hacer ese movimiento. Lo hacía algo lento, pero era muy satisfactorio y morboso ver cómo el tronco de mi verga iba quedando mojada por su saliva. Era hermoso ver mi verga desaparecer dentro de sus boquita. Sus labios se iban mojando con mi líquido preseminal y su propia saliva.
Camila: – Glub… Glub… Glub…
Yo: – Uff, muy bien, Cami… Ufff, hazlo un poco más rápido…
Camila: GLUB… GLUB… GLUB… GLUB – hacía mientras me miraba a los ojos, lo cual era realmente excitante, a tal punto de querer eyacular, pero decidí aguantarme
Yo: – AYYYY, UFFFF, siiiii, bebé… Siiii, ¡que bien que la chupas, putita!
Era la primera vez que le hablaba en esos términos a Cami, pero era tanta la calentura que era lo único que me salía decirle. Además, era verdad: me ma estaba mamando como toda una putita, si bien era su segunda chupada.
Yo: – Ufff… Qué rico, Camiii… Ahora escúchame.
Camila se quita mi verga de su boquita, lo cual hace que se escuche un «SLAP» bien fuerte que me encantó.
Camila: – ¿Sí?
Yo: – Ahora te meterás otra vez mi verga en la boca, pero te quedarás quietita. Yo haré el trabajo de follarte por la boquita, ¿sí?
Camila: – ¿Follarme por la boca? – preguntó con cara de curiosidad.
Yo: – Si, ya verás. Métetela en la boca – me dije mientras le puse mi glande cerca de sus la labios.
Cami automáticamente se la puso adentro, ante lo cual yo tomé su cabeza con mis manos, sosteniendola. Fue ahí cuando empecé con leves embestidas, mientras ella me agarraba de la cintura con sus manitos. Decidí hacerlo primero despacio, para no asustarla. Conforme iba viendo que ella era receptiva a esa acción, fui incrementando la velocidad ya fuerza. Literalmente está follando su boquita, metiendo gran parte de mi verga dentro de ella. Podía sentir toda la humedad y calor de su boca en mi miembro. Incluso por momentos sentía cómo mi verga tocaba su campanilla.
Cami: – GLUB… GLUB… AGGHHH… GLUB… AGHH… GLUB… GLUB… AGGGHH…
Al momento de quitar mi verga, hilos de líquido preseminal mezclado con saliva cayeron de su boquita como cascada, mientras Cami fruncía el ceño y cerraba los ojos, algo sorprendida por la acumulación de toda esa mezcla de líquidos en su boquita, parte del cual cayó sobre su pecho y barriguita.
Cami escupe un poco, pasándose el brazo por la boca para limpiarse .
Camila: – Ayy, Enrique, no esperaba esooo, jeje.
Yo: – Jaja, y pensar que todo ese líquido lo generó tu boquita y tú lengüita, Cami. Ahora siéntate de nuevo en la mesa, corazón.
Camila: – ¿Qué haremos ahora?
Yo: – Te seguiré chupando un poco más, pero no la vaginita, jeje.
Camila se sienta, quedando otra vez sus piernitas colgando. Tomo uno de sus pies, lo observo bien, y decido darles besitos a sus deditos, para luego lamerlos.
Camila: Jajajajaja, ayyy, Enriqueee, jajajaja, ¡me da cosquillas!
Yo: – Disculpa, es que los tienes muy sabrosos, jaja.
Continué recorriendo sus piecitos con mi lengua, tallando sus deditos, metiéndome los en la boca y jugando con mi lengua una vez adentro de mi i boca. Le lamí la planta de los pies, los talones, le daba tiernos besitos. Eran realmente un manjar. Por momentos sentía que Cami tironeaba de sus piernitas por las cosquillas. Seguía riéndose. Esa risita con esa vocecita dulce era un estímulo que hacía que mi verga de erectara aún más.
En ese instante, tomé la decisión de colocar sus dos piecitos alrededor de mi verga, es decir, la planta de sus pies en cada costado del tronco de mi miembro, mientras sostenia sus pies con mis manos. Fue ahí cuando comencé a masturbarme con sus piecitos. Era hermoso sentir el contraste entre sus piecitos algo fríos y mi verga bien caliente. Fui aumentando el ritmo, moviendo sus piecitos en mi miembro. Veía que Cami se reía un poco de la situación.
Yo: – Ayyy… Siii, ufff, bebeeee, que ricos piecitos tienes…
Camila: – Jajaja, ¿qué tienen mis pies?
Yo: – Son hermosos y me calientan mucho, ufffff…. Cami, estoy por acabar. Está vez te voy a tirar toda la lechita en la cara, ¿ok?
La hermosa niña se sorprende.
Camila: – ¿En.. En la cara?
Yo: – Siii, corazón. Uff… Si quieres cierra bien tus ojitos… Luego te ayudaré a limpiarte.
Camila: – Pero… ¿Me darás dulces?
Yo: – Ufff, por supuesto, bebé.
En ese instante veo que Cami cierra bien sus ojos, como dándome permiso a lechearle todo su angelical rostro.
Yo: – AHHH… UFFF, PIDEME LA LECHITA, CAMI, PIDEMELA.
Camila: – ¡Dame la lechita, Enrique!
Yo: – AYYYY, SIIII… AHHHHHH, SIIII… UFFFF… TOMA, CAMI… TOMALA TODA… RECIBE LA LECHITA DE ENRIQUE… AHHHHHH
Blancos y espesos chorros de leche impactan contra la carita de Cami, salpicando sobre sus ojitos, sus pestañas, sus cejas, su nariz ,sus labios, sus mejillas, su frente, parte de su cabello y parte de su cuello. Ni bien comenzaron a caer algunos chorros, Cami giró un poco su cabecita hacia un costado, seguramente sorprendida por la fuerza de los disparos de leche y sobre todo por lo espeso del líquido. Su ceño estaba totalmente fruncido, mientras veía cómo la leche se iba deslizando por todo su rostro, goteando sobre su pecho. Mientras tanto, yo seguía sacudiendo mi verga sobre su carita hasta que sacar la última gota.
Camila: – MMMM… MMM… MMMMM…
Cami logró abrir un poco su ojo derecho, mientras el izquierdo lo tenía lleno de leche. Con sus manos intentaba correr algo de todo ese semen, haciendo que sus deditos queden manchados y pegajosos.
Era una imagen preciosa de ver. Todo su rostro maquillado con mi semen, mientras se veía el reflejo de la luz de la ventana en mi leche sobre su carita.
En ese momento, saco mi celular y tomo una foto.
Yo: – Ufff, Camiii, que rico estuco eso. Ven, te llevaré a la lavarte.
La acompañé hasta el baño de la habitación, donde el día anterior Valeria había limpiado a Cami. Le alcancé varios papeles y ella se iba limpiando su carita, su cuello, para luego lavarse un poco el pelo, sobre el cual también había caído algo de líquido.
Cami: – Ayy, Enriqueee, ¡cuánta leche que sacaste!!!! ¡Pensé que me iba a quedar ciega!
Yo: – Jaja, es que me hiciste calentar mucho, Cami. Toma, aquí tienes tus dulces. De todos modos, no fui el único que se calentó. Tu también, jeje.
Cami: – ¿Yo…?
Yo: – Sí, cuando te la estaba chupando, noté como suspirabas y presionas mi cabeza.
Camila: – Bueno… Si, jaja… Al principio me daba cosquillas, pero después… Es que… Se sintió rico, jeje – dijo Cami sonrojándose.
Yo: – No te avergüenzes, hermosa. Es normal que a tu cuerpo le guste. Es bueno que puedas disfrutar de esas sensaciones.
Camila: – ¿De veras?
Yo: – ¡Obvio, Cami!
Camila sonrió, mientras terminaba de limpiarse.
Yo: – A todo esto, Cami… Vi que Fiore y Matilde te contaron, ¿no es así?
Camila: – Siiiii, ¡te quería preguntar sobre eso! ¿Es verdad que posan desnudas? – preguntó sorprendida.
Yo: – Jaja, hasta ahora solo Matilde hizo eso, y fue recién ayer.
Camila: – O sea que a ella ya la viste desnuda también – dijo Cami algo enojada.
Yo: – Mmm… ¿Cami está celosa? Jajaja
Camila: – Noo, bueno, es que… Bueno, sí, lo estoy. Pensé que solo a mi me habías visto así.
Yo: – No, pero de todos modos tu eres la más hermosa y sexy, Cami, jeje
Camila: – Me estás mintiendo.
Yo: – No, Cami, de veras. Ya viste cómo se pone mi verga al verte, y toda la leche que expulsa, jajaja.
Camila: – Jajajaja, eso es verdad. Me manchaste toda la carita.
Yo: – Siii. Pero volviendo al tema de la agencia… Tus padres no pueden saber lo de estas fotos. Ellos deben pensar que es un instituto de danza dónde Valeria es la profesora.
Camila: – Sí, Fiore y Matilde ya me dijeron todo eso, jeje. ¿Y es verdad que tendré fans y me darán dinero y dulces? – preguntó Cami entusiasmada.
Yo: – ¡Por supuesto, princesa!
Camila: – ¡Siiiiiiiiii! – dijo festejando.
Yo: – Jaja, ahora ponte de nuevo la bikini y vamos.
Al salir de la habitación, Camila se dirige al vestidor a cambiarse. En ese momento Valeria se me acerca a un rincón donde estábamos alejados del resto.
Valeria: – ¿Y? ¿Jugaste con ella? Jeje.
Decido directamente mostrarle la foto de Cami desnuda con toda su carita lecheada.
Valeria: – Ayyyyy, jajajaja, Enriqueee, ¡vaya que la maquillaste toda a Cami!
Yo: – Jeje, siiii, es que ya venía con leche acumulada y ni te imaginas la mamada que me dió.
Valeria: – Jajaja, ¿y pudiste hablarle sobre mi agencia?
Yo: – Por supuesto, de todos modos ya lo habían hecho Fiore y Cami hoy durante el descanso. Así que hoy cuando vengan a buscarla deberías hablar con su madre
Valeria: – ¡Ok! Lo haré. Que bueno que la hayas podido convencer a Cami.
Yo: – Si, está muy entusiasmada, jaja.
Al rato suena el timbre. Son las madres que vienen a buscar a las niñas. Valeria hace entrar un rato a Inés, la madre de Cami.
Desde lejos observo cómo Valeria usa sus habilidades para convencer a Inés de permitir que su hija comenzará a asistir a su «instituto de danza», mientras Cami miraba ansiosa a su madre y colocaba sus manos pidiendo por favor. Luego de unos de charla y de despejar dudas, veo que Cami grits «Siiiii», dándome entender que su madre le había dado permiso.
Cami e Inés se despiden de Valeria y Cami me saluda desde la puerta, ante lo cual le correspondo el saludo.
Yo: – ¿Y? ¿La convenciste?
Valeria: – ¿Tú qué crees? ¡Obvio! Se creyó todo, jajaja. La convencí dicéndole que Fiore y Cami también asisten a mi instituto, y que la primera clase es de pruebs y gratuita, que si a Cami no le convencía no pasaba nada. De todos modos, estoy segura que a Cami le gustará y querrá seguir yendo.
Yo: – De eso no tengas dudas, jaja.
Raúl: – ¿Acaso tenemos una nueva modelito? – preguntó Raúl, acercándose.
Valeria: – Si, jeje. Hoy Cami vendrá a la agencia
Yo: – ¿Hoy mismo? Wow, jaja.
Raúl: – Eres una genia, Valeria.
Valeria: – Jajaja, gracias, chicos.
Bueno, hasta aquí la septima parte. Recuerden dejar sus comentarios. Ojalá que les este gustando.
Excelente Relato, tu saga es de las que mas disfruto, espero que continúes pronto…
Cada día los relatos se ponen mas entretenidos, creo que la saga tiene para muchos capitulosas, ojalá sean más continuos en el tiempo pero la trama y la redacción impecables
Lo otro es que sería agradable tener un plazo prudente entre relato y relato, más de alguien se debe fastidiar en ocasions esperando meses por las secuelas de este relato, sería un plus tener una frecuencia que pudieramos todos estar atentos a las fechas que indiques, digamos semanalmente o quincenalmente, ganaraías mas vistas y seguidores desde mi punto de vista
Hermano ya no encontré tu chat en telegram pero por fin pude leer este capítulo y me encantó, la parte de follarle la boca a Cami y luego correrse en su carita y leer sus reacciones inocentes a ambas cosas Ufffffffffff 🔥🔥🔥🔥🤌🏻 ojalá vengan más detalles así y esperando la siguiente entrega 💯
Hola
Ya estoy esperando la parte 8
Además ya podrías intentar penetrar a Camila
Por lo que has relatado
Es una niña muy caliente
Mi amigo cumplimeros 1 mes desde la última publicación, no quiero presionar pero ojala vengan 2 relatos en vez de 1 en la siguiente entrega, saluditos
Mi amigo hay posibilidad que indiques una fecha de la parte 8 de estos relatos
Alo, hay alguien en casa
Amigo tienes Telegram??
@Novamar
@Wol7199
Telegram ya fue, tienes signal?
mI AMIGO QUE PASA CON LA PARTE 8 ?