El Mulato José – Capítulo 1 – El Negro Esteban
Continuamos con Esteban el hombre que descubrió al niño mulato.
-Con los dientes.
Y el mulato le saco la media con la boca con la experiencia de veces anteriores. El pie estaba caliente, el sudor del olor del trabajo. Esteban no la consideraba un abuso, porque el pequeño disfrutaba más que las putas del burdel a unas cinco cuadras de la casa de Rosa. La otra seria que este momento todos los días era su recompensa, por ser el explotado como a los hombres de su étnica por José Salazar, no odiaba al niño, solo ocupaba el lugar de un buen padre.
José usaba su lengua comenzó a limpiar ese pie.
-Serias tan bueno de hacerme un masaje.
Ahora con sus manos le masajeaba los pies mientras que ahora metía en su boca los dedos, unos minutos después de terminar con ese pie, siguió el otro. Miro a Esteban con ojos suplicante para que siguieran con la parte que más le gustaba a al mulato. Una vez los limpio los pies de Esteban. El negro tomo con sus grandes y callosas manos el rostro de su futuro hijastro para besarlo como premio a su primer trabajo.
-Eres un buen niño.
Lo soltó y José siguió arrodillado. Esteban se levantó para bajarse los pantalones, dejando ver su ropa interior roja. José miro hipnotizado el gran miembro negro del hombre negro que había crecido, lo miraba como una paleta. Esteban tomo la nuca del niño para enterrarla en su sexo para que sintiera el olor, el niño no se movía con fuerza porque quería salir de su agarre, si no que la muy puta quería llegar más profundo. Lo alejo para bajarse su ropa interior, el hombre le salió una sonrisa perversa cuando vio al niño mirar su falo negro.
Eso le recordó mucho a la primera penetración de ese mulato, en su opinión toda primera penetración es importante recordar, llevar a la memoria siempre cuando un hombre acepta ser la hembra de un hombre más superior. Jose en ese tiempo era un principiante y tomaba ese miembro negro con sus manos después de haberlo tenido en su boca.
-Pequeña perra sexy…No puedes esperar a que te follaran, ¿eh?
Dice Esteban e incluso se sorprende a sí mismo por lo que sale de su boca, eso significa que su perversión estaba tan alta que no importaba. Es como si ya no pudiera decir cuáles son sus propios pensamientos. Como si parte de su mente estuviera siendo tomada por la voz en su cabeza que ve a su “sobrino” de catorce años e inmediatamente piensa en llenarlo, estirarlo y como las bestias más salvajes…preñarlo.
Es casi difícil para él admitirlo, pero ver sus gruesos dedos estirar el joven año de su chico, ve cómo la pequeña polla del mulato se contrae y la muy puta suspira de placer cada vez que sus paredes se estiran alrededor de sus dedos negros. Imaginarlo como si lo mirara lo que hacía desde la puerta lo hacía de repente es la cosa más caliente que Esteban ha presenciado en su vida. De hecho, tanto que es casi una tortura que su gordo miembro no esté ya profundamente empuñada y estirando ese agujero aún más.
-Esteban, me siento raro, creo que voy a hacer pichi.
Bajo sus gruesos brazos de latón, el chico tiembla. El negro silba y gruñe con los dientes apretados. No deja de follar con los dedos a José. Va aún más profundo, incluso más rápido.
-Espera.
Dice como si fuera la cosa más fácil del mundo antes de hacer una pausa por un momento, pero sin detenerse a tocar al chico cuando respira profundamente.
-Voy a sacar mis dedos ahora y luego cogerte, ¿me oyes? Voy a cogerte.
El en ese tiempo inocente mulato no sabía lo que ese anuncio quería indicar. Esteban ni siquiera saca sus dedos antes de que ya esté tratando de empujar la cabeza de su pene dentro de José. Lo toca con el mismo ritmo que antes y separa sus dedos para hacer una abertura lo suficientemente grande para su pene, no era suficiente, pero sería más fácil para él macho negro.
Mierda, Mierda, Mierda. Es José quien chilla al unísono con los gemidos del adulto cuando la cabeza de su pene estalla dentro de él, Esteban jura casi ver estrellas por lo apretado que el mulato se siente a su alrededor de su miembro. Esteban simplemente cubre la boca del hijo de la mulata que la que inicialmente estaba interesado, se sentía como el Colón de la perversión, esa mujer podrá tener lo suyo, pero ese niño, aparentemente lo estaba haciendo entrar y salir de su conciencia mientras observa sobriamente cómo su gran longitud desaparece lentamente cada vez más dentro de su niño lloroso.
– ¡Cállate la boca de una vez, puta! ¡Esto es bueno para ti!
Le dice en un tono autoritario, de esos tonos que usaban los capataces para gritarle. Esteban observa cómo las lágrimas de José empapan las sábanas y cómo la sangre comienza a salir lentamente de ese agujero mulato. Al hombre le toma unos momentos establecer finalmente un ritmo constante para embestir al chico, pero cuando toca fondo por completo, José ya se ha quedado completamente en silencio, con los ojos perezosos y la boca completamente abierta sin necesidad de que una mano la cubra. Completamente dominado.
Su polla es tan grande que hace que el estómago de José se abulte y hasta ya parecía disfrutarlo también. O al menos eso es lo que Esteban deduce por la forma en que la lengua de José sobresale de su boca. Como la de una perra cuando es penetrada por perro más macho de la cuadra.
-Mi perra. Sí, eso es lo que eres. ¿Te gusta ser la pequeña perra de papá? ¿Te gusta cuando te follo, José?
-S-sí… Sí, papá… Gracias, papá
Dice el mulato sin saber siquiera la mitad de las palabras que su macho está diciendo. Solo sabiendo que eso está deteniendo ese ardor agonizante en su interior que hizo que se metiera esa botella de Coca Cola. En este punto, tanto José como Esteban están tan perdidos en su propio placer enfermizo que el mundo a su alrededor casi se desmorona. En el momento final Esteban gruñe como el macho que se considera y suelta con cada chorro caliente de semen que se descarga en el menor su estrés contenido por el trabajo.
Y incluso actualmente cogían con esas mismas ganas de la primera vez, ambos amantes terminaban su acto perverso en el suelo. José sentía que otro poco de su inocencia se iba, algo que le encantaba el placer que le daba el negro es uno que nunca ha sentido en toda su vida, lo que le hace preguntarse si otros hombres podrían darle esos orgasmos que tuvo con Esteban. Ayudaba en el restaurante de su madre y había amado a muchos hombres en silencio, como también imaginado sus miembros fuera de las prisiones de esos pantalones y esas ropas interiores con agujeros. Todo su cuerpo tiembla, sus brazos y piernas ahora ceden a su macho una vez más, que cuando se acerca le besa apasionadamente, ya el paso de las cogidas hizo que al menor le guste el cosquilleo que le traía la piel donde comenzaba a crecer una futura barba. El agotamiento era tal que Esteban casi aplasta a José bajo su enorme peso y logra empujar su polla aún más profundamente dentro de su “hijo”.
-Te amo “nene”
Esteban escucha la tos ahogada de José debajo de él, siente esas salpicaduras de tos húmeda golpeando sus axilas sudorosas, se da cuenta de que el mulato todavía está atrapado debajo de él, tratando desesperadamente de salir de debajo del peso del negro, aunque el niño disfrutaba esa diferencia de tamaño.
Esteban usa rápidamente sus brazos para impulsarse del arriba nuevamente, observa todavía en trance como el agujero de su pequeño corría el semen. El negro se acerca a ese culo para comer sus restos de su esencia dejada, era el mejor banquete que hubiera probado. José gime de placer, pero se tapa la boca
Esteban volteo al mulato, luego lo volteo, se agacha para besarlo de nuevo, y callarlo con su enorme lengua metida en su garganta y agradecerle a su chico por todo el placer. Le toma un momento al negro recuperar algo de sentido de presencia nuevamente, como si le estuvieran quitando un velo que cubría sus ojos.
Y perdiendo todo el placer…ve como uno de sus compañeros había pasado su rostro por la cortina, viendo el acto con una sonrisa que Esteban conocía.
Continuara…
Hola.
Me llamo Kot, espero que les guste este capítulo, si quieren pasar un rato a hablar conmigo, me encuentran como:
@KotRays
Como sigue??
Gran relato… como continua?
Que gozada de relato. Así da gusto masturbarse, menudo calentón.
Excelente relato. Como sigue?
Como sigue? necesito mas…