Mi hija de 5 años es una puta
Tener sexo con mi hija es de lo mejor que me ha pasado.
Hola a todos, me presento, mi nombre es Willman y tengo 38 años estuve casado durante aproximadamente 12 años con quien fue mí exesposa, ella y yo nos casamos cuando teníamos 20 y 21 años respectivamente, nuestro matrimonio empezó bien, pero todo se terminó cuando ella quedó embaraza de nuestra hija Ivannia, mí exesposa odiaba la idea de ser madre, pero producto de un descuido en el condón, ella quedó embarazada, recuerdo que durante los 9 meses, ella solo se la pasaba discutiendo y enojada con migo por no haber colocado el condón correctamente, también me amenazó con abortar a la niña, pero la convencí de no hacerlo.
Cuando finalmente nació nuestra hija, ella firmó los papeles de divorcios y se desentendió de mi hija y yo, nos dejó de lado y rara vez recibe a nuestra hija en su casa o rara vez le manda dinero, cabe mencionar que soy yo quien tiene custodia total de la niña, ya que ella la rechazó. Por suerte, mí trabajo como instructor personal de autodefensa, me ha dejado bastante dinero, lo cual me permite mantener cómodamente las necesidades tanto mías como de mi hija, ella ha crecido bastante bien, contrato una niñera que se encarga de retirarla y dejarla en su jardín de niños, aproximante entrará en la escuela.
Cuando volví a estar soltero, no podía pasar un día sin sexo, algunas de mis alumnas de autodefensa se me insinuaban y con gusto me las follaba en su casa, mí auto o simplemente en los baños del local donde doy mis clases, también en ocasiones busco chicas que solo buscan sexo en bares o apps de citas, claro está que cuando no logro tener sexo, suelo masturbarme en mí cuarto durante la noche mientras mí hija está dormida y mantengo la puerta de mi habitación cerrada.
Un día, estaba masturbándome con una película por bastante buena, me gusta darme sesiones de masturbación bastante largas, entre 1 hora a 40 minutos, me gusta disfrutar de la película mientras me coloco lubricante o aceite corporal en mí pene y huevos. Pero no esperaba que la puerta de mí cuarto estaba entreabierta y mi hija estaba mirando, una vez eyaculé salí de mí habitación para bañarme, y mí sorpresa fue ver la puerta entreabierta y a mí hija levantándose del piso para regresar corriendo a su cuarto.
No quise detenerla, ya que me encontraba paralizado por lo que había ocurrido, me fui a bañar y por mí cabeza pasaban un sinfín de cosas, una vez que terminé de darme una ducha, fui a mí cuarto a intentar dormir, pero fue imposible, así que decidí sacar el clavo y hablar en ese momento con mí hija, fui a su cuarto y hablé con ella con respecto a lo que había visto, Ivannia estaba medio dormida y solo se me quedó mirando.
Le dije que lo que ella vio, es algo normal y que los hombres suelen hacerlo para divertirse un rato, ella solo me dijo que estaba bien, aproveché para decirle que no debía decirle a nadie sobre lo que había visto, y ella aceptó el trato. Pasaron unos 4 día desde ese momento y ella una noche mientras cenábamos me preguntó:
- Papi ¿Puedo ver cómo te diviertes esta noche?
Fue entonces cuando mí mente empezó a calentarse, no me había masturbado y tenido sexo desde hacía 4 días, sin pensarlo le dije que sí, pero fue algo muy rápido e impulsivo.
Terminamos de cenar y la llamé al cuarto, cerré la puerta y dejé la luz de la pantalla plana iluminando la habitación, fue entonces cuando le dije:
- Mi amor, recuerda que no puedes decirle nada a nadie, si lo haces, se llevarán a papá y nunca más lo volverás aver.
Ella me dijo claramente:
- Tranquilo papi, no le diré a nadie sobre cómo nos “divertimos”.
Fue entonces cuando le dije:
- No mi amor, esto no se llama “divertirse”, se llama “masturbarse”, es una sensación bien deliciosa, ¿Te gustaría que te enseñe cómo papi se masturba?
Fue entonces cuando ella me dijo que sí.
Una vez dejamos de hablar, puse una porno en la pantalla plana y me bajé los pantalones mientras ella miraba sentada en la cama, entonces le dije:
- Ok mí amor, vamos a comenzar.
Me desnudé por completo y dejé ver mí pene de 21cm totalmente erecto y lo puse frente a su carita, ella me preguntaba cómo se llamaba eso, ya que ella no tenía uno, le dije que se llamaba pene y ella tenía vagina, entonces le dije que me mostrara su vagina.
Mi hija se quitó su ropa y se puso de pie sobre la cama y me dijo:
- Mira papi, yo tengo esto.
Ver a mí hija desnuda me hizo sentir algo que ni en mis fantasías más sucias podría imaginar, fue entonces cuando saqué el aceite corporal y lo unté sobre su vagina y ano y mí pene, con una mano coloqué mis dedos en su vagina y con la otra me masturbaba, entonces le dije:
- Esto te gusta mi amor
Ella me dijo:
- Sí papi se siente raro.
No podía parar de tocarla como si fuera un juguete sexual, fue entonces cuando me dije, sabes qué, ahora voy ha hacer lo que quiera con ella, saqué mis dedos de su vaginita infantil y estrecha para sentarla en mí cama y coloqué mí pene en sus labios, le dije que abriera su boca, y poco a poco fue haciéndome el sexo oral, su boca es pequeña, por lo tanto no aguantaba todo mí pene, pero no me importaba, verla chiparme el pene me hizo sentir más excitado, al cabo de un rato, la acosté totalmente en la cama y abrí sus piernitas.
Tenerla acostada en la cama, me hizo querer meterle la lengua en su vaginita, le hice el amor como si fuera toda una mujer, recuerdo que ella hablaba y jadeaba, pero la verdad el placer no me dejaba prestarle atención, fue entonces cuando le dije:
- Quieres que te meta mí pene como a esa mujer que aparece en la tele mi amor
Ella me dijo:
- Está bien papi, pero ¿No me dolerá verdad?
Yo le dije que no, entonces en esa misma posición levanté sus piernitas y dejé ir mí pene dentro de su ano, ella dejó salir un pequeño grito de dolor, pero la verdad en ese momento no me importaba, yo solo quería follarla, ella empezó a llorar un poco pero solo me hizo querer follarle su culo con más fuerza, afortunadamente, ella dejó de llorar y empezó a disfrutar el sexo, lo cual fue un alivio, porque no me quería detener, su culo estaba delicioso, por lo visto a las edades tiene mucha elasticidad en ese lugar, siempre que levantaba mí mirada, la podía ver excitada y con su rostro entre confundido por el sexo y adolorido por mis envestidas, las cuales no eran tan fuertes.
Al cabo de un rato, saqué mí pene de su culo, dejé su ano abierto, era una escena hermosa, fue entonces cuando sentí curiosidad por su vagina, quería ver si podía follarla y aguantar mis 21cm, le dije:
- Mi amor ahora quiero tú vagina, esto te dolerá, pero no te preocupes demasiado
Ella me miró entre preocupada e intrigada, fue cuando me dijo:
- Papi, estoy casada y me duele mí culito, no siento mis piernas.
Entonces le dije que estaba bien y que pararíamos por esa noche (no me detendría, yo no había eyaculado todavía).
Fuimos al baño y limpie su ano y algunas gotas de sangre que salía de él, afortunadamente nada de lesiones graves se habían presentado, el lubricante evitó las lesiones en su bello culito, fue entonces cuando decidí terminar de follarla y reventar esa deliciosa vagina, la levanté coloqué el espejo del baño, justo al frente de nosotros, con mis brazos la sostenía y poco a poco fui buscando meter mí pene en su vagina, ella estaba preocupada y con sus manitas apartaba mí pene, entonces las sujeté y le dije:
- Tranquila mí amor, papi sabe lo que hace
Fue entonces cuando poco a poco fui colocando mí pene en su vagina, el placer que sentía a ver como entraba atreves del espejo, me hizo querer meterla de un solo golpe, pero afortunadamente pude medir mí placer, y solo dejé entrar mí punta del pene y unos cuantos centímetros, pero me bastó para sentir placer, estuvimos así durante unos 10minutos, ella solo sentía placer y yo también, esa vagina era hermosa, suave y apretada, sentía que mí pene estaba apunto de explotar, finalmente eyaculé en su vagina, fue una sensación de placer indescriptible, como padre, nunca te imaginas follar a tus hijas, es una sensación extraña, talvez solo otros padres que estén cometiendo incesto, sepan ese tipo de sensación.
Finalmente dejé salir mí pene de su vagina la pobre quedó roja y con un sangrado leve, no obstante, mi hija no parecía impactada, solo podía ver un líquido blanco salir de su vagina, le dije que era semen y es algo que sale de nuestros penes, luego de eso la abrace y la felicité por ser tan fuerte, no cualquier niña de 5 años tiene la resistencia para una sesión de sexo, duramos casi una hora con 20 minutos, nos bañamos y juramos que nunca le diríamos nada a nadie, ella estuvo de acuerdo y fuimos a dormir.
Desde ese día, ella y yo tenemos sexo cada vez su niñera se va de casa, rara vez salgo a tener sexo con cualquier chica, me siento satisfecho con mi hija, cuando su niñera se va de la casa, cierro puertas y ventanas y caminamos semidesnudos, yo sin pantalones o bóxer y ella sin bragas. Cuando la llamo a mí cuarto tenemos sexo anal y vaginal, ocasionalmente mientras estoy masturbando en con la computadora, ella es quien debajo de la mesa, usa sus manos para masturbarme y hacerme sexo oral.
Poco a poco, mí pene está entrando con más facilidad, su ano y vagina son míos, a veces jugamos a las escondidas o al lobo feroz, cada vez que logro atraparla, le doy una lamida de vagina y a la tercera atrapada, la follo en el sofá o en la mesa del comedor, también le pido que baile para mí en la sala de la casa, me muestra su vagina y se mete sus dedos en el ano, la tengo bien educada para complacerme.
Espero seguir teniendo sexo con ella por mucho tiempo más, me siento como el papá más afortunado del mundo, en casa tengo una hija puta y obediente.
Tener sexo con una mejor es lo más delicioso que hay. Son deliciosas, suaves y sensibles. Les encanta jugar y sentir placer. Mi hija lo disfruta mucho.
Eso suena muy bien. Me da envidia! 🫤
esta bueno, espero que sigas contando más
Uf rico relato eres un suertudo espero sigas contando más historias
Es lo más bonito que hay yo tengo a mi niña con gran placer y la disfruto todas las noches espero tu otro episodio
Yo quisiera tener una hija asiii sigue contando