Relato corto: El niño y su mandado.
Con 25 años, amo el exhibicionismo y esta es la primera vez que lo hago con un niño. Uno de 11 al que recogí en la carretera y se tragó mi leche por dinero..
Relato compartido por seguidor a través de Signal.
Hola, mi nombre es Armando y esto pasó a mis 25 años. Mido 1.88, soy moreno claro, delgado y con barba de candado formándose.
Me encanta el exhibicionismo, desde universidad lo practicaba cuando tenía tiempo. Me encantaba la adrenalina de masturbarme mientras la gente pasaba, me ponía calientisímo como, sobre todo hombres, se les ponía duro al verme y tengo un sin fin de historias sobre esta práctica.
Pero, esto es lo más morboso que he hecho.
Estaba terminando la carrera, trabajaba en provincia de viernes a domingo y el resto de la semana, estudiaba en CDMX.
Agarraba la carretera México-Querétaro y al salir de CDMX, pasando la caseta de Tepotzotlán, manejaba unos minutos más y fuera ropa, me desnudaba y me la empezaba a jalar. Siempre estaba atento al acotamiento, esperando encontrar a algún despistado con el que me pudiera exhibir. Ya me había pasado que encontraba desde vagabundos hasta mecánicos o traileros. A algunos les daba risa, otros se enojaban, otros se calentaban, en fin.
Un día; vi a un niño, de unos de 8 años caminando con una bolsita de plástico lleno de su mandado. Iba solito, solito por el acotamiento. Nunca me había exhibido con niños presentes, pero la calentura que llevaba esa mañana, era mayor.
Habrán sido no más de las 11 de la mañana y cuando lo vi a lo lejos, hice lo de siempre.
Arranqué el carro y me estacioné a unos 500mts delante, estacioné en el acotamiento y esperé a que pasara. Mi corazón temblaba, no estaba seguro, la calentura era grande, pero mis nervios definitivamente la rivalizaban.
Cuando el niño comenzó a acercarse, el miedo ganó y me coloqué el bóxer azul que había dejado reposado a mi lado, y por último, me puse la camisa sin mangas que llevaba aquel caluroso día. No quería que se espantara al verme desnudo.
Solo de imaginarme su reacción, traía la verga durisíma y el precum manchando mi bóxer.
Cuando el niño llegó a la altura de mi coche, bajé el cristal y lo llamé.
– Disculpa, ¿no sabes dónde queda el poblado «x»?
El niño era morenito, iba con unos pantalones negros de tela súper corriente, una camiseta blanca de un partido político. Pelito corto, medio chamagoso, rasgos un poco indígenas. Era delgado y posiblemente media 1.20.
Negó con la cabeza a mi pregunta.
– ¿Hace mucho calor, verdad?
Asintió tímidamente.
– ¿Vives lejos?
– A una media hora caminando. -respondió muy suavemente-.
– ¡A la verga! ¿te mandan tan lejos tú solito?
– Pues, solo es media horita y es temprano. Es que, por mi casa no hay tienditas.
– ¿Te echo un ride? Total, voy por ese lado, así no te asoleas. ¿Va?
Se veía indeciso, pero con pura labia lo logré convencer.
No avancé ni 50mts, cuando me volví a orillar. Con su mirada confundida, me quité toda la ropa nuevamente y mi vergota de 17cm sin circuncisión rebotó en mi entrepierna. La tenía durisíma y como dicen por ahí, a punta de sábila. Le dije que tenía razón, había mucho calor, todo mientras me masturbaba lentamente.
El niño me veía incrédulo. No despegaba su mirada de mi pitote lleno de precum. Pero, se veía más asustado que nada, intentó abrir la puerta del carro, pero ¡upsi! Tenía seguro normal y seguro infantil.
Le dije que si quería tocar, pero el niño ni hablaba, solo negaba asustado.
– No te voy a hacer nada. Solo agárrame la verga un ratito y ya.
Los ojos de ese putito ya estaban llenos de lágrimas. Negó con la cabeza y volvió a probar abrir la puerta, ahora ya sollozando.
Mi mente se nubló de la calentura. Lo tomé del brazo y lo jalé hacia mí, restregando mi verga en su pecho.
El niño se resistía lo más que podía, pero mi fuerza adulta era mayor.
Le restregué toda la verga por su cuerpo. Mi glande rozaba sus mejillas, boca y nariz. Comencé levantar mi pelvis, punteando su rostro con mi verga y dejándole en el camino, mis gotas de precum por el rostro.
Cuando sentí que se rindió, lo solté y se reincorporo a su asiento sollozando.
– Mira, niño. Si te dejas hacer un juego con mi verga, te doy 500 varos para ti solito.
Tomé mi cartera de la guantera y le ofrecí el billete.
Dejó de llorar y miró fijamente el billete, con los ojos bien rojos y las mejillas llenas de lágrimas.
Se veía un niño humilde, así que tal vez era su primera vez viendo un billete tan grande.
– Solo acaricia y lame mi verga, no te haré nada más. ¿SÍ o se lo doy a otro niño y te bajo aquí?
El niño miró por la ventana y nuevamente al billete.
– Ok… -dijo casi susurrando-.
Le señalé que se acerque y comenzó a cooperar.
Tomé mi tronco y le pedí que chupara. El niño tomó mi verga y comenzó a masturbarme, después lamió mi glande, ocasionando que me estremezca. Era torpe, se notaba que era la primera vez, no quería metérselo a su boca, solo usaba su lengua.
Le pedí que abra la boca y comencé a embestirlo levantándome de mi asiento. Él tenía la boca completamente abierta, ya que por sí misno no era capaz de meterse mi pito. El niño, a veces se ahogaba y se retiraba para tomar aire.
Ni la mitad de mi verga entraba en su boquita, pero era suficiente la calidez y humedad de su interior, para que mi verga se siguiera llenando de lechita.
Como su mamada era muy torpe, le pedí que mejor lama mi tronco y mis huevos, mientras yo me masturbaba.
Sentía su lenguita por toda mi entrepierna. El niño hacía todo lo que le pedía, sentía su respiración en mi vellos cada que se inclinaba a lamer mi tronco.
Tenía todos los huevos llenos de su saliva, sentía las gotas resbalar sobre mi vello recortado.
Neta, no mamen la sensación de tener una boquita pequeña dándote una mamada. Tal vez hayamos iniciado un poco brusco, pero ese niño lamía con ganas. Sean por los 500 pesos o por mero gusto, cualquiera que viera lo que pasaba en mi auto, definitivamente diría que ese niño era una futura putita.
Los carros seguían pasando a toda velocidad sin mirar que en el carro estacionado, un niñito le estaba oegabdo una mamada a un vato por dinero.
Mientras me seguía masturbando, mi putito lamía cada uno de mis huevos cargados de leche. Con su lengua completamente fuera, lamía de mi escroto a la punta de mi glande, ocasionando que me revuelva en mi silla de la excitación.
– ¿Te gusta la verga, putito? -Le pregunté mientras le daba vergazos con mi glande en su mejilla-.
El niño únicamente asentía.
Tomé su cabecita un poco brusco, y lo restregué por toda mi verga, hasta que la presión de su piel me lastimara la verga.
Me sentía tan vivo.
Lo tomé nuevamente y hundí su rostro en mi vello púbico. Ese día estaba caluroso, así que lo más seguro es que oliera a macho sudado. Le ordené que huela, y sentía su respiración calientita en mi cuerpo, mientras suspiraba aquel olor de macho.
Mi verga escupía gotas y gotas de precum por la uretra. La excitación era tan grande, que mi verga estaba completamente lubricada del líquido preseminal. Con un dedo tomé el líquido, que estaba espeso y escurría por mi dedo.
– Abre la boca, putito. -ordené-.
– ¿Qué es eso? -preguntó el niño-.
– Abre.
Sin rezongar más, abrió su boca e inserté mi líquido por toda su lengua, mientras jugaba con su boquita.
– No sabe a nada. -dijo con una sonrisa-.
– Ahorita te regalo más.
Mi verga estaba a reventar. Así que masturbé con más velocidad, hasta que la excitación de sentir la lechita concentrarse en mi glande pudo conmigo. Ordené que abra su boca y el tremendo putito, sin chistar abrió grande.
Chorros de semen volaron a la boquita del niño, cuando él probó los primeros, rápido cerró la boca. Los chorros restantes cayeron en su mejilla y frente.
Sin tragar, hizo una cara de asco.
– Sabe feo. -reteniendo mi leche en su boquita abierta para no tragar aquel liquido-.
Por más que intenté que lo probara tragando, de negó.
Así que tomé mi boxer y escupió los chorros de mi corrida en él, además lo usé para limpiar los restos en su rostro.
Lo jalé hacía mí, le di un beso de lengua, al que se resistió un poco, pero yo me di me festín.
Le dí el billete y sin mediar palabra conmigo, el niño tomó su mandado y se fue. los ojos super abiertos. Ya te
Yes12098 en Tl, únicamente para experiencias y evidencias. Además tenemos grupo en signal dedicado al perfil.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!