A los 10 años mi papá me inicia

Y pensar que mi papá me desvirgó y me heredó sus fetiches..
Contaré el como es que termine siendo un putito a mis 10 años, está anécdota es totalmente real.

Vivía con mi papá, un hombre que trabajaba de policía, de piel morena clara, cabello negro, 1.80 de alto, tenía un buen físico a sus 36 años y muy cariñoso siempre.

Yo por otro lado teniendo 10 años apenas, midiendo 1.40, de piel morena clara, cabello negro y siendo delgado con un culo grande gracuad al ejercicio que hacía con el equipo de fútbol y las clases  de natación.

Vivíamos solos ya que mi mamá había muerto cuando tenía 6 años, mi papá se habia hecho cargo de mi totalmente después de ello, trabajando por las mañanas mientras yo estaba en la escuela, por suerte en su trabajo le permitían el estar fijo en un turno para poderme cuidar ya que realmente la familia de mi papá era de un pueblo algo alejado de la ciudad y la familia de mi mamá no nos hablaba después de la muerte de mi mamá, como si se hubieran olvidado que existiamos.

Mi papá se hacia cargo de todo y parecía estar bien, pero un día su actitud y comportamiento empezaron a cambiar conmigo, siempre que llegaba a la casa me daba un abrazo y queria que viéramos televisión.

Ahora cada que llegaba a casa, se encerraba en su cuarto y duraba un largo rato ahí adentro, cuando salía del cuarto, salía solo con ropa interior, se paseaba frente a mi sin pena, dejándome ver el bulto grande que se le formaba enfrente.

Después de un rato me empezaba a acercar su bulto cerca de la cara cuando se paraba a mi lado, se frotaba su paquete con su mano sin pena y podía sentir cómo se empezaba a erectar.

Eso era lo máximo que hacía, hasta el día que empezó todo.

Había salido de vacaciones ese mismo día, tenía más de 2 meses y medio de vacaciones para poder descansar, mi papá me había ido a recoger a la escuela para regresar a casa. Al llegar a casa, entramos a la casa y apenas entramos, mi papá me empezó a desnudar a la fuerza dejándome solo con una trusa azul puesta, el también se empezó a desnudar frente a mi quedando en una trusa ajustada verde.

Tomo mi mano con la suya y la puso sobre su bulto para empezar a frotarse con mi mano.

Sentía como crecía su verga poco a poco, soltó mi mano y me dijo: – no dejes de mover tu mano.- mientras el solo cerraba los ojos y dejaba que yo le siguiera masajeando su verga.

Cuando su verga estaba toda erecta, quitó mi mano de su verga, me hizo dar la vuelta y seguirlo a su cuarto.

Ahí en su cuarto, cerró la puerta, me ordeno acostarme boca abajo en su cama mientras el buscaba cosas.

Escuchaba que abría cajones, que salía del cuarto y regresaba. Sentí como se acercó hasta tomar mi trusa para empezar a jalarla y así romperla dejando mi culo a su vista. Quito todo lo que había quedado de la trusa para después sentir como algo delgado empezaba a subir por mis piernas hasta esconderse entre mis nalgas.

Me hizo levantarme de la cama para verme, pude ver aquella tanga morada que me había puesto miéntras su mirada me veía cada rincón sin pena.

Bajo sus manos hasta mis nalgas y empezó a moverlas y apretarlas, soltaba una nalgada de vez en cuando haciendo que me sorprendiera con eso. Sin quitar sus manos de mis nalgas empezó a arrodillarse hasta que su boca quedó a la altura de mis pezones los cuales no dudo en chupar, lamer y morder mientras con sus manos seguía jugando con mis nalgas, sacando el hilo de enmedio de ellas y apretandolas.

Dejó mis pezones en paz y me dió la vuelta, haciendo que mi culo quedará frente a el, sentí como su lengua empezaba a jugar con mi culito, mientras yo le decía que se detuviera aunque la sensación me gustará.

Separo su cara de mis nalgas y dijo: – como se te ve rica esa tanga, te ves bien putito-.  Dijo mientras se empezaba a levantar del suelo, me levanto de la cama y me volteo para quedar frente a su verga y luego me tomo por la cabeza y me la empezó a restregar en la cara mientras escuchaba sus gemidos de gozo.

Me separó de su verga para luego bajarse su trusa y dejarme ver su verga enorme liberarse totalmente. – abre la boca que vas a aprender a mamar una verga-. Dijo mientras con su mano me abría la boca para meterme su verga hasta la garganta y empezar a cogersela mientras yo trataba de agarrar aire.

Logré quitarme mientras tocia con fuerza, el  se hizo hacia atrás unos pasos viéndome en todo momento de arriba a abajo, se empezó a masturbar mientras veía como me levantaba del suelo.

– papá me estás asustando-. Le dije tratando de no llorar, el paro de masturbarse y de el peinador tomo un foco que estaba ahí junto a un encendedor, empezó a calentar el foco y pego su boca jalando todo el vapor del foco y luego soltandolo.

Se empezó a acercar a mi mientras seguía calentando y jalando el vapor hasta que me tomo de la cara y pego sus labios con los míos y dejo pasar el vapor de su boca a la mía haciendo que tociera por la cantidad de vapor y por el sabor amargo que tenía.

Lo volvió a hacer pero me dijo que cuando se separara de mi, que soltará el vapor inmediatamente, hice caso a lo que me dijo y ahora no me dió tos.

Lo repetimos varias veces hasta que dejó el foco en la cama y empezó a tocar todo mi cuerpo con sus manos pero ahora no me resistía, me sentía muy agitado y con calor, y cada que me tocaba quería tocarlo también. Llevo una de sus manos a su boca y chupo el dedo dejándolo lleno de baba, con su otra mano abría mis nalgas dejándolo ver mi culito, sentí su dedo lleno de saliva dar vueltas en mi culo para después sentir como empezaba a entrar dentro de mi.

Sentia su dedo entrar y salir de mi mientras yo soltaba gemidos porque me dolía pero después de un momento se pasaba el dolor.

Saco su dedo y me dió a fumar a mi directo de el foco, después de un rato que ya estaba muy caliente, me dió vuelta y me empezó a frotar su verga en mis nalgas mientras se escupía la cabeza.

Sentí como movía el hilo para acomodar su verga en mi culo hasta que empezó a presionar metiendo su cabeza en mi culito virgen, yo quería gritar porque el dolor era enorme ya que estaba bien gruesa su verga pero el me tapo la boca y siguió metiendola mientras me salía una lágrima de uno de mis ojos.

Le pedía que la sacará pero el seguía metiendo la hasta que sus huevos toparon con mis nalgas, no se espero a que me acostumbrara y empezó a moverse rápido haciéndome gemir de dolor un momento hasta que el dolor fue pasando y el ya entraba y salía de mi culo sin problemas.

-ya te entra como si nada cabron-. Dijo mientras metía su verga en mi. -te está gustando verdad putito?-. Me dijo a lo que solo asenti con la cabeza gimiendo de placer, el puso sus manos en mis pezones y los empezó a apretar haciendo que gimiera más por eso.

Aumento el ritmo de su cogida hasta que sentí como metió lo más que pudo su verga en mi y se quedaba quieto suspirando fuerte.

-ya te deje todo mequeado-. Dijo mientras sacaba su verga de mi poco a poco hasta recostarse sobre la cama un rato, yo me acosté boca abajo sobre la cama y solo sentía como ponía su mano en mis nalgas y las movía.

– te dolió mucho que te cogiera?-. Me preguntó.

-al principio pero ya después se me quitó el dolor y me gustó-. Conteste mientras con una de mis manos me bajaba la tanga para quitarmela.

-te comiste 20cm en tu primer cogida, si que tienes un culo tragón-. Dijo dándome una nalgada para después sentarse en la cama y ponerse a fumar a mi lado.

– ahora que ya te rompí el culo, van a empezar a llover te vergas de todos lados, y yo quiero saber cada que cojas con quién sea, para que me cuentes todo.

Yo asenti y me pare de la cama para ir a limpiar todo los mecos que bajaban por mi pierna.

Mi papá había salido un momento al portón porque un vecino hablaba para pedirle un favor y luego regreso.

-mañana por la mañana vas a irte a trabajar con el señor Ramón en lo que yo no estoy aquí en la casa.

Me comento antes de volverme a poner en cuatro y cogerme otro rato más.