A los 6 años, empecé…CAPITULO VII
El abuelo, papá y mis hermanos..
Ese domingo, no sabía como iba a hacer para volver a esconderme en el armario de la habitación ni tampoco, si mi padre se atrevería de nuevo a follar a mi hermano como el día anterior.
Estaba muy excitado viendo las horas pasar y esperando que llegara la hora del tratamiento de mi hermano Miguel. Mientras tanto, me venían mil preguntas a la cabeza.
¿Por qué fue tan fácil meterle a mi hermano en el culo cuatro dedos y el rabo grueso de papá sin casi quejarse?
¿Su ano era más grande que el nuestro desde siempre? y ¿Por qué le gustó a papá lamerse el dedo cuando lo sacó del culo de Miguel? ¿También papá era un cerdo como yo?
Se me ponía dura de pensar en todas esas preguntas.
Esa tarde, mi hermano el 2º, Nono y mi hermana Berta iban al cine con unos amigos y mamá como cada domingo, visitaba al padre de papá, osea, mi abuelo. El vivía a solo dos manzanas de nosotros. Mi abuelo estaba viudo y ya era bastante mayor, 83 años. Se le olvidaban la mitad de las cosas y aveces, amanecía en la cama meado o peor aun, se había hecho caca, por lo que dormia con un pañal enorme. Ella iba todas las mañanas a limpiarle y prepararle comida. A pesar de esos inconvenientes, seguía manteniendo muchos momentos de lucidez. Era alto y bastante delgado, orejas y nariz bastante grandes para su cara, en general, sus extremidades eran largas así como sus manos y pies.
Aun mantenía una atrayente luz en sus ojos verdes y un pelo blanco bastante tupido que le gustaba llevar estilo militar.
Mamá – Vamos, dile a Marco que salimos en 10 minutos.
Nooo. Yo no quería perderme el tratamiento de papá con Miguel pero por más excusas que inventé, no conseguí quedarme en casa.
Llegamos a casa del abuelo. Se había metido en la cama después de comer.
Mamá – Ya en la cama?, vamos levántate que tengo que cambiar las sábanas.
Mi abuelo sale de la cama y no llevaba su pañal puesto.
Mamá – Anda, ve al baño y siéntate un rato en la taza mientras termino aquí. Carlo, ve con el para que no le pase nada.
Buf, que coño iba a hacer yo con mi abuelo allí sentado.
Le acompañé, y él, como si estuviera medio sonámbulo, se bajó el pantalón del pijama y se sentó.
Woww.. le estaba viendo su polla colgona y medio morcillona con sus huevos largos y más colgones aun, delante de mí. Se empieza a quitar la camisa del pijama y se queda totalmente desnudo sentado en el wc.
Que maravilla de escena. Mi corazón estaba desbocado estando de pie a solo medio metro de él!
Abu – Anda bonito, ven siéntate con papá.
Yo – No puedo abu! Te voy a molestar.
Como iba a sentarme sobre él con mi madre en la habitación de al lado?!
Entonces, veo que se agarra su polla morcillona, se reclina sobre la cisterna y comienza a mear apuntando su glande hacia él! Se mea el abdomen y el pecho e intenta atrapar con su boca algún pequeño chorro de sus meos. Joderr!! Y lo hacía como si yo no estuviera allí!
Abu – No quieres hacer pis? – me dijo muy tranquilo.
Yo tenía mi pito a punto de explotar! Sin pensar, me lo saqué y empecé a mear sobre él. Total, ya estaba empapado en sus meos!. Le meé sus manos y su verga, bajé por sus piernas hasta mear bien sus pies y volví a subir hasta su abdomen y pectorales. Él se restregaba nuestros meos por todo el cuerpo y con su mano iba recogiendo lo que resbalaba por su cuerpo y lo sorbía con la boca. Parecía hipnotizado! Me cogió del brazo y me acerco más. Ya solo a unos centímetros de el, me agarro la polla con su mano larga y huesuda y comenzó a pajearme a una velocidad inaudita! Joder, iba a correrme en segundos!
Y cuando me llegaron los primeros espasmos, se inclino y metió mi pene en su boca bebiendo toda mi leche como si fuera su merienda! Woooww! Que corridón! Mi abuelo me acababa de hacer una mamada lleno de meos.
Con el corazón a mil, me limpio rápidamente con una toalla y salgo del baño corriendo.
Mamá – ¿Qué tal el abuelo?
Yo – Se ha hecho pis encima.
Mamá – Joder! Que mierda! ¡¡¡Miguel!!! ¡¡Meteté en la ducha!!
Yo – Yo le ayudo para que no resbale.
Mamá – Ayy, gracias hijo. No te importa? Estas cosas no son para niños.
Yo – Que va! Yo le ayudo!
Fui corriendo al baño y allí seguía sentado en pelotas. Puse la ducha y cuando el agua ya estaba caliente, le cogí del brazo y le metí en ella. Dentro del plato de ducha tenía una silla blanca con un agujero en el centro.
Uff. Tenía todo su paquetón meado frente a mi cara y que más daba, él acababa de mamarme la polla y tragarse mi leche. Antes de sentarlo, aun de pie ante mí y ya dentro, agarré su rabo y tiré de su piel, descubriendo su blanco y grueso glande, olía a meados y medio en éxtasis, me lo metí en la boca y empecé a mamar.
Su verga crecía dentro de mi boca, era muy parecida a la del padre Manuel. Incluso sus pezones eran similares, muy grandes para un hombre pero maravillosos para mamar y jugar con ellos.
Mi abuelo no decía nada, parecía un muñeco al que le podías hacer lo que quisieras!
Yo me desnudé y me dejé los calzoncillos puestos por si entraba mi madre que solo pareciera que le ayudaba y no quería mojarme la ropa.
Empecé a enjabonar todo su cuerpo. No terminaba nunca de recorrer todo el. Empecé a jabonar su larga polla morcillona y sus cojones hasta llegar a su ano. Era tan facil con esa maravillosa silla con el asiento agujereado! Me estaba volviendo loco! Él abría sus piernas mientras le pasaba mis dedos por el culo y no pude resistirlo! Le metí dos dedos con cuidado y él, sonrió sin mirarme. Empezó a mover su culo para insertárselos mejor y su cara ya era de placer. Yo volvía a tener la polla como una piedra y la suya iba creciendo por segundos!
Que más bello paraíso hubiera podido imaginar! Ahí estaba yo, metiéndole a mi abuelo tres dedos ya, en su culo arrugado con nuestras pollas tiesas.
No podía arriesgarme más, me puse de rodillas entre sus piernas y empecé a mamar ese pedazo de rabo hasta ahogarme, el empezó a follarme la boca sujetándome la cabeza con sus manazas.
Si, abu!! quiero todo en mi boca!! Siento un chorro caliente en mi garganta que me hace toser y sacar su rabo! Estaba meando de nuevo! Uff.. empecé a beberme sus meos, más fuerte que los de papá o el padre Beltrán y mas amarillo, quería se el cerdo de abu!!
Sin haber terminado de mear, se agarra la polla y se masturba igual de rápido y enérgico que me masturbó a mi y en unos segundos, echó un chorro de leche que le llegó a la boca, el segundo tenia que estar en la mía. Me agaché y me tragué su rabo con el tiempo justo de sentir su segundo disparo en mi garganta y un tercero y un cuarto!
Me salia la leche por las comisuras pero antes de que cayeran al suelo, me levanta por mentón y me mete la lengua en mi boca, chupando y absorbiendo toda la leche que me quedaba en ella. Diosss! Estaba morreando a mi abu con su lefa!
Abu – Ay Miguelín! Eres mi favorito!
Miguelín!!, joder!! Miguelín era como llamaba a mi padre!! Con media taquicardia encima, me vinieron mil preguntas más a la cabeza! No atinaba a hacer nada, tenía que salir de esa bañera antes de que apareciera mi madre!
Pasé rápidamente agua por encima de los dos y el no paraba de agarrarme como queriendo más y más.
Yo – Abu!! Ya! Para!
Parecía que le habían desconectado parando de inmediato.
Logré secarme mientras le arropé a él con una toalla enorme. Me vestí sin el calzoncillo que lo tenía empapado. Sequé a Abu, y le puse a duras penas un pijama limpio.
Mamá – Ya está hijo? Ay que maravilla que hayas podido. No sabes que peso me has quitado de encima, mi rey.
¿Peso? Ufff.. yo quería venir todos los domingos! Si esto fue la primera vez, cuantas cosas podría hacer con Abu estando solos!
Era tan feliz que ni me acordaba del tratamiento de mi hermano mayor!
Mamá – Carlo, amor! Ven un momento. Hijo, te importaría acercarte a casa y traer la crema del abuelo que olvidé encima del aparador?. No se donde tengo la cabeza, que pena!
Yo – Claro! Voy corriendo!
Marco – Yo también voy!
Mamá – No, tu quedas conmigo recogiendo todo esto. – y dirigiéndose a mi -¡Gracias, amor, eres un ángel!
No lo podía creer! Me acababa de dar la excusa perfecta para llegar a hurtadillas e intentar saber si papá ya había empezado con el tratamiento de Miguel.
De camino a casa no para de elucubrar, ¿por qué me llamó Miguelín? Y por qué dijo que era su favorito? ¿Entre quienes? Mi padre tenía dos hermanos mayores que el. No estaría hablando de mis tíos! Ufff… debía descubrir esa historia pero me tranquilizaba saber que ahora podría tener ocasiones para tener respuestas.
Llegué a casa jadeando de la carrera que me había dado y tuve que recuperar el aliento para intentar abrir con la llave sin que me oyeran entrar.
Logré hacerlo sin ruido. Me fui acercando a la habitación muy despacio y ya se escuchaban unos ruidos. La puerta estaba abierta unos centímetros y allí estaban, como imaginaba, mi hermano mayor a cuatro patas sobre la cama y mi padre, insertándole su rabo grueso por el culo. Lo extraño era, que esta vez los dos estaban completamente desnudos!
Dios, que maravilloso momento! Estaba follándose a mi hermano como un animal y los dos gimiendo como perras en celo.
Papá – Así, así, toma, campeón!
Miguel – Si, papá!! folla a tu macho! Fóllame, fóllame!
Joder! Ahora mi hermano sabía que le estaba follando y no como la primera vez que pensé que le engañó!
Mi hermano se sacó la polla de mi padre y se cambió de posición, se puso boca arriba tumbado en la cama. Por fin pude ver su rabo duro como una piedra! Era casi idéntico que el de papá!
Miguel – Ven papá!
Mi padre se subió a la cama y sentándose sobre Miguel, se clavo su polla de acero de una sola sentada! Joderrr! Papá se estaba follando el culo con el pollón de su hijo! Subía y bajaba cada vez más fuerte!
Papá – Ufff.. clávala bien, hijo! Clávala entera!
Miguel – Abre ese culazo rico, papá!
Papá – Fóllame!, Fóllame! – mientras le daba dos bofetadas sonoras en la cara a Miguel!
Miguel – Si cabrón, dale!
Y mientras follaban como bestias, se daban bofetadas en la cara y el pecho el uno al otro.
Miguel – Papá!, papá! Me corro!
Papá – Córrete, cabrón! Llena el culo de papá! Llénalo!!
Miguel – Ahgggggggg… siiiiiiiii! Toma, toma!!!
Papá.- Joder hijo, si!!
Cabalgo el rabo de mi hermano un rato más después de haberse llenado el culo de leche y…
Papá.- Me toca, me toca!!
Miguel.- Papá, dámelo, dámelo!!
Se sacó el rabo de Miguel del culo y se acerco a su boca. Uff. Miguel empezó a mamar la enorme corrida de papá sin dejar nada, mamaba como un poseso y en el ultimo empujón de mi padre, le metió el pollón hasta el fondo y se lo dejo hundido en la garganta unos segundos hasta que Miguel se quedo sin aire y tosió, echando una mezcla de babas y leche sobre su pecho.
Papá comenzó a morrearlo como dos amantes en su primer encuentro. Daban vueltas sobre la cama agarrados como dos luchadores grecorromanos sin separar sus bocas. Yo con mi polla fuera, observaba ese momento de éxtasis y lujuria hasta que sin ser consciente de ello, me empecé a correr manchando la puerta de la habitación.
Ellos paran de revolcarse y veo a mi padre tumbado sobre Miguel abrazándolo con su brazo derecho y apoyando su cabeza sobre el pectoral de mi hermano. Seguían agarrándose los rabos el uno al otro mientras su respiración comenzaba a estabilizarse.
Mi padre limpiaba con su dedo algo del glande de Miguel y se lo llevaba a la boca para chuparselo.
Papá.- Uhmmm.. que rico! Ya me darás más.
Miguel.- A ver tu? – limpiando algo del glande de papá. – ufff.. también la tuya está muy rica!
Papá.- A ver? – y se comieron las lenguas como pasándose dos caramelos el uno al otro.
Papá.- Quiero comer todo lo que salga de tí, campeón.
Miguel.- Y yo de tí, papá! – y continúan morreándose.
Miguel.- Papá, sabes?
Papá.- El qué?
Miguel.- Los gemelos se esconden en la habitación a hacer guarradas. Jajajaja.. creen que no lo se.
Papá.- Guarradas?
Miguel.- Bueno, guarradas, no. Se chupan, se meten un dedo en el culo, se corren en sus bocas pero lo que más hacen es mearse en la bañera el uno al otro.
Papá.- No jodas!, ya? Jajaja.. pues si que han empezado pronto.
Miguel.- y no se por qué me da, que Carlo está siendo muy especial para el padre Beltrán.
¿Como cojones podía saber tantas cosas!? Odiaba que mi hermano mayor siempre tuviese información de todo! Pero de eso?. Lo de la habitación con Marco lo entiendo pero lo del padre Beltrán. Creo que solo lo imaginaba, eramos muy precavidos como para que lo supiera seguro.
Comencé a salir muy despacio de casa y fui a buscar a mamá y a Marco. Que maravilloso domingo!
Había encontrado la posibilidad se mucho más sexo con hombres adultos y además, de la familia!
Mi abuelo sería mi juguete secreto y con suerte, muy pronto podría sentir el sabor del ano sudado y sucio de papá y tendría su rabo gordo clavado en mi culo follándome como a mi hermano Miguel!
Llegué a casa de mi abuelo y mamá ya había terminado de recoger.
Abu.- Os vais ya?
Mamá.- Si, Abu. Vamos a buscar a los chicos al cine.
Abu.- Que pena. Un ratito más.
Mamá.- No, imposible.
Yo.- Mamá, podemos quedarnos Marco y yo un ratito más?
Mamá.- Ay, no se.
Abu- Si, mujer, déjales un rato más que me hacen mucha compañía.
Mamá.- Bueno. Pero no seáis pesados ni montéis jaleo.
Yo.- No, no.
Marco.- Pero yo me aburro!
Yo.- No te aburres! Ya verás – mientras pensaba excitado que pasaría cuando mamá se fuera.
Mamá.- Bueno venga. Una hora y después a casa.
Yo.- Vale!!
Allí nos dejo con el abuelo en pijama sentado en el salón, mi hermano enfadado, refunfuñando y yo pensando como iba a empezar a jugar con abu de nuevo.
Ese domingo, corría el viento sur y haia mucho calor para ser finales de mayo así que, ese fue mi primer movimiento.
Yo.- Ufff que calor, abu! Puedo quitarme la ropa?
Abu.- Claro, hijo.
Yo.- Desnúdate – dirigiéndome a mi hermano-
Marco.- Qué?!
Yo.- Hazlo, abu quiere jugar a lo nuestro. -dije en voz baja-
Nos quedamos totalmente desnudos en el salón.
Abu.- Uyy.. que bien, los dos desnuditos! Venid con el Abu.
Nos pusimos uno a cada lado, ya teníamos nuestros pitos duros y a Marco se le iba a salir el corazón por la boca.
Yo.- Abu, tu no te desnudas?
Abu.- Claro, me ayudas?
Comencé a desabrochar los botonos de la camisa y le dejé al descubierto sus pecho con sus grandes pezones. Comencé a mamar de su pezón y mirando fijamente a los ojos a Marco el empezó a mamar del otro. Era maravilloso tener ese pedazo de carne en la boca!
El nos ponia sus manazas sobre nuestras cabezas para que no dejáramos de mamar y mordisquear su pezones. Yo empecé a tirar de él como hizo el padre Beltrán al padre Manuel.
Abu.- Siii.. tira fuerte, amor!!
Marco, todo lo empezaba a hacer por que me seguía, sin pensar si le iba a gustar o no, así que, comenzó a tirar del otro pezón con fuerza.
Abu.- Siiii, siii, más fuerte!
Como sabía, a Marco le encantaba todo lo que descubría conmigo porque hasta en eso, eramos iguales aunque, él tardaba más en averiguarlo.
Mientras mordíamos sus enormes pezones, el se bajaba el pantalón del pijama dejando libres esa bolsa enorme de carne que contenía sus cojones y esa preciosa y larga polla morcillona. No tenía nada de vello en su cuerpo! Lo tenía totalmente limpio de pelo excepto su maravilloso pelo canoso en la cabeza.
Nos cogió por la nuca y juntó nuestras bocas con la suya. Metía y sacaba la lengua llena de babas que comíamos entre Marco y yo era flipante estar morreando los tres juntos. En medio de ese morreo húmedo, siento la mano de mi abuelo bajando hasta mis nalgas y rebuscando con su largo y huesudo dedo mi agujero.
Observo atentamente y veo que está haciendo lo mismo con Marco que mueve su culito como queriéndose encajar el dedo de Abu en su ano.
Empezamos a movernos los dos, ansiosos de sentir ese dedo largo dentro del culo!
Mi abuelo quita sus manos para echar un gran lapo de su boca en ellas y vuelve a nuestros culos para pringarnos de sus maravillosas babas.
Sigue morreándose con nosotros y por fin, inserta sus dedos en nuestros culos al mismo tiempo.
Yo, Marco.- Aggggggg!!
Abu.- Muy bien, meterlo entero, entero!
Subíamos y bajábamos como locos para notar el final de ese dedazo dentro de nuestro culo. Era maravilloso follarnos al unisono con los dedos de Abu.
Después de un rato en esa posición, sin sacarme el dedo de Abu del culo, bajé para meterme su rabazo en la boca que aunque no estaba duro, había aumentado de tamaño, sobre todo de largura y descansaba solida sobre sus huevos. Agarrada con mis dos manos no era capaz de cubrir su tronco. Mi hermano me acompaño y puso sus dos manos en ella. Ufff madre mía!! Las cuatro manos! y de ellas salia esa preciosa cabeza rosada de la que emanaba un hilo grueso de liquido preseminal!
Comenzamos a mamarla juntos mientras él seguía follándonos con sus dedos y bebíamos su liquido transparente a la vez que llenábamos sus cojones de babas. Íbamos intercambiando ese cabezón de una boca a otra y él se iba abriendo de piernas dejando que pudiéramos llegar con nuestras manos a su ano liso y grande como un coño, lo tenía húmedo por lo que sin esfuerzo, pude meter de golpe tres de mis dedos y sentir el calor y la humedad del interior.
Abu.- Waaaa, si, amor! Folla a tu papi! – cogiendo mi mano y empujándola aun más dentro de él.
Abu.- Tu también peque! – cogiendo la de mi hermano e introduciéndosela junto a la mía.
Ufff..que maravilla! Como tragaba el culo del abuelo! Mientras clavábamos cuatro dedos cada uno el volvió a nuestros culos para esta vez, meternos dos dedos a cada uno.
Yo.- Siiii, Abu, te quiero! Mételos más!!
Marco.- Y a mi, Abu!!
Abu.- Ufff mis niños!! que feliz me hacéis! Quiero tocar cada día la caca de mis niños!
Como podía gustarme tanto el cuerpo de ese hombre de más de 80 años donde todo colgaba de él!
Y mientras mi hermano se metía su rabo en la boca para mamar, el abuelo, comienza a gemir como un verraco y le llena de leche toda la boca a Marco. Yo bajo corriendo para probar esa leche de abuelo y se la quito a mi hermano de la boca para insertarla hasta mi garganta! Me inundaba con su lefa mientras mis dedos tocaban en lo más profundo de su culo un pedazo de mierda dura.
EXPLOTÉ!!!
Me corrí al sentir ese trozo dentro de él y para cuando quise incorporarme después de recobrar el aliento con la polla de mi abuelo aun mojada dentro de mi boca, vi a mi hermano, de pie en el sofá dándole su leche en la boca a Abu que empezó a tragar dejándose un poco que soltó suavemente desde su boca a la mía en un lapo largo y viscoso. Era el Nirvana! El abuelo, cerdeando con sus dos nietos pequeños como si hubiéramos follado así toda la vida!
Nos quedamos acurrucados en él unos minutos mientras nos besaba y acariciaba todo el cuerpo.
Nos lavamos, nos vestimos y nos despedimos de él con un beso en el que volvimos a intercambiar nuestras babas con las suyas.
Solo deseaba que fuera lunes para encontrarme con el padre Beltrán y contárselo todo!
CONTINUARÁ…
No dudeis en dejar vuestros comentarios, que hace mucha ilusión!
Amo tu morbo, tu historia, la manera como la cuentas… Me haces saborear, oler, tocar… UFFFF… Me llevas al Nirvana mismo y a la vez me pones a arder entre las llamas del infierno…
Pues tu no te quedas atrás con los tuyos! Gracias, amigo mío!
Muy buen relato menuda lefada he echado a chorros me caía la leche me gustaría contactar contigo aquí te dejo mi correo [email protected] escríbeme y hablamos y nos pajeamos me puede escribir quien quiera
Te he escrito. 😛
Cuando saldrá la continuación