Cuando estuve en el internado
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Adalberto fue como mi novio. Cogimos en diferentes lugares, hasta sobre la mesa de repartir la comida, a media noche nos colabamos al comedor, y ahi nos amabamos hasta el amanecer. El vigilante lo sabia, y nos consentia todo. Con tal de dejarlo vernos y tocarnos, se masturbaba encima de nosotros, y lo dejabamos tirarnos toda su leche encima de nuestros cuerpos desnudos. Metesela toda, me decia. Y Adalberto cerraba sus ojos mientras yo le metia mi verga de 25 cm en su culo apretadito. En otras ocasiones, el me penetraba a mi. Al guardia le gustaba como me tragaba aquel vergon, porque Adalberto tambien la tenia grande y gorda.
Se venia casi al mismo tiempo que nosotros, pero solo le gustaba vernos y masturbarse mientras nosotros nos cogiamos gloriosamente. Decia que eramos muy niños para su gusto. Entonces nosotros teniamos 15.
Tambien estaba Abraham. Un lindo chico negro, del Caribe. Hermoso, juvenil y super dotado. Como goce esa inmensa verga negra en mi boca y en mi palpitante culo. Su abundante leche inundaba mi garganta, o desbordaba mis intestinos cuando me la metia hasta el fondo. Y su delicioso culo oscuro fue oradado varias veces por mi lengua y por mi verga parada.
Franklin, un chico rubio de ojos verdes, originario de Francia, tambien fue parte de mi repertorio. Era estudiante de intercambio, pero desde el primer dia, nos mamamos de lo lindo. Llego diciendo que queria comprobar si nosotros los latinos eramos tan calientes como lo decian alla en su lejano pais. Y yo estaba ahi, listo para demostrarselo. No lo deje ir con su culo virgo. Se lo comi, se lo chupe, se lo traspase con mi pija dura como piedra. La primera vez, hasta lloro. Pero no quiso que se la sacara. Me decia: Dejala dentro, las lagrimas son de placer. Dias despues, su verga sonrosada inspecciono de cerca mi esfinter. Tambien le demostre mis habilidades tragandome ese hermoso tronco europeo hasta el fondo.
Nunca me canse del sexo. 2 minutos despues de eyacular, estaba erecto otra vez.
Hubo dias que lo hice hasta con 4, en diferentes momentos y lugares. Tambien organizabamos encuentros entre varios, y podiamos coger al mismo tiempo con los que quisieramos.
Ahi descubri mi capacidad de atragantarme con dos vergas en mi boca, y de ser cogido por dos machos a la vez. La primera vez, un poco de dolor, pero mucho mas placer. Despues hubo mas veces, y cada vez queria mas. Asi que me la metieron dos a la vez, tanto por la boca como por el culo, tambien la meti con otro compañero en el culo de un tercero, a quien hicimos que se cagara del gusto.
Aprendi a disfrutar de los orines de mis compañeros, y a darles a saborear los mios.
Despues de jugar algun partido de baloncesto o futbol, nos ibamos a bañar al rio cercano, pero antes, nos acariciabamos hasta el orgasmo, aspirando nuestros aromas de cuerpos sudorosos y ardientes.
Que delicia era mamar nuestras vergas duras bien sudorosas, olorosas a hombre, nuestros culos humedos de sudor, con aroma a macho, besarlos, tocarlos, meterle uno o mas dedos y despues chupar esos dedos con sabor entre salado y amargo.
Que placer mamar un culo, dos culos o tres culos, mientras nos masturbabamos y compartiamos nuestro semen juvenil, mamarnos nuestras vergas, intentar tragarse hasta tres a la vez, y sentir semen en la garganta, en el pecho, orines en la espalda, en las nalgas, besos tiernos, barbillas rasposas afeitadas el dia anterior.
Sentir lenguas pasando por las axilas, enmedio de las piernas, levantando los testiculos, metiendose en la raja del culo.
El internado es un dulce recuerdo ahora. Fueron los mejores tres años de mi vida.
Luis.
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