Cuando tenía 11 años mi primo de 20 me enseñó a masturbarme

Mi primo favorito me dio el primer orgasmo de mi vida .
Cuando tenía 11 años mi mamá solía dejarme en casa de una de mis tías. Eso hizo en una ocasión en que debía hacer una diligencia, así que me llevó a la casa de mi tía Marta, ella vivía con su esposo y dos hijos. Yo me llevaba muy bien con el mayor, que se llamaba Camilo, porque teníamos los mismo intereses, de hecho él tenía una pequeña colección de figuras de Dragonball, y yo era feliz con solo verlas.

Cuando mi mamá y yo llegamos a casa de mi tía solamente estaba Camilo.

-Cuídeme al niño-dijo mi mamá
-Claro, tía- respondió Camilo y me fui con él a su habitación cuando nos quedamos solos.

Estuvimos hablando un rato y viendo cosas en su computador, cuando de pronto mi primo me preguntó “oiga primito, usted ya se hace la paja?”. En esa época yo ya sabia que era eso, pero nunca me había atrevido a hacerlo, le dije a mi primo y él contestó:

-No sea bobo, primo. Le voy a mostrar algo que le va a gustar.

Buscó en el computador una carpeta que estaba repleta de videos y seleccionó uno, lo adelantó unos segundos y entonces vi a una mujer mostrando su culo enorme y delicioso. Quedé hipnotizado mirando, mi primo se empezó a reír y me dijo que me acostara en la cama, él se acostó a mi lado y me dijo “sáquese el chimbo (pene)”. Yo solo sonreí con miedo y no hice nada. A él no le importó y se desnudó. Tenía el cuerpo tonificado y su piel era morena clara. Su pene media tal vez unos 13 centímetros y tenía un glande bastante grande. Me insistió en que me sacara el pene. En esta ocasión si le hice caso, me bajé la sudadera que tenía puesta y el pene salió como un resorte.

-Uy primo, usted con ese juguete entre las piernas y no la utilizado todavía? Le voy a enseñar- me dijo Camilo.

A pesar de mi edad, tenía el pene casi tan largo como él, pero más grueso y con una vena muy hinchada en el medio.

Mi primo agarró mi chimbo y empezó a subir y a bajar su mano lentamente, sin embargo se concentraba únicamente en la parte de arriba, de modo que siempre me estimulaba el glande. Yo solté un gemido y cerré los ojos, nunca había sentido un placer tan intenso en toda mi vida. Camilo me pidió que hiciera lo mismo con él, así que abrí los ojos y temblando tomé su pene con mi mano, se sentía suave y muy caliente. Mientras subía y bajaba mis dedos por su verga, seguía mirando el video, ya estaba en una escena en que el culo estaba siendo penetrado analmente. Solo duré así unos momentos, porque tuve que cerrar de nuevo los ojos y solté el pene de mi primo y en lugar de eso puse mi mano sobre su muslo. Él no dijo nada y continuó masturbándome, acercó su boca a mi oído y empezó a gemir suavemente. Un minuto después soltó mi chimbo, abrió los ojos y vi como acercó su cabeza a mi glande, le echó encima una gran descarga de saliva, me sonrió, y de nuevo comenzó a subir y a bajar su mano, mientras me gemía al oído. No pude aguantar mucho más y llegué al orgasmo, creo que ha sido el más intenso que he sentido en mi vida, cuando terminé tenía el abdomen empapado de un líquido pegajoso y transparente.

Después de eso mi primo se volvió a reír y me entregó una servilleta para que me limpiara.

Unas horas después volvió mi mamá y me despedí de Camilo. Después de eso se volvió aún más mi primo favorito y él empezó a llamarme en privado “el primito vergón”. Tengo otra historia con él, pero esa la cuento en otra ocasión.

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