Dildos, un escort y placer anal
Esta es la historía de como descubrí el placer de jugar con mi culo y llegué a estar obsesionado con dildos para luego tener la mejor primera relación sexual gay que pude soñar.
Hola a todos, para comenzar este relato voy a contar como llegué a contratar a un escort para que me quitara la virginidad y porqué creo que fue una excelente decisión sobre como empezar a entregar mi culo a otros hombres.
Todo comienza cuando tenía 15 o 16 años, en ese momento no había acceso a internet masificado, sino que el porno lo veía en algunas películas de DVD o en revistas. A mi me encantaba el porno y me masturbaba frecuentemente, además tenía una vida sexual activa con una novia muy caliente. Por esa época solo veía porno heterosexual y no me había planteado nunca algo con un hombre, sin embargo me comenzó a dar mucha curiosidad el placer que sentían las mujeres con el sexo anal. En una película que ví en ese momento, a una mujer le metían varios dedos en el culo y a ella le gustaba mucho, por lo que decidí meterme yo los dedos a ver que tal se sentía. Para meterme los dedos utilizaba saliba o vaselina, me di cuenta que era muy placentero y al poco tiempo me podía meter hasta 4 dedos, la verdad me hubiera gustado meterme más pero no podía con las dos manos. También me metí otros objetos como marcadores, pero casi siempre eran los dedos.
Pasaron un par de años y de vez en cuando me masturbaba el culo con los dedos, pero tenía mi novia y todavía no sentía ninguna atracción por los hombres. A mi novía le gustaba el porno y en alguna ocasión vimos una película de porno gay y transexual, no me gustó verlo con ella, pero me excitó demasiado lo que vi. Me comencé a plantear el chupar una verga, masturbar otro hombre y ser penetrado. Curiosamente no me llamó mucho la atención penetrar otros hombres (ser activo), sino ser penetrado.
Comencé a ver solo mucho porno gay y trans, creo que me estaba obsesionando con la idea de tener sexo con otro hombre, al principio era una fascinación por ver penes, por verlos erectos y venosos, me encantaba ver un pene bien empalmado, pero con el tiempo me excitaba mucho los musculos y la masculinidad de los actores porno. Varias veces intenté ir a bares gay o saunas gay, para buscar alguna verga para chupar o que me penetraran, pero siempre me ganaba el miedo y no entraba.
Paralelamente había otra cosa que me comenzó a despertar mucho morbo, el usar tangas de mujer y medias de seda… muchas veces me ponía las tangas de mi novia y me veía al espejo mi culito parado. Para ese momento se pusieron de moda los leggins brillantes, como de imitación cuero y me compré unos en secreto. Cuando podía me los ponía y me encataba sentirlos ajustados en mi cola y piernas.
Ya cuando tenía unos 25 años, me compré un dildo y un juego de plugs anales (de tres tamaños diferentes). Esto marcó un antes y un después en mi vida… Al principio no fue fácil meterme el plug mediano, pero después de un par de días de intentar lo conseguí, fue una sensación tan placentera que aún recuerdo mi culo abrirse y succionar el plug por su forma. En los siguientes años me masturbaba frecuentemente con dildos, compre de varios tipos, pero el que más me gustaba era uno de succión y 20 cms de largo. Debo confesar que no fue muy difícil meterlo, no se si fue por la práctica anterior o porque así es mi culo, pero los 20 cms me entraron muy fácil. Era sencillamente espectacular colocarlo en una silla o el baño y sentarme en el dildo. Yo quería que me entrara lo más adentro posible y llegaba a la base sin mucho esfuerzo, lo único que me molestó un poco es si era muy grueso.
Me encantaba sentir mi culo lleno, me paseaba por mi casa con el plug y me penetraba cada vez que podía. Algo curioso es que mi pene no se paraba cuando tenía el dildo adentro, me masturbaba y eyaculaba, pero con pene a medio empalmar.
En algún punto cerca a mis 30 años, ya no podía más… estaba decidido a tener un encuentro sexual con un hombre y quería que ese hombre fuera hermoso. Quería alguien alto, de un pene lindo, bien paradito, musculoso y con unas piernas gruesas, en fín quería algo perfecto pero sabía que con sexo casual de bar no iba a ser fácil de encontrar. Así fue que me decidí a ir a un hotel y contratar a un escort toda la noche para poder hacer con él todo lo que yo quisiera, necesitaba desahogar 15 años de deseo reprimido y fantasías no realizadas. Adicionalmente, quería que todo el placer fuera para mí… no quería tener que estar pendiente si mi hombre estaba gizando o no, solo quería satisfacerme a mi y cumplir mi fantasía, por eso un escort a quien le pagará por tener sexo, era la opción perfecta.
Entré a una página que ofrece servicios sexuales y busqué al hombre que quería. Era un tipo trigueño, de 1.80 cm, una cara aceptable y musculoso. Me gustaron particularmente los brazos, eran fuertes y me daban muchas ganas de comermelos a besos. Se promocionaba con una verga de 19 cm, pero creo que debía ser algo más cercano a los 17 cm. Estaba todo afeitado y eso me gustó mucho, si bien yo quería alguien bien masculino, en cuanto al vello corporal si prefiero afeitados. Le escribí y quedamos en que vendría al hotel toda la noche y yo le diría cuando irse, le expliqué que era mi primera vez y que quería explorar todo lo que pudiera… el aceptó y a eso de las 8 pm llegó al hotel donde me hospedaba.
Yo tenía miedo que las fotos fueran muy retocadas y en realidad no fuera lo que esperaba, pero la verdad es que era mas bello en persona que en fotos. Apenas entró le cogí las nalgas y eso me excitó mucho, me sentía totalmente liberado para disfrutar al máximo a ese hombre hermoso que tenía en frente.
La primera fantasía que quería cumlir era la de coger, acariciar y besar su bulto, así que le pedí que se quitara todo excepto los boxers. Lo besé por todo el cuerpo excepto la cara, besé su pecho, su espalda, sus brazos, sus piernas y sus nalgas y casi todo el tiempo que lo estaba besando le estaba agarrando el bulto, primero en reposo y luego con una erección que se le salía de los boxers. Duré mas o menos media hora en esta primera parte, sentir ese mastil duro fue algo simplemente espectacular, lo apretaba y masturbaba sobre el boxer con fuerza, llevaba años soñando con tener una buena herramienta en mis manos. No era tan grande como en las películas, pero yo prefería algo normal para cuando me penetrara y evitar un posible dolor.
Luego pasé a mamar su verga, esa era otra de mis grandes fantasías, chupar delicioso un pene de verdad. Quería meterme el glande y sentir su textura suave y tratar de hacer un garganta profunda, cosa que no logré. Al principio le chupé su miembro con condón, por miedo a una enfermedad, pero no durpe mucho en quitarle el caucho y mamarlo a pelo. Se que fue algo irresponsable, pero me pudo más la calentura, quería sentir el contacto de mi lengua con su piel.
La verdad fue que mamar verga me encantó, hubiera podido quedarme hacíendolo toda la noche pero ya me dolían las mandíbulas, así que luego de unos 45 mins, donde no solo se la chupé, sino hicimos un rico 69, decidí que era hora de dar el gran paso. Le pedí que me penetrara, que ya no aguantaba más para tener su deliciosa verga toda en mi culo. Estaba indeciso entre misionero o perrito, pero como siempre he escuchado que en misionero duele menos, escogí esa posición. Me acosté boca arriba y el se puso en frente, levanté lo mas que pude mis piernas y le pedí por favor que me la metiera ya, que no aguantaba más. Trató de hacerlo con cuidado para que no me doliera, pero no fue necesario, la verdad no me dolió nada. Le estaba acariciando su pecho mientra me penetraba pero yo sentía que no entraba toda y que lo hacía como sin fuerza, así que en pocos minutos le pedí pasar al perrito.
Me puse en 4 patas y el me aplicó bastante lubricante, al igual que en su pene, en esta ocasión con condon. Levanté mi cola y le dije que por favor me la metiera nuevamente y de un solo empujón me la metió toda. Sentí delicioso, además porque parece que esta posición lo excitaba más y me cogió de las caderas y me comenzó a jalar hacia él. Me excitó mucho oir sus gemidos al penetrarme y también empecé a empujar duro hacia atrás. Metí mi mano por debajo de mis bolas y comencé a acariciarle las de él, fue espectacular ese momento. Duramos unos diez minutos pero ya me estaba cansando de los brazos, así que le dije que hicieramos la posición que tanto había soñado, yo sentado encima de su verga.
Se acostó boca arriba y tenía su pene muy parado, yo estaba sorprendido porque estaba aguantando bastante, llevabamos casi dos horas en diferentes cosas y no parecía que fuera a venirse, supongo que es por la experiencia que tiene. Me senté encima de él, mirandolo a la cara y tomé su pene detras de mí, lo ubiqué en mi ano y me senté con fuerza, entró de manera muy natural. Comence a hacer diferentes movimientos, hacia arriba y hacia abajo, adelante atrás y en circulo, de todos el que mas me gustó fue presionar hacia abajo con mi cuerpo porque sentía que entraba toda en mi culo. Le acaricié mucho sus testiculos por detras de mí, eso es algo que me encanta hacer.
Ya sentia que yo me iba a venir, porque por momentos yo me masturbaba y en oros el me lo hacía, así que le dije que quería que me tirara su leche en mi pecho y en mi pene (me hubiera gustado en la boca, pero me dio miedo). Para venirse me pidio que me hiciera en 4 y me cogió con tal fuerza que el que se sentía una puta era yo, casi no podía moverme sino al ritmo que el me jalaba las caderas, y eso me gustó mucho. La saco de mi culo y me disparó su semen primero en mi verga y luego en mi pecho. Yo traté de recoger su leche y masturbarme con ella, fue demasiado morboso y me viné en mi pecho. Me dijo que no quería desperdiciar y la chupó y se la pasó… esto no lo esperaba.
Tenía muchas ganas de repetir la faena, pero estaba muy cansado, pero totalmente satisfecho. Le dije que se podía ir y le pagué lo acordado. Me ofreció quedarse un rato más por si me daban ganas otra vez, pero yo ya quería estar solo y pensar en lo que acababa de hacer. Se fue y no podía creer lo delicioso que había sido todo. Yo estaba asustado porque sabía que acababa de abrir una puerta que ya no podría cerrar, y efectivamente así fue.
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