El amigo de ponchito, Miguelito pt4
Miguelito el amigo de ponchito me pone caliente. .
Hacía mucho calor en todo el país pues era verano y la temperatura era de 30 a 35 grados centígrados en CDMX . Las vacaciones ya habían iniciado y las clases habían cesado, no tendría que ir a recoger a ponchito por un par de semanas y eso me dejaba ansioso pues desde la última vez que lo ví no dejaba de recordar la primera mamada que me dio mi sobrinito de 6 años. Me frustraba de no poder tener su boquita babosa en mi verga, pero en consecuencia podía llevarme la rutina del día a día con más calma. En la universidad igualmente habían comenzado y mis amigos y yo estábamos planeando una peda (jerga mexicana para referirse a una embriaguez) o borrachera en la casa de una amiga en común.
Se acordó entre los involucrados que la peda sería en la casa de ella el viernes por la noche. La semana transcurrió sin ningún inconveniente, llegando el viernes, yo ya me estaba terminando de arreglar, llevaba puestos unos jeans negros semi rasgados en la parte de la rodilla y muslo lo cual dejaba ver mis fuertes piernas peludas dándome un toque más sexy, junto con unos tenis blancos, una playera crema y una más encima de ella de botones, pero más larga y desabrochada para dar ese toque veraniego además de qué me venía muy bien ya que en la noche el calor era un poco más intenso.
Pasaron por mí unos amigos y nos fuimos hacia la fiesta, era a las afueras de la ciudad pasando la periferia donde las casas son más grandes y espaciosas. Al llegar nos recibió nuestra amiga llamada Marisa, ella es una chica muy agradable pero bastante social, sus papás habían salido a visitar a un familiar suyo a otro estado ya que se encontraba enfermo, por lo cual nadie sospecharía de la fiesta. Mi amiga cada que podía me miraba y se acercaba conmigo para tener un contacto más íntimo, yo sabía que le gustaba a ella y a muchas pues era uno de los chicos más guapos de la clase, mi cabello dorado, mi cuerpo atlético y peludo hacia que no se resistieran. Entramos a su casa y ya había varios chicos alcoholizándose, algunos fumaban y otros conversaban, mi amiga Marisa me ofreció una cerveza y con el calor que hacía estaba bastante rica, empezamos a charlar sobre como le había ido en las últimas clases cuando de repente apareció un niño de la misma edad que Ponchito.
Marisa me presento a su hermanito Miguelito.
Marisa: Mira Max, te presento a mi hermanito, dice que juega con tu sobrino poncho y son amigos en el jardín de niños.
Max: ¿hola cómo te llamas?
Miguelito: ¿me llamo Miguel y tú cómo te llamas?
Max: me llamo Maximiliano, pero puedes llamarme Max jeje
Miguelito: Maximilano?
Comenzamos a reír los tres porque era muy obvio que se le dificultaba decir mi nombre.
Max: ¿y que te gusta hacer Miguelito?
Miguelito: me gusta jugar a juegos nuevos y mi serie favorita es Damon Slayer.
Max: que bien que bien, a mi sobrinito igual le gusta.
Conversamos un poco hasta que Marisa se lo llevó al cuarto del segundo piso para que pudiera dormir sin tanto bullicio, luego regreso para estar conmigo y otros amigos.
Empezamos a subir el tono a la música y comenzamos a embriagarnos, yo ya llevaba 3 cervezas y algunos besos que me daba Marisa me empezaban a poner algo caliente, pero al poco tiempo llego su ex, buscando a Marisa para reconciliarse así que yo me alejé antes de que nos viera y me fui a buscar a mis amigos. Para mí suerte ellos estaban ya fajando en el pequeño patio que tenían y uno más se encontraba debatiendo sobre tonterías con otro wey borracho. La fiesta me estaba empezando a aburrir cuando de pronto veo que en las escaleras estaba Miguelito observando la fiesta un poco asustado y leía sus labios que pronunciaban “Marisa” yo me acerque algo desconcertado pues hasta apenas había notado que podría tener hambre o querer que alguien estuviese con el un rato pues una fiesta y sin familiares era algo confuso para un niñito de 6 añitos.
Max: ¿hola peque te perdiste?
Miguelito: ¿hola Maximilano, sabes dónde está Marisa?
Max: ¿Ella está ocupada un momento pero que paso?
Miguelito: Es que hay un monstruo en mi habitación y me da miedo
Max: ¿Ah sí? ¿Y eso porque será? ¿No te has de portar mal o sí? A los niños que se portan mal les salen monstruos en sus habitaciones
Miguelito movió su cabeza en señal de que es un niño bien portado, me dio un poco de morbo verlo ahí con su pijamita de dinosaurios. Así que le dije que mejor se subiera al cuarto para que no estuviera oyendo y viendo el ambiente de universitarios.
Max: ¡mmm ya se! Porque no subimos y te leo un cuento o jugamos algo para que no tengas miedo y puedas dormir.
Miguelito: ¡Ah! ¡Si vamos vamos!
Apresuradamente subió las escaleras y yo le di un último sorbo a mi cerveza acabándomela por completo, eché una mirada a la fiesta y no vi por ninguna parte a Marisa así que subí detrás de Miguelito. Llegamos a su cuarto, era un cuarto bastante amplió con baño propio y estaba decorado de dinosaurios y luces LED que ambientaban la habitación, la luz era tenue, pero iluminaba perfectamente la estancia. Tenía una cama individual y algo grande para el, unas cortinas verdes, las paredes de color azul celeste y el piso era de cerámica color madera, un ambiente armonioso para Miguelito que era fan de los dinosaurios.
Miguelito: ¿y porque no vino ponchito?
Me preguntó ingenuamente, le comenté que el estaba de vacaciones y que no pudo ir, le comenté sin darle tantas explicaciones ya que para un niño de su edad era complicado comprender contextos y del porque yo estaba ahí.
Mientras hablaba con Miguelito escuché un gruñido del estómago de Miguelito.
Miguelito: quiero a Marisa es que me dijo que me daría mi cena y me prometió mis galletas y mi leche de vainilla si no le decía a nadie que su novio vendría.
Max: ¿ya veo, tienes hambre Miguelito y los niños de tu edad deben crecer fuerte así que no debes malpasarte, yo tengo leche, pero es algo espesa y puede llenarte, quieres que te dé leche?
Mira ven para que te de leche debes de hacer lo siguiente…
Me encanta este nuevo amiguito…