El castigo de papá I
«Así hijo, deja que tu padre te recuerde quien manda «murmuró el adulto acercando su verga, jugó con su glande en la entrada del niño antes de meter la cabeza de su miembro, ambos cuerpos se tensaron y cada uno lucho para dominar al otro. Sin esfuerzo Brandon sometió al menor con su hombría..
Dos pequeños corrieron por la casa manchando las paredes de pintura, detrás suyo su padre les perseguía con el semblante preocupado.
«¡Niños! ¡He dicho basta! ¡Dejen de ensuciar o los castigare!» dijo con voz temblorosa, los menores le ignoraron saltando por los muebles entre risas.
Su padre se cubrió la cara cuando percibió el sonido de un jarrón romperse y sus vellos se erizaron al escuchar el timbre de la casa.
«¡Martha me matara si ve esto!» se dijo angustiado, camino hacia la puerta esquivando los objetos que sus hijos lanzaban.
«¡Hola David! ¡Tanto tiempo sin vernos!» su mejor amigo Brandon se quedó en silencio cuando vio a los pequeños hacer un desastre en la sala, intercalo miradas con el adulto antes de soltar una carcajada.
«Deja de burlarte y entra, los vecinos pueden escuchar lo que ocurre en casa» comento el mayor, su compañero acepto dejando de reír y saludando a los menores, estos dejaron de hacer sus travesuras para correr hacia el adulto.
«¡Tío!» gritaron los pequeños dándole un abrazo, este correspondió el contacto rosando con disimulo sus manos en las nalgas de los niños, el padre se sentó en un sillón negando con la cabeza, había tanto por limpiar que dudaba terminaría a tiempo.
Dejando a los niños seguir con su juego, Brandon se acercó.
«No te sulfures, puedo ayudarte si lo deseas» consoló el amigo.
«¡El problema no es limpiar! ¡Sino esos niños que me sacan de quicio!» contesto David, los menores le sacaron la lengua riendo entre ellos.
«Bueno, eso me pasaba con mis hijos antes, pero después de seguir cierto consejo, se volvieron muy obedientes» refirió su compañero con una sonrisa perfida.
«¿De qué hablas? ¡Cuenta! ¿Puedo lograr qué dejen de ser tan diablillos?» cuestionó el adulto, Brandon asintió girando sus ojos hacia los pequeños, sus pupilas se oscurecieron de deseo.
«Es eficaz, pero el método es cuestionable, no creo que quieras» dijo en voz baja su amigo, el hombre bufo acomodando su cabello.
«¡Habla! ¡eguro puedo!» afirmó David.
«Luego no digas que no te lo advertí y para que veas que si funciona te daré una demostración ¡Dilan! ¡Ven aquí!» ordenó el adulto a uno de los niños, el más pequeño de 8 años corrió en su llamado.
«¿Quieres ganarte un premio?»dijo el mayor, el chico asintió.
«Vete con tu hermano al baño y desnúdense, luego papi les dará lo que quieran» con una sonrisa emocionada el infante tomo a su hermano corriendo hacia la ducha, la mirada de desconcierto quedó en los ojos de David.
«Es raro, siempre que los envío al baño, se niegan ¿Qué cambió?» comento el adulto, su amigo soltó una leve risa.
«Los niños son muy inteligentes, saben distinguir lo que los adultos quieren y en mi caso no les pedí que fueran a bañarse» refirió su compañero sentándose en una silla.
«¿Entonces que se supone haré con ellos en el baño?» preguntó David.
«Lo que ellos quieran, solo tienes que quitarte la ropa y ellos harán el resto, siempre funciona» comento con soltura el mayor pellizcando uno de sus pezones, con duda el padre hizo lo que le dijeron quedando en pelotas.
A los minutos de que su amigo se fue escucho gemidos y golpes de piel, la sonrisa en los labios de Brandon se incrementó sacando su verga erecta, cerró los ojos recordando su experiencia con sus hijos.
Había sido en un cuarto oscuro, ellos estaban asustados amarrados en sus camas, sus ojos fueron vendados y las bocas amordazadas.
El adulto camino desnudo por la estancia respirando con pesadez, aquel día se había cansado de los juegos de los niños, su límite como padre se habia roto y decidió hacer caso al consejo de su compañero de trabajo aunque fuera encontra de sus principios.
«Los nenes son muy lujuriosos, si les das verga los tendrás a tu merced» había dicho el adulto mostrando fotos de sus hijos con su miembro en la boca, Brandon estaba reacio a intentarlo, pero ese día no encontró otra salida, los vecinos criticaban su labor como padre, su esposa no quería tener sexo con el mientras los niños molestaban en casa, era un infierno.
Ahora los pequeños lloraban pensando que habían sido secuestrados mientras dormían, acercó sus manos a las piernas de cada uno dando suaves roces, los menores se encogieron, pero el adulto no se inmutó, acercó sus labios al oído del menor susurrando unas palabras que erizaron la piel.
«Papá está molesto, ahora debes pagar el precio» dijo abriendo las piernas de su retoño, este se removió, sin embargo el mayor le importó poco, tomó lubricante de un costado de la cama y empezó a dilatar el rosado agujero, con dificultad estuvo varios minutos forzando la entrada del niño hasta que dejó de resistirse, podía sentir los temblores en su cuerpo, no obstante no hacía nada por detenerlo.
«Así hijo, deja que tu padre te recuerde quien manda» murmuró el adulto acercando su verga, jugó con su glande en la entrada del niño antes de meter la cabeza de su miembro, ambos cuerpos se tensaron y cada uno lucho para dominar al otro.
Sin esfuerzo Brandon sometió al menor con su hombría enterrándola hasta el fondo, sin medir palabra empezó un vaivén rápido lo cual asustó al otro pequeño, este no sabía que ocurría, pero la cama había empezado a moverse de un lado a otro.
Su hermano, quien era embestido por su padre, forzó su boca para quitar la mordaza y soltó un gemido cuando logró sacarla, incapaz de pronunciar palabra se dejó llevar por las sensaciones que llegaban desde su ano.
Jamás había experimentado algo como eso y estaba confundido sobre como sentirse, sin embargo, a los minutos un placer indescriptible le invadió lo cual le hizo mover su cuerpo en consonancia con la de aquel hombre.
Brandon sonrió orgulloso al ver a su hijo cooperar y decidió quitarle la venda, el menor le tomo un tiempo acostumbrarse a la oscuridad, pero al hacerlo sonrió al tener un rostro conocido.
«¡Papá!» soltó con voz rota, cerró los ojos cuando el adulto aceleró las embestidas.
El niño al lado suyo al fin entendió que su padre les había hecho esto, pero no comprendía porque su hermano gemía.
Moviendo la mordaza de su boca, logro quitarla.
«¿Qué ocurre? ¿Porqué papi nos tiene amarrados?» cuestionó el menor, con una sonrisa el adulto le quitó la venda al chico permitiendo que viera lo que hacía.
Con las pupilas dilatadas el mayor de los infantes observó como su hermano era brutalmente embestido por su progenitor y en vez de llorar soltaba gemidos de placer, algo dentro de él se encendió queriendo intentarlo también.
«¡Papi! ¡Déjame jugar con ustedes!» pidió el infante, el mayor negó con la cabeza profundizando las arremetidas, su voz se torno ronca y los gruñidos salían cada cierto tiempo.
«¡Estas castigado por corromper a tu hermano y hacer travesuras!»regaño el adulto cerrando los ojos, su cuerpo vibró en una corriente eléctrica antes de liberar su semen.
Sus músculos se contrajeron mientras varios suspiros salieron de la boca del adulto, detuvo sus embestidas sacando su verga llena de su semilla.
Con impaciencia el niño replicó.
«¡Prometo portarme bien y no molestar! ¡Pero déjame divertirme también!»la voz del chico se volvió aguda y lágrimas surgieron de sus ojos, Brandon se compadeció acercando su miembro erecto a la cara del menor.
«Chupa la leche de papá para que te deje jugar»ordenó el adulto con las pupilas oscuras, con una sonrisa el infante hizo caso metiendo la verga de su progenitor en la boca.
Con un gruñido el adulto abrió los ojos volviendo a la realidad, escucho risas y voces salir del baño mientras el terminaba por deslecharse en el sillón.
Su amigo tenía en sus brazos a sus hijos los cuales se sobaban a su cuerpo con cariño.
«¡Tenías razón! ¡Ellos saben lo que quieren! ¡Mira como los tengo! ¡No parecieran los diablillos de antes!»confesó con orgullo David.
«Bueno hombre, ahora que sabes el secreto mantenlo con tus hijos, no olvides usar lo que más quieren para mantenerlos a raya, si necesitas ayuda no dudes en buscarme»hablo Brandon guardando su miembro dormido en el pantalón, su amigo le despidió con una carcajada.
Continuará…
Gracias por haber leído.
Mando saludos y agradecimientos a PapaOso por sugerirme la idea para este relato, es un placer el tenerte como lector, deseo te haya gustado tanto como a mí al escribirlo.
Si quieren charlar o sugerir ideas para futuros relatos pueden contactarme por Telegram.
Telegram: @AlexanderTL28.
Hasta pronto.
como sigue
Que buen relato