EL COSTO DE MI ADICCIÓN
*RELATO FICTISIO* Un joven adicto comienza a pasar por problemas económicos causándole una deuda con su dealer, quien le propone un trato al que no se puede negar..
Mi nombre es Jorge, tengo actualmente 20 años y soy de Ciudad de México, actualmente estoy en mis últimos semestres de la carrera de derecho en una de las universidades más prestigiosas de mi país con maestros que tienes curriculums que yo deseo tener en un futuro (muchos de ellos, políticos retirados), uno de estos profesores había sido un diputado y senador importante en mi país por lo que era alguien a quien admiraba muchísimo por todos sus conocimientos.
Al inicio de mi carrera me dedicaba tanto a la escuela como a algunos trabajos independientes los cuales me permitían costear mis gustos (ropa, salidas, alcohol, incluso mis sustancias ya que son consumidor activo de marihuana, y cocaína) y apoyar a mis padres con los servicios de nuestro hogar, pero con el tiempo esos trabajos se volvieron más escasos hasta que llegó un punto en el que ya no los recibía, por lo cual el dinero comenzó a ser más escaso, eso sumado a un tema personal de mi padre que lo había dejado sin trabajo haciendo la situación mucho peor a tal grado que incluso pensé que debería abandonar la universidad, eso llenó mi mente de preocupación a tal grado que incluso pensé que tendría que abandonar la carrera hasta que la situación mejorara.
Mi preocupación era tal que mi consumo de cocaína incremento a un punto que era económicamente sostenible, añadiendo a todos mis problemas, una deuda con mi dealer, Julio con quien, para buena suerte, tenía una relación de amistad, ya que íbamos juntos en la carrera, pero un día me dijo que fuera a su casa ya que tenía que hablar conmigo, yo me imaginaba que no sería una platica agradable, ya que el siempre interponía los negocios ante la amistad y en algunas ocasiones habíamos tenido problemas debido a que yo solía bromear diciendo que me regalara producto, en alguna ocasión si me llegaba a regalar un poco de marihuana exótica o un poco más de cocaína, pero en ocasiones me llegaba a decir de manera seria que si quería algo extra debía pagarlo. No mentiré, tenía miedo de ir a nuestro encuentro, pero debía hacerlo.
Al llegar a su casa el me recibió de la manera de siempre, con cariño, me ofreció una cerveza la cual acepté y me relajé al estar con aquel hombre de mi confianza, con el paso del tiempo comencé a sentir como mi ebriedad aumentaba mucho más rápido de lo común lo cual me tenía sorprendido ya que consideraba que tenía bastante resistencia al alcohol, pero continue platicando con Julio quien poco a poco comenzaba a acercarse a mi a tal punto que me había empezado a abrazarme y acariciar mis piernas dejándome en shock, sentía la necesidad de alejarme, pero algo me lo impedía, como si mi cuerpo estuviera paralizado
Ju- ¿Sabes Yorch (como el solía decirme de cariño)? Ya me debes una buena cantidad de varo de todo el perico que te fio, tu sabes que te tengo cariño, pero estas afectando mi negocio- me decía con un tono serio mientras su mano comenzaba a acariciar mi muslo suavemente causando que un escalofrío que recorrió todo mi cuerpo
Jo- Te prometo que te pagaré todo, ya sabes que nunca te he quedado mal, solo que ahorita estoy pasandola difícil, ya lo sabes- le dije nervioso, mirando como me barría con la mirada de manera lasciva poniéndome nervioso ya que, extrañamente, me estaba excitando, nunca había sentido atracción sexual por un hombre, pero con Julio era diferente, su toque me había encendido de una forma hasta ahora desconocida para mi
Ju- Lo sé, carnalito, lo sé, es de eso lo de lo que quiero hablar contigo, quiero ofrecerte un trato- me dijo mientras su mano continuaba con sus caricias por todo mi muslo acercándola cada vez más a mi entrepierna haciendo que por accidente me saliera un gemido suave, lo cual lo hizo sonreír -creo que comienzas a entenderlo-
Jo- Aguante Juls- le dije separándolo de mi de manera suave, pude notar un poco de confusión en su cara pero solo relaje mi respiración -es que… nunca he hecho nada con un cabrón- le dije nervioso, él sonrió de manera suave ante mis palabras
Ju- ¿Y no te gustaría?- dijo acercándose lentamente a mí mientras su mano acariciaba nuevamente mi muslo y parte de mi pene el cual claramente estaba erecto debajo de mi ropa -porque, según siento, parece que si- fue ahí que sentí como comenzaba a acariciar mi erección suavemente haciendo que nuevamente soltara un gemido, pero solo abrí un poco más mis piernas para darle libertad a su mano de explorarme a su gusto, no se porque, pero lleve mis manos a su nuca tomándola suavemente
Jo- ¿Cuál es el trato que me quieres ofrecer?- le dije mirándolo a los ojos, el me contesto con la misma sonrisa de siempre, solo que ahora provocaba que mi cuerpo se pusiera caliente
Ju- Quiero que me dejes desvirgar tu culito, si me dejas, pagaré de mi dinero tu deuda y, además, te daré un par de gramos gratis- me dijo, yo lo pensé un poco mirando sus ojos dándome cuenta como poco a poco iba acercando su cara a la mía hasta que pude sentir su aliento tan cerca de mi que podía notar el olor del alcohol que habíamos bebido
Jo- Esta bien- le dije sin pensar -te daré mi virginidad- lo tome del cuello y comencé a besarlo suavemente, el correspondió haciendo que sus caricias en mi pene me excitaran más haciéndome sentir una humedad en mi ropa interior que me sorprendía, así que sin dejar de besar a Julio, aparte su mano de mi entrepierna para poder desabrochar mi pantalón y bajarlo un poco junto con mi ropa interior dejando libre mi erección llena de liquido preseminal que fue tomada por mi amigo quien empezó a hacerme una chaqueta (paja en México) en la que usaba mi precum como lubricante, haciéndome gemir de manera callada debido al beso que nos estábamos dando -Ahhhh, Juls, ahhhh- gemía en voz baja en su oído mientras mis manos ahora estaban desabrochando la camisa que utilizaba en ese momento ya que los dos estábamos en traje, un requisito casi obligatorio en nuestra carrera, pero aunque fue un poco complicado, ambos logramos quedar desnudos uno frente al otro
Yo la verdad es que no hago mucho ejercicio, pero si el suficiente como para tener un cuerpo marcado, mido 1.75 y mi cuerpo es un poco peludo con excepción de mis axilas, mis huevos y, sorprendentemente para Julio, mi culo el cual era levantado y carnosito por mis practicas deportivas, mi verga de 19 cm, circuncidado y con el vello un poco relajado estaba erecta y palpitante, expulsando precum a chorros ante la sonrisa de Julio quien, por primera vez, me mostraba su desnudes de manera explícita. Mientras lo veía como Dios lo trajo al mundo me vinieron a la mente todos los recuerdos de nuestra amistad, primero encontrarlo en un bar vendiendo coca hasta volverme un cliente regular, luego descubrirlo de pura suerte en una de mis clases quedando ambos sorprendidos ante tal coincidencia para, con el paso del tiempo, convertirnos en buenos amigos… Julio tiene 22 años, mide 1.80, es pelirojo, es también alguien que hace mucho deporte, su tamaño lo había llevado al futbol americano pero también estaba metido en el equipo escolar de lucha grecorromana y practicaba artes marciales, por lo que su cuerpo era marcado y lleno de venas, cuando mi mirada llego a su verga, no pude evitar abrir tanto los ojos que casi se me salían, era una verga blanca como el resto de su cuerpo, coronada con una liguera capa de bello rojo que parecía haber sido rebajada pensando en este encuentro, lo que más me gusto fue su glande rosa y gordo, su miembro era como un hongo de Mario Bros y, aunque parecía que aun no estaba completamente erecta, se veía que pasaba los 18cm y era sumamente gruesa
Ju- ¿Te gusta lo que ves?- me pregunto con una sonrisa mientras movía sus caderas para que su pene se balanceara hacia la derecha y la izquierda como si fuera un péndulo con el que intentaba hipnotizarme -esta es la primera verga que te va a coger- decía orgulloso, el miedo me invadía al ver ese monstruo mientras continuaba creciendo y endureciéndose mientras su cipote goteba presemen
Jo- Me vas a romper el culo con eso- el pareció oír el miedo en mi voz y se acercó a mi lentamente tomando mi mano suavemente para llevarla a su goteante vibora la cual estaba completamente seguro pasaba de 20cm, podía sentir como palpitaba suavemente en mi mano y ni hablar de lo suave que era su piel y la sensación de las venas que se marcaban en su grueso tronco -Wey ¿de verdad tengo que hacer esto?- le pregunte preocupado, el se acerco a mi cuello y lo comenzó a besar y lamer haciéndome gemir de forma suave
Ju- Tu solito aceptaste, cabron, no te puedes echar para atrás ahora- me susurro al oído mientras sus manos comenzaban a apretar mis nalgas de manera suave -pero no pienses que te voy a violar o te romperé el culo, no no no, llevo bastante tiempo deseando hacer esto- me dijo tomando mi cadera
Jo- ¿De que hablas, wey?- le dije mirándolo confundido a los ojos -no me digas que eres joto (gay)- le dije en tono de broma haciendo que riera un poco
Ju- No tanto como tu, por lo que veo, mira como tienes la verga por verme la mía- dijo tomando mi miembro erecto el cual estaba que explotaba de duro y con una gran cantidad de precum en la punta, miro su verga la cual yo me encontraba masturbando suavemente ahora con mis dos manos las cuales ya estaban llenas de ese lubricante natural, luego miro nuevamente la mía en su mano que estaba en las mismas condiciones -pero es mucho mejor de lo que me imaginaba, ahora entiendo porque tienes a la puta de Luisa (una compañera en una de nuestras clases la cual varias veces se me había ofrecido para cogérmela, cosa que no le negaba) a tus pies, cabroncillo- dijo sonriendo llevando su mano a mi glande para masajearlo utilizando mi precum y haciendo que me retorciera de placer
Jo- Ahhhh- gemí suavemente en su oído, sentí como su verga palpito en mi mano recordándome que eso entraría en mis entrañas en alguno momento -wey, neta me vas a romper con esto- dije nervioso, Julio quito su mano de mi verga y la llevo a mi cuello pero no como un ataque sino de una manera suave jalándome hacia el para besarme de manera apasionada mientras que su otra mano fue nuevamente a mis nalgas apretándolas con su gran mano, tras unos minutos se separó de mi boca dejándome mareado por lo cachondo de ese beso, me tomo con ambas manos de las nalgas y, con menos esfuerzo del que me imagine, me cargo haciendo que llevara mis brazos abrazaran su cuello y mis piernas abrazaran su cadera dejándome sentir su dureza entre mis glúteos haciéndome temblar -no mames, wey, me vas a coger así- le dije preocupado, Juls abrió mis nalgas haciendo que estas abrazaran su miembro húmedo y palpitante, dejándome sentir como se movia de adelante hacia atrás llenando mi raja con su presemen, la peor parte era sentir cuando su glande pasaba húmedo y lubricado por mi virgen ano ya que sentía como empujaba con puntadas como si quisiera meterlo, para luego volver a recorrer esa zona con su miembro mientras se reía al sentir como lo apretaba del cuello como señal de que se detuviera provocando risas en el lo cual me parecía un poco sádico pero el me llevo al sillo en el que habíamos empezado y se sentó conmigo en sus piernas
Ju- Mira Yorch- me dijo viéndome a los ojos mientras acariciaba mi cuerpo -llevamos un rato siendo compas en buen plan, pero hay algo que nunca te he dicho, soy bisexual- confeso dejándome en shock, pero eso solo fue el inicio -Al chile llevo un rato sintiéndome extraño por tu culpa, no lo digo en mal plan, llevo mucho tiempo queriendo tenerte como te tengo ahorita, me gustas cabron, me gustas mucho- tras decir eso me jalo nuevamente para besarme de forma apasionada mientras sentía como su verga rozaba entre mis nalgas estimulando mi entrada la cual poco a poco y con cada pequeña puntada que recibía mi virgen culo yo comenzaba a sentir como este se abría un poco permitiendo la invasión de esa verga pero de la nada, Julio se detuvo -aguanta, papi- dejo dejando de besarme -creeme que si te la trato de meter así no la vas a pasar tan chido, dame chance de pararme- me dijo haciendo que me pusiera de pie junto a el, me tomo de la mano y me llevó a su cuarto diciendo -quiero que recuerdes siempre quien fue el primer hombre que te cogio y quiero que cuando lo hagas, lo hagas con esa verga tan rica parada por pensar en mi-
Cuando llegamos a su cuarto cerró la puerta y me empujo a su cama haciendo que me acostara en ella, comenzó a rebuscar en sus cajones mientras que yo me acomodaba en su colchon completamente desnudo, inspeccione un poco su cuarto con la vista ya que era la primera vez que entraba en el y pude darme cuenta de que en una esquina estaba la zona donde preparaba la droga que vendía, de la nada sentí como comenzaba a besarme en el cuello pasando sus manos suavemente por mi pecho haciéndome soltar gemidos por todas las sensaciones, voltee mi cara a la suya y volvimos nuevamente a besarnos apasionadamente, no sabía porque, pero aunque era la primera vez que estaba con un hombre, pero lo estaba disfrutando mucho, pude ver que Julio había sacado lubricante, un par de condones magnum y una pipa la cual me ofreció fumar
Ju- Esta mota no es de la que vendo, esta es mi selección personal- me dijo dándomela en la mano junto con un encendedor, la tome dándole las gracias y le di un par de fumes tras penderla y al sacar el humo que contuve en mis pulmones comencé a toser como perro haciendo que Juls se carcajeara desnudo, tomo la pipa de mis manos y le dio también dos caladas comenzando a toser al igual que yo pero tras que ambos bebiéramos un poco de agua se nos pasó, fue ahí que Julio me empujo para que me acostara y se puso sobre mí, me miro por un momento a los ojos y me dijo -hoy finalmente te voy a hacer mío, necesito que este lo más relajado posible para que tu culo se abra más fácil, te va a doler pero se que serás tu quien me pedirá que se la meta-
Jo- Lo dices con mucha seguridad- le dije en tono burlón
Ju- Ya verás, putito- me susurro en el oído de una forma que me hizo temblar, pero de excitación, el se dio cuenta y comenzó a besarme mientras que su mano comenzaba a masturbarme lentamente provocándome gemidos que el callaba.
Cada cosa que mi amigo me hacía me calentaba, mientras que con una de sus manos me masturbaba suavemente usando mi liquido preseminal para estimular mi glande haciéndome retorcer de placer, sentía que mi orgasmo se acercaba lentamente, pero cada que el sospechaba que iba a eyacular, se detenia abruptamente haciendo que no llegara al orgasmo, siempre con su sonrisa “que gran hijo de puta” pensaba cada vez que lo hacía, sin embargo, mi erección no disminuía, al contrario, cada vez estaba más duro y cada vez duraba más tiempo sin querer venirme pero soltando una cantidad de precum que parecía más que me estaba orinando, fue en ese punto que quito su mano de mi verga humeda para llevarla a mi culo virgen donde espació todo mi precum haciéndome gemir suavemente cuando sentí que, con su dedo medio, comenzaba a hacer un pequeño masaje en mi culo lubricando mi entrada y estimulándome tratando de penetrarme con el, pero no llevaba prisa, de hecho dejo de besarme para acomodarme sobre el en un 69 donde, cuando menos me di cuenta, tenia su verga erecta y palpitante frente a mí y comencé a sentir como Julio ahora me hacía sentir mejor con sus dedos.
Mis ojos quedaron clavados en ese miembro que tenía de frente, podía verlo ahora tan de cerca que no pude evitar tomarlo entre mis manos para examinarlo y apreciar lo hermoso que era, grande, grueso, con un glande descubierto y lleno de venas, eso iba a estrenar mi culo, esa cosa iba a penetrar mis entrañas, me iba a romper, probablemente dolería como el mismo infierno, mi mejor amigo era todo un semental y una parte de mi comenzaba a ya no solo sentir curiosidad sino deseo de que Juls me desvirgara el culo, y fue ahí que, sin pensar en las consecuencias, lleve mi lengua a esa cabeza rosa y comencé a dar pequeñas lamidas en esta logrando escuchar algo que me hizo cambiar completamente
Ju- Ahhhhh, siiiiii- gimio Julio -mama la verga que te va a desvirgar- y fue lo que hice, abrí mi boca lo más que pude y, por primera vez en mi vida, comencé a mamar una verga mientras que mi mejor amigo ahora había cambiado sus dedos aun babosos por mi precum por su lengua haciendo que sacara la verga de Juls de mi boca para gemir por esa nueva sensación -sabía que esto te iba a gustar- dijo mi amigo riéndose -con esto te haré pedirme que te coja, pero veras que cuando este momento llegue, mi verga entrara sin tanto problema- me dijo dándome un par de nalgadas con ambas manos para luego volver a comerme el culo sacándome gemidos de placer
Yo regrese a la mamada que tenía pendiente, trate de concentrarme mucho en que mis dientes nos lastimaran a Julio y que mi boca estuviera bien humeda para que fuera una mamada que el disfrutara, estaba preocupado porque quería hacer que se sintiera tan bien como el me estaba haciendo sentir a mi, pero de la nada, me comenzó a comerme el culo de manera más violenta mientras que con sus manos me tomo de la nuca para comenzar a violar mi boca hasta llegar al fondo de mi garganta provocándome varias arcadas pero al mismo tiempo haciéndome llenar su enorme verga de mi saliba hasta que de la nada sentí como su verga comenzaba a llenarme la boca de leche espesa, al principio la sensación de asco me hizo querer sacarlo de mi boca, pero el no me lo permitió, tuve que tragarme los primeros dos chorros de semen espeso luego fueron otros 3 los cuales recolecte en mi boca y uno más que terminó en los testículos de mi amigo
Ju- ¿Estas bíen?- me pregunto Julio, yo aun tenía su leche en mi boca la cual me encontraba saboreando, me gustaba su sabor, era un poco salado pero con tonos dulces, me lo trague
Jo- Esta rico- le dije a punto de quitarme de encima de él, pero me detuvo volviendo a comer mi culo haciéndome gemir -ahhhhh, espera ¿aun me quieres coger?- le dije mientras con sus manos empujaba mi cadera a su boca para que su lengua entrara lo mas profundo que pudiera haciendo que mis caderas se movieran en círculos sobre de su cara mientras gemía sin parar mientras mi mano masturbaba aquella hermosa verga que tenía frente a mi sintiendo como recobraba la vida que mi mamada le había robado al eyacular en mi boca, nuevamente podía sentir las palpitaciones de su miembro y la sangre recorrer sus venas hinchadas, hasta que detuve la mamada de culo que me estaba dando entre gemidos -detente ahora- le dije quitándome de su cara con fuerza, el estaba confundido por mi acción, parecía que estaba asustado por haberme hecho sentir incomodo, pero le hice saber que era todo lo contrario acomodándome sobre él de tal forma que su erección quedo nuevamente entre mis nalgas las cuales movia compartiendo un poco de la saliva que había dejado en mi hueco con su verga, hasta que poco a poco y parar gran sorpresa de Juls, quien solo sonreía de gozo al ver lo que había conseguido, yo mismo comencé a tratar de hacer que ese animalon entrara en mi culo, sentía como mi culo se negaba a darle paso al enorme cipote de mi amigo quien me acariciaba suavemente con una mano mientras que con la otra apretaba uno de los glúteos abriéndolo para que la penetración fuera más fácil hasta que, para mi maldita buena suerte, un movimiento mio hizo que su lubricado glande lograr entrar en mi hueco causándome un enorme dolor que me hizo intentar separarme -puta madre, duele un chingo- dije continuando mis intentos de escapar de las garras de mi amigo quien lo impedía con un fuerte agarre en mis caderas
Ju- tranquilo papi- decía acariciándome, soltó una de sus manos para llevarla a mi verga, la cual comenzó a masturbar suavemente haciendo que mi culo poco a poco se dilatara un poco más haciendo que mi cadera continuara su descenso dejándome sentir como poco a poco su verga continuara invadiendo mis entrañas mientras ambos solo gemiamos, hasta que no pudo contenerse más y se acomodó sentado abrazándose a mi cuello para poder besarme mientras que ejercía peso para que su penetración continuara hasta que me sorprendió metiendo el resto de su gruesa hombría de golpe -uffff, que culito papi- decía gimiendo, yo solo gemía y pujaba por el dolor que me había causado, pero también un placer indescriptible que me hacía disfrutarlo mientras un par de lagrimas recorrían mi rostro, ambos nos quedamos estáticos en esa posición disfrutando las sensaciones que nos invadían, el me besaba suavemente mientras solo repetía -eres mío, al fin logre hacerte mío putito-
No se cuanto tiempo pasó pero de la nada mis caderas comenzaron a moverse solas guiando el ritmo del mete saca mientras besaba desesperado a Julio, ambos solo gemíamos por ese coito que estábamos comenzando a tener, la sensación de su miembro largo, grueso y palpitante llenándome el culo era deliciosa, sobre todo por saber que se sentía así por la falta de un condón cubriendo aquel animal, pero poco me importaba, confiaba en el hombre al que le estaba entregando mi virginidad, sobre todo al sentir como poco a poco comenzaba a aumentar la velocidad de sus embestidas lo cual me llenaba de placer, fue la primera vez en la que deje de besar a Juls para poder retorcerme a gusto de placer mientras gemía como putita, lo cual hizo que mi amigo sonriera complacido mientras me observaba brincar en su verga siendo yo quien decidiera que tanto entraba y salía de mis entrañas, como decimos acá en México “me estaba matando solito” pero lo disfrutaba demasiado.
Al poco rato de estar brincando en la verga de Julio el decidió acomodarme con mis piernas en sus hombros haciendo su penetración más rápida, dura y profunda, me dolía un poco la forma tan bárbara que lo hacía, pero el placer de sentir mi próstata y vejiga siendo aplastadas por esa enorme verga me hacía estar en éxtasis con mi lengua de fuera sintiendo los embistes que llegaban hasta lo más profundo de mi ser, ambos gemíamos ahora sin importarnos que alguien nos pudiera escuchar mientras sentía como ese miembro comenzaba a hincharse hasta que Julio dijo las palabras mágicas
Ju- Estoy por venirme ¿dónde quieres mi carga?- decía manteniendo el ritmo de su cogida
Jo- Quiero que me hagas tuyo, quiero que me preñes- dije sin pensar a lo cual el solo sonrio y continuo con sus embestidas mientras me besaba, hasta que de la nada lo sentí explotar dentro de mi culo, sentir por primera vez como ese liquido caliente recorría mi interior con cada uno de los 8 chorros que soltó me hizo venirme sin tocarme haciendo soltar varios chorros de gran tamaño que inundaron mi cara, mi pecho y mi abdomen mientras mi culo apretaba y punzaba como loco aun con el miembro de mi amigo en mi interior, ambos caímos sumamente cansados en la cama.
Tras unos minutos con Juls acostado sobre mi con su miembro aun erecto dentro de mí, mi mente comenzó a llenarse de pensamientos que me hacían sentir culpable y sucio por haber entregado mi virginidad a cambio de que mi deuda de drogas con mi mejor amigo quedara saldada, aparte de recibir un par de gramos de cocaína a cambio, pero no dije nada sino que cuando sentí como la verga de mi dealer había salido de mis entrañas, fue ahí que, sin pronunciar palabra, me levante, me vestí y salí de casa de Julio sin nada de lo que me había prometido en recompensa, él no me siguió en ningún momento para detenerme o hablar, solo me dejó ir.
Pasaron varios días en los que no hubo ningún contacto mío hacia Julio y viceversa, cosa que no pasó desapercibida por uno de mis profesores, Humberto, un hombre de 50 años a quien consideraba uno de mi profesores favoritos de toda la carrera y a quien admiraba por sus conocimientos en leyes y su carrera como político (logro llegar a ser diputado y senador aparte de ostentar otros cargos políticos antes de convertirse en maestro), el noto el nulo contacto que comenzamos a tener ya que éramos, según el, sus dos peores mejores alumnos debido a que éramos los que hacíamos más bulla en clase pero siempre éramos los que mejor calificación sacábamos en sus actividades, sobre todo las individuales, por esas razones le resulto extraño que Julio y yo pasáramos de ser inseparables a ni siquiera dirigirnos la mirada y un día decidió abordarme al terminar su clase y pedirme que me quedara unos minutos para hablar un tema a lo que hice caso aunque un poco confundido al ver que, antes de sentarse en su escritorio, se dispuso a cerrar la puerta del pequeño salón en el que nos daba clase (mi grupo para esa clase era de alrededor de 20 personas y hubo muchos compañeros a los que nunca vi, por eso el salón era algo… intimo), pude sentir una tensión entre nosotros, más cuando jalo una silla la cual colocó junto a su escritorio para luego sentarse y pedirme que me sentara con el
H- Mira, Jorge, me tomo la libertad de hacer esto debido a que siento que tenemos esa confianza- dijo el hombre al que veía como un mentor acomodándose en su silla, tenía razón en que había bastante confianza entre el y yo ya que, fuera de Julio, el era mi otro gran confidente -he notado que tu y Julio ya no se hablan desde hace algunos días, así que quiero preguntártelo directamente ¿pasó algo entre ustedes?- yo me puse extremadamente nervioso con su pregunta, el parecía notarlo -mira, chamaco- me dijo acercándose a mi para poder poner su mano en mi pierna, cosa que me tomo por sorpresa -tu eres de los pocos alumnos con los que me atrevo a tener este tipo de confianza, es por eso que quiero tratar de ayudarte a resolver la situación con Julio- dijo soltando mi pierna y volviendo a acomodarse en su silla mientras me miraba a los ojos de una forma penetrante, lo hacia desde el momento en el que me senté en la silla que había acomodado a su lado, esa mirada me llenaba de muchos sentimientos que me confundían, pero también me llenaron de confianza y me dieron una cierta sensación de libertad
Jo- No se… como decirlo, no se si deba decirlo- le dije captando aún más su interés -prof ¿usted alguna vez ha dudado de su sexualidad?- le pregunte sin pensar
El se me quedo mirando por unos segundos que parecieron eternos, con los ojos abiertos llenos de sorpresa por mi pregunta, yo por mi parte comencé a llenarme de una incomodidad desmedida, pensando que la manera tan grande en la que la había cagado…
Voy a dejar hasta aquí el relato ya que quiero conservar el suspenso para la próxima parte jeje, espero lo hayan disfrutado y que me hagan llegar sus comentarios y sugerencias a mi Telegram @MMMercury, los quiero. Besos.
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