El desvirgador de mi familia.
William levantó a su sobrino cuando este estaba disfrutando de su verga, le dio un beso más caliente mientras lo pegaba al cuerpo de su hermano, ambos se deleitaron con el menor acariciando su físico, amasando sus glúteos, besando su cuello o labios, ambos machos parecían bestias en celo..
Mi padre William es un señor de 43 años, a pesar de su edad se mantienen en forma trabajando en construcción y haciendo ejercicio militar todos los días, recuerdo que de niño me intimidada su presencia, pero todo cambió cuando descubrí su secreto.
Como todo joven curioso me gustaba ver a mis familiares en lo que hacían, siempre sin que ellos supieran, había aprendido que realizaban cosas distintas cuando no había gente a su alrededor, así fue con mi progenitor, el cual gustaba de quedarse los fines de semana en casa mientras mi mamá y hermanos iban a la iglesia.
No era raro que mis primos o algún tío mio le visitará cuando nosotros salíamos, al regresar o se encontraban charlando con el o directamente ya se habían ido.
Sabía que papá disfrutaba de sus fines de semana sin nosotros y a mamá no parecía importarle, ella también tenía sus tiempos libres.
Lo único que cambio de aquella rutina fue que me enferme un sábado en la tarde jugando con tierra, tuve que quedar en cama con fiebre hasta el domingo en la mañana, preocupados mis padres me dejaron descansar en casa ese día, no obstante, ellos continuaron con sus actividades cotidianas.
Papá volvió a quedar solo en casa conmigo y me acuerdo que el entró a mi cuarto para revisar mi estado.
«¿Cómo sigues hijo? ¿No tienes sueño?» Cuestionó con sudor en el cuerpo, al parecer hacía ejercicio cuando no estábamos.
«Estoy bien, gracias papá» dije con una sonrisa tímida, sus labios se curvaron en una mueca mientras sus ojos se desviaban hacia un lado.
«¿Seguro que no quieres dormir? Te recuperarás más rapido» dijo con insistencia, negué con la cabeza alegando no tener ganas.
«Te traeré algo para beber por si tienes sed» comentó saliendo del cuarto, acepte dudoso de lo que hacia, el rara vez era tan atento conmigo y había asumido que era por estar enfermo por lo que lo dejé pasar.
Volvió con un vaso y me lo paso.
«Bebe un trago antes, quiero estar seguro que estes hidratado» refirió mordiendo su labio, aquellos belfos rojos captaron mi atención y al fin pude darme cuenta de algo.
«Papá nunca se ha preocupado cuando mis hermanos o yo nos enfermamos, siempre le deja el trabajo a mi madre» recordé entrecerrando la mirada, con mi curiosidad de por qué hacia eso finji tomar agua dejando que el liquido se metiera a mi boca, pero devolviendola suavemente al vaso, mi progenitor sonrió encantado.
Deje el vaso en la mesa al lado de mi cama pensando en lo que estaba sucediendo.
«Descansa, no te esfuerces si deseas dormir» Hablo saliendo del cuarto, mi mente asumió entonces que sus intenciones era que estuviera inconciente, pero el porque de eso me había llamado la atención.
Agarre el agua en mi repisa y la tire toda debajo de mi cama, luego puse el envase en su lugar acostándome de lado, dándole la espalda a la pared.
No podía quedarme con la duda de lo que ocurría con mi padre por lo que decidi seguirle el juego, fingí estar dormido durante varios minutos hasta que le escuche abrir la puerta de mi cuarto.
Cerré los ojos percibiendo con los ruidos que hacía que estaba a un metro de mi, tocó mi hombro moviendolo con fuerza para ver si abría los ojos, pero aunque me tentaba a hacerlo para burlarme de él, decidí seguir mi plan con maestría, el pareció estar satisfecho ya que soltó un suspiro, sus pasos se alejaron volviendo a estar solo en mi habitación.
Respire agitado sintiéndome nervioso, mis sospechas eran ciertas, ahora solo podía esperar a ver que es lo que tramaba y como si alguien leyera mis pensamientos escuche el timbre de la casa.
Salí lentamente de mi cuarto hasta llegar a la sala, había un rincón de la misma que estaba cubierta por los sillones y era difícil verte a menos que te acercaras demasiado.
Me escondí ahí viendo a uno de mis tíos llegar con su hijo, el menor de todos, ya había jugado con todos mis primos en las visitas familiares, pero con el era difícil, al ser tan pequeño casi siempre se quedaba con sos padres, hoy no era diferente de eso, solo que ver a mi padre besar a su hermano hizo que mis ojos se dilataran.
Para mi fue una sorpresa saber que mi progenitor, un hombre macizo, de barba afeitada negra, ojos marrones, nariz perfilada, labios rojos, mandíbula cuadrada, cejas tupidas, cabello rapado en los lados vistiendo una sudadera y pantalón de chándal cubriendo a la perfección su gran cuerpo tuviera esas inclinaciones con uno de sus parientes de sangre, quien no se quedaba atrás en cuerpo, solo distinguiéndose por afeitarse la cabeza, con algunos rasgos en la cara más toscos de lo usual.
Contrario a lo que creía, mi primo parecía feliz de lo que hacían, abrazando a mi padre mientras este continuaba con el beso humedo.
«Me alegra verte de nuevo William, me encontré con tu esposa de camino, dice que tu hijo está aquí ¿Quieres dejarlo para otro día?»comento nervioso mi tío, mi padre negó con una sonrisa orgullosa.
«Relájate, acabo de darle una dosis para que se duerma, no despertara hasta en la noche» habló acariciando el rostro de su hermano, luego agacho la cabeza al ser llamado por su sobrino.
«Tío, papá me dijo que me darías una sorpresa de las que me gustan» comentó el chico moviendo su cuerpo, mi progenitor asintió levantandolo con su cuerpo, pidió permiso con la mirada a su hermano el cual asintió con una sonrisa.
«¿Puedes hacer lo mismo que haces con papi cuando están solos?» Dijo mi padre acercando sus labios al menor, este asintió tomando el rostro del hombre y juntando sus belfos con los suyos, fue un beso inocente de unos segundos, pero pareció gustarle a William quien siguió dando pequeños picos hasta que mi tío los interrumpió.
«Me gustaría empezar ya, llevo con ganas desde que me dijiste que podías ayudarme»dijo el padre de mi primo apretando su entrepierna, excitado por lo que había visto.
«Claro, vamos a mi cuarto» comentó mi progenitor cargando a su sobrino, pronto la puerta de su habitación se cerró permitiéndome salir de mi escondite.
Teniendo mi cuerpo agitado por aquella experiencia no pude evitar desear más, quería estar seguro de que más cosas escondía William de mi y estaba decidido a descubrirlo.
Fui a la puerta de su cuarto para intentar abrir, pero la encontré con llave, molesto salí de casa recordando la ventana del cuarto de mis padres.
Ya en el patio note como las cortinas estaban puestas, pero no me desanime, mamá siempre decían que tenían agujeros por donde cualquiera podía espiar, mi padre nunca le tomó importancia ya que alegaba que nadie ajeno a la casa se acercaría por esos lados, vivíamos rodeados de muros siendo difícil no darle la razón.
Mis ojos lograron ver a través de aquellos pequeños agujeros teniendo un panorama completo de lo que sucedía en el cuarto.
El hijo de mi tío se hallaba de rodillas hurgando en el bóxer de su padre y el mio, ambos estaban en la cama besándose con gula dejando que el menor jugará con sus entrepierna.
Vi como el menor sacaba sus penes erectos y los besaba, luego optaba por lamer cada uno por turnos dejándose llevar por el deseo.
Pronto los hombres le prestaron atención acariciando su cabello y empujando su rostro cuando se media una verga a su boca, risas y jadeos se escuchaban, aunque eran muy bajos para mi, seguro si pegaba mi oreja a la puerta podría oírlos con atención, no obstante, preferia lo que mis ojos me mostraban.
Pronto mi padre terminó de desnudarse revelando un cuerpo tonificado que pocas veces veía, su hermano hizo lo mismo teniendo rasgos similares, exceptuando su barriga cervecera, aunque poco se notaba si se inclinaba.
William levantó a su sobrino cuando este estaba disfrutando de su verga, le dio un beso más caliente mientras lo pegaba al cuerpo de su hermano, ambos se deleitaron con el menor acariciando su físico, amasando sus glúteos, besando su cuello o labios, ambos machos parecían bestias en celo y a mi eso me empezaba a gustar.
Después de un rato de solo caricias acostaron al menor en la cama cerca del borde, mi tío fue por algo en uno de los muebles de la ventana logrando que me asustara, agache la cabeza nervioso hasta que me arme de valor de volver a ver.
Esta vez ambos hombres jugaban con la entrada de mi primo, uno le metía los dedos con un liquido extraño cayendo de su mano mientras el otro lamia con su lengua los bordes de su ano.
Parecía gustarle al chico quien apretaba las sábanas gimiendo.
«¿Ya esta listo?» Creí escuchar de mi tio, mi padre sonrió negando con la cabeza.
«Se ve que no conoces a los vírgenes, menos a los pequeños, necesitan mucha preparación así que continuemos con la estimulacion» se burlo mi progenitor.
A pesar de estar casi una hora vigilandolos el tiempo no parecía un problema para mí, ya que mi atención se mantenía en como esos hombres jugaban con aquel niño sin miramientos, logrando sacarle sonidos que no sabía que podía tener.
Después de lo que parecía media hora, ambos se levantaron del suelo satisfechos, estuvieron un buen rato en esa posición para tener mejor acceso a la entrada de mi primo, el cual respiraba agitadamente, lo notaba por como su pecho se movía.
«Está listo» dijo mi progenitor tomando su verga hinchada, era grande, pero la de mi tio le ganaba por unos centímetros.
«Me pone celoso que seas el primero siempre, pero si después de esto lo tendré solo para mi puedo soportarlo» comentó con una sonrisa su hermano, una carcajada acompaño la risa burlona de mi padre.
«Sabes que siempre será así, todos ustedes no tienen experiencia desvirgando menores, necesitan de mi ayuda sino quieren asustar a los pequeños y digan algo a sus madres» refirió con orgullo William posicionando su hombría en el agujero abierto de mi primo, mi tío asintió acercando su verga a la boca de su hijo, dejando que este chupara a su gusto.
Poco a poco note como entraba aquel pedazo de carne al ano del menor, este no parecía importarle estando más interesado en lamer el glande de su padre, mi progenitor siguió enterrando más de su pene hasta que de un empujón lo metió todo, escuche un gemido seguido de un gruñido.
El mayor se quedó quieto esperando que su sobrino se acostumbrará, mi tío le distraía con caricias, algo que funciono, ya que apenas un minuto después empezaron las embestidas leves.
Cada arremetida parecía sacar gruñidos y gemidos, los cuales se acallaban con verga o besos calientes.
Pasaron unos minutos antes de que las penetraciones subieran de intensidad, William tomó la cintura de su sobrino empujando su pelvis con fuerza, las pieles chocaban, pero el mayor ruido provenía de sus labios los cuales soltaban sonidos obscenos.
«Jodido niño, lo tiene tan cerrado en mi que se siente de maravilla»gruño mi padre acelerando su movimiento, mi tío tuvo que sacar su hombría de la boca del menor ya que su respiración se volvió erratica.
Conformándose con masturbarse disfruto de la escena de como su pequeño era atravesado por la verga de un hombre musculoso, el cual era su hermano.
Cada gesto sexual quedo grabado en mi mente durante varios minutos hasta que con un resoplido grave mi progenitor dio su última embestida, salió del ano de mi primo dejando caer semen con el, era muy caliente el notar como ese agujero dejaba salir rastros de líquido blanco, pero molesto por eso William tomó lo que salía metiéndolos de nuevo en aquella entrada usada.
«La leche de macho no se desperdicia» dijo con unas sonrisa cansada, le sedio el lugar a su hermano el cual admiraba la escena con ojos brillantes.
«Es todo tuyo, voy a bañarme y revisaré como está mi hijo» dijo mi padre empezando a vestirse.
Apenas tuve tiempo de ver como mi tío penetraba al menor antes de salir corriendo, no podía dejar que supieran que estaba despierto, no sabía si me castigarian por ver algo que no debía y tenía miedo de eso.
Rapido accedí a mi cuarto, escuchando después a mi padre entrar, sus manos viajaron a mi cabello un momento causandome escalofríos.
«Algún día hijo tu también serás mio» habló con voz grave dejando un beso en mi mejilla para después salir del cuarto.
Continuara…
Gracias por haber leído.
Si quieren compartir relatos o solo charlar pueden contactarme por Telegram.
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Hasta pronto.
Hermoso relato amigo espero q sigas esta saga tiene mucho potencial !!!
Me excitan a full los relatos donde alguien espía y descubre a algún pariente haciendo estas cosas, me corrí muy rico, por favor continúa 😍
Excelente relato espero el próximo
como sigue
💦💦💦 que morbo, sigue así
Cuando colocaras la continuación, este me puso muy tieso, hasta me late el culito
Guau, qué morbo. Definitivamente merece continuación.
Buen comienzo. Voy a seguir con la continuación