EL PESCADOR
Vivir en un pueblo en medio de la nada puede llegar a ser complicado, sobre todo cuando eres un chico de 25 años acostumbrado a una vida hipersexualizada, corres muchos peligros con tal de satisfacer tus deseos más oscuros, o por lo menos eso hago yo..
Mi nombre es Mercury, tengo 25 años, mido 1.72 y peso 60 kg, no tengo el cuerpo que a mi me gustaría debido a mi sedentarismo, pero tampoco estoy mal distribuido (o por lo menos eso creo yo jeje). Vivo en una zona en medio de la nada en la Costa de Oaxaca, México ya que ayudo a mis padres a administrar un pequeño hotel que hicieron durante pandemia como casa para la familia y terminó siendo un negocio. Vivo aquí desde noviembre de 2023 y la verdad ha sido un tanto complicado a veces debido a que estoy acostumbrado al caos de la ciudad capital, a salir de fiesta y a tener sexo regularmente gracias a las aplicaciones de encuentro, pero también he aprendido a aprovechar esta mirada más relajada de la vida.
Desde hace un tiempo he tenido que conformarme con salir a la playa durante las noches de oscuridad y masturbarme con la luz de la luna mientras juego con mis dedos en mi ano presionando mi próstata e imaginando que me penetra alguna de las tantas parejas sexuales que he tenido, pero no es igual y usualmente regreso a mi habitación decepcionado, con el culo alocado y los huevos adoloridos por no haberme venido, pero todo cambió una noche cuando estaba en mi rutina sexual y vi una figura que alumbraba la playa como si estuviera buscando algo. Un poco de contexto rápido, usualmente en la playa donde vivo hay muchas tortugas que llegan a desovar sus huevecillos y mucha gente los busca para venderlos y/o comérselos, dependiendo que tantos encuentren, por lo que es común que durante las noches se lleguen a ver un par de luces yendo de aquí para alla buscándolos, usualmente no le doy mucha importancia pero el tema fue cuando por accidente esta figura me apunto con su luz y me vio a mitad de tremenda paja con tres de mis dedos dentro del culo, estaba a poco más de medio metro de mí, así que pude ver su sorpresa y el la mía cuando todo ocurrió
P: Disculpe amigo, no quería incomodarlo, de verdad perdone- me decía apenado, yo me encontraba tomado después de beber un poco de whiskey y con una nota por fumar porro así que, en vez de actuar con miedo o preocupación, solo me acomode teniendo que sacar mis dedos de mi culo
M: No se preocupe amigo, la verdad también es culpa mía por dejarme llevar por la situación- le dije con una pequeña sonrisa nerviosa, aunque en ningún momento deje de mover mi mano masturbándome -me llamo Mercury, por cierto, vivo aquí en uno de los hoteles de la playa-
A: Me llamo Antonio, soy pescador, de hecho, te me haces un poco familiar amigo, vives en el hotel amarillo ¿no?- me dijo dejándome sorprendido, al afirmarle se sentó a mi lado sobre la arena (yo estaba sobre una toalla) -te he visto un par de veces, eres hijo de los dueños, dime ¿Qué te trae a masturbarte por acá si puedes hacerlo en tu habitación?
M: La verdad es que me gusta estar desnudo aquí en la intemperie y aprovechar que no hay nadie, o por lo menos eso pensaba, jeje- tomé mi vaso y le di un gran trago, aun me quedaba más de la mitad de mi brebaje favorito, whiskey con gingerel, es lo que estaba tomando en ese momento, no sé porque, pero le ofrecí un trago a Antonio quien lo acepto sin chistar
A: Buah, te gusta cargadito, cabron- me dijo sonriendo mientras me daba de vuelta el vaso, solo le sonreí tímidamente y le dije “un poco”, estuvimos en silencio un par de minutos hasta que el se puso de pie preparándose para irse
M: Ey ¿A dónde vas?- le dije tomándolo de la mano guiado por mi borrachera y calentura sexual, la verdad es que lo poco que podía ver de Antonio me gustaba, se veía mayor que yo, mínimo tendría unos 35/40 años, pero era alto y de buen cuerpo
A: Voy a terminar mi chamba y a dejarte terminar la tuya- dijo viéndome de pies a cabeza, pero concentrando su mirada en mi pene que no dejo de estar erecto en todo el rato que él estuvo conmigo -se ve que te interrumpí en la mejor parte, estabas disfrutando mucho por lo que veo- dijo señalando mi verga y estomago llenos de liquido preseminal, yo comenzaba a sentirme apenado, pero en mi borrachera dije algo que no sabía cómo resultaría
M: Pues deberías ayudarme, al final de cuentas es tu culpa que no haya podido terminar- le dije con un tono un poco retador, Antonio me miro detenidamente y, aprovechando que lo tenia del brazo me puse de pie frente a el quien seguía barriéndome con la mirada -¿o qué? ¿no te gustó lo que viste?- Antonio no dejaba de mirarme y pude notar que estaba sonriendo un poco, fue ahí cuando me arriesgue un poco más y lleve la mano con la que me ayudo a ponerme de pie a mi espalda, así tendría de dos, bajarla a mis nalgas o soltarme e irse -entonces ¿Qué va a ser?- le dije acercándome poco a poco a el comenzando a pegar mi cuerpo desnudo al suyo, el solo me miraba con esa sonrisa, pero de un momento a otro me separo de él
A: Será en otra ocasión- me dijo mirándome, me dio un beso en la mejilla y se fue -Cuídate, princesa- dijo dándome una pequeña nalgada y continuo su camino por la playa, yo la verdad es que me quede un poco decepcionado, pero seguía caliente así que continue con lo mío pensando en que mis tres dedos representaban el miembro de ese pescador sexy que me había encontrado esa noche. Fueron pasando los días, de vez en cuando salía a masturbarme nuevamente a la playa con la esperanza de ver de nuevo a Antonio, incluso llegue a soñar que una de esas veces me encontraba nuevamente desnudo y el procedía a hacerme suyo hasta que se cansara llenándome de su esperma, pero nada pasaba.
Todo cambió cuando un par de semanas después de nuestro primer encuentro, fue despertado por mi padre quien me decía que saliera a conocer a uno de sus grandes amigos de la comunidad, grande fue mi sorpresa cuando vi a Antonio sentado en el comedor con una cerveza en la mano y un par de grandes pescados que le había traído a mi papá quien nos presentó, Antonio nunca dejo de sonreírme en todo momento, pero era una sonrisa amigable como si fuera la primera vez que nos veíamos, pasó un buen rato en el que los tres (Antonio, mi padre y yo) compartimos unas cuantas cervezas mientras platicábamos, ahí me enteré que además de ser pescador, Antonio era dueño de un terreno cerca de mi hotel donde tenía una pequeña casa que compartía con su familia, una mujer de mi edad y los 3 hijos que esta le había dado dos gemelos de 13 y una pequeña de 4 añitos. Estuvimos platicando de como había estado el día de pesca de Antonio hasta que mi padre hizo un comentario que no me esperaba “¿Cómo te ha ido con lo de los huevos de tortuga?” yo me puse nervioso pensando que tal vez sacaría el tema de cómo me encontró, pero respondió con mucha normalidad
A: Ha sido complicado encontrar, los últimos que encontré fueron hace unos cuantos días, pero no los pude probar- dijo, esa fue la primera vez en todo ese encuentro en la que me miro como lo hizo cuando me descubrió masturbándome, yo me puse un poco colorado por eso y sonreí nervioso, él me sonrió y sentí como rozaba mi pierna con su pie de manera suave por lo que me ganaron los nervios y fui por otra cerveza, mi padre me pidió que llevara otras dos pero Antonio dijo que tendría que irse en un par de minutos.
Pasaron como unos 5 minutos en los que mi padre y yo estuvimos platicando con Antonio hasta que este comenzó a despedirse, mi padre por su estado inconveniente me pidió que lo acompañara para abrirle la puerta y él se subió a su cuarto, yo acompañe a Antonio quien, al cruzar la puerta que divide el estacionamiento de mi hotel con el resto del poblado me puso de espaldas contra la puerta de su automóvil y se pego a mi cuerpo, yo en mi estado de ebriedad no supe que hacer, así que lo bese en lo labios e hice como si lo empujara para alejarlo de mí, el solo sonrió y se acercó de nuevo a mí, pero esta vez nos pusimos en la misma posición que cuando me encontró masturbándome, estábamos frente a frente y él con su mano en mi cadera, pero ahora si la bajo para comenzar a masajear mis glúteos de manera suave y yo no pude evitar llevar una de las mías hacía su bulto el cual, con todo y que no estaba completamente erecto, se sentía grande y grueso, nos estuvimos mirando por unos segundos hasta que se separo nuevamente de mi como si nada hubiera pasado, se subió a su auto y emprendió su viaje de regreso a su casa, yo me quede frente a la entrada de mi casa confundido y excitado, me habría encantado que me hiciera suyo ahí mismo, pero confirme que iba a pasar en el momento indicado con lo que acababa de ocurrir, sin embargo, mi calentura no bajó.
Esa noche me masturbé tres veces imaginando que tenía sexo con Antonio, pero no me fue suficiente, necesitaba sentirlo dentro de mi en la realidad, quería que me cogiera y me dejara el culo abierto y preñado, quería mamar su verga hasta que me llenara la boca de su leche, quería ser suyo, estaba demasiado caliente por lo que decidí ir a dar una vuelta para bajar mis deseos sexuales porque si continuaba con las pajas me iba a arrancar la verga.
Estuve caminando un rato con una toalla en el cuello por si en algún momento quería acostarme en la arena y una cerveza en la mano, aunque traía otras cuantas en una pequeña hielera que usaba cuando quería ir a nadar al mar, en una de esas me canse y me decidí a sentarme en la arena sobre la toalla, mirando al mar alumbrado por la luz de la luna llena mientras seguía pensando en Antonio, creo que lo hice tanto que lo invoque porque a los pocos minutos sentí como me alumbraba una luz como a 10 metros de mi
A: Pero bueno ¿primero me besas y ahora me ignoras?- me dijo acercándose lentamente a mí, le pregunté a que se refería -Llevo gritándote un buen rato- me dijo con un tono un tanto molesto mientras se iba acercando
M: La verdad es que no alcancé a escucharte, venía un poco en la pendeja- le dije un poco apenado mientras le daba un trago a mi cerveza -¿gustas una chelita?- el apago su linterna y se sentó a mi lado aceptando mi invitación, le pasé una cerveza fría y se la abrí con mi encendedor no me había percatado de que Antonio venia desnudo con solo un pareo amarrado a la cintura hasta que lo vi con la luz de la luna
A: ¿Y esa sorpresa de que estas aquí vestido?- me dijo en tono de broma mientras le daba un trago profundo a su cerveza
M: Pues no podía dormir, así que quise venir a estar un rato acá en lo que me da sueño- le dije nervioso, no podía dejar de mirar su cuerpo, estaba bastante bien trabajado aunque tenía una pequeña panza chelera (que es cuando, por beber cerveza, el estómago se inflama) -por lo que veo, parece que cambiamos lugares esta vez- le dije con una sonrisa, el me la devolvió y se puso de pie para quitarse el pareo y ponerlo en el suelo junto a mí, esa fue la primera vez que lo vi desnudo, tenía un culo esponjoso y su verga, con todo y que estaba morcillona, se veía larga y gruesa, mínimo le mediría unos 14 cm sin erección
A: Parece que sí, Merc, aunque ahora el que esta apenado soy yo- dijo sonriéndome, eso lo tomé como una invitación así que me puse de pie, sacudí la arena que había en la toalla y comencé a desnudarme poniendo mis ropas sobre la hielera y me senté de nuevo a su lado, pero un poco más cerca, tocando piel con piel -¿y por qué no podías dormir? ¿no te le has jalado?
M: Más de lo que debía, pero no puedo quedar satisfecho, necesito más que una paja- le dije de la manera más sensual que me salió, el lo entiendo perfectamente ya que llevo su mano a mis nalgas comenzando a amasarla, yo levante mi cadera un poco para que tuviera mejor posición y lleve mi mano a su muslo comenzando a recorrerlo de arriba a abajo concentrándome en que sintiera mis dedos los más cerca que su pija que se pudiera
A: Yo te puedo ayudar con eso, si tu gustas- me dijo mirándome a los ojos, honestamente no pude controlarme y me lancé a besarlo, solo le di un pequeño pico el cual el correspondió antes de comenzar a besarnos con lujuria, yo me acomode sobre de el para poder comenzar a tocar bien su cuerpo mientras él ahora comenzaba a masajear más mis nalgas mientras comenzaba a rosar con sus dedos mi huequito cerrado y estrecho -hoy nos vamos a divertir mucho, te lo prometo, princesa- cada vez que me llamaba así me sentía vulnerable y con ganas de que me tratara como tal, no pude evitar comenzar a rosar mis nalgas sobre su verga la cual comenzó a crecer poco a poco entre ellas, se sentía delicioso, yo no dejaba de mover mis caderas de arriba abajo para que Antonio sintiera toda la raja de mi culo en su miembro pero de la nada me detuvo -tu déjate hacer, te prometo tratarte como la princesa que eres- me dijo mientras seguía besándome.
Antonio me tomo de la cintura haciendo que me acueste en su pareo y continuó besándome suavemente mientras masajeaba mis glúteos con sus manos, la sensación de estas me tenía muy excitado, si bien eran un poco ásperas por la pesca, conservaban cierta suavidad, sobre todo en sus dedos los cuales pasaba suavemente por mí ano. Poco a poco fue bajando por mi cuello besándolo junto con mis orejas, lamió mi pecho y succionó mis pezones suavemente para continuar bajando dejando un camino de saliva que llegó hasta mi erecto miembro de 19 cm y, tras examinarlo un poco, comenzó a darme una muy buena mamada, se la metía hasta el fondo haciéndome garganta profunda y la sacaba para luego lamer el tronco y juguetear con mis huevos, incluso de vez en cuando me daba alguna lamida traviesa en mi culito, yo estaba disfrutando como loco, empujaba su cabeza contra mi pelvis para que mi miembro entrara más en su boca, hasta que se separó para tomar aire
A: Wow, estas más rico de lo que me imaginaba, Merc- me dijo limpiando su boca de la saliva que había escurrido durante la mamada, luego me volvió a tomar de las piernas y me las levanto bruscamente haciéndome caer en la toalla -ahora me toca ser rudo contigo- dijo mientras abría mis nalgas lo más que pudo dejando ver mi culito el cual comenzó a lamer como loco sin dudarlo sacándome gemidos de placer, podía sentir como abría mi ano con su lengua comenzando a penetrarlo mientras que yo solo disfrutaba y gemía pidiendo más, mientras tanto sentía como su verga ya erecta al 100 golpeaba mi espalda dejándola llena de líquido preseminal lo cual estaba comenzando a molestarme porque quería probar el elixir se estaba sacando su miembro, así que lo detuve apretando su cabeza con mis piernas -¿Qué pasa? ¿no te esta gustando?- me dijo confundido
M: Todo lo contrario, me encanta, pero siento que es muy egoísta que solo disfrute yo- le dije separándome de él y poniéndome de pie -acuéstate- el me hizo caso y le procedí a sentarme en su cara dejando mi culito libre para que el siguiera deleitándose con este mientras yo comenzaba a juguetear con su miembro, ahora si podía verlo en todo su esplendor, media fácil como 20 cm y era mucho más grueso de lo que me imaginaba, al principio me quise arrepentir pero al sentir lo bien que me estaba dilatando el culo poco me importo que me lo rompiera con ese mástil, quería sentirlo preñándome
Comencé a mamar su verga como el había hecho conmigo, primero le pase la lengua de manera suave por todo el cipote y el tronco hasta que estuvo bien brillosa por mi saliva y el precum que estaba soltando el cual tenía un sabor delicioso, poco a poco comencé a mamársela como el me había hecho a mí, solo que, gracias a la posición en la que estaba, pude meter sus 20 cm hasta el fondo de mi garganta sin problema aunque me faltaba la respiración, pero eso no me detenía de querer sentirlo bien adentro de mi boca, incluso un par de veces cuando me sacaba su verga procedía a bajar a sus huevos para succionarlos e incluso me dejo lamer un poco su ano pero la verdad es que era lo que menos me interesaba, quería sentirlo dentro de mi penetrándome y preñándome, así que regrese a mi trabajo de mamar su verga lo mejor que podía mientras el gemía con su lengua dentro de mi culo y de vez en cuando la pasaba por mis huevos, hasta que ya no pude más.
Me levante bruscamente poniéndome frente a él, me terminé mi cerveza de un trago y comencé a besar a Antonio mientras acomodaba su gruesa verga en la dilatada entrada de mi esfínter, poco a poco comencé a tratar de hacer que entrara sentándome sobre su miembro, pero me costaba trabajo, el me miraba con una sonrisa mientras veía mi desesperación hasta que después de varios intentos me detuvo
A: Tranquila, princesa, no te desesperes, lo único que vas a lograr si continuas así es que te rompa tu culito, déjame ayudarte con eso- se puso de pie cargándome de la cintura y nuevamente me acostó en la toalla con mis piernas en sus hombros para volver a devorar mi culito, yo estaba gimiendo como loco aprovechando que nadie nos podía escuchar en donde estábamos y el solo me miraba disfrutando el ser su puta, se separó de mi culito y ahora si venía lo bueno, puso nuevamente su cipote en mi ano abierto y presionó suavemente -relájate y puja un poco, vas a ver que con eso va a entrar sin tanto dolor- podía sentir como la cabecita de su verga estaba rebosante de precum que fue lo que uso para lubricarme y cuando menos me lo espere sentí como mi ano abrazo la punta de su verga dándole paso para que pasara sin problema.
Al sentir la gran cabeza de aquel miembro entrar en mi culo solté un pequeño suspiro por el dolor, el no se había movido ni un centímetro después de eso, solo tenia mis piernas en sus hombros y me besaba suavemente, después de un par de minutos comenzó a empujar su verga para que esta entrara poco a poco dejándome sentir como mi culo se iba abriendo con cada centímetro que iba invadiéndome. Antonio estaba muy tranquilo y con una sonrisa mientras veía mis reacciones al estar recibiendo su verga, solo me decía “tranquila, princesa, tranquila, vas a ver como lo vas a disfrutar” yo solo me dedicaba a gemir debido a lo que sentía cuando ese invasor se abría paso por mis entrañas, los segundos fueron minutos pero el Antonio nunca detuvo su penetración hasta que sentí que su pelvis chocó con el mío y soltó un gemido mientras lamia mi oreja que me provocó escalofríos y fue cuando se detuvo finalmente, dejo quietos sus 20 cm de carne para que pudiera acostumbrarme a su invasión y moldearme, al poco tiempo fue yo solo quien comenzó a mover sus caderas, primero lento haciéndome sentir como entraba y salía cada centímetro de su verga, estuvo así fácil unos 10 minutos, metiendo y sacando lentamente su miembro mientras veía la expresión de placer que me provocaba, porque además, el muy hijo de puta empujaba su verga para que todo el tiempo le diera a mi próstata porque apretaba mi culito y eso le gustaba
A: Uffff, que apretadito culo tienes, princesa, estas de maravilla- eran algunas de las cosas que me decía con cada embestida que me daba, yo solo gemía y disfrutaba de sus embates hasta que, de la nada, me la sacó completa y me la metió de golpe hasta el fondo -¿te gusta, putito?- me susurro al oído, yo estaba convulsionando en la toalla mientras que de mi verga comenzaron a salir pequeños chorros de meado, acababa de tener un orgasmo sin tocarme, pero no me había venido -¡pero mira nada más!- dijo Antonio con una sonrisa en su cara mientras volvía a sacar y meter su verga de un solo movimiento, así lo hizo una vez más y provoco un grito
M: ¡AH, HIJO… DE… PUTA!- dije mientras comenzaba a mover mi cadera en círculos, quite mis piernas de sus hombros y las lleve a su cadera para abrazarlo con ellas y luego me le colgué para besarlo mientras cabalgaba en su mástil haciendo que entrara y saliera de mi culo -quiero que me preñes, hazme tu putito- le susurre al oído
Antonio me tomó de las nalgas y se levantó cargándome con su verga dentro, les juro que nunca había sentido tanto placer, entre las embestidas de mi nuevo amante las cuales eran rápidas y con fuerza y la gravedad que hacía que todo dependiera de su movimiento ya que me tenía ensartado gracias a mi propio peso, de cogió como nunca me habían cogido. Estuvo cogiéndome lo más rápido que podía hasta el fondo de mis entrañas por 5 minutos sin parar en los que solo nos besábamos y gemíamos al unísono hasta que de la nada sentí como comenzaba a disparar 6 chorros de esperma tan fuerte que me dolía el estómago, pero no se detuvo, mientras seguía expulsando su lefa en mi culo, continuo moviendo sus caderas penetrándome ferozmente, fue tanto placer el que sentía que me vine sin tocarme pero esta vez si saque leche, tanta que me manche la cara y deje nuestros pechos llenos de la sustancia que tenía mi ADN.
Antonio dejo que su miembro saliera por su cuenta y, cuando salió, fui directo a sacar todo lo que me había dejado adentro en un hoyo que hice en la arena, luego me acerque a el y comenzamos a besarnos de nuevo de manera apasionada, sacamos otra cerveza cada uno y nos la bebimos mientras platicábamos de nosotros, el me contó que era bisexual y que su esposa sabía, que se había casado debido a que nació su primer hijo por accidente y la familia de su mujer no la dejó abortar al niño, que de vez en cuando hacían fiestas en su casa donde el y otros se la cogían con la condición de que los invitados tenían que complacerlo con sus culos y por eso tenía experiencia rompiéndolos con semejante verga sin causar tantos estragos, además me invito a una
A: Mira, cabron, de huevos me encanta tu culo, pero no me quiero meter en pedos con tu jefe, te encargaría mucho que mantuvieras esto entre nosotros- me dijo poniéndose serio, yo lo mire meditando mucho lo que me acababa de decir y luego hable
M: ¿Sabes qué? lo que me acabas de pedir es lo mínimo de la que pensaba hacer, carnal, a mí me gusta ser discreto y todo quedara entre nosotros, cogeremos cuando tu quieras o en una de esas fiestas con tu esposa- le dije mientras ambos reíamos, pude notar que se veía más tranquilo después de lo que le acababa de decir y brindamos por el gusto mutuo que nos acabábamos de provocar, después de acabarnos las cervezas que traía él se levantó de la arena, sacudió su pareo, se lo puso en la cintura y me dio otro profundo beso mientras rosaba mi culo con dos dedos, me dolía y mucho, pero el sentir esa pequeña despedida como que me ayudo a recuperarme
A: Cuídate, princesa- me dijo y emprendió el camino de regreso a su casa andando por la playa, yo recogí todo, me vestí e hice lo mismo, pero no pude evitar caminar lento debido al dolor de culo que tenía, pero estaba feliz, tanto que dormí como un bebe.
Espero que les haya gustado este relato, ya saben que me pueden hacer llegar sus comentarios a mi Telegram @MMMercury, nos vemos pronto.
Bufff, que cogida más rica,que rico se siente cuando eres cogido por un macho así como ese pescador.
Ufffff chido
Super Vivir asi. En la playa desnudo y follando ufff. 😍😘👍