ENCONTRÉ DOS SOBRINOS MUY CACHONDOS
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
El sábado de tarde fui al supermercado a comprar unos limones para preparar unos tragos. Luego en la entrada del establecimiento hay unos estantes con libros y como a mí me gusta leer me detuve un poco para ver algunos títulos. Estaba absorto leyendo un trecho de un libro que hablaba sobre mitología griega cuando siento un empujón. Me vuelvo y veo que ha sido un chico de barba que ha tropezado en mí. Qué extraño que no me pidió disculpas, pienso. Después de un rato me dirigí a la sección de lácteos para escoger un queso. En el momento que cojo el producto otra persona escoge el queso al lado y al hacerlo se aproxima tanto que roza su cara con la mía. Yo me aparto sorprendido y noto que se trata del mismo chico que me empujó. Él continúa como si nada y se aleja. Es un malcriado, digo. Cuando estoy por fin escogiendo los limones, objetivo de mi visita al super, está ahí el mismo chavalo casi tocando mi mano en el canasto de limones. Este cabroncito me está persiguiendo, pienso. Con esta deducción en la cabeza y notando el afán del chavalo queriendo buenos limones, le digo:
-yo tengo dos limones que tienen mucho jugo-. El muchacho sonríe y me contesta:
-¿estás seguro?-
-estoy ¿te gustaría verlos, exprimirlos?-
-me gustaría-, contesta con una sonrisa en los labios
-nos gustaría-, contesta otro muchacho, un poco mayor que mi interlocutor. Entiendo que son amigos, quizás amantes. Fue suficiente. Al poco rato estoy yo desnudo vistiendo apenas un par de tenis, recostado en un sofá confortable recibiendo un montón de besos de dos chavalos bien cachondos.
-como estás rico, tío-, me dice Mark, el chavalo que me había perseguido en el super
-tenés razón, está muy rico-, comenta Johnny mientras huele mi verga y se dispone a mamar. Luego comienza la chupada con tanta avidez que hace que me estremezca todo. Y más cuando me lame el guebo, se los pone en la boca y los chupa bien suavemente. El chico es un maestro en chupar guebo. Que rico siento. Johnny ahora coloca condón en mi pija la lubrica con saliva, se abre y va acomodando su culito hasta que la punta de mi verga se lo toca. Mark no para de besarme, metiendo su lengua en mi boca y yo chupándosela. Siento mi verga invadiendo el culo ardiente de jonhy. El cabrón comienza el metisaca. Todos los movimientos son por cuenta de él.
-que polla dura, más parece un hueso-, dice el chico. Mark se le aproxima y lo besa mientras él mismo se baja el calzoncillo y me arrima su verga a la boca para que se la mame. Yo hago eso y lo hago bien porque el chico gime y se retuerce de placer. La cabalgada de Johnny es tan buena que siento que no me contengo más
-voy acabar, voy acabar-, aviso. Aprieto la mano de mark y este se vuelve para besarme. Así siento que acabo. Johnny se masturba frenéticamente y suelta fuertes chorros de semen que me bañan el tórax y hasta la cara. Los chavalos me llevan al baño y ahí nos lavamos uno al otro. Yo me concentro en Mark, lavándole bien la rajita pensando en algo bien rico que le haré luego.
Cuando estamos en la cama Mark acostado de frente, yo arrodillado le agarro un pié y se lo beso, le muerdo los deditos, se los chupo. El chico gime y más cuando le paso mi barba hirsuta. Johnny me observa al mismo tiempo que acaricia el pelo de su amante y le dice cositas que yo no logro oír. Yo le beso las piernas y los muslos, lo abro bien y zambullo mi cara en su culo y meto mi lengua en su hoyito. Como gime el chavalo. Ah, ah, ah. Dice. Le lubrico el culito con mucha saliva.
Me pongo el condón y se la arrimo. Johnny ahora se ha sacado la verga que estaba envuelta en la toalla y se la da a Mark para que se la mame. Mark se la chupa. Yo le penetro. Bien delicadamente. Después me lo cojo bien con ritmo mientras le beso los pies. Johny me besa entonces. Este chico también tiene un rico beso. Los dos trolitos me encantan pero a decir verdad me amarro más en marquito. El niño que me persiguió. Siento que yo le gusto mucho, tanto que Johny está sintiendo un poco de celos. Siento tan rico cogerme a este chico tan cachondo. Cambiamos de posición con él encima de mí mostrándome su verga bien dura mientras cabalga encima de mi hierro. Quiero gozar así teniendo esa visión de marquito mirándome a los ojos, inclinándose para besarme. Pero Johnny tiene otros planes. Ahora él se va por detrás del chico e intenta penetración. Creo que ya lo han hecho otras veces pues luego Johnny logra meter su verga en el hoyo ya ocupado. Siento mi verga siendo aplastada, siento rico y me corro. Johnny también. Siento el esperma de Johnny mojarme los muslos. Beso a Mark. Ahora soy yo que lo besa. Es un beso ardiente. Mark también se corre y me baña la barriga con su leche Así terminamos.
-queremos repetirlo-, dice Mark
-claro, por qué no? Somos vecinos-
-yo sé. Conozco a tu mujer-.
Me quedo callado. Luego digo:
-pero no se lo vas a contar-
-por supuesto que no-. Me prometen.
Y desde esa vez nos encontramos casi todo mes. He sido un tío muy sabroso para estos dos chavalos. Aunque me sigue gustando más Marquito.
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