Ensalada con sorpresa
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por radcer.
Un día después de comer noté la necesidad imperiosa de correrme con algo metido en mi ano. Siempre trataba de satisfacer ese gusto metiéndome un pequeño consolador que una antigua novia me había regalado para jugar juntos. También solía introducirme otros objetos como la funda de metacrilato de un cigarro puro o algún mango de destornillador que se adaptase bien a mi culito. Aquella tarde me disponía a empezar con ese ritual, me fui al baño y me desnudé completamente, abrí mis nalgas con ambas manos y en el espejo ví que tenía bastante vello así que me afeité con una cuchilla desechable quedando bien lisito.
Después con una pera de irrigación fui metiéndome agua la cual fui expulsando por rachas hasta quedar bien limpio por dentro y acto seguido con esa misma perita me lubriqué por dentro con un poco de aceite corporal. También en mi entrada puse unas cuantas gotas de gel anal y comencé metiéndome el dedo índice, luego el corazón y después ambos. Con la otra mano me masturbaba a ratos y me encantaba… Me estaba dando mucho placer y no podía parar, fui a la caja de herramientas y cogí dos destornilladores de tamaño mediano, uno más grande que otro. Primero me metí el más pequeño y estuve con él unos diez minutos, acto seguido probé con el que le superaba en tamaño. Me costó meterlo un poco pero lentamente fui adaptándome a su forma y conseguí que entrara sin problema. Dentro fuera, dentro fuera otros quince minutos hasta que no podía aguantar más, necesitaba correrme así que lo dejé quieto dentro y me pajeé hasta que me corrí. Fue un orgasmo raro, parecía como que me había quedado con ganas. No tenía ningún plan y la tarde era aún larga…
Me dí una buena ducha y a cada poco fui enfriando más el agua hasta que casi acabé duchándome en agua muy fría. Me dí de ese aceite corporal por todo el cuerpo, especialmente en mi rajita pasando con mis dedos una y otra vez. Mi cuerpo quería más y fui a por el consolador. Pese a las anteriores penetraciones no fue fácil su entrada ya que su cabeza era ancha y en zig-zag haciendo un ángulo que luego acaba y a lo largo de sus 12cm hacía como ondas que según entran y salen te hacen estremecer. Todo muy rico. Me puse a cuatro patas y lo fui metiendo al gusto con un mete saca que aumentaba en velocidad a medida que me iba gustando más. Me veía reflejado en la mampara de espejos y me gustaba muchísimo ver como entraba y salía de mi agujerito. Lo metí totalmente y volví a manosearme la polla rápidamente. Segunda corrida. Llegué al orgasmo en seguida y volvió a parecerme raro, me limpié con papel higiénico pero me dejé el consolador dentro. Aquella tarde los orgasmos eran cortos y rápidos y yo quería uno más largo.
Eran ya las siete y media de la tarde y las tiendas pronto cerrarían así que pensé que mejor sería salir a comprar algo que me dejase satisfecho. Pensé en ir a un sex shop a por algo más grande pero me quedaba algo lejos de casa, así que bajé a ver qué encontraba en las proximidades. No me quité el consolador y me puse unos vaqueros y una camiseta. Ya en la calle me disponía a ir al supermercado pensando en comprar allí algún vegetal tipo zanahoria o pepino para introducirme. Sin embargo de camino allí ví que una frutería del barrio estaba echando el cierre. Abrí la puerta y no había nadie, solo el tendero tras un mostrador adornado de diversas frutas:
-Buenas tardes ¿cierran ya?
– Aún faltan 20 minutos para que cerremos, pero ya voy recogiendo.
-Entro pues a comprar algo.
-Lo que quiera.
Entré y ví que en su mayoría todo era fruta, la verdura la tenía el tendero a sus espaldas. Al menos la verdura que me interesaba a mí jeje. El hombre era de unos 50 años y al verme allí observando el género por todas partes pensó que estaba algo perdido, se notaba que estaba cansado de la jornada y seguramente querría recoger e irse a descansar, comenzó a hablarme:
-¿Qué necesitabas?
-Creo que solo un par de zanahorias y otro par de pepinos.
Una vez dije eso me miró de otra manera. Y volvió a preguntarme
-¿De qué tamaño más o menos?
– Las zanahorias medianas tirando a grande y los pepinos pequeños.
– ¿Así?
Me enseñó dos de cada. Las zanahorias como de 18cm una de 1.5cm en su parte más fina y otra también de esa longitud más o menos pero algo más gruesa. Ambas como de 3cm en su parte más ancha. Y los pepinos pequeños, como de 12cm pero más gorditos entre 5 y 6cm de grosor. Pensé, perfecto.
-Si. Ese tamaño está bien. ¿Cuánto es?
Volvió a mirarme de manera extraña y esbozó una sonrisa de medio lado.
-Uno con cincuenta- Dijo.
-Ahí tiene.
– Gracias y hasta luego. Que pase una buena tarde.
-Creo que sí.
Sonreí y cuando iba a salir oí que volvía a hablarme.
-¿Vas a pasártelo en grande verdad?
-¿Perdón?
– No disimules. Ambos sabemos para qué has comprado eso.
– No le entiendo.
– Pero creo que yo a ti si.
Me estaba poniendo nervioso ese tipo. No sabía como pero había descubierto la verdad. Volví a fijarme un poco más en él. Estaba sudando un poco y tenía un poco de barriga que se le notaba bajo un delantal algo sucio ya de estar trabajando todo el día. Sus manos eran fuertes y toscas. No sé, me entró curiosidad por seguirle el juego.
-Creo que se confunde. ¿Para qué cree que he comprado esto?
– Creo que para metértelo por el culo.
-¿Tengo pinta de marica o que?
– No. Pero me ha dado esa sensación.
-Pues a lo mejor es para eso, a lo mejor no. En cualquier caso a usted no le importa.
-Bueno, a lo mejor me importa un poco.
-¿Y eso por qué?
-Porque quizá podría ayudarte a metértelos.
-¿Que pasa que el marica es usted?
-No. Igual que tú.
-Ya.
Aquello iba poniéndose caliente. Se notaba en el ambiente que había una tensión allí que iba a explotar. Entonces encendí la mecha:
-Quizá podría si. Pero solo quizá…
-¿No quieres pasar a la trastienda y comprobamos ese quizá?
-No sé… no creo que sea buena idea. Yo iba a hacerme una ensalada… y me sale usted con esto ahora…
-Jajaja esa es buena. Mira, entra por esa puerta y ponte cómodo. Voy a bajar la persiana metálica y echo el cierre.
-Vaya, creo que lo tiene muy decidido…
-Sí. No te hagas el estrecho y pasa.
Dí dos pasos adelante y el tipo salió rápido del mostrador. Teníamos que cruzarnos al pasar y cuando lo hicimos él chocó a posta conmigo, pero sutilmente. Noté que estaba empalmado. Quiso que se lo notara. Le miré a la cara y me dijo: Tranquilo que lo vamos a pasar bien.
Entré en la trastienda y allí había poca cosa. Era como un trastero grande en el que se vislumbraba al fondo un portalón ya cerrado. Había espacio como para dos furgonetas o puede que un camión mediano. También un sofá que supuse era para momentos de descanso. Un armario bastante viejo y un espacio como de limpieza con un fregadero y al lado una manguera enrollada. Nada más. Oí a mis espaldas como el hombre cerraba la tienda, en la lejanía me había parecido oírle hablar pero como no volví a oír nada más no hice caso. Estaba allí de pie en aquel sitio y llegó él. Cerró la puerta que comunicaba con la tienda y me dijo:
-Bueno qué. ¿Qué hacemos?
-Una ensalada.- Dije.
-Ja jaja – Rió- Pues vamos a hacerla, quítate la ropa que a mí me gusta cocinar desnudo.
Me quité la camiseta y él se iba acercando. A mi lado ya dijo: -Espera, los pantalones te los quito yo. – Se arrodilló y me desabrochó, bajó un poco el pantalón y vió que estaba empalmado.
-Vaya vaya… parece que aquí hay alguien que no me habías presentado.
-Y por detrás también. -Dije yo.
Me dio la vuelta bruscamente y bajó un poco los calzoncillos. Descubrió el consolador dentro de mi culo.
-Oooh!!!! Y esto qué hace aquí????
-Ya ves. Son los preliminares de la ensalada… jaja
-Jajaja. ¿Te has quedado a medias y has venido a por más eh?
-Exactamente. Pero no contaba con ninguna ayuda extra.
– Pues vete para el sofá que te voy a ayudar bien…
Con los pantalones medio bajados y el culo al aire fui hacia el sofá en pasitos cortos. El frutero venía tras de mí.
-Con esos pasitos se te va a salir lo que tienes metido…
-Bueno, no lo íbamos a dejar ahí toda la tarde, no?
-Joder… qué cachondo me estás poniendo. Llevo todo el día atendiendo a señoras que vienen a hacer la compra, de las cuales hay de todo tipo, jóvenes, mayores, guapas, feas… pero cuando se van de la tienda les miro el culo y pienso. A esa me la follaba. Y llegas tú y no sé por qué pero tengo ganas de…
– Para mí ha sido una tarde rara también. Debe ser algo en el ambiente que nos ha llamado a estar juntos ahora aquí.
Al llegar al sofá me dijo: Espera. Ponte de rodillas mirando al respaldo que te voy a quitar el pantalón.
Así hice. Me los quitó y también el calzoncillo. Allí estaba, en una trastienda con el culo al aire y un desconocido detrás… Siguió dirigiéndome: – A ver, arquea un poco la espalda y ponte bien en pompa. –Saqué el culo todo lo que pude hacia fuera .
-Esto está a punto de salirse, tienes mitad fuera mitad dentro.
– Pues sácalo- Dije. Que quiero probar la compra.
– ¿Estás ansioso eh?
– Claro.
-Vale ahora te lo quito, pero espera un segundo así que voy a lavar esa compra.
Se fue al fregadero y oí como corría agua. También oí ruido de plástico, como de bolsas. Al momento volvió :
-Ya estoy aquí- Y me quitó el consolador, casi ni noté que me lo sacaba. Lo olió: – Mmmm no huele nada mal jaja ¿ A ver como estás?- Y con las palmas abrió mis nalgas y comprobó el estado de mi dilatación.
-¿Bueno qué tal está? Pregunté.
-Bien, no creo que tengas problema en recibir lo que has comprado. Va a ser el 1.50 más bien invertido que has gastado en tu vida.
-¿Si? Qué exagerado… jaja.
-Ya lo verás.
-Pues venga joder, empieza ya. No me voy a poner de rodillas porque ya estoy…
– OK. Empiezo de menos a más y tú me vas diciendo.
-Venga- Y empezó con la primera zanahoria la cual noté bien dura al principio. Iba entrando poco a poco, la metía con mucho cuidado.
-Tengo miedo de hacerte daño, parece que no entra muy fácilmente y eso que esta es la más pequeña…
-Tranquilo que me está gustando e irá entrando más. Dale sin miedo.
Y estuvo metiéndola durante cinco minutos, aunque solo como diez centímetros o así. Me gustaba pero no decía nada, ningún gemido… El tampoco decía nada. Hasta que:
-¿Te gusta? ¿Como no dices nada…?
-Claro sigue, pero cambia ya a la más grande.
-Como quieras.
Cogió la siguiente zanahoria y entró bastante bien pero se notaba que era más ancha. A medida que noté el grosor cuando entraba más, más me gustaba. Y se dio cuenta…
-¿Esta parece que la estás disfrutando más verdad?
-Siiiii…. – Empezaba a sentir el culo más lleno.
-Así me gusta… que se note que lo disfrutas.
-Sssii…. Aahh… No pares por favor, sigueee. Mmm
-Jaja qué bien entra. Se te ve un culo hermoso desde aquí.
Siguió con esa pieza un buen rato escuchando mis pequeños gemidos de placer. Eran continuos, ciertamente estaba gozando, pero quedaba lo mejor.
-Creo que es hora que te meta un pepino ya.
-Dale que estoy deseando. Méteme el más fino.
Acto seguido agarró el pepino más pequeño y lo apretó en la entrada de mi culo.
-Relájate que parece que no entra…
Mi deseo iba en aumento y solo pude soltar estas palabras levantando algo la voz:
-Mételo ya joder… como no va a entrar!!!
-Está bien niñato, te lo voy a meter bien para que aprendas. Voy a hacer con tu culo lo que me dé la gana.
Me asusté un poco. Me había dejado llevar por el placer y ahora estaba a su merced, parecía que se había cabreado. Empujó bien y el pepino fue entrando
-Aaaahh…
-¿Ahora te duele o qué?
-Nooo… no ssseeee. Ufff
-Te va a quedar el culito fino. Venga mariconazo ábrete bien.
-No me llames marica. No soy maricaaaa. Aaahhh!!!! MMMM joderrrr
– ¿Ah no? Pues lo disimulas muy bien jajaja
-Siiiii!!!! MMMete. Mételo más aahh
Fue entrando el pepino casi hasta meterlo entero. Mi culo estaba bien abierto y no quería dejar de sentir ese gustazo.
-Más mássss dame másssss. Ahhh ssiiii. Quiero mássss
– ¿El nene quiere más? Muy bien. Pues olvida el segundo pepino que tengo algo mejor para ti. – Oí de nuevo el sonido de bolsa de plástico.
-¿Qué tienes ahí?
-Algo parecido, pero mejor para ese culo que pide más.
Me giré y vi un calabacín como de 40cm.
-¿Donde vas con eso? No me va a entrar.
-¿No querías más? Pues abre bien ese culo que te va este regalito dentro.
Saqué algo más el culo hacia afuera mientras él me abría las piernas más, notaba mi polla sobre los cojines del sofá y empezó a meter el vegetal.
-Tranquilo y disfruta… mmm que hoyito te está quedando. Ideal para que te corras sin tocarte el pito.
-Nunca me he corrido así…
-Ah no… pues hoy si ya lo verás. Vas a pedir más sin parar jaja
Un centímetro, dos, tres… Siempre muy despacio quería no lastimarme pero:
-Ayyyy me duele. Es muy ancho. No metas másssss
-Así me gusta, que me digas que no
-Sácameloooo ayyyy
-¡De eso ni hablar! Te lo voy a meter hasta que pidas más
-Aaaaaayyyyy noooo
Me dolía horrores cuando tenía dentro 10 cm. Era muy grueso y al ser tan largo el frutero lo manejaba a su antojo. Pasados cinco minutos ya no me dolía tanto. Empecé a gozarlo, él se dio cuenta porque dejé de quejarme y a moverme adelante y atrás. Debía tener cerca de 15 cm o más dentro.
-Así me gusta… jaja. Que te lo metas tú solo. Muévete nenaza que te vas a correr solito.
-Sssiii mmmm sssiiiiii que gusto joderrr. Dame más, massssss. Mételo bien, quiero sentirlo bien dentro.
El movimiento era frenético y ya no podía parar, de repente noté como estaban entrando un montón de cms dentro de mí, y me lo estaba ensartando yo solo pidiendo más y más. Hasta que sentí un escalofrío y me corrí a lo bestia sin poder controlarlo
-Me corroooo aaaaahhhhhh
-Así, así, córrete bien. Jaja
Me vencí hacia delante como desfallecido. Ya había satisfecho esa ansia que tenía aquella tarde. Sin embargo… faltaba una sorpresa inesperada.
-Me ha encantado macho.
-Me alegro mucho.
-Bueno me visto y me voy.
-¿Como que te vas? Ahora me toca a mí
-¿Que te toca qué? No habíamos hablado nada de eso.
-Mira putito, me has puesto a cien y no me voy a quedar así. Mira como estoy.
Se quitó el delantal y se bajó todo. Estaba muy empalmado, tenía una polla mediana pero gorda y se notaba que estaba ardiente de explotar.
-Que no que yo me voy…
Quise ponerme de pie pero no me dejó. Me aplastó boca abajo en el sofá
-Ponte como quieras pero de aquí no te vas sin que te folle bien ese culo de puta que tienes.
-Noooo. No por favor… Nunca me la ha metido nadie
-Pues hoy si
Quise hacer fuerza y me lo quité de encima tras varios forcejeos. Pero me sujetó de un brazo y me lo puso en la espalda retorciéndomelo e inmovilizándome.
-Quieto joder que te si te gusta la verdura la carne te va a encantar…
Cuando quise suplicar más oí un ruído proveniente del portalón. Ambos nos giramos y vimos como se abría. Entró otro hombre de la misma constitución y edad, rondaría los 50 también pero más delgado y fibroso.
-Jajajaja ¿que pasa que se te resiste el muñeco?
-Pasa anda, parece que un poco al principio pero ya verás que culo tiene. ¿Has traído eso?
-Claro.
Yo estaba alucinando, indefenso y humillado allí desnudo. Empezó a hablarme el que me sujetaba por detrás.
-Este es mi socio. Le llamé cuando estabas aquí esperando que cerrara y nos trae una cosita para que disfrutemos los tres.
Sin poder decir nada el que acababa de entrar se me acercó y me metió dos dedos en la nariz. Estaban untados en una sustancia que me mareó al momento. Sentí como se me doblaban las piernas instantáneamente.
-Jajaja que pronto le ha hecho efecto…
-Ahora se resistía bastante pero este crío va a hacer que lo pasemos muy bien.
Yo estaba como flotando en el ambiente me empujaron al sofá de nuevo y caí como un saco de patatas.
-Joder está medio zombi.
-Tranquilo que se espabila rápido y con el culito bien abierto ya verás.
Ví como se empezaron a desnudar pero no atinaba ni a gritar ni a decirles nada, solo les miraba como en una visión medio nublada. Noté que me movían a su gusto, uno se puso debajo de mí mientras que el otro me cogía de los hombros aupándome para que mi cuerpo subiese un poco. Una vez colocado debajo de mí me la metió de un golpe. No sabía si era el que me había metido las verduras o el que acababa de llegar. Reaccioné un poco y ví que era con quien había pasado la tarde
-Aahhh nooo
Quise zafarme pero el otro me empujó hacia abajo. Era imposible escapar. No tenía fuerzas.
-Jajaja ¿como que no? Me has puesto cachondo toda la tarde y esto es lo que querías, ¿no?
-No nooooo aahhhh
-No voy a parar hasta que me pidas más
Me la estaba metiendo por primera vez un tío y me daba algo de asco. No era como las masturbaciones que me hacía yo pero cuando comencé a sentir rico en mi culo dejé de quejarme.
-Eso eso… así… Relaja y disfruta mariconcito que te vas a ir contento para casa.
-MMM joder aaah nnoo ahhh. Ssssiii mmmmmmm si que es bueno mmmmm
-Claro que siiii. Cabalga joder que sé que te gusta.
Me agarraba de los glúteos abriéndomelos bien mientras el que estaba atrás me sujetaba por los hombros.
-Suéltale ya que no se escapa. Mmmm que bien se la está metiendo él solo
-Siiii me gusta mételaaaa. Metela todaaaa!!!!
-Sabía que te gustaría putito jajaajaj qué culo tienes!!!! Sigue moviéndote que te voy a llenar bien
Seguí moviéndome sin parar arriba y abajo disfrutando esa polla que me estaba metiendo el muy cabrón. Puede que fuese un plan preconcebido, seguro que se habían follado allí a más de uno, pero el caso es que era yo el que había ido hasta allí en busca de algo para mi culo así que continué follando sin parar.
El de atrás dijo:
-Joder qué imagen, qué bien se le ve el culo abierto mientras se la metes. Jajaja siempre consigues putitos excelentes. Fóllatelo bien pero no te corras que ahora voy yo también.
-Eso desnúdate y métemela bien tú también. –Sabía que de todas maneras iba a hacerlo así que se lo pedí yo. Folladme los dos a la vez.
-Jajaja nos ha salido glotón el que no quería jaja
-Ssssiiii dadme. Dadme más joderrrr me gustaaaaa
-Métesela ya que yo me corro y quiero oir como grita antes con las dos pollas dentro.
Noté como cuatro manos me tocaban las nalgas y me las abrían bruscamente y luego una pequeña presión que quería invadirme lo ya invadido pero no entraba…
-Mierda no puedo… Voy a darle mas por la nariz – Volvió a hacer que inhalara y la pequeña erección que tenía se me bajó, pero el otro consiguió meter su polla también dentro de mí.
-AAAAAAAYYYY mi culoooo!!!!
-Grita grita que nadie te va a oír. Así nos gusta que griten y cuanto más mejor jajaja
-AAAAAH JODEEEER NOOOOO ME ROMPÉIS CABRONES AAAAAHHHHH
-Siiiii nos encanta mmmmm
Los movimientos eran pequeños, yo casi ni me movía, ni el de abajo tampoco, solo la tenía dentro y era el de atrás el que me taladraba.
-Así así me gusta meterla que gustooo.
– AAAAH jodeeeerrr me estáis partiendo biennn aaaaaah
-¿No te gusta ni un poquito marica?
-AAAAH jodeeerrrr que no me llames esooooo aaaaaaahhhhh
-Jajaja sii siii eres un mariconazo y creo que me voy a correr yaaaa no aguantoooo
-Espera que yo se la acabo de meter ahora
-Da igual no aguanto mássss ufffff
Y el de abajo en dos movimientos mínimos se corrió soltando gran cantidad de semen. Miré su cara y se le veía satisfecho a tope.
-Joder que gusto… ahora te toca a ti, serrúchale bien que este puede más jaja
-Siiii- le dije- dame bien por detrás que ahora lo noto bien rico con toda esa leche caliente dentro mmmmmm siiiiiii mmmmmm No te salgasssss mmmmm y tú métela más dentro joderrrrr
El de atrás empezó a moverse como un loco adelante y atrás. Yo gemía muchísimo pero aún así se oían sus huevos como me golpeaban plas plas plas plas.
-Dadme , dadme bien tiossssss creo que me voy a correr otra vezzzz
Y así fue, llegó el orgasmo que estaba deseando durante toda la tarde. Más largo que el de antes. Larguísimo e intenso. Era lo que quería.
-AAAAAH que gustoooooo siiiiiii joder que biennnnnnn
-¿Ves como ibas a disfrutar? Jaja ya te lo dije- Me dijo el de abajo.
-Siiiii joderr siiiii dudaba pero ufffffff. ¿Y tú qué acabas ya o no?
Fue decir eso y meterme dos polladas que casi me tocan el estómago.
-AAAAH SI SI SI Sigue siiii
– ¿Te gusta eh? ¿Te gusta que te folle así? Dime que te gusta!!!!
-Siii siiii sigueee mmmasssss córreteeeee vamossss
-Estoy a punto tío a puntoooo…
Y se vino dentro. Noté un calor intenso y como se salían los dos a la vez
-Espera quédate en el sofá no te muevas.
Me colocaron a cuatro patas de nuevo y uno me dijo: aprieta ahora. Apreté y empezó a salir todo el semen por mis piernas como dos cataratas. Estaba cansadísimo pero había sentido un placer indescriptible. Ellos observaban como salía todo el semen y les gustaba lo que veían.
-Necesito limpiarme- Les dije
Uno fue a por la manguera y me regó limpiándome bien. Era una estampa también excitante, pero ya había sido suficiente. El otro me dio una toalla para secarme y nos despedimos.
-Adiós lo he pasado muy bien. Era lo que necesitaba.
-Jajaja hasta otra tío cuando necesites que se te pase esa necesidad vienes por aquí que ya sabes donde estamos y lo que tenemos para darte.
-Siiii jaja todos los productos de la frutería están muy bien jaja. Todo de primera calidad.
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