ENZO 14
Enzo descubre que Gonzalo siente atracción por él y la vida que lleva es muy miserable, pero éste al ser buen sobrino ayuda a su tío a tocar el cielo.
ENZO 14
Enzo: Para cuando termine mi carrera ya tenía 18 años casi 19, me fui a vivir con mi padre en lo que decidía qué hacer para poder valerme por mí mismo, me ofrecieron un trabajo en el instituto como docente, por mi promedio, pero fue prueba que me dieron, en un contrato por 6 meses, me dieron materias simples con las que podría, el mismo instituto me ofreció hacer una maestría, mientras trabajaba. Esto me dejaría las tardes libres, mi horario era de 9 a 2 de la tarde, así, que acepté el trabajo.
Las visitas de mis tíos y de mis hermanos, eran frecuentes en la casa, papá y yo, casi no teníamos sexo, pues mi trabajo y maestría me absorbían casi por completo, mi maestría la hice en nutrición animal, aplicada en cerdos, me agradó trabajar con cerdos, así que decidí poner mi propia granja, solicitándole a papá su apoyo económico y tierras donde asentaría la granja.
Pasando los 6 meses de prueba, me dieron otro contrato, pero esta vez por un año. Terminé mi maestría en nutrición, también puse la mini empresa, de vez en cuando me daba vueltas al rancho donde viven mis hermanos y claro Sara, en vacaciones les ayudaba de lleno, papá seguía trabajando como antes, junto a mis hermanos, pero ya no vivía en el que fue su hogar por cuarenta y tantos años, yo continué echándole la mano a Gonzalo, mi “tío”
Un día me llamó Gonzalo para que le ayudara en una cirugía, la cual realizaría en el campo por la tarde, después de hacerme cargo de mis deberes, me vi con Gonzalo, donde realizamos una cirugía correctiva, hernia en un becerro, era una pequeña engorda, en la cual el capataz y el dueño de dicha engorda, se pusieron a tomar después de haber terminado la cirugía, Gonzalo quedó muy ebrio, así que me tocó llevarlo a su departamento. En el instituto, siempre se rumoraba de la sexualidad de Gonzalo, pues se decía que él y el profesor Miguel fueron pareja.
Pero solo rumores, pero también tenía mis dudas, desde del día que llegó ebrio mi hermano Nazario, que entró gritándole a Gonzalo y ofreciéndole su verga, pero nunca quise investigar. Ese día que llevaba a Gonzalo a su departamento, se estaba portando cariñoso, acariciaba mi pierna y sobaba mi hombro, pero yo permanecía en lo mío, conducir, de repente sentí la mano de Gonzalo en mi entre pierna, me estaba acariciando descaradamente, lo dejé ya que no me molestaba en lo absoluto.
Gonzalo es el hermano menor de mi madre, también es médico veterinario, un hombre soltero de 30 años, codiciado por las mujeres y hombres. pues es un hombre guapo, piel clara, pelo corto, grandes cejas y pestañas, ojos azules, siempre vestido de vaquero, simpático, amable, labios hermosos, no delgados ni gruesos, dedicado a su cuerpo, se ejercita, está lo que se dice bueno, solo lleva un pequeño bigote bien delineado. A pesar de la amistad que tenemos, nunca me atreví a preguntarle sobre sus preferencias, aun después de aquella tarde, que me agarró la verga.
Había algo que me inquietaba pues en verdad, deseaba tener algo con él, pero por su seriedad, no me le insinuaba directamente, sí solía provocarle, después de aquella tarde, me agarraba la verga, cuando se me ponía dura, no lo escondía y en varias ocasiones, caché a Gonzalo viéndome el paquete. Por vergüenza a preguntarle directo, busqué a Nazario, mi hermano, le conté desde aquel día en que Gonzalo ebrio me agarró la verga, hasta las ocasiones que lo caché viéndome el paquete. Nazario se empezó a reír y me dijo que Gonzalo es pasivo y que me tenía ganas.
Eso fue sorprendente y cada que veía a Gonzalo, lo provocaba, pues adrede me ponía pantalones ajustados o tipo de ropa que no escondieran mis erecciones, y él se deleitaba viendo mi entre pierna, pero no se animaba pedirme que tuviéramos sexo, nunca hablamos de lo ocurrido aquella vez que me agarró la verga. Decidí dar un gran, enorme, paso, cuando Gonzalo me llamó para que fuera a la clínica, llegué después de trabajar, al llegar le llamé, pero no hubo respuesta, entré y lo encontré en el baño de perros, tenía sus audífonos y estaba terminando de bañar un perro, le di un abrazo por detrás, como saludo, ya que solemos darnos un saludo de mano y un leve abrazo, pero de frente.
Tenía una semi erección y Gonzalo se dio cuenta de ella ya que, al voltear a verme, desvió su mirada a mi entrepierna, esperé a que terminara, me fui a sentar, mientras él terminaba con su cliente, pero cuando Gonzalo estaba secando al perro, se agachaba y me mostraba sus hermosas nalgas, duritas y paradas, cada vez mi verga se ponía más dura y mi mente divagaba, cuando Gonzalo se arrodilló para secar bien al perro. Me acerqué y bajé un poco mi ropa mostrando la base de mi verga, llegué y me coloqué a su lado y llamé su atención.
Cuando volteó a verme, se echó para atrás, pero se sujetó de mi pierna, solo dijo; eh me sorprendes. Yo solo le sonreí y bajé un poco más mi ropa, que se viera un poco más de mi verga, ya estaba ahí y me la jugaría. Si Gonzalo me rechazaba me retiraría y luego me disculparía, pero éste acerco su nariz a mi verga y aspiró profundo, solo pude escuchar que dijo; a que bien huele. Así que le respondí y sabe mejor, sacando mis 18 cm, de carne bien dura. Después de olerla como lo haría un perro, la empezó a lamer desde la base hasta la punta, dando chupadas a mis huevos.
Luego poco a poco fue alejándome del perro que ya estaba seco, y me llevó hasta la silla, mientras él andaba a gatas, me sentó en la silla y se empezó a tragar mi trozo de carne. Me despatarré sobre la silla, dejándome dar placer por los labios de mi “tío”, Gonzalo me desvistió, cuando me quitó los zapatos, me olió los pies y chupó mis dedos, luego me quitó la camisa, hundió su nariz en mis axilas, me decía que mi olor lo embriagaba, y le encantaba poder oler cada rincón de mi cuerpo, fue bajando y volvió a mamarme la verga, entonces vi cómo se metía sus dedos en su culo, lo dejé que continuara, después de un rato lo acerqué a mi cara y le di un tierno beso, Gonzalo se ruborizó y correspondió el beso.
Le di la media vuelta para poder comerle el culo, pero este pensó que sería para clavarlo, pues me detuvo y me dijo; solo hazlo despacio, aunque no lo creas me duele. Algo me decía que él ha sufrido y no ha tenido, buenas experiencias sexuales, además que no ha disfrutado mucho, le respondí que lo haría despacio, él se inclinó dejándome a disposición su cuerpo. Le besé el cuello y así beso a beso fui bajando hasta llegar a sus nalgas, Gonzalo estaba temblando y suspirando en cada beso que le daba, se estremecía cuando le besaba y más cuando llegué a sus nalgas, suspiró profundo y gimió suavemente.
Hundí mi boca entre sus nalgas y le empecé a mamar el culo, lamía sus nalgas y mordía suavemente, hasta llegar a su culo para mamárselo de nuevo, Gonzalo suspiraba y gemía, se retorcía de placer, al sentir mi lengua, causándole esa sensación de cosquilleo, solo escuchaba que gemía y gritaba mi nombre, de repente me detuvo, parándose y alejando mi cabeza de su cuerpo.
Enzo: ¿Qué te pasa, no te gusta lo que te estoy haciendo? ¿Por qué me has detenido? – por lo que yo veía, Gonzalo lo estaba disfrutando, pero no entendía por qué me frenó, pero eso me indicó que ha tenido malas experiencias o experiencias poco gratas, al ver como aquello que estaba haciendo con él era nuevo, pues afortunadamente yo descubrí el sexo de una buena forma y lo disfruté.
Gonzalo: no es que no me guste, sino todo lo contrario, pero si continúas así, harás que me venga y te dejaré a medias, no quiero que tú no lo disfrutes.
Enzo: jajaja, nada de eso, quien ha dicho que no lo estoy disfrutando, el hecho que no eyacule no quiere decir que no lo goce o que no lo esté haciendo, déjate llevar, no te detengas y si te vienes, hazlo, disfruta de lo que estamos haciendo, déjate llevar y disfruta. – lo besé y abracé, recorrí su cuerpo con mis labios hasta llegar a su verga, le di unas mamadas y luego le di la vuelta, lo incliné, continué mamándole el culo mientras lo pajeaba.
Seguí mamándole el culo y masturbándolo, éste no paraba de retorcerse y gemir de placer, pasaba mi lengua por su ano una y otra vez, dejé su verga y me dediqué únicamente a su culo y nalgas, tomé sus nalgas con mis manos, las separé y dejé entrada libre a mi lengua y labios, dedicados a su culo, lo penetraba con mi lengua y le chupaba el ano que lo tenía bien dilatado, continué, pues Gonzalo estaba lleno de placer, gemía y gruñía de placer.
Retorcía su cuerpo, con cada chupada de culo que le daba, y cuando le apretaba sus hermosas nalgas con mis manos, de repente sentí como se contraía su culo, continué hasta que terminó de eyacular, luego le di la vuelta y lo empecé a besar, Gonzalo estaba colorado y tímido, pero yo lo besé y abracé para hacerlo sentir bien, me empecé a vestir, mientras él permaneció desnudo en la cama, me veía atento mientras me vestía.
Enzo: ¿Qué te pasa, por qué me miras así?
Gonzalo: me hiciste tocar el cielo, tengo que devolverte el favor, pero parece que ya te vas, nunca nadie me había hecho esto, ni hacerme sentir tanto placer, y quiero complacerte también.
Enzo: no es que ya me vaya a ir, pero no me gusta estar desnudo, además aun estás en horarios de trabajo, el placer debe ser mutuo, ambos lo debemos de tener, no tienes que devolverme el favor, ya que también disfruté hacerlo. – confirmé mis sospechas, de que Gonzalo ha tenido experiencias difíciles y no han sido buenas.
Gonzalo: han sido muy pocas, suelo estar con hombres que solo quieren que se las mame y luego metérmela, pero sin nada de ternura, besos o caricias, menos masturbarme al mismo tiempo que ellos, puedo contar las buenas experiencias que he tenido y me sobran dedos.
Enzo: ¿pero es posible? Si tú eres guapo y atractivo, además tienes a Nazario, él es cariñoso y no lo veo, así como a esos que has descrito.
Gonzalo: pues al principio Nazario solo venía a que se la mamara, metérmela, y ya, tiene poco que ha cambiado, me deja que me masturbe cuando aún la tengo dentro o él mismo me masturba, y terminamos los dos, pocos besos.
Enzo: quizás tú tienes que demostrarle, hacerlo disfrutar, mientras tú lo disfrutas, no debes de dar placer y no recibirlo, ser pasivo no quiere decir que no tienes por qué sentir placer, aléjate de esos tipos. Nazario es cariñoso y hay muchos que lo pueden ser, solo déjate querer y llevar, como el día de hoy. – no podía creerlo, Nazario no es así conmigo, es probable que Gonzalo se ha dedicado solo a complacer, pero no a ser complacido y quizás sea eso, pero este día estaba dispuesto a complacerlo, más cuando dijo que lo había hecho tocar el cielo.
Enzo: Esa tarde llamé a papá para avisarle que llegaría tarde, después de atender a varios clientes, y cuando cerró la veterinaria, nos dimos un baño, primero yo, luego él, me recosté en la cama solo con ropa interior, cuando salió Gonzalo del baño, salió desnudo, se acercó a mí y me besó apasionadamente, luego fue bajando por mi cuerpo dándome besos, así llegó hasta mi verga, me la empezó a mamar, como lo hizo antes, olía mis huevos y pene, deleitándose con su olor a limpio, luego chupaba mi glande metiéndolo lento a su boca, lamiéndolo con su lengua, desde mis huevos hasta la cabeza.
Después de un rato, lo acomodé para darle unas mamadas de culo, me lo permitió, pero fueron pocas mamadas, ya que me dijo que quería disfrutar de mi verga, la quería tener dentro y que me viniera ahí, se acomodó montándose sobre mí y se fue metiendo mi verga de 18 cm, despacio la fue deslizando a su interior, hasta que quedó completamente sentado con todo mi trozo de carne dentro de él, cuando mi verga estaba dentro, lo tomé de la cara para besarnos, comencé a moverme lento entrando y saliendo, luego fue él quien se empezó a mover de una forma ardiente, rápido, clavándose mi verga una y otra vez, mientras gemía y me hacía gemir de placer, al sentir como su culo aprisionaba mi verga.
Lugo lo coloqué boca arriba, le empecé a dar lento mientras nos seguíamos besando, poco a poco fui acelerando mis envestidas, penetrándolo de una sola estocada, metiéndola toda, la sacaba y metía una y otra vez, haciéndolo gritar de placer, lo tomé de las caderas, le empecé a dar más fuerte y rápido, Gonzalo se agarraba a la cama mordiendo sus labios, para reprimir sus gemidos y gritos de placer. Después se agarraba a mi cuello para besarme con unas ansias enormes, luego lo puse a gatas, lo envestía con fuerza haciéndolo gritar de placer, gritaba y gemía de placer, le seguía dando fuerte y luego de un rato me anunció que estaba por venirse.
Le pedí que se viniera, pues yo también estaba a punto de venirme, él se vino y pocos segundos después, con la presión de su ano me vine dentro, le llené de leche y me recosté sobre su espalda, lo empecé a besar con cariño, le saqué lento mi verga y me recosté, le pedí que se acostara junto a mí, Gonzalo se sonrojó y se acercó con timidez a mi lado, lo besé y abracé, cerré mis ojos y sentí, cuando Gonzalo se relajó y se quedó quieto, acostado en mis brazos, después de un buen rato tenía que regresar a casa, me puse de pie y antes de empezar a vestirme le di un beso.
Gonzalo: pensé que te marcharías cuando terminaste de tener sexo, es lo que suele pasarme, me cogen, se vienen y me dejan solo o me corren de sus casas, sin importarles si terminé o no, solo tú y Nazario han hecho eso de quedarse después de tener sexo, cosas que no había experimentado, gracias por este día, tu compañía, me siento feliz, completo, hoy me has dado un gran día.
Enzo: Gonzalo derramó lágrimas, al contarme sus experiencias, también me comentó que su primera vez fue violado, aunque él quería tener sexo, cuando se quiso arrepentir, aquel tipo lo obligó a hacerlo, fue una mala experiencia. Me acerqué a él, sequé sus lágrimas, lo besé y abracé, le dije al oído que no tenía por qué, hacer eso, si nos tenía a Nazario y a mí, además le dije que ahí estaba Lucas, pero él me dijo que con Lucas nunca hizo nada, pues una de las razones, era, que no le llegaría a la persona que tanto amó y la segunda él está casado.
Le respondí que son hermanos y no tenía que suplir a nadie, Lucas amó a mi tío, pero nadie lo va a sustituir nunca, luego me despedí de él, dándole un beso y fuerte abrazo. Llegué a casa y mi padre estaba dormido en el sofá, me estuvo esperando, lo desperté y lo llevé a su habitación, donde nos quedamos dormidos, papá me dijo que se preocupaba aun por mí, a pesar de ser algo mayor, aun sentía miedo que anduviera solo a esas horas, en el pueblo. Papá supo con quién estuve ese día, pero no me prohíbe andar ni nada, pues todo lo contrario me dice que llegara el día que yo haga mi vida aparte.
La relación con papá es buena, ya que somos padre e hijo, que tenemos sexo de vez en cuando, mis hermanos nos visitan por las tardes o los fines de semana, últimamente Efrén se mostraba algo intranquilo, pues al parecer él y su esposa tenían problemas, solía buscar el consejo de nuestro padre, y de alguna manera le ayudaba, pero en uno de esos días llego Efrén que se veía molesto, confundido, ya pasaba de las 5 de la tarde cuando llegó buscando a papá.
Efrén: ¿Dónde está, papá?
Enzo: se está bañando ¿pasa algo? ¿estás bien? – Efrén se veía descolorido, molesto, no sé cómo se veía, que parecía que no estaba en sus cinco sentidos, traté de calmarlo y lo hice que tomara asiento, le acerqué un vaso con agua para que se tranquilizara.
Efrén: pues lo de siempre vale, mi vieja me dijo que no la lleno, que no siente nada cuando tenemos sexo, que no la excito, que no siente nada. ¿Cuál es mi error? ¿Qué me está pasando? No te cases, el matrimonio es el infierno.
Enzo: pues no solo eres tú, también tiene que ver ella, y muchas cosas más, el sexo no es meterla y venirte, ambos tienen que disfrutar, pasarla bien, divertirse, no soy experto, pero deberían de buscar la manera de hacerlo, de una manera que no sea rutinario, hay muchas opciones, empieza a leer y buscar la manera de hacerlo bien.
Efrén: créeme que he buscado la manera, pero ella no quiere que veamos un experto, para reparar esto, ella no quiere, cuando lo hacemos se pone rígida, tensa, no se mueve, parece que aprieta todos sus músculos, como si fuera a la fuerza.
Enzo: estábamos en eso cuando llegó papá y empezaron a platicar, estábamos los tres esperando que estuviera el café, cuando me llamó mi hermano Santiago, que fuera a verle una de sus vacas, les avisé y salí enseguida a ver qué pasaba, la vaca tenía problemas, un parto distócico, ayudé al animal y dejé instrucciones para que la vigilara, estaba por irme, cuando llegó mi hermano Rafael, que quería hablar con papá, así que nos fuimos juntos, llegamos a casa casi a las 8, aún estaba el auto de Efrén fuera de la casa, entramos y no los vimos ni en la sala ni en la cocina.
Como todo estaba muy silencio, Rafa empezó a besarme y acariciarme, me decía al oído; aprovechemos que estamos solos. pero en eso se escuchó ruido en la habitación de papá. Nos acercamos en silencio y al llegar vimos como papá le comía el culo a nuestro hermano Efrén, ambos nos miramos y nos desvestimos, ahí frente a la puerta de la habitación de papá, Rafa me besó y bajó hasta mi verga le dio unas mamadas y luego dio la vuelta para mamarme el culo.
Estábamos en eso, cuando papá abrió por completo su puerta y nos invitó a pasar, los tres nos reímos y papá me abrazó y besó en la boca, Rafa hizo lo mismos con Efrén. Luego Rafael colocó a Efrén sobre la cama, boca abajo apoyando su pecho en la cama y sus pies en el piso, le empezó a mamar el culo, nuestro padre y yo, nos seguíamos besando, bajé y me puse a mamarle la verga de 21 cm a papá, luego vi como Rafael estaba inclinado mamándole el culo a nuestro hermano Efrén, deje de mamarle la verga a papá y fui a mamarle el culo a Rafa, papá se colocó atrás de mí y me comió el culo, estuvimos un buen rato así, hasta que Rafael se tumbó boca arriba en la cama para que Efrén lo montara.
Efrén monto a Rafa, Efrén devoraba la verga de 19 cm de Rafa con su culo y papá me estaba metiendo la verga a mí, me incliné un poco y quedé con mi cara muy cerca a los traseros de mis dos hermanos, mientras papá me envestía lento y suave, acerqué mi cara y abrí las nalgas de Rafa para comerle el culo y los huevos, mientras se la metía a nuestro hermano Efrén, los gemidos inundaban la habitación, pues los cuatro estábamos gimiendo y bufando de la excitación.
El culo de nuestro hermano Rafa estaba muy dilatado, pues con las mamadas que le di estaba listo para ser penetrado, papá me pegó a su pecho, me dio un beso y caminamos hasta acercarnos a Efrén y Rafael, papá me pidió que separara las nalgas de Rafael, cuando lo hice, tomó mi verga de 18 cm y la apuntó en el culo de Rafael, me dijo al oído; hazlo, métesela, lo dude por un momento, pero escuché a Rafael decirme; hazlo despacio hermano, eres el único a quien le permitiré que me la meta.
Al tener toda la verga de nuestro padre ensartada en mi culo, fue él quien fue empujando con suavidad, el culo apretado de Rafael presionaba mi verga, no paraba de gemir y resoplar, al sentir que mi verga lo penetraba, papá siguió empujando hasta que mis huevos toparon con las nalgas de Rafael, un suspiro entre placer y dolor que dio Rafael al sentir como mis huevos topaban con su culo, papá era el que llevaba el ritmo de las envestidas, pues al envestirme a mí, yo envestía a Rafael.
Estuvimos así mientras papá llevaba el ritmo de las envestidas, Efrén llevaba su propio ritmo clavándose la verga de Rafael a su antojo, después de un rato Efrén se dio la vuelta quedando de frente a mí, colocó las piernas de Rafa por detrás de él, dejando así el culo de Rafa expuesto para mi verga, papá no paraba de envestirme y mientras Efrén y yo nos besábamos, papá y Rafael no paraban de gruñir y gemir, de repente al aumentar las envestidas y por la posición que teníamos, mi verga salió del culo de Rafael.
Nos reacomodamos, Efrén quedó al frente, Rafa lo penetraba, yo penetraba a Rafa y papá a mí, el sonido de nuestros cuerpos chocando el uno con el otro, se escuchaban como música de fondo, sobresaliendo los gemidos de los cuatro, luego de un rato volvimos a cambiar de posición, yo me recosté boca arriba y Efrén sobre mi haciendo un 69, mientras papá le metió la verga a Efrén y Rafael me la metió a mí, mi boca estaba ocupada por la verga de Efrén y mi culo por la verga de Rafa, así como la boca de Efrén ocupada por mi verga y su culo por la verga de papá, el calor aumentaba en la habitación, el sudor resbalaba por nuestros cuerpos, y los sonidos se hacían cada vez más intensos al igual que los movimientos.
Después Efrén se colocó en cuatro patas, Rafael se la metió, yo se la metí a Rafa y papá a mí, duramos un buen tiempo así, luego una nueva posición, papá me colocó boca arriba en la cama y me la metía, Rafa se sentó sobre mi verga y Efrén se metió la de Rafael, los cuatro estábamos en plena faena, hasta que papó me puso a gatas y me siguió penetrando, mientras Rafael penetraba a Efrén, los dos estábamos sobre la cama mientras papá y Rafael nos penetraban, nosotros dos nos besábamos, así un rato, luego quedamos Efrén y yo frente a frente, mientras papá penetraba a Efrén y Rafael a mí.
Papá y Rafael, también se besaban mientras que nos penetraban a los dos, cambiando cada vez que querían, así continuaron hasta que Efrén quiso probar la verga de los tres y nos pidió que nos viniéramos en su cara, Efrén se recostó en la cama boca arriba y sostuvo sus piernas para abrir su culo, el primero en pasar fue papá que lo tomo de las caderas y le empezó dar fuertes envestidas mientras le decía; sí que rico culo tienes, venga muévete puta, que tu macho te quiere preñar, Rafael volteó a verme al escuchar a papá. Para mí no era nada nuevo, papá continuó taladrando el culo de Efrén hasta que estuvo a punto de venirse, sacó su verga y eyaculó en la cara de Efrén, luego le pidió que se la limpiara.
Agustín: vamos putita deja bien limpia la verga de tu padre, anda chúpamela como lo sabes hacer déjala reluciente.
Efrén: claro que sí, mi macho, te la dejaré como te gusta, bien limpiecita y reluciente.
Enzo: luego fui yo que tomó de las caderas a Efrén y fui dándole envestidas, metiendo y sacando mi verga, luego Rafael se acercó a mí y me penetró, en ese momento, pero me decía al oído; ah papi como tenía ganas de tenerte, gracias por haber sido el primer hombre en penetrarme y serás el único, que tendrá ese privilegio, te amo chiquito. En ese momento me volteé y nos besamos mientras continuábamos dando envestidas uno al otro, cuando estuve a punto, saqué mi verga y descargué mi leche en la cara de Efrén, Rafa también se descargó en la cara de Efrén, luego Efrén limpio mi verga, mientras yo limpié la de Rafael, nos recostamos y entre risas y bromas, nos dijimos lo bien que la habíamos pasado, aunque fuera algo no planeado.
Continuará …………………
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