FANTACIAS DE LA INFANCIA: AVENTURAS EN LA EsCUELA MILITAR II
Después de la primera vez que Ignacio jugo con mi culo por primera vez pasaron un par de semanas en las que no hubo nuevos acercamientos de su parte, entonces fui yo el que decidió tomar la iniciativa..
Fue un viernes, fin de semana, sabría que me quedaría después de la escuela hasta las 6:00pm que llegaría por mi Ignacio y que después del trayecto de mínimo hora y media tendría la casa para mi solo hasta por lo menos las 4:30am que mi madre y su pareja llegarían de cual fuese la fiesta a la que habían ido. Obvio, durante ese rato en la escuela no desaproveche la oportunidad de hacer alguna que otra cochinada con mi compañero Rafael, además de que en esos días habría puente (un día feriado durante el fin de semana) así que sabía que talvez podría desvelarme jugando videojuegos ya que tendría casa sola hasta el día siguiente por la tarde, por lo que podría aprovechar y ponerme a esculcar en el cuarto de mi mama y ponerme su ropa interior para masturbarme, ya que un par de meses antes había descubierto el placer de masturbarme, lo hacía casi diario e incluso incluía jugueteos en mi culito con mis dedos más después de que Ignacio me mostrara lo rico que es penetrar mi culito con mis dedos, pero claramente no era el mismo placer, así que ese día quería ser yo quien provocara a Ignacio, así que ese día, después de que Rafael y yo nos hubiéramos desaparecido del salón y el me llenara de semen la boca y yo se la llenara a él, le dije que quería que se quedara con mi ropa interior, cosa que mi compañero hizo encantado.
Llegaron las 6:30pm e Ignacio aviso a mi profesora de su presencia, fue entonces que le pidió a Rafael que me acompañara ya que ella estaba ocupada con algo, fuimos a la puerta y el discretamente me mostro mi ropa interior, le di un beso en los labios y me subí en el asiento de adelante del taxi
M- Hola, Nacho ¿cómo andas?- le dije abrochándome el cinturón de seguridad y aventando mi mochila a los asientos de atrás
I- Todo tranqui, Merc ¿y tu que onda? ¿Quién es ese compañerito tuyo?- me dijo mirándome con una cierta sonrisa coqueta, yo lo miré un poco nervioso
M- Es Rafael, es compañero de 6to y también se queda en las tardes
I- Se ve que te quiere mucho- dijo poniendo su mano sobre mi pierna, yo sentí nuevamente un escalofrio que me recorrio todo el cuerpo, tomé su mano y la puse un poco más arriba, cerca de mi pene, Ignacio sonrio mientras comenzaba a manejar
El camino solo fueron masajes de su parte sobre mi pierna, pero muchas veces comenzaba a acercar la mano a mi entrepierna, quería ver su expresión cuando se diera cuenta de que no llevaba ropa interior debajo de mi pants, pero de la nada detuvo su masaje y se concentró en el camino, había un reten (conjunto de policías) haciendo pruebas de alcoholemia y por un momento detuvieron a Ignacio a quien le hicieron las preguntas típicas y le pidieron que soplara en una maquina para ver su nivel de alcohol, al mirar el oficial el resultado le pidió que bajara ya que tenían que hacer una prueba confirmatoria, fue entonces que un oficial se acercó a mi lado y comenzó a hacerme la platica
P- Que onda, peque ¿ya listo para el puente?- yo le respondí afirmativamente y continuo preguntándome cosas -¿De donde conoces al señor?
M- Es del servicio de transporte de mi escuela, me estaba llevando a mi casa con mi mamá- el oficial observó mi uniforme y vio que mi mochila estaba en los asientos de atrás
P- ¿Dónde estudias, chaparro?- le dije era un colegio militar llamado “Alarid” y se sorprendió -Ah ya, si la conozco, esta bien chamaco, ya solo que terminen de hacer la prueba del señor y se pueden retirar, unos 10 min cuando mucho-
En mucho menos de lo pensado Ignacio llegó acompañado del otro oficial y se subió al taxi, le agradecieron su cooperación y nos dieron el paso, en el camino Ignacio se notaba callado, me miraba mucho y cada que quería mirarlo yo volvía a mirar el camino
M- ¿Todo bien?- le pregunte mirándolo, el solo afirmo de una manera fría y continuo el camino, cuando nos detuvimos en un tramo donde había mucho trafico y fue la primera vez en todo el viaje que el respondió
I- Lo siento, Mercury, pero me quedé pensando en los oficiales, vi que se pusieron a hablar contigo- me dijo mirando el trafico
M- Si, me preguntaron de donde te conocía y les dije la verdad, el policía dijo que tenía un sobrino que también estudiaba ahí y se quedo hasta que te volviste a subir, fue todo- le dije preocupado, puse mi mano obre su pierna y el la tomo con la suya
I- Esto no esta bien, niño, no debemos repetir lo que pasó porque no se si me valla a poder controlar- se le veía realmente preocupado, una parte de mi quería hacerle caso y dejar todo como estaba pero una parte de mi comenzó a dominarme, la misma que la primera vez que Nacho había metido sus enormes dedos en mi ano, quería volver a sentirme lleno de esa sensación, así que puse mi mano sobre la suya y la lleve a mi pierna mientras que la mano que tenía sobre su pierna la comencé a subir con caricias suaves hasta llegar a su muslo justo donde se podía sentir su naciente bulto el cual comenzaba a crecer lentamente
M- Ignacio ¿te puedo contar algo?- le pregunte con pena mientras sentía como su mano se movia por todo mi muslo de forma suave y su verga comenzaba a crecer rozando mis dedos -desde que paso lo de la otra vez, cada que me toco siento cositas aquí- y soltando su pierna tome con mis manos la suya de forma suave y la llevé a mi entrepierna con sus dedos rozando mi culo -comprendo que tu no quieras meterte en problemas, pero me gusto lo que hicimos la otra vez y quiero que me vuelvas a hacer sentir rico-
I- ¿Estas seguro?- me dijo dubitativo, yo no le respondí solo baje mi cabeza a su entrepierna y le dí un pequeño beso al bulto de su verga que comenzaba a notarse en su pantalón y me acomode
M- Si tuviéramos tiempo, me gustaría que lo hicieras en un lugar más cómodo- le dije señalando un hotel de esos donde se puede entrar a la habitación con el auto, el me miro, vió su reloj de mano y comenzó a desviarse del camino para llegar al hotel, metió el auto al hotel y selecciono la habitación más alejada, bajo del auto y salió del garage, yo subí e inspeccione todo lo que había, la cama era cómoda y había una televisión, al poco tiempo escuche que alguien venía subiendo las escaleras y yo me metí al baño hasta que escuche que era Ignacio ya que dijo mi nombre, salí de mi escondite y me encontré con el sentado en la cama
I- Mira, peque, se que es obvio que te diga que esto debe ser nuestro secreto, ahora, si en algún momento quieres que paremos no dudes en decírmelo ¿okey? No quiero que tengas miedo, quiero que disfrutes de lo que vamos a hacer- me dijo poniéndose de pie quedando frente a mi y me tomó suavemente de la cintura, de la nada uso su fuerza para cargarme y dejarme cara a cara con él, yo por inercia lo abracé con mis piernitas y no pude evitar darle un pequeño pico el cual el correspondió con un beso más cachondo metiendo su lengua en mi boca y succionando la mia para que yo hiciera lo mismo, sentí como bajaba sus manos de mi cadera a mis nalgas para comenzar a manosearlas por encima de mi pants mientras que poco a poco me llevaba a la cama -ahora voy a hacerme responsable por provocarte lo que me contaste, eso si, puede que duela un poco, pero te prometo que haré lo posible por que sientas mucho placer- yo solo afirme con la cabeza
Ignacio lentamente me quito mi sudadera y mi playera para comenzar a besar mi cuello y bajar a mi pecho y lamer mis pezones, poco a poco bajaba por mi pecho hasta que llegó a mi cintura y comenzó a besar mi entrepierna sobre mis pants mientras que poco a poco comenzaba a bajarlos de manera lenta, cuando se dio cuenta de que no tenía ropa interior me miro sorprendido y solo le dije lo primero que se me vino a la mente para no comentar lo de Rafael
M- He estado todo el día así, me gusta la sensación que me da con los pants- le dije con una sonrisa pervertida, observando a ese hombre que comenzaba a quitarse la camisa mirándome con sospecha, pero luego termino de desnudarme dejándome en la cama mientras el apagaba la luz y prendía una de colores que había en el cuarto -¿por qué apagas la luz?- le pregunte curioso
I- Tengo máximo dos horas para poder ayudarte con tu problema y poderte llevar a tu casa, solo quiero que lo disfrutes- me dijo con una sonrisa, se volvió a poner entre mis piernas y ahora comenzó a lamer mi pequeño y erecto pene de 10cm el cual sacaba cabía por completo en su boca permitiéndole también meterse mi pequeños huevos para hacerme sentir como pasaba toda su lengua sacándome gemido de placer y haciendo que le jalara el cabello suavemente mientras empujaba su cabeza, de la nada se separo y me dejo ver mi pequeña verguita y huevos estaban llenos de su saliva -que delicia, pero me interesa más lo de tu problema ¿Dónde es que sientes lo que te preocupa?- yo lleve mis manos a la raja de mis nalguitas, entonces el puso mis piernas en sus hombros dejando mi culito al aire para que el tuviera mejor vista, entonces de la nada sentí como daba un beso suave en cada una de mis nalguitas y luego le dio un suave lametón a mi culito, eso hico que me estremeciera y solté un pequeño gemido -Con que es ahí ¿eh? No te preocupes peque, me encargare de este problema- dijo mientras comenzaba a lamer mi ano ahora con más empeño, yo solo podía retorcerme por el placer que esa nueva sensación me estaba provocando, la diferencia de la lengua joven e inexperta de mis familiares no se comparaba con esta delicia, la sentía aspera y como trataba de entrar a mi culo lograndolo en algunas ocasiones, de la nada comencé a sentir un olor extraño cerca de mi cara y al abrir lo ojos vi que era su pene, aquel monstruo que había visto cuando el estaba sentado nuevamente estaba frente a mi pero ahora en su máximo esplendor, podía percibir el olor de un verdadero hombre frente a mi y no pude evitar llevar mi lengua a aquel cipote rosa para recibir y saborear las primeras gotas de su presemen
Ahí estábamos ambos en un 69 donde Ignacio me estaba lamiendo el culo mientras que yo comenzaba a mamar su verga de manera suave, llevandola de manera suave hasta donde mi garganta me lo permitía para luego sacarla, a veces baja a lamer sus gordos huevos y a veces solo me dedicaba de pasarle mi lengua de arriba hacia abajo suavemente, mientras tanto aquel macho de 45 años me comia mi pequeño e infantil culito de manera suave pasando su lengua e intercalándola ahora con uno de sus dedos sacándome gemidos los cuales eran ahogado con su enorme miembro en mi boca, hasta que de la nada se separó de mi para ponerse de pie
I- ¿Estas listo, peque? Ahora atenderé tu problema- yo le dije que si y sentí como ahora metió metía un segundo dedo el cual me hizo retorcerme nuevamente sacando un fuerte gemido el cual fue reprimido con mi mano -que rico se siente tu culo, Mercury, voy a disfrutar mucho meterte mi verga- dijo sacando sus dedos, comencé a sentir como esa gruesa cabeza comenzaba a rosar mi culito abierto y, cuando estaba ya bien acomodada la empujo suavemente haciendo que mi ano se abriera mucho más para poder comenzar a adaptarse a esa gruesa verga, sentía el ador en mi culo que comenzaba a recibir una verga adulta por primera vez, quería gritar, pedirle que parara, pero mi mano en mi boca me mantenía callado y a merced de ese hombre y cuando sentí que su cabeza había entrado completamente el se detuvo -ya entro la cabeza, bebe, esa es la parte más difícil, ahora solo tiene que aguantar a que tu culito se adapte y poco a poco continuare metiéndola ¿esta bien?- yo solo movi mi cabeza afirmativamente.
Pasaron 5 minutos que yo sentí eternos, pero finalmente el dolor fue calmándose poco a poco y gracias a que Ignacio me besaba el cuello y chupaba mis pezones, mi culito fue comenzado a soltarse permitiendo que su verga pudiera continuar abriéndose paso a traves de mis infantiles entrañas, yo solo pujaba por la molestia de sentir algo tan grueso y largo invadiéndome, pero ya no había dolor e, incluso sentía una cierta electricidad en mi pene la cual crecía con cada centímetro que invadía mi culo, de la nada sentí un corrientazo como cuando llegaba a mi climax al masturbarme, pero ahora provocado por esa enorme verga que me invadía
I- que rico culito, esta bien apretadito, seguro que tus primos o tu hermano nunca te habían hecho sentirte así ¿o si?- me dijo sonriente y orgulloso, quedándose quieto mientras me veía retorcerme de placer, poco a poco comenzó a moverse sacándome pujidos y bajo a besarme mientras continuaba con sus embestidas, yo correspondí sin pensarlo y me abracé de su cuello cosa que el aprovecho para repetir la posición en la que me había besado cuando llegamos al hotel pero ahora desnudos y con su verga dentro de mi por lo que solo tenia que confiar en mi peso para que sus penetraciones fueran más profundas haciéndome gemir mientras nos besábamos.
Tras unos minutos me puso en 4 y continuo penetrándome pero ahora con un poco más de fuerza, yo para ese punto ya no sentía ningún dolor solo una sensación de placer incontrolable que aumentaba con cada embestida de esa gruesa verga la cual solo apretaba mientras de mi boca salían pujidos de placer
I- ¿Te gusta putito? Te dije que un día tendrías mi verga dentro y hoy por fin pasó, te haré esto cada vez que tengamos oportunidad, te voy a enseñar a ser un buen putito para que disfrutes de la verga como se debe- decía mientras me embestía cada vez más fuerte
M- Nacho, mi culito, se siente rico, quiero más, quiero más- le decía gimiendo con mi voz infantil mientras que Ignacio comenzó a aumentar la fuerza y velocidad de su cogida
I- No te preocupes, Mercury, te voy a preñar ese culito para que ya no te preocupes de esas sensaciones raras, cada vez que lo necesites solo pidemelo y te dare mi verga, amor- dijo mientras me besaba el cuello, comencé a sentir como su verga comenzaba a incharse y hacerse más grande -ahí viene tu premio putito, para que recuerdes tu primera verga de hombre
M- Si papi, déjame todo lleno de tu leche, quiero sentirla dentro de mi- y fue ahí que sentí 7 chorros potentes de su leche invadir mi culo haciendo que nuevamente llegara al climax convulsionándome de placer y, fue justo en ese momento, donde comencé a orinarme en la colcha mientras me desmayaba.
Me desperté no se cuanto tiempo después, pero ya estaba en el coche con Ignacio camino a mi casa nuevamente, el al verme despierto me pregunto que si me encontraba bien a lo que respondí afirmativamente, el solo continuo manejando hasta que llegamos a mi casa
M- ¿Qué fue lo que paso, Nacho?- le pregunte rompiendo el silencio, el me miro sonriente
I- Nada Merc, la pasamos rico, solo fue eso- me dijo guiñándome un ojo para luego darme un beso -puede ser que estos días tu culito te duela un poco, pero con esta pomada que te compre se te pasará en unos días- me dio una pomada con analgésico la cual guarde en mi mochila y me baje del auto -ahora que nos veamos te cuento todo, y recuerda, cuando quieras repetirlo solo me dices- nos despedimos y yo entré al edificio donde vivía con una sensación de humedad en mi entrepierna.
Espero este relato les haya gustado tanto como los demás, muchos de lo relatos que he escrito sobre mi infancia están basado en hechos reales, aunque algunos tienen algunas cosas exageradas y otras inventadas, dejo a su imaginación cual es cual jeje. Recuerden que pueden mandarme sus comentarios a mi Telegram @MMMercury donde estaré feliz de responderles.
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