FANTASIAS DE LA INFANCIA: El vecino
Hola de nuevo, les traigo esta historia que ocurrió mientras yo vivía en la Ciudad de México entre 2007 y 2009. Espero disfruten de este relato..
Yo acababa de llegar a vivir a una colonia de Iztapalapa, mucho antes de que si quiera se pensara en la línea 12 del metro. Era un pequeño departamento en una unidad habitacional gigantesca, hay más de 20 edificios en esta los cuales cuentan con 2 torres de departamentos cada uno, por lo que al ser una zona amplia también había unas canchas de básquet y futbol, zona con juegos infantiles y un gimnasio al aire libre con instrumentos de ejercicio caseros (pesas de concreto, un par de barras y una bicicleta estática vieja).
Es esa cancha de futbol conocí a un chico de 12 años llamado Timoteo, el cual media aproximadamente 1.50, tenia un poco de pancita, pero para su edad estaba bastante fornido -no músculos marcados pero si hacían que luciera imponente-, nos pusimos a platicar sobre nosotros y descubrimos que teníamos muchas cosas en común; a ambos nos gustaban los Power Rangers, jugar videojuegos y, lo más sorprendente, que vivíamos en el mismo edificio, el justamente arriba de mi departamento por lo que comenzamos a frecuentarnos casi a diario y, mientras mi hermano hacía su tarea y mi madre se preparaba para ir a la universidad, yo salía a jugar con Timo y nuestras figuras de los héroes en colores, yo por ese tiempo tenía 7/8 años, medía menos de 1.45 y tenía un cuerpo delgado.
Con el paso del tiempo nos fuimos agarrando más confianza, al punto que mi mamá lo conocía y había comido con nosotros en el departamento unas cuantas veces, al igual que yo conocía a su familia y había comido con ellos. Un día que estábamos jugando su madre le aviso que tenia que salir y tardaría un rato, entonces el me propuso subir a jugar en su consola, lo desafortunado fue que cuando le pregunté cuál era, me dijo que era un playstation y yo tenia un Xbox, pero no nos detuvo, subimos a su casa decididos a jugar algo vida y vida, entonces sacó el Resident Evil 3
T: Te parece si jugamos vida y vida este- dijo sacudiendo la caja
M: Si, esta perfecto
Comenzamos a jugar de lo más normal, pasadas las 4 de la tarde escuche que mi mamá gritaba mi nombre desde la ventana por lo que baje a ver que necesitaba, me dijo que solo quería saber donde estaba y le respondí que en el depa de arriba con mi amigo, ella me dijo que estaba bien, que me quedara lo que quisiera ahí pero volviera antes de las 8, yo acepte y regrese a casa de Timo y al llegar el ya me estaba esperando con el juego listo
T: ¿Todo bien?
M: Si, mi mamá solo quería saber donde estaba y luego me dijo que tenía permiso de volver a las 8
T: Super, entonces vamos a estar un ratote juntos- dijo entusiasmado, yo le afírme del mismo modo y ambos comenzamos a jugar. Tras unas cuantas muertes de cada uno y distintas bromas sobre lo malo que era el otro, Timo me pidió que pausara el juego para hacer un cambio
M: ¿Qué propones?
T: ¿Qué te parece si cuando mueras empezamos una regla? El que no tenga el control tiene que ser el sirviente del otro, el que no esta jugando tiene que andar haciendo cosas.
M: Suena bien, me late
Continue mi juego y, para sorpresa de ambos, duré bastante de lo habitual, alrededor de 10 minutos, cuando finalmente morí le dí el control y me puse de pie
M: ¿Qué quieres que haga?- el solo me pedía cosas simples como traerle de beber y comer, a veces solo me decía que lo viera de pie o sentado en la cama, tras unos cuantos minutos más de ordenes murió y me dio el mando de la consola, cuando comenzó mi turno fue casi lo mismo, que me trajera botanas y refresco, pero comencé a concentrarme más en el juego que en la apuesta y no le estaba diciendo nada, Timo solo estaba sentado en su cama, detrás de mí. Por lo concentrado que estaba en el juego nunca me percate de en que momento llegó y se puso sentado detrás de mí, pegándose completamente a mi cuerpo. Cuando lo sentí haciendo eso me dio un escalofrío que recorrió toda mi espalda, ambos estábamos sentados en el suelo, yo con mis piernas cruzadas y el rodeándolas con las suyas, por lo que al instante sentí el bulto de su miembro creciendo discretamente en el inicio de mi coxis.
Yo continuaba en el juego, pero no sabía que hacer con lo que estaba pasando con Timo, estaba como en estado de shock pero continuaba clavado en el Resident Evil, no estaba incomodo, pero tampoco excitado, sin embargo quería saber qué tan lejos quería llegar. Entonces el hizo el primer movimiento, me tomo de la cadera y suavemente me fue moviendo para que la raja de mi culo -cubierta por mi pantalón de la escuela, por el momento- quedara encima de su erección. Esta no se sentía grande, pero si gorda y cuando me tuvo bien acomodado como el quería y con ambos cómodos comenzó con ligeros movimientos de pelvis restregando y verga puberta en la raja de mi culo -yo ya había hecho cosas similares con un primo por lo que la situación me estaba excitando-, también comenzó a pasar sus manos por mi cuerpo mientras se restregaba poniendo énfasis en acariciar mi pequeño pene y mi pecho, mi respiración comenzó a acelerarse y poco a poco mi concentración pasó de estar en el juego a las nuevas sensaciones que me invadían.
Al poco tiempo su distracción rindió fruto y morí, cuando le dí el control el se puso de pie y pude ver que el bulto de su verga en (lo que creo era) total erección, además el pantalón de su escuela tenia una gran mancha justo donde se ubicaba la punta de su miembro
M: ¿Te hiciste pipi?
T: No, es un juguito que sale del pene cuando eres grande y ya te la puedes jalar
M: ¿Puedo verlo?
T: No, me toca jugar- tomo el control de mis manos y se dispuso a continuar con el juego desde donde yo había muerto.
Yo continue haciendoles preguntas sobre la mancha y el las respondía todas, me explico que era el semen, para que servía, como era, etc, pero sus respuestas no satisfacían mi curiosidad, así que sin importarme comencé a tocar su ereccion sobre el pantalón, donde apretones en el tallo y empujándolo con la mano, entonces pauso el juego y me miro serio quitando mi mano de su bulto
T: Te voy a poner un reto, si lo cumples podrás subir a jugar play cuando quieras mientras yo esté, pero no le puedes decir a nadie- Yo lo mire y afirme con la cabeza, entonces se puso de pie y comenzó a desabrochar su pantalón escolar, lo bajó junto con sus boxer y dejo al descubierto lo que me había restregado hace unos momentos en mi rajita. Un pene moreno de más o menos 13 centímetros, grueso y con las venas marcadas, todo coronado con una gota de ese líquido que atrajo mi antencion, Timo me miro serio y se volvió a sentar poniendo una almohada en su culo
T: Tu reto es que, mientras juego, tiene que lamer mi pene- al principio me negué, pero me recordó una regla que habíamos cumplido hasta el momento “el que tiene el control manda”. Timo estaba sentado en el suelo, con las piernas estiradas y su erección al aire libre, no me quedo otra opción que obedecer, al final del día él tenía el control de la consola y era el que estaba jugando.
Me agache hasta quedar acostado entre sus piernas con su pene frente a mí, saque mi lengua y comencé a pasarla por cada parte de ese miembro, el sabor era bastante salado pero lo compensaban las dulces gotitas de que salían de la cabecita de su verga, podía escuchar sus gemidos ligeros cada que sentía mi lengua rosar su prepucio, hasta que me dio otra orden
T: Abra tu boca grande, métela y sigue jugando con tu lengua- tras unos segundo de duda, su erecto pene comenzó a entrar en mi boca mientras yo lo pasaba la lengua por todos lados, el movía sus caderas haciendo que entrara y saliera a su gusto, toda esta situación me estaba comenzando a gustar, disfrutaba el sabor de su verga y su liquido preseminal mientras el disfrutaba sacándola y metiéndola de mi boca, el juego pasó a segundo termino para ambos y comenzamos a dejarnos llevar por lo que estábamos haciendo.
Timoteo comenzó a tocar mi cuerpo de nuevo, pero esta vez por debajo de mis prendas, haciendo que el escalofrío que había sentido cuando se me restregaba en la cola regresó potenciado haciendo que comenzara a gemir con su pene dentro de mi boca. El comenzó a quitarse los pantalones por completo, quedando solo con una playera delgadita color verde, tras un buen rato disfrutando de mi mamada me saco su miembro y me dijo que me quitara el pantalón y los interiores y me sentara en la cama, cuando estuve listo el puso su cabeza entre mis piernas y comenzó a examinar toda esa zona, fijo su mirada en mi pene de aproximadamente 8 centimetros y luego lo introdujo en su boca haciendo que me dejara caer en la cama con un ligero gemido.
Mi pene y mis testículos había entrado en su boca sin problema y el estaba pasando la lengua por todas partes haciéndome retorcer de placer, cuando saco mi miembro de su boca empezó a masturbarme aprovechando su saliva mientras me seguía examinando. Luego me tomo de la parte de atrás de las rodillas y elevó mis piernas, dejando mi culo a su vista e hizo lo mismo que con mi pene, lo miró por unos segundos y luego comenzó a lamerlo como desquiciado, yo estaba gimiendo con una almohada en la boca ya que lo que estaba sintiendo era demasiado para mí, una combinación extrema de sensaciones en todo mi cuerpo que me tenía solo deseando que continuara y me hiciera mas cosas.
A los poco minutos había logrado poder meter su lengua en mi ano, lo que me hizo aventar mi cadera a su cara mientras mi cuerpo se llenaba de escalofríos, acababa de tener un orgasmo seco a los 8 añitos mientras un vecino de 12 me comía el culo, y todavía faltaba lo mejor. Timo me dijo que mantuviera mis piernas agarradas dejando mi culo a su disposición, me hizo gemir cuando metió mi pene y huevitos en su boca de nuevo, pero algo rozaba constantemente mi ano, logrando entrar poco a poco y haciéndome sentir una presión en el estomago que me estaba volviendo loco de placer haciéndome gemir cada que ese extraño intruso entraba y salía de mi culito. Timo tenía dos dedos dentro de mi ano y con las llemas estaba apretando mi próstata mientras los metía y sacaba, al mismo tiempo que tenía mi pene y pelotas dentro de su boca siendo acariciadas por su lengua. Yo estaba en el séptimo cielo, no pensaba que se pudiera poner mejor… hasta que
T: Mun, necesito que ponga la almohada en tu cara y te relajes ¿okey? Tu solo déjate llevar- su voz me relajaba mucho y sentía que sus dedos seguían rozando mi culito
M: ¿Qué me vas a hacer?- le dije ya con la almohada cubriéndome la vista
T: Te voy a meter otro dedo para que sientas más rico, pero si te duele no dudes en decirme, de todos modos lo hare lento como hasta ahora
Movi mi cabeza afirmativamente, en toda nuestra conversación pude sentir que el nunca dejo de rozar con sus dedos mi ano hasta que bajo a comérselo de nuevo, todo con el pretexto de que estuviera más abierto “por si las dudad”, yo lo disfrutaba de sobre manera, todo lo que sentía era excitación y ganas de seguir sintiendo ese placer que me estaba causando, cuando separo su boca de mi ano volví a sentir el roce de sus dedos, pero algo era diferente, poco a poco se sentían más mojados y la sensación de mi culito era de algo cilindrico tratando de entrar y estaba logrando su objetivo poco a poco, me hacía sentir un poco incomodo al principio ya que iba haciéndose más grueso y me causaba un poquito de dolor, pero fue logrando entrar y ahí fue cuando me llevé una gran sorpresa, la pelvis de Timo acababa de golpear mi nalgas, me quite la almohada de los ojos para poder ver pero la seguía utilizando para que no se escuchara mi respiración y jadeos.
Tenía a Timo encima de mi y su pelvis pegada a mis nalgas, lleve mis manos y confirme que me acaba de meter sus juveniles y gruesos 12 centimetros de verga, el se quedó quieto mirándome a los ojos, me quito la almohada de la boca y me dio un beso para luego comenzar el un lento movimiento de pelvis que hacía que su verga entrara y saliera de mi recto, yo tenia lo ojos cerrados y sentía muchas ganas de cagar, pero esa presión de mi estomago me causaba mucho placer
T: Sabes, todos los hombres tiene un lugarcito mágica en el culito que da mucho placer- dijo mientras me envestía un poco más rudo, sacaba la mitad de su verga y la dejaba ir en una sola estocada, yo solo gruñía por la sensación, el saco su miembro hasta la cabeza y levanto más mis piernas haciendo que la presión en mi estomago aumentara y me hiciera sentir muchísimo placer- y yo creo que acabo de encontrar el tuyo- dijo comenzando a picotear algo que me hacia sentir una bola atrás del pene, comenzó a embestir un poco fuerte haciendo que mis piernas temblaran junto con el resto de mi cuerpo- este botoncito en el que te estoy pegando es tu próstata, el lugarcito mágico del que te hablaba-
Sigo picoteándome la próstata hasta que me causo otro gran orgasmo que hizo que soltara un chorro de pipi sobre mi cuerpo y manchando las sábanas, luego me volvió a acomodar para comenzar a meter ahora todo su pene con estocadas fuertes. Yo estaba en éxtasis total con el sobre mi besándome como loco mientras sentía como me abatía cada vez más con los empujones de su pene en mi recto. Mientras nos dábamos un delicioso beso que lograba ocultar nuestros gemidos y jadeos, el comenzó a acelerar cada vez más sus embestidas hasta que me dio un último y gran empujón que me saco el aire, su miembro comenzó a tener espasmos y a hacerse más grueso hasta que sentí un solitario, pero potente chorro de líquido inundar mis entrañas.
Seguimos besándonos hasta que poco a poco su pene comenzó a salir de mi interior, sentí un hueco enorme en el culo y rápidamente ambos nos levantamos y fuimos al baño a limpiarnos. Yo me sentí en el escusado para dejar salir lo que tenia en mi interior -que era aire, más que nada- y junto a mí en el lavabo estaba Timoteo limpiando su miembro el cual tenía un poco de caca y un líquido extraño que parecía vitacilina. Cuando me sentí mejor, me pasé una toallita húmeda para limpiarme y todo normar, solo una rara mezcla similar a la de Timo, cuando estuve de pie, mi vecino me dio otro apasionado beso que correspondí sin problema
T: ¿Te gusto lo que te hice?
M: Mucho, aunque al principio me dolió mucho cuando me lo metiste, pero después se sintió muy rico ¿Quién te enseño eso?
T: Esto es entre tu y yo, tengo un tío hermano de mi papá que una vez me comio el culo después de ponerse ebrio en una fiesta familiar. Desde ese día comenzó a hacerme cosas hasta que me la metió, su verga es mucho más grande que la mia, me rompió el culo. Pero poco a poco me fui acostumbrando y lo comencé a disfrutar al grado de que ahora yo soy el que le pide que me coja
M: ¿Y por qué me lo hiciste a mi?
T: Porque desde que comenzamos a ser amigos me he fijado mucho en tu cuerpo y en ti, me gustas mucho y quiero seguir haciendo esto contigo, si tú quieres.
Yo mire a piso, estaba confundido porque nunca me había pasado algo así, pero todo que me había hecho sentir me había encantado y quería volver a sentirlo, así que tome la decisión
M: Esta bien, me agrada la idea, la verdad me encanto sentir tu verga dentro de mi- me acerqué a el y le di un piquito para luego bajar a mi casa justo a tiempo para hacer la tarea. Solo que tenía una extraña sensación y un ligero dolor en el culo, por lo que me incomodaba sentarme.
Timo y yo repetimos un par de veces más y en cada una de ellas era mayor la cantidad de esperma con la que llenaba mis intestinos, haciéndonos sentir mucho más placer de lo normal; también hubo una vez que me dejo metérsela por un buen rato, la sensación de su culo devorando mi pequeña verga era magnifica, disfrutamos mucho en general. Un día cualquiera, estábamos jugando de manera normal en mi casa -era obvio que solo podíamos hacer nuestras lujurias cuando el estaba solo, por lo que no nos insinuábamos nada cuando había gente cerca-, subimos a su departamento por más juguetes y de visita esta su tío que le había enseñado todo, se presentó conmigo como Luis y pude ver como a Timo le dio un fuerte abrazo por detrás mientras discretamente restregaba su pene en las nalguitas de mi vecino, sentí su mirada clavada en mi y esbozo una sonrisa, Timo también me sonrio…
Espero que les guste este relato, un poco largo pero vale la pena. Luego me voy poniendo al corriente con los demás que les debo jeje
Excelente relato. Una muy buena forma de iniciar.