Feliz cumpleaños Damián / Día de campamento (Ángel y Damián)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Yudas.
Hola amigos ¿cómo se encuentran? Nuevamente soy yo, Damián. Ahora con una nueva historia sobre sexo y amor con mi novio. Bueno comencemos……
Lo que les voy a contar sucedió desde el 6 hasta el 8 de noviembre, como se los dije anteriormente, mi cumpleaños fue el día 2 del mismo mes, pero por cuestiones de tiempo y escuela mi familia decidió hacerme una fiesta sorpresa el 6.
Comenzó el día muy padre y lindo, Ángel me despertó con un beso y un abrazo, nos alistamos para salir a la escuela, como siempre él me fue a dejar y de ahí se fue a la suya.
El día siguió como usualmente, salí de clases y pasó por mí, fuimos a pasear un tiempo, pero yo quería regresar a casa para hacer mi tarea, comer y adelantar otros proyectos para poder disfrutar con él aunque sea un día (sí mi escuela es algo pesada).
Como a eso de las 5 pm estábamos de regreso en nuestra casa, yo tenía hambre pero Ángel no había querido ir a comer. En cuanto abrió la puerta me sorprendí con un grito bastante fuerte…
-¡Sorpresa!- toda mi familia y amigos más cercanos estaban dentro con un letrero enorme que decía “FELIZ CUMPLEAÑOS DAMIAN” agradecí a todos, comenzó la fiesta y demás.
Mi papá me jaló un momento a donde estaba él, mi mamá y mi hermano.
Papa: Hijo mañana nos vamos a las 10 a acampar a “las cascadas” , para celebrar tu cumpleaños, Ángel ya lo sabe, ya empacó algunas cosas, así que mañana estén listos para que pasemos por ustedes.
Un amigo de papá trabaja ahí, así que le da permiso de que acampemos cerca del río que cruza. – Se le llama así por la caída de cascadas que se encuentran en el lugar-
Ese lugar tiene mucho significado para mí porque tendría como tres años que no vamos para allá, ahí fuimos cuando recién había comenzado a ser pareja de Ángel y tiene un significado sentimental para mí.
Yo: Vale, muchas gracias.
Eran ya casi las dos de la mañana y todos se habían ido a sus casas, Ángel y yo nos fuimos a acostar a la cama, pero esa noche no hicimos nada.
Al día siguiente (sábado) me desperté a eso de las 8 am, Ángel no estaba en la cama, así que me levante y vi un camino de rosas azules que llevaban al otro cuarto que usamos como gimnasio.
Caminé hacia la puerta y al abrirla había una atmosfera completamente romántica, velas encendidas, corazones en el suelo y Ángel acostado casi desnudo sobre un colchón inflable que tenemos guardado para las visitas. Él se levantó únicamente con un bóxer negro, una playera de tirantes del mismo color y unos lentes aviador obscuros, algo que lo hace ver muy sexy.
Ángel: Ya era hora de que despertaras mi amor.
Yo: ¿qué es todo esto? (me sonrojé)
Ángel: Una pequeña sorpresa.
Yo: Enserio eres el mejor.
Ángel: Hago lo que puedo.
Momento seguido comencé a besarlo, el ambiente, él, todo era vivir un momento de mi vida que siempre recordaré.
Comencé a despojarme de las pantuflas y del pantalón para dormir que llevaba aún puesto, la playera no me la quite pues sé que a Ángel le encanta quitármela.
Nuestros besos subieron de intensidad cada vez más, sentía que me sofocaba, mi pene dentro de mi bóxer estaba a punto de explotar por de tanto calor y excitación que sentía en el momento.
Ángel y yo comenzamos a acostarnos en ese colchón nos besábamos, acariciábamos y cuando yo estaba a punto de quitarme el bóxer Ángel me beso y se levantó.
Ángel: Amor tu familia vendrá en dos horas, vamos a bañarnos y nos preparamos para irnos.
Me moleste un poco con Ángel por haberme dejado con las ganas, pero pues ¿aunque sea un rapidin no? En fin, nos bañamos aparte, yo necesitaba empacar un poco de ropa para el viaje, por si es que fuésemos a entrar a la alberca (que lo dudaba pues ya empezaban los fríos).
Ángel salió de la regadera y me pidió disculpas al menos tres veces en el escaso tiempo que tome mi ropa y me metí a la regadera.
Dieron las 10:20 y mi familia había llegado, por supuesto Ángel y yo nos iríamos aparte en su carro.
Pusimos algunas cosas en la cajuela e inició el viaje.
Ya cuando estábamos en carretera tuve una idea, lleve mi mano al pantalón de Ángel y empecé a sobarle la pinga por fuera, la cara de Ángel mostraba placer, en un momento que bajo un poco la velocidad se bajó la bragueta ¡quería que lo masturbara! Sinceramente tomé su pene y comencé con el movimiento de arriba-abajo. Pero quería provocarlo, que se quedara con las ganas así como yo un tiempo antes, así que lo solté y me puse a hablar con un amigo por teléfono acerca de un trabajo de la escuela.
Para no hacer larga y aburrida la historia, Ángel se molestó un poco pues decía que íbamos en familia a disfrutar, a pesar de que se puso un poco celoso y ya sabrán el resto de la historia.
Llegando a nuestro destino, él ya se había calmado un poco. La mañana y tarde pasaron, llegó la noche e hicimos una pequeña fogata, cenamos y nos fuimos a nuestras tiendas; mi mamá con mi papá, mi hermano con su novia y Ángel y yo.
Eran cerca de las 11 pm, yo no podía dormir, la verdad aún estábamos un poco molestos Ángel y yo.
Así que yo me voltee y comenzamos a platicar y pues podría decirse hicimos un “borrón y cuenta nueva” comenzamos a besarnos, salimos de nuestros sleep bags (como colchoncitos de suelo que te tapan) y la calentura nos iba tomando.
Ángel comenzó a besarme el cuello, él sabe que eso me prende instantáneamente. Apagamos la lámpara que alumbraba tenuemente el interior de la tienda de acampar para evitar que las siluetas se vean por fuera.
El río formó parte esencial del ambiente que se podía apreciar. El oír el agua cayendo por la cascada es, al menos para mí, algo romántico y erótico.
Sentía mi corazón latir fuertemente, Ángel comenzó a quitarme la playera y yo hice lo mismo con él, poco a poco nos fuimos quitando todas las prendas que teníamos puestas.
Quedamos completamente desnudos, excepto por los bóxer que aún nos cubrían, la piel se me puso de gallina por el frío que comenzaba a hacer y por el ligero miedo a que mi familia supiera lo que estábamos haciendo, no porque fuese algo malo, sino por pena.
El ver a Ángel así, sin playera, me recordó la primera vez que estuve con él, y recordé la razón del porque lo amaba.
Ángel se me acercó de rodillas (por la altura de la tienda no nos podríamos poner de pie) pasó sus labios desde mi ombligo hasta mis oídos causando un gran escalofrío en todo mi cuerpo. Al llegar a mi oído susurró – Feliz cumpleaños mi amor-.
Nuevamente comenzamos a fundirnos en un beso. Cuando Ángel estaba por quitarse el bóxer abrí la tienda y salí al carro por mi mochila, regresé a la tienda y puse un pequeño candado a los dos cierres de la misma para evitar que alguien nos abriera. En mi mochila de la misma manera llevaba lubricante.
Cuando retomamos en donde nos habíamos quedado me acerqué a su pelvis y con los dientes comencé a bajarle el bóxer, y él me bajó el mío lentamente con las manos, acariciando todas mis nalgas y piernas, aumentando el placer.
Ángel me puso boca abajo y me empezó a besar desde la parte posterior de mi cuello, toda la espalda hasta llegar a mi culito, primero comenzó a besar y morder mis nalgas, después se fue acercando a mi hoyito y comenzó a pasar su lengua por todos lados. Puso un poco de lubricante en su dedo y me metió uno, esperó unos segundos y me metió el segundo, y así hasta que tenía cuatro dedos dentro de mí.
Él se acercó a mi boca para besarme y que le hiciera un oral, pasaba mi lengua por todo su pene, desde sus bolas iba subiendo hasta su cabecita en la que me detenía a besar, lamerla de varias formas.
Ángel me pedía a gritos silenciosos que me penetrara, pero yo aún quería calentarlo más. Así que seguí besando todo su cuerpo, sus abdominales que ya se le empiezan a marcar un poco más, su pecho, sus pezones y por último el cuello.
Apenas le di dos besos en el cuello cuando me tomó el por el mío y me volteó de tal manera que yo quedé en posición de perrito. Él tomó su playera la hizo bolita y me la empotró en la boca para que no se escucharan mis gemidos o gritos.
Me empezó a acariciar, a pasar sus manos por todo mi cuerpo para llegar a mi pene y comenzar a masturbarme. Dejó de hacerlo por unos segundos, tomó la botella de lubricante y se puso en su pinga, dirigió su cabeza hacia mi culo y lentamente fue introduciéndola. Cuando metió por completo su cabeza metió enseguida todo su pedazo que, de no ser por la playera de él que tenía en la boca, posiblemente se hubiese escuchado mi gemido.
Ángel pegó su pecho y abdomen a mi espalda y aun penetrándome y respirando cerca de mi oído volvió a susurrar – Te amo mi vida, y no me gusta estar peleado contigo. Feliz cumpleaños atrasado-.
(Algunos dirán que no fue el momento, pero al menos para mí ese detalle hizo más romántica la noche)
Ahora sus movimientos eran lentos a comparación de otras veces, supongo que por la precaución para no ser descubiertos. Pero esos movimientos eran demasiado placenteros, sentir como entraba y salía su pene al estilo bareback era genial. Pasados algunos minutos cambiamos de posición a la “gran v”, ya saben, aquella en la que el pasivo (yo) se acuesta y abre las piernas en forma de v y el activo lo penetra.
Ángel se movía (y aun se mueve) con cierta precisión que genera un pre-orgasmo bastante largo dentro de ti. Pasaron algunos minutos más y me sacó su pene, se sentó en el suelo y me senté sobre él, me metí de un jalón su pene.
¡Dios era lo mejor! Jamás me había sentido tan caliente, aun teniendo sexo con él. Lo tomé por el cuello mientras yo daba sentones para que entrara y saliera de mi interior.
Cuando noté que la respiración de Ángel se aceleraba me safe de su pene y lo masturbe como loco, hasta que se vino mojándome toda la cara no sin que pudiese cachar dos o tres chorros grandes de su leche. Nos besamos con su leche de por medio. Cuando estábamos por iniciar una “segunda ronda” en la que yo sería activo se acercó el encargado a la tienda y sin abrir preguntó si nos encontrábamos bien, tardamos unos segundos en contestar para fingir que estábamos dormidos.
Yo me metí al saco de dormir y Ángel se asomó para decirle al señor que nos encontrábamos bien, solo que él no se lograba acomodar y por ello se movía mucho. El señor le creyó, pero cuando Ángel me empezó a besar yo ya no dejé que siguiéramos.
Yo: Pueden cacharnos en la jugada y ahí sí ni quien nos quite la pena.
Ángel: Si es cierto mi amor, pero tampoco quiero que te quedes con las ganas de correrte.
Pensando un poco me salí nuevamente del saco de dormir, yo aún me encontraba desnudo, así que Ángel me hizo un oral sin mucho movimiento. Me corrí en su boca y de la misma manera de como lo hicimos con su leche, nos besamos con mi lefa en su boca.
Dormimos abrasados y sin corajes.
El día siguiente dimos un pequeño paseo, fuimos a nadar un rato y finalmente regresamos a casa.
Desde ese día Ángel y yo quedamos en no tener sexo hasta año nuevo, para “reservar leche” dice él. Aparte de que me conto una amiga en común que él pareciera estar planeando una sorpresa para la cena de año nuevo.
¿Será que ya me pedirá matrimonio? Jajajajajajajajaja después de todo, ya es legal aquí en México D.F. ¿Ustedes que opinan mis amigos?
Lamento no poder haberles escrito más, me gusta ser realista y fue así como sucedió todo. Disculpen si los aburrí con los detalles cursis o así pero pues no puedo evitarlo jejejejejejejeje.
Espero que les haya gustado y próximamente les estaré contando que pase el día de mañana (terminé de escribir el relato el 30 de diciembre).
Deséenme suerte amigos y gracias por leer el relato.
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