Fiesta de disfraces para niños traviesos VIII-2
Un niño se estaba follando a un adulto musculoso por detrás.
Me sostuve de las sábanas mientras una polla gorda y dura profundizaba sus penetraciones en mi ano.
Observé detrás mío como el hombre araña movía su cuerpo en un vaivén suave mientras se quitaba parte del traje.
Sus abdominales negros relucieron ante todos.
Gemí adolorido y dejé que hiciera lo que quisiera.
Escuché varias cremalleras y cinturones ser abiertos.
Pronto fuí rodeado por una decena de hombres disfrazados.
Sus pollas al aire fueron como un buffet para mis ojos.
Había de distintos tamaños y colores.
Desde blancas, marrones, grises, negras, bronceadas y rosadas. Largas, cortas, gordas y musculosas.
Cada una fue mostrada ante mí declarando una cosa.
Me follarían hasta llenarme de leche.
Los minutos pasaron mientras degustaba del sabor de dos vergas en mi boca.
El hombre araña terminó de penetrarme con un último empujón y sacó su polla para bañarme en su semen.
Luego, un hombre corpulento de ojos amarillos tomó su lugar.
Por la vestimenta supe que era Aquaman.
Su polla era bronceada y corta, pero su glande era muy gordo.
Al penetrarme ensanchó mi ano hasta dejarlo como un pozo.
Así, procedió a embestirme.
De manera contundente, el hombre forzó su hombría en mí, haciendo algunos movimientos circulares y estirando más mi ano.
Gemí incomodo por aquellos masajes y casí me atraganté chupando la polla de IronMan.
Escuché el sonar de cámaras tomando fotos y de videos siendo grabados.
Cerré los parpados mareado. Empezaba a sentir que un deseo extraño nublaba mi juicio.
Durante una hora, recibí cada verga de cada heroe con un apetito voraz.
Disfruté del blanco, largo y delgado pene de Flash. Me maravillé con la musculosa, gris y venuda polla de Constantine. Amé cada pulgada de la larga y gorda hombría rosada de Doctor Strange. Pero lo más gratificante fue chupar la verga de cada uno de ellos antes de que me follaran.
El sabor de cada una era indescriptible.
Desde lo salado, lo dulce, amargo y rancio. Algunas pollas eran más ásperas, otras más suaves. Las venas les daban una textura a cuero e incluso algunas vergas soltaron su orina en mi lengua.
Fue una experiencia única que jamás pensé tener y estaba feliz.
Papá estaría orgulloso si me viera ahora.
Abrí los párpados cuando la última polla salió de mi culo.
Sentí como mi piel estaba húmeda, no por el sudor, sino por el semen de más de diez hombres que se habían deslechado en mí.
Me habían bañado en su semen bautizandome como uno de los suyos.
Cuando todos se fueron me quedé solo con Superman, Batman y Thor.
Los cuatro estábamos acostados en la cama descansando.
Sabía que pronto debía irme y solo podía acurrucarme en los brazos de aquellos hombres musculosos para disfrutar de su calor.
Incómodo por algo, levanté la cabeza.
—Olvidé preguntarlo antes. Espero no les importe—susurré apenado.
No sabía como se lo tomarían. Era la primera vez que pedía algo así.
—Habla pequeño ¿Qué quieres? —consultó Superman.
Miré el cuerpo de Batman y mi boca empezó a producir saliva.
Lamí mis labios con mi lengua antes de asentir.
—Quiero probar sus culos. Me gustaría conocer su sabor—dije en voz alta.
Cada uno se sorprendió a su manera, pero ninguno se enojó.
Batman se levantó y me tomó entre sus brazos.
—Sabía que eras igual a nosotros. Tienes un líbido envidiable, niño— dijo el moreno musculoso con la máscara puesta, luego procedió a besar mi boca y chupar mis labios.
Mientras era dominado por sus labios expertos, Superman y Thor se dieron la vuelta exponiendo sus espaldas musculosas y grandes nalgas.
Batman me soltó y se dio la vuelta.
Luego, observé cada uno de sus culos emocionado.
—Prueba todo lo que quieras. Luego te llevaremos a casa—dijo Thor con una sonrisa traviesa.
Asentí acercándome a las nalgas peludas de Batman.
Quería empezar por él ya que fue su ano el que me dio esa idea.
Acerqué mi nariz oliendo la fragancia del adulto. Una combinación de sudor, afrodisíaco masculino y semen.
Saqué mi lengua y con los dedos de mis manos estiré el pliegue de aquellas dos montañas de carne para dejar expuesto su agujero.
La vista no me decepcionó.
Era un pedazo de carne fruncido en forma de loto. Cada pliegue de carne marrón estaba hinchado formando un círculo bulboso y húmedo.
Parecía que podía tragarse todo lo que le metieras.
Metí mi lengua en su ano disfrutando de como su carne impregnaba mi boca con su calor.
Sus pelos masculinos me hicieron cosquillas mientras hundía mi cara en su agujero de hombre.
Cerré los ojos disfrutando de la textura, el olor y el sabor.
No sabía mal.
Era una combinación entre jabón y agua salada. Probablemente mantenía limpio su culo con frecuencia.
Disfruté de hundirme hasta meter mi nariz.
Mi boca, labios, lengua y nariz había perforado el perineo.
Pude estirar su culo hasta que su conducto a anal se podía ver.
Era una gran sección de carne estirada y rugosa.
Algunas cicatrices eran visibles, pero la humedad opacó aquella visión dañada.
Disfruté durante varios minutos de chupar el culo de batman.
El hombre sólo se limitaba a murmurar obscenidades
Gemí encantado cuando saqué mi rostro de su ano fruncido y noté como mi saliva había lubricado todo su agujero.
Ahora se veía de un color marrón brillante.
Como una invitación a profanarlo.
Lo dejé a un lado pasando al siguiente culo.
Estiré los pliegues de las nalgas de Superman con facilidad.
A diferencia del ano de Batman, el de Superman era más liso y suave, como la rendija de una puerta que se abría ante mi.
Apliqué presión en la carne formando un ovalo por donde se podía ver un contorno rojo y húmedo.
Metí mi boca en aquel espacio saboreando cada centímetro.
La textura era densa, como un bollo de pan recién horneado. El calor era seco y picante. Pero el sabor fue lo que más deguste.
Tenía ciertos toques dulces, amargos y vizcosos.
Mi saliva se mezcló con su ano formando una masa acuosa.
Lubriqué la zona maravillado por lo que sentía.
Superman gruñó encantado.
Acarició el cuerpo de Batman y empezó a besarse con él.
Apreté mis labios en su culo estirando la piel, luego me alejé.
Ignoré lo que hacían ambos héroes fijandome en el último ano que quedaba.
Thor movió sus caderas y levantó su pelvis para facilitar mi acceso a su agujero.
—Vamos niño. Es todo tuyo—dijo el hombre con voz ronca.
Asentí anonado agarrando sus dos grandes nalgas y separandolas.
Un culo arrugado y abierto estaba ante mí. Era rosado y la piel de sus alrededores estaba caída.
Por la forma que tenía, parecía una vagina.
O eso me parecía al compararlo con lo que me enseñaron en clases de educación sexual.
Moví mi lengua en los pliegues delineando la piel, metí mi boca en su hueco chupando el interior.
Succioné la carne húmeda y apreté mi lengua alrededor de su culo.
Empujé la saliva que salía de mi boca en su ano lubricando y dejando que sus pliegues me devoraran.
Su carne era gruesa y dura. La textura era musculosa y el sabor era seco. Como si estuviera lamiendo paja.
A pesar de mis esfuerzos por lubricar, su ano lo chupaba todo.
Gemí encantado hundiendo mi rostro y dejándome llevar por lo que sentía.
Escuché a Thor gruñir deseoso mientras yo aspiraba su aroma y amasaba su culo.
La voz de mi héroe se torno gruesa mientras me invitaba a meter más de mi lengua.
Hice el esfuerzo de profundizar más mi mamada.
Estiré los pliegues de su agujero con mis dedos sintiendo su textura curtida.
Aquel ano se abrió formando un ovalo hundido que se deformaba en pulgadas de carne.
A simple vista se veía como un túnel seco listo para succionar cualquier verga que entrará.
Una nueva idea paso por mi cabeza y sin pedir permiso levanté mi rostro del culo de Thor.
Mi saliva formó un suave hilo que se rompió en el aire.
Apunté mi pequeña polla en aquel ano fruncido y la metí.
Notando que dejaba de mamarle el culo, Thor me miró.
Sus pupilas brillaron y asintió para que continuará.
Con un vaivén saqué y metí mi verga en su ano.
Sabía que casi no se sentía para él, pero en mi caso, todo su ano amasaba y doblegaba mi hombría en un calor placentero.
«Ahora entiendo porque a papá y a otros hombres les gustan los culos. Son tan deliciosos de follar» pensé embriagado por el placer.
Hice varias embestidas más notando la diferencia entre mi cuerpo y el de Thor.
La vista era increíble.
Un niño se estaba follando a un adulto musculoso por detrás.
Batman y Superman dejaron de besarse.
Al mirar lo que hacía sonrieron.
—Parece que serás un putita versátil—bromeó Batman.
—Estaré encantado de enseñarte como cogerte a cada hombre en esta casa—dijo Superman masturbando su verga.
Antes de siquiera responder se escuchó una tos seca.
Miramos hacía la puerta donde un hombre trajeado nos observaba.
—Confío me tengan una buena explicación de lo que están haciendo sin mi permiso —dijo el mayor con el ceño fruncido.
—¡Jefe! —gritaron sorprendidos los tres hombres en la cama.
Continuará…
Gracias por leer. Deseo les haya gustado el relato tanto como a mí al escribirlo.
Si quieren charlar conmigo pueden contactarme por telegram.
Telegram: @AlexanderTL28
El siguiente relato es la continuación de Ejercicios para culos hambrientos.
Nos leemos luego.
estoy perdido o donde esta las partes
6 y 7 de esta fantastica serie
Hola. Lamento la confusión. Fiesta de disfraces para niños traviesos VIII y VIII – 2 son la parte 6 y 7. Tuve una confusión con los números y por eso los dejé así. Confío arreglarlo en los siguientes partes. Gracias por leer. Lo aprecio.