La familia (II)

Esta es la continuación de cuando me quede en casa de mi tío con su hijo..
En la tarde del día siguiente nos metimos a la alberca a jugar, mi tío, Ricardo y yo, en espera de que llegara Vicente. Vicente es diferente a nosotros, él es moreno, cabello lacio, ojos cafés y en complexión es normal, mientras que Ricardo y yo somos más parecidos en cuanto a lo blanco de la piel, el cabello chino y en que ambos tenemos ojos de color (yo verdes y el gris) además somos delgados y no se nos notaba una barriguita cómo a Vicente.

Llegó Vicente como a las 4 de la tarde, justo a la hora de la comida. Comimos jugábamos y hacíamos bromas entre nosotros y nuestro tío Genaro. Cómo en la casa sólo vivían mi tío y Ricardo, no tenían tantas habitaciones sólo eran 3, por lo que me tocó compartir la habitación con Vicente.

Vimos una película de terror y nos sentamos a abrazar a nuestro tío. Mientras pasaba la película, mi tío metió mano en mi shortcito, y me acariciaba las nalguitas, yo me acomode para que pudiera agarrarme mejor. Vicente nos vio, pero no dijo nada en ese momento, pero si se me quedaba viendo. Termino la película y antes de que prendieran las luces de la sala de estar le di un beso a mi tío en su boca, su barba me picaba y me hacía cosquillas, pero me encantaba su sabor.

Mi tío nos mandó a dormir y pues tenía que compartir cama con Vicente. Esa noche era particularmente calurosa, por lo que le dije a Vicente que dormiría con mi calzón y el menciono que igual dormiría así, porque hacía demasiado calor. Estuvimos ahí acostados cuando soltó la pregunta acerca de por qué mi tío me toco la colita. Yo me quedé pensando hasta que le dije que me gustaba que me agarrarán la colita. Vicente me abrazó y me jalo hacía él y me dice que tenía una colita muy bonita, que si me la podía tocar. Yo dije que sí, que eso me gustaba y más cuando me daban besitos en mi anito. Vicente sorprendido me dijo que lo haría y así fue. Me quito el calzón y me comenzó a meter su lengua torpemente en mi anito y yo soltaba pequeños gemidos.

Me volteé después de que me tuviera así por 3 minutos cuando le vi su pene apretado entre sus calzones. Me acerqué a él y lo puse de pie mientras le quitaba su calzón. Ahí salió una verga gorda y prieta diferente a las que conocía, si bien era del tamaño de la de Ricardo, la verdad es que verla más gorda me llamo la atención; sus testículos lampiños y prietos hacían juego con la verga, que por cierto estaba circuncidada. Me acerqué a su verga y me la metí a la boca, sabía a orina y un poco a sudor, pero no me desagrado el olor, incluso me calentó en ese momento. La tuve casi toda adentro y después de unos minutos en los que la mantuve adentro y pasaba un poco mi lengua la saque para poder probar sus bolas. Me metí sus bolas en mi boca y jugaba con ellas les pasaba mi lengua de abajo hacia arriba y de forma circular. Comenzó a gemir y fue cuando desde sus testículos hasta la punta de su verga le pasaba la lengua. Me la volví a meter hasta que de un momento me aparta de su verga y veo como mi primo se puso colorado y tieso, estaba eyaculando en mi cara y me gusto, una carga cayo en mi lengua y la probé, su sabor era menos fuerte que el de mi tío, pero me gusto demasiado.

Me miro con su sonrisa de oreja a oreja y me dijo que le gustó lo que le hice, y que le gustaría probar mi colita. Le dije que sí, ya que eso me gustaba y me puse en la cama enseñándole mi colita, él se abalanzó hacía mí y como pudo me la metió. Me dolió porque era más gorda, pero me gusto como me daba besitos en la espalda y me decía que tenía una colita muy linda. Se movía torpemente, sin embargo, era lo más rico del mundo en ese momento. Estuvimos así unos 4 minutos, el bufaba y y yo gemía mientras nuestros cuerpos sudaban más y más. Me apretó un poquito mis nalguitas con sus manos y sentí que su cosa se hizo más gorda, sentí unos chorros dentro de mí y se salió de mí. Me abrazó y me besó en los labios, en los cachetes y en todas partes. Me dijo que fue rico y divertido, que sería genial hacerlo todos los días.

Amanecimos abrazados y con la mirada de Ricardo sobre nosotros ya que mi tío le había pedido que fuera a despertarnos para desayunar. Bajamos poniéndonos los calzones mientras Ricardo agarraba del brazo a Vicente para platicar y yo bajaba a la cocina. Mi tío me pregunto acerca de cómo habíamos dormido y demás cosas, yo le dije que bien, pero que me dolía mi anito, porque ayer me dio una inyección Vicente y me lastimo. Genaro me pregunto lo qué había pasado y yo le conté todo lo que habíamos hecho. A mi tío se le paro la verga mientras le contaba, y se veía porque igual que yo, solamente traía unos calzones pegados. Ricardo y Vicente aparecieron unos minutos después de haberle contado a mi tío y le dijo a Vicente que él quería ver como los tres nos dábamos amor.