LA HISTORIA DE MI VIDA 2. “Mi Novio Me Desvirgo y Yo a Él”
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Elcoyoludo.
Con mi padre había recobrado más que la confianza, en cierta ocasión tuvimos una conversación
relacionada a William, era normal entre nosotros y más ahora.
Papá: ¿Y cuándo vas a entregarle la carta al muchacho que te gusta?
Yo: creo que ya no se la voy a entregar.
Papá: ¿Por qué?
Yo: porque se lo voy a decir de frente.
Papá: pero ¿él es gay?
Yo: pues no, nunca ha dicho nada.
Papá: pero sabe que tú sí.
Yo: si, él fue el primero en enterarse.
Papá: y ¿Qué te dijo?
Yo: nada, solo se fue pero todavía me habla.
Papá: ¿Cuántos años tiene?
Yo: 16 años.
Papá: bueno hijo sino quiere nada contigo no te vayas a sentir mal solo comprende si no le gustan
los varones.
Yo: sí, claro.
Bueno al menos ahora contaba con el apoyo incondicional de mi padre.
Para ese entonces mi
madre ya había llegado y se encontraba durmiendo debido a que se había desvelado en el hospital
donde trabajaba, todo el día había transcurrido normal excepto que yo veía a mi padre muy de
cerca cuando hacia sus labores en casa.
Llego el lunes y el momento en que tenía que hablar con mi amor clandestino.
La hora en que
tenía que ir a la escuela se había llegado, mi padre me fue a dejar en su auto, cuando iba a bajar
del auto me dijo que no estuviera nervioso y suerte.
Todo estuvo normal durante las clases excepto que tenía muchos nervios, salimos a recreo para
refaccionar y William estaba sentado solo en una banca y por suerte nadie estaba a la par, esa era
mi oportunidad para decirle todo lo que por él sentía.
Me aproxime a él y le hable comenzamos a
platicar normal hasta que por fin tuve la oportunidad de decirle que quería decirle algo y que tenía que saber.
Él me pregunto que era, yo muy nervioso le comente todo que él me gustaba y todo lo
que por él sentía hace tiempos.
Él callo durante un segundo y me dijo que no sabía que decir, para este tiempo ya teníamos
regresar a clases, él se marchó a su aula y yo a la mía sin decir nada.
En todo el resto de la clase no
me pude concentrar pues me sentía de la patada.
Se terminaron las clases ese día y mi padre llego
por mí, entré al auto muy decepcionado y triste pues me sentía peor de como pensé que me
sentiría.
Papá: ¿Qué pasa campeón?
Yo: nada, vamos.
Mi padre encendió el auto y nos fuimos.
Durante el camino no me pude contener más y mis
lágrimas comenzaron a rodar por mis mejías.
Mi padre estaciono el auto.
Papá: lo ciento hijo.
Y medio un abrazo.
Yo lo abrace fuerte pues en sus brazos me sentía seguro y él me consolaba.
Me dijo que no me
sintiera mal y que seguramente iba a encontrar a alguien más.
Luego cese el llanto y mi padre
retomo el camino, comprendí que llorar no sería la respuesta a mi corazón roto.
Todo el día estuve triste y mi padre lo noto por lo que a cada rato subía a mi cuarto preguntando si
estaba bien y me consentía como cuando niño.
El próximo día de clases le dije a mi padre que no quería ir a la escuela y él comprendió me dijo
que no me preocupara y que él iba a ir hablar con el director y así fue.
Cuando él regresó mi madre le pidió que la fuera a dejar al hospital pues ya era muy tarde, lo oí
desde mi habitación pues no quería salir y mi papá fue a dejar a mi mamá al hospital.
Mi padre
regreso y yo aún estaba acostado en mi cuarto, subió hasta mi cuarto y me pregunto si iba a cenar
y le dije que no, él se retiró y se fue a cenar después de un rato subió otra vez hasta mi cuarto y
abrió la puerta, entro y se sentó en el borde de mi cama.
Papá: ¿estás bien Alex? Tocándome el hombro.
Yo: si, solo que mañana tampoco quiero ir a la escuela.
Yo estaba dándole la espalda a mi padre y tapado con una sábana, mi padre se acomodó quito la
sabana y se acostó junto a mí y volvió a poner las sábanas y extendió su brazo derecho para a
abrazarme mientras me decía.
Papá: mira hijo no puedes esconderte de los problemas, tienes que hacerles frente.
Yo lo escuchaba y por instinto acerque mi colita a su entre pierna pero cuando mi cola lo toco él se
retiró un poco sin dejar de abrazarme.
Supuse que su intención no era copular conmigo sino
hacerme entrar en razón.
Nuevamente yo era rechazado.
Yo: es que no quiero ir.
Papá: lo siento hijo pero tienes que ir.
Yo: pero papá.
Papá: lo siento pero mañana no faltas, además ese tal William no va hacer que mi hijo repruebe el
año.
Mi padre salió de mi cama y se fue a su habitación.
Yo sentía algo por mi padre pero no sabía que
era, en fin me dormí hasta el día siguiente.
Me sentía algo extraño pero de todas formas tenía que ir a la escuela, desayune y luego mi padre
me fue a dejar a dicho establecimiento.
Al entrar me sentía extraño y miraba a William pero él no a
mí, en fin las clases fueron normales hasta la hora de receso que me fui a sentar solo y sin darme
cuenta alguien me saludo tocando mi espalda, voltee y mi sorpresa fue cuando mire que era
William.
William: hola.
Con un gesto de sonrisa.
Yo: hola.
Algo tímido.
William: ¿Por qué no viniste ayer?
Yo: es que me sentía algo mal.
William: mmm… yo pensé que por mi culpa.
Sonrió.
Yo también sonreí.
William: estuve pensando en lo que me dijiste y fíjate que no se si soy gay pero también me gustas.
Estuvimos platicando sobre el tema y entre risas y sonrisas, nuevamente recobramos la confianza
hasta que se llegó la hora de volver a clases.
Me dijo que si salía más rápido que él lo esperara y
viceversa.
El resto de las clases transcurrieron con normalidad hasta que Salí, me di cuenta que William no
había salido así que lo espere fuera de la escuela.
Luego lo vi salir se despidió de sus amigos y
luego fue hasta donde yo estaba.
William: saliste más rápido, mira lo que quiero decirte es que, también me gustas y que siento algo
por ti pero no podemos ser novios.
Se me fue la alegría en un abrir y cerrar de ojos.
William: bueno quiero decir, como los que acostumbramos a ver en la colegio, porque sabes no
quiero que se enteren que somos.
Yo: ha si lo entiendo.
William: bien, pero podemos serlo sin hacer todo lo que ellos hacen, digo si tu aceptas.
Una sonrisa se dibujó en mi rostro y me dieron ganas de tirármele encima y besar sus labios pero
me contuve.
Yo: sí, claro.
Dije muy sonriente y feliz.
William: mira podemos ser como amigos porque no quiero que se enteren que soy, ya sabes,
espero que me entiendas.
Yo: si por su puesto.
William: bueno, y ¿no me vas a dar tu número de teléfono?
Rápidamente intercambiamos teléfonos y su madre llego a por él, medió la mano y una sonrisa y
se marchó, al rato llego mi padre y muy sonriente subí a su auto.
Papá: estas muy sonriente.
Veo que te fue bien con alguien.
Yo: si, William me hablo y ya sabes lo que siguió.
Papá: me alegro por ti, solo que no bayas hacer nada tan pronto.
Me sonrió y me guiño un ojo.
Yo: no, si apenas somos novios y ni tan…
Papá: como que ni tan.
Yo: lo que pasa que no quiere que se enteren de lo nuestro porque no está preparado, bueno yo
tampoco.
Papá: ah, pero sus padres no saben de qué él.
Yo: no, todavía no.
Papá: bueno hijo no me queda más que desearles suerte a los dos.
Yo: gracias papi.
Le di un abrazo y un beso en la mejía.
Papá: espera me vas hacer chocar.
Ya que nos encontrábamos de regreso a casa.
Llegamos a casa y yo muy feliz, mi madre hizo de
cenar y luego subí a mi cuarto y recibí el primer mensaje de William obviamente le respondí y
luego comenzamos una buena charla hasta despedirnos para el próximo día en la escuela.
En la
escuela no hablábamos mucho a veces solo en el receso y a veces no, esto porque no queríamos
que sospecharan de lo nuestro, a veces también nos reuníamos con mi amigo y los de él y
actuábamos normal como amigos, así transcurrió tres semanas.
Nuestras conversaciones por mensajes, ya que solo así nos comunicábamos, hablaban de podernos
encontrar entre otras cosas.
Me decía que me quería besar y yo le decía lo mismo ya que durante
las 3 semanas que llevábamos de novios nunca nos habíamos besado.
Que quería estar conmigo y
todas esas cosas cachondas de las que uno habla con su novio.
Transcurrió otra semana más y no sabíamos que era besarnos, yo de vez en cuando me
masturbaba pensando en él, obvio nunca se lo dije.
Un día viernes por la noche me dijo que el
sábado sus padres iban a salir para ir a ver a la abuela de su madre y que solo él y su hermana
mayor se iban a quedar pero ella salía con el novio y venia hasta tarde, me dijo que si quería llegar
a su casa, le dije que sí que a qué horas podía llegar, me dijo que las 10:00am estaba bien,
quedamos de vernos ese día en su casa y termino nuestra conversación.
Al otro día (sábado) le dije a mi padre que si me podía ir a dejar en su auto a la casa de William ya
que su casa quedaba bastante lejos de la mía, mi padre dijo que sí.
Me bañe me puse mucho
perfume hasta entre mis nalgas puse fragancia, pues supuse que ese sería el día en que nos
entregaríamos al amor.
También me hice un lavado con un enema que mi padre me había
regalado.
Se llegó la hora en que tenía que partir y le dije a mi padre de que ya era hora.
Papá: te arreglaste más de lo normal y te bañaste en perfume.
Yo: no, para nada.
Nos fuimos hasta que llegamos a la casa de mi novio y antes de bajar del auto mi padre me dio la
bendición y que no hiciera algo de lo que me arrepintiera.
Pues él mejor que nadie sabía que podía
pasar en esa casa y lo bueno que mi padre entendía.
Solo le sonreí y me baje.
Toque la puerta y una muchacha guapa abrió.
Susana: si ¿Qué quieres?
Susana es la hermana mayor de William tiene 19 años.
Yo: ¿se encuentra William?
Susana: William te busca alguien.
Gritando.
William bajo rápidamente que por cierto estaba muy guapo como siempre.
Pasa me dijo William a lo cual accedí, pase y me invito a la sala donde estaban ellos.
Susana: ¿que van hacer ustedes? Pregunto Susana.
William: unas tareas de historia.
Dijo rápidamente.
Susana: que aburrido.
William: voy a traer los libros.
Por supuesto no había tarea alguna ya que ni en el mismo salón estudiábamos solo estábamos
matando tiempo en lo que Susana salía de la casa.
William fue a su cuarto y tardo con los libros
seguramente para matar tiempo.
Mientras yo seguía al lado de Susana viento tv.
William: aquí están los libros, Ven.
Llamándome a la mesa del comedor.
Yo fui hasta donde él estaba e hicimos que íbamos a estudiar, pero solo sonreíamos y platicábamos
de alguna que otra cosa, mirando a qué hora se iba Susana, hasta que Susana se levantó y se fue a
su cuarto.
Nosotros con William nos mirábamos a los ojos y ambos estábamos nerviosos.
William me sonrió y me miro directamente, extendió su brazo para sujetar mi mano la cual tenía
extendida y la sujeto y la apretó sin quitarme los ojos de encima, no estés nervioso me dijo.
Luego
alguien toco la puerta.
Susana: William si es Javier, dile que me espere un momentito.
William soltó mi mano y se levantó, abrió la puerta, quien tocaba era un joven de unos 21 años
bastante guapo por cierto.
William le dijo algo y luego regreso donde yo estaba.
William: es el novio de mi hermana, ya se van a ir.
Yo le son reí.
Rápidamente bajo Susana con una toalla en la cabeza y le dio un beso al muchacho.
William y yo sonreímos.
Y lo invito a pasar a la sala le dijo que la esperara que solo iba a ir por algo
a su cuarto.
El joven paso y tomo asiento, a los dos minutos salió Susana y le dijo que ya estaba
lista, se fueron no sin antes Susana decirle a William que si llamaban sus padres les dijera que
andaba con Javier su novio y luego se marcharon en la motocicleta de este.
William y yo ya estábamos solos William se levantó para irle a poner seguro a la puerta y luego
regreso donde yo estaba para todo esto ya eran las 11.
00am.
Me hizo levantar de la silla y me
sonrió, yo no pude contenerme más y me acerque a él para darle un beso el cual fue
correspondido.
Me dijo cosas hermosas y yo a él luego me dijo que si quería ir a su habitación a lo cual sin
pensarlo accedí.
Me tomo de la mano y nos fuimos a su habitación yo detrás de él tomado por su
mano, llegamos hasta su cuarto, abrió la puerta y pude notar que su cuarto estaba muy bien
ordenado.
Sin embargo yo estaba nervioso.
William: quiero hacerte el amor.
Yo: yo también quiero hacerlo contigo.
William cerró la puerta de su cuarto y me comenzó a besar en la boca sus besos al igual que los
míos eran inexpertos pero igual de sabrosos, me besaba el cuello y yo el suyo.
Me comenzó a
quitar la camisa hasta quitarla por completo, al quitarla me comenzó a besar el cuerpo hasta toparse con mis pezones los lamia muy bien, esto hacia que sintiera un cosquilleo en todo mi
cuerpo.
Luego comencé a quitar su camisa al deshacerme de ella puede apreciar su escultural torso, era
plano algo marcado sus pectorales comenzaban a formarse sabía que tenía que deleitarme
besando ese cuerpazo y así lo hice, bese sus pectorales sus pezones hasta llegar a su plano
abdomen.
Luego nos besamos en los labios, me todo por la cintura mientras caminábamos acercándonos a su
cama, me hizo acostar sobre su cama y el encima de mí, mientras me besaba baje mis manos hasta
su cinturón lo empecé a quitar lentamente hasta quitarlo por completo para luego desabrochar su
pantalón, baje su cierre y se los hice hasta abajo.
Yo estaba súper excitadísimo al igual que él,
comenzó a quitar mis pantalones, los desabrocho y luego dejó de besarme para quitarlos por
completo.
Yo me sentía avergonzado pues era mi segunda vez.
Me quito los pantalones y yo me recline para quitarle los suyos, su bóxer era color azul con bordes
grises y en él se hacía un bulto que aparentaba ser una erección, también pude apreciar sus
musculosas piernas gracias a que jugaba futbol.
William tenía un buen cuerpo.
Nos acomodamos en su cama y nuevamente nos besamos nuestras erecciones chocaban una con
la otra.
Luego comenzó a lamer mis pezones era una rica sensación que yo cerraba mis ojos
dejándome llevar.
William: ¿te gusta?
Yo: oh, sí.
Besaba mi cuello y yo el suyo y nuestras pollas chocaban, yo acariciaba su espalda y el pasaba su
mano por mi pecho.
Me miro directo a los ojos.
William: quiero hacerte el amor.
¿Te parece bien?
Yo: si, completamente.
Me sonrió y me beso nuevamente en los labios, nos besábamos a mas no poder hasta mordí sus
labios y no parábamos.
Luego me quitó la última prenda que me cubría y luego se puso de pie para quitarse el bóxer que
lo cubría.
Creo que ambos nos encontrábamos algo avergonzados pero eso no impedía que
nuestros penes estuvieran bien erectos, claro yo era el más avergonzado ya que mi pene era más
chico de 12cm y además es ligeramente curvo hacia la izquierda, pero William no dijo nada y me
miro a los ojos, yo sin embargo mi mirada la tenía en su pene que media 14cm cerca de quince, lo
cubría una gran cantidad de pelos negros además era el más grande y más grueso que el mío, era
algo hacia arriba, con una cabeza rosa, unas venas que lo hacían parecer una obra de arte y unas
bolas rosas que tenían algo de pelo y colgaban de ese pene que ahora también era mío.
A
diferencia del mío que me comenzaba a salir pelo.
La cabeza de su pene estaba al descubierto y de ella salía un líquido transparente al igual que el
mío.
Me pare de la cama y me puse frente a él, me tomo de la mano y me halo hacia él, me tomo
de la cintura y me pegó hacia su cuerpo, nuestros penes rozaban uno con el otro, agarro mis nalgas
y las masajeaba, yo por instinto baje mi mano y agarre su pene haciendo la piel hacia arriba y hacia
abajo (masturbándolo), pasaba mi dedo por el ojito de su pene para untarlo del líquido
transparente que dé, el salía.
Mi novio no paraba de besarme y de él salían suspiros cada vez que lo masturbaba y yo también lo
hacía cuando él habría mis nalgas.
Luego me dio la vuelta y quede dándole la espalda su pene
rozaba mis nalgas, me tomo de la cintura con sus brazos y me encamino hacia su cama, me hizo
acostar boca abajo y el quedo encima de mí.
Podía sentir su pene caliente que estaba sobre mis
nalgas.
William: quiero follarte de verdad.
Me dijo al oído.
Yo: ¿de verdad? Bien.
William: ¿seguro que estarás bien?
Yo: ¿Por qué no? Yo también quiero.
Volteando mi cara.
Nos miramos a los ojos, me sonrió y me dio un beso en los labios y luego beso mi espalda.
Mientras que con una mano sostenía parte de su cuerpo con la otra tomo su pene y lo dirigió a la
entrada de mi cuerpo, hizo presión pero su pene no entraba debido a la falta de lubricación,
intento otra vez pero solo hacia presión, él al igual que yo no era un experto en la materia y su
precum era insuficiente como para lubricar.
Le dije que le pusiera saliva y él lo hizo y también puso en mi esfínter.
Nuevamente intento meter y
esta vez mi cuerpo le cedió el paso al suyo dejando entrar medio pedazo de carne en mi interior de
un solo.
Solté un quejido de dolor, fue así que desvirgue a mi novio.
Yo: haaa…
William: ¿te lastime?
Yo: si pero ya pasó.
Obvio todavía me dolía pero no quería que parara.
William siguió adentrándose en mi interior metiendo cada vez más de su pene hasta meterlo todo.
Sentí su pubis en mis nalgas y sus testículos pegados a mí.
Abrí mas mis piernas y él estaba en
medio de ellas, para luego comenzar con tan conocido movimiento.
Sentía algo de dolor pero no mucho, sentía rico y como mi pene excretaba liquido transparente.
William se movía queriendo entrar más de lo que podía sus movimientos eran inexpertos pero aun
así ambos lo disfrutábamos, estaba apoyado con sus dos brazos yo me encontraba debajo de él,
boca abajo.
Sentía como su pene de 14cm rozaba mi recto, sus movimientos eran lentos y se meneaba como
gusano encima de mí pero muy bien se sentía.
De nuestras bocas salían leves suspiros de placer.
Al
hacer el amor con mi novio me olvide de todo el mundo y para mí solo existíamos él y yo.
Podía
sentir sensaciones más allá del placer algo que se movía dentro de mí y no era su pene sino
sensaciones inexplicables como el sentirse amado.
Además sentía una llenura como ganas de ir al baño pero luego se fue para este tiempo mi ano ya
se había acostumbrado al tamaño de su pene aceptándolo como dueño.
William no paraba de
entrar y salir de mí.
William: ¿te entra?
Yo: sí.
William: me encanta.
Yo: ¿sí? A mí también.
Nuestros gemidos se intensificaron y William se meneo más rápido, yo levante un poco mi trasero
para dejarlo a su disposición y poderme masturbar.
Me comencé a masturbar ya que no podía
resistir tanto placer y para poder asimilar mejor el placer recibido por mi novio.
Me masturbe mientras mi novio me embestía hasta que no pude más y me vine como nunca, solté
un gran gemido, William tampoco tardo mucho y su respiración se agudizo y al igual que yo soltó
un gran suspiro.
Sentí como su leche se derramaba en mi interior y cuando lanzaba sus últimos
chorros se meneo lento mandando todo hasta lo más profundo de mi ser.
Luego su pene perdió
firmeza y salió por si solo de mi agujero.
Cuando salió por completo también salió un líquido de mi
cueva y se deslizaba por en medio de mis nalgas, era su semen.
William se quitó de encima de mí y se acostó boca arriba, yo me voltee e hice lo mismo lo abrace y
puse mi cabeza en su pecho.
Yo: disculpa, ensucie tu cama.
William: no te preocupes.
Y me dio un beso.
Así nos quedamos un rato hasta que me dijo que nos levantáramos antes de que llegara su
hermana, nos levantamos nos vestimos, tome un pedazo de papel y limpie las sábanas chorreadas
de semen.
Salimos de su cuarto y bajamos a la sala, después le llame a mi padre para que llegara a
traerme.
Después de un rato llego mi padre y le dije a William que me tenía que ir, me dio un beso
y me dijo que lo volviéramos hacer otro día, le dije que sí y Salí de su casa.
Subí al auto de mi padre y lo salude, para todo esto eran como las 12:30.
Papá: espero que no hayas hecho algo malo.
Mueca de sonrisa y guiño.
Yo: no, nada solo hablamos.
Jejeje
Mi padre me sonrió.
Papá: traías una mancha atrás.
Me toque para ver de qué se trataba.
Papá: es broma, pero al menos ya se lo que hicieron.
Sonriendo.
Solo sonreí y llegamos hasta a casa, por suerte podía caminar bien.
Espero les haya gustado, no olviden comentar.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!