La instrucción – Parte 3
El instructor de Alex disfruta de los avances de su entrenamiento..
Si desean leer la primera parte, aquí esta el link:
https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/gays/la-instruccion-parte-1
Si desean leer la segunda parte, aquí esta el link:
https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/gays/la-instruccion-parte-2/
– Unas dos semanas después…
Lucas subía las escaleras hacía la habitación de Ernesto, se sentía muy bien después de haberlo ayudado durante estas ultimas dos semanas en darle al pequeño amiguito que compartían una educación de calidad.
En estos días que han tenido a Alex a su disposición se enfocaron en dos cosas importantes, tratar de preparar el ano del pequeño para soportar más que un simple dedo índice, los progresos han sido prometedores pues ahora el niño no se queja como antes.
Lo que más ha disfrutado Lucas han sido las clases de lengua, le ha fascinado como poco a poco han ido acostumbrando al nene a saborear un miembro masculino, recuerda con risa como las primeras sesiones el pobre pequeñín se puso a llorar y con arcadas por el asco intentaba alejarse de él y Ernesto, obviamente al estar maniatado no había mucho que pudiera hacer.
Lucas llegó a la puerta de la habitación en donde hace una hora habían subido Alex y Ernesto.
Lucas: ¡Buenas tardes!
Ernesto: ¡Buenas tardes compañero!
Ernesto estaba echado en la cama de su habitación mientras Alex se encontraba jugando con la consola en la parte central de la habitación.
Lucas solo se puso a ver al niño y de la nada empezó a sentir ese sentimiento de lujuria que últimamente Alex le despertaba, el solo hecho de saber que ese pequeño estaba a su completa disposición lo ponía a mil por hora.
Lucas: ¿Me extraño nuestro amiguito?
Ernesto: Jajajajaja ¿Quieres saludarlo?
Lucas: Con ganas.
Ernesto: Pues bueno, es todo tuyo.
Lucas: ¡Alex! – Lucas metió un grito en la habitación que provocó ansiedad en el pequeño.
Alex no sabía bien que estaba haciendo, esta rutina de clases de educación física en la noche eran demasiado para su pequeña mente en pleno desarrollo, sus padres le dijeron que tenía que obedecer a su instructor y eso era lo que hacía, incluso obedecía la regla de no comentar nada de lo que sucedía en las sesiones… aunque para ser honestos, a sus padres eso no les interesaba en lo más mínimo mientras pudieran dejarlo fuera de sus problemas maritales durante un buen puñado de horas.
Alex: Ya voy – dijo el pequeño mientras se levantaba del sofá y se acercaba a Lucas.
Lucas: Ven acá pequeñín – dijo mientras se desabrochaba el pantalón para sacar su miembro viril.
Lucas tomo su miembro y al tener a Alex en frente suyo empezó golpear con él las mejillas del pequeño, le parecía divertido ver como esa suave piel infantil chocaba con su glande lleno de liquido pre-seminal.
Lucas: ¿Qué esperas putita? ¿Acaso no recuerdas el motivo de todo esto?
Alex: Sí…
Lucas: ¡¿Sí que?!
Alex: Sí maestro…
Lucas se había vuelto muy dominante con Alex, a Ernesto le parecía divertido ver como poco a poco su nuevo socio mostraba su verdadera naturaleza.
Lucas: Bien, entonces supongo que ya recuerdas lo que discutimos las ultimas sesiones… ¿Cuál es tu propósito en la vida?
Alex: Sa sa… Satisfacer los deseos de mis maestros…
Lucas: ¡Muy bien! Ahora abre la boca y metete esto perrita.
Alex abrió la boca y con una gran tensión empezó a recibir todo el sabor del pene de Lucas en su lengua, lo odiaba, pero la ultima vez que se quejo Ernesto le dio una sesión de nalgadas que no desea volver a repetir.
Lucas estaba desenfrenado y empezó a forzar el interior bucal de Alex para meter todo lo que aguantaba el niño, aunque tras las primeras arcadas decidió parar y sentarse en el sofá.
Le indico al niño que se colocara de perrito y que se acercara hasta su verga, el niño lo hizo y comenzó a lamer el glande de Lucas con su lengua, mientras hacía esto Lucas estaba experimentando un placer inimaginable y dirigiendo su mano al trasero del niño le dio una leve nalgada.
Lucas: Hazlo más lento perra, no quiero que acabar tan rápido.
Lucas intento meter uno de sus dedos en el apretado ano de Alex pero noto que algo no lo permitía.
Lucas: Ernesto – dijo redirigiendo su mirada a Ernesto – ¿Qué es esto?
Ernesto: Bueno, la verdad es que nuestro juguetito ya puede aguantar un pequeño consolador, lo que hago es dejarlo jugar pero siempre y cuando tenga bien puesto su expansor; puedes quitárselo si gustas pero al terminar tienes que colocárselo otra vez.
Lucas ordeno al niño que gire en dirección contraria a él y levante el culo lo más que podía, deseaba con ansias ver que tanto aguantaba su pequeña perra.
Lucas: Veamos – dijo mientras retiraba lentamente el consolador del ano del infante de cinco años – ¡Wow!.
Lucas quedó impactado al ver que Alex aguantaba nada más y nada menos que un consolador de 10cm con un anchura de 4cm, el solo hecho de imaginar lo que habrá batallado Ernesto para que Alex reciba todo esto le impresionó, aunque luego de pensar en todo el tiempo que llevan con el niño recibiendo dedos para expandirlo hizo que la impresión bajara un poco.
Alex se encontraba aliviado de ya no tener que soportar ese objeto invasor en su apretado recto, pero el alivio se termino apenas sintió la lengua de Lucas meterse lo más que podía en su apretado culo.
Lucas: Umm, si que estas limpio – decía tras retirar su lengua – pero bueno, no quiero parar.
Lucas continuo metiendo su lengua lo más que pudo para saborear el trasero de Alex, el pobre niño tenía una sensación extraña, no sabía si reír o soltar lo que él aún no sabia era un gemido; tras hacerle una sesión de beso negro por casi quince minutos Lucas aún no se sentía complacido y al ver el enrojecido y dilatado ano de Alex se animó a probar algo que ya ansiaba.
Lucas: ¿Sabes? Creo que podemos probar algo interesante.
Lucas rápidamente sacó su miembro viril y colocó lentamente la cabeza de su glande en frente de la entrada de Alex, sin embargo primero decidió ordenarle al niño pegarse al suelo lo más posible estirando su culo al máximo, a la vez que le ordenaba estirar sus nalgas para que su ano se abriera lo máximo posible.
Sin miramientos, Lucas decidió meter lentamente su glande en esa entrada; al inicio el niño solamente reaccionaba con ligeros gruñidos pero cuando Lucas metió casi cinco de sus diecisiete centímetros el niño empezó a rogar para que se detenga.
Alex: ¡Para! ¡Por favor! – dijo mientras sollozaba
Lucas: ¡Cállate perra! – procedió a darle una fuerte nalgada a Alex para que se callara.
Lucas sabía que el dolor del niño se debía a la diferencia entre el grosor del consolador y su verga, pero la verdad eso no le importaba, mantuvo seis centímetros dentro de Alex un rato antes de sacarlos.
Lucas: ¡Trae tu puta boca aquí y limpia mi verga!
Alex giró y rápidamente metió la verga que hace nada estaba dentro de su culo en su boca, succiono y lamio como podía pero Lucas lo tomo de la cabeza y procedió a un mete saca frenético mientras el niño se esforzaba por respirar.
Lucas pasó más de diez minutos follando sin parar la boca de Alex, el infante parecía que se iba a desmayar cuando lucas en el éxtasis de su follada bucal empezó a gritar.
Lucas: ¡Dios, es mejor que la mamada de una prostituta!
Lucas terminó de decir su frase y eyaculó dentro de la boca de Alex, el niño tenia semen saliendo de entre sus labios.
Lucas: ¡Trágalo!
Alex simplemente respiro hondo y con su lengua recogió toda la leche que estaba saliendo para con rapidez tomar todo el néctar de Lucas.
Lucas: ¡Bien hecho putito, ahora enséñame tu culo una vez más!
El niño giró y posicionó su culo para estar nuevamente a disposición de Lucas quién tomó el consolador del niño y volvió a meterlo de golpe, cosa que causo que Alex soltara un leve gemido.
Lucas: ¡Vaya, ya hasta gimes perrita, vete a jugar!
Alex se fue a jugar a la consola lentamente, estaba muy cansado y solo quería que el día acabara, aunque la verdad sentía que su rutina había sido la misma toda su vida, cosa que lo aterraba.
Lucas se acercó a Ernesto quien había ignorado todo el acto que había realizado su amigo con el infante, se la pasó escuchando música en su móvil y sus audífonos.
Lucas: Ese niño se adapta muy bien, en nada estaremos dentro de él sin parar.
Ernesto: Te dije que lo mejor es ir lento.
Lucas: Sobre eso, vine aquí con una propuesta.
Ernesto: ¿De qué?
Lucas: ¿Cómo van tus cuentas?
Ernesto: Bueno, estoy retirado y en la escuela me pagaron con nuestro juguetito, así que me mantengo con lo poco que recibo.
Lucas: ¿Te gustaría generar más ingresos?
Ernesto: No me digas que quieres que prostituyamos al mocoso…
Lucas: Umm no por ahora, pero un ingreso extra no nos vendría mal
Ernesto: ¿A que viene todo esto?
Lucas: ¿Alguna vez has escuchado de la deep web?
Ernesto: Un poco, la verdad no soy afín a la tecnología
Lucas: Bueno, déjame decirte que este mocoso nos puede hacer generar un ingreso extra.
Ernesto: ¿Qué tienes en mente?
Siguiente parte, próximamente…
Increíble, esperé casi 1 año pero full leche me sacó
Gracias por comentar, trataré de no demorar esta vez en la siguiente parte.