La vida en el campo V
El protagonista se da un festín con los hijos Martinez y se instala una idea en su cabeza.
Notas del escritor.
- Esto es ficción, fantasía y mucho morbo, tristemente, es algo que podría estar sucediendo en algún poblado alejado de cualquier país en vías de desarrollo.
- Me disculpo por las faltas de ortografía y redacción.
- Intento hacer relatos breves, pero a veces simplemente me dejó llevar .
- Me gusta leer las opiniones, si te gusta lo que lees, comenta, si estás siguiendo la serie, comenta las demás entregas también.
- De ninguna manera busco ofender a nadie, de verdad, esto es, como dije, ficción y fantasía, si no te gusta lo que escribo, lo entiendo.
En el campo el aire es limpio, de ves en cuando te llega el aroma de algún animal muero, excremento de ganado o cualquier cosa en descomposición.
Mi cuarto olía a sexo, debo decir que esa primera mañana me costó volver a dormir, la tentación de volver a follar a la pequeña niña Martinez revolvía mi cabeza, pero soy un hombre de voluntad fuerte.
Desperté a la pequeña con cariño, después de semejante cogidas que le di lo más normal era que se sobresaltada al verme.
Algunos besitos y palabras tiernas bastaron para calmarla y llevarla conmigo al baño para asear nuestros cuerpos, era claro que mientras apesta a sexo no podría dormir nada.
Lo que debía ser una ducha rápida se transformó en un magreo que duró 30 minutos, mi verga erecta punzaba el cuerpo de la nena mientras mis manos frotaban el jabón en su delicado cuerpo.
Frotar sus delicadas y escasas curvas me volvía loco, aún hoy me vuelve loco a sus 27 años, la pequeña niña Martinez se transformó en mi favorita y más leal esbirro.
Ya había presentado sus cavidades con mis dedos y pene la noche anterior, hacerlo «sin intenciones» de coito resultó ser un reto.
El jabón desprendía toda la suciedad de su cuerpo, el aroma a sexo desapareció dejando detrás el aroma de una nena de 7 años perfumada.
Meter el dedo en su ano y vagina simultáneamente con el pretexto de lavarla me dió muchas ideas, la molestia por las recientes cogidas no me dejaron desenvolverme, no obstante, joder como lo disfrute.
Sus inexistentes senos coronados con unos diminutos y muy sensibles pezones, se revolvía por las cosquillas que le causaban, jugar con su pequeño botón clitorano fue una odisea, la nena se revolvió de placer y gusto con mi inexperto masaje justo como cuando probé su vagina por primera vez.
Poco a poco forjamos un vínculo de confianza y complicidad tal que todos en mi pequeño reino envidiavan.
Alimente a mi favorita con algo cargado de nutrientes y calorías, sus ojeras por el cansancio y desvelada sumado a su apagado espíritu me decían que como yo necesitaba descansar un poco más.
En la cama abrazados muy cercanos, tan acaramelados que parecíamos una pareja de enamorados, envenene su cabeza diciéndole que por la tarde vendrían sus hermanos, le dejé muy en claro que la actitud de su hermanito no me gustaba, lo cogería con fuerza hasta que se desmaye para que aprenda a respetarme, la chiquilla asentía con la cabeza, atenta a mi conversación temerosa de mis palabras, también le dije que era injusto que su hermana al ser la mayor no haya sido cogida por mi primero, por tal motivo, la cogería con fuerza y sin piedad por todos sus agujeros para igualar la situación, mi pequeña esbirro sonreia al sentie mi pene presionando con fuerza su ombligo, feliz de saber que esa tarde ella estaría fuera del menú.
Mi pequeña esbirro favorita se quedó dormida en mis brazos mientras sobaba su espalda y le rascaba su cabeza con dulzura.
Al rededor de las 3 de la tarde llamaron a mi puerta, el sonido me despertó, dormí no se cuántas horas y la visión de mi favorita roncando suavemente en mi pecho fue la visión mas hermosa que tenido en alguno de mis despertaré a la fecha.
La moví de mi pecho con cuidado de no despertarla, al salir del cuarto mi pene se levantó con firmeza sabiendo lo que se viene, un festín de carne tierna solo para él.
La visión de la mayor de los Martinez y el pequeño niño vestido de niña llorando hicieron palpitar mi virilidad, con voz seca e insultos le hice saber al pequeño esuincle que está vez no estarían sus padres ni nadie que lo defendiera, tembló de miedo cuando le dije que me lo cogería tan fuerte que se desmayaría.
Su llanto se salió de control con mis palabras despertando a su hermana, la mayor temblaba de miedo al ver el tamaño de mi pene que pulsaba con fuerza, le grite al mocoso que se callara, temblando de miedo acato mi orden, sujetandolo del brazo lo tire con fuerza hacia mí, el amarre de la madre fue efectivo, sus muñecas permanecieron unidas pese a mi violencia.
Jugué al hombre malo que puede ser bueno, metiéndome con su pequeña e infantil cabeza le dije que me tenía hasta la madre de sus miradas desafiantes y altaneras, está tarde aprendería a respetarme, aquí fue cuando hice mi jugada, de rodillas frente a él, sobando con ternura y amabilidad su espaldita y nalgas le dije que podría ser un hombre bueno y meterle toda mi verga pero despacio para que no le duela, aunque para eso, primero debía sufrir para aprender a respetarme.
Seguido de mi discurso manipulador besé al pequeño metiendo mi lengua en su boca jugando con la suya, confundiendolo aún más.
El chiquillo me observaba visiblemente confundido, le hice saber que a mí no me gustan los niños, por eso lo mandé vestir de mujer, para cogerlo pensando que era una niña.
El niño hizo pucheros y agachó la mirada asistiendo con su cabeza, mi plan para someter a este mocoso había comenzando.
Lo mandé al cuarto, fue ahí que me sin cuenta del hecho que mi favorita estaba despierta, le pedí que llevará a su hermano al baño y lo bañara de la misma forma que hice yo.
Estando a solas con la mayor de los Martínez me dediqué a contemplar su cuerpo, delgada por desnutrición, cabello maltratado, uñas sucias, despedía un aroma fétido, a suciedad, normal en una niña que hace labores domésticas y juega sudando todo el día y durar dias sin bañarse, de las dos hermanas ella es la menos agraciada, es mas bien fea, nada que ver con su hermana, no obstante, para lo que deseo es perfecta.
La niña respondia mis preguntas con miedo, ningún agujero es virgen, su anterior dueño, su padre, su hermano y el sacerdote se la han comido por el culo desde que era una neonatal, su vagina a sido usada por los anteriores excepto el sacerdote a quién le gusta solo el sexo anal porque es un maricon.
Mi verga es la mas grande que y gorda que ha visto, tiene miedo que le dejé el culo abierto como a su papá y hermano, la mandé a bañarse con sus hermanos, quería saber más pero no soporté por más tiempo la peste de esta niña.
En el baño mi pequeña esbirro dejo impecable a su hermanito, que diferencia, no es un niño bonito, y nunca fue un hombre atractivo, pero bañado al menos se ve decente.
Deje a su hermana a su cuidado y traje al niño conmigo, sus brazos seguían atados, arranqué con fuerza la diminuta playera femenina causando sobresalto en los tres pequeños, ordene que bañara a su hermana y me lleve al niño jalandolo del brazo.
Tenía morbo por lo que le haría a estos dos, hasta el día de hoy no siento particular aprecio por ellos, pero en sus tiempos me sirvieron.
Coloque al niño a 4 patas con el culo bien empinado, con un pedazo de cuerda y la escoba atravesada en sus rodillas bien ajustada quedó empinado, para asegurarme que no se tirara a la cama lo amarré por el cuelo y ate el extremo en el palo de escoba, ya se imaginarán la visión de este niño de 6 años atado con el culito parado, una falda fea y desgastada en su cintura, sus huevitos colgando, temblabando a la espera de lo peor sabiendo que esta aquí porque sus padres lo enviaron.
Lo forcé a ponerse de rodillas, azote su rostro con mi verga causando incomodidad en el pequeño, apreté su nariz obligándolo a abrir la boca, le advertí las consecuencias de morderme, mi verga lleno su boquita y garganta.
Además de su culito entrenado, la garganta de este niño hace maravillas, adiestrado por el sacerdote, el pequeño Martinez conoce bien de las artes mamatorias y lo demuestra con semejante felación.
La lengua del niño es un torbellino, sus labios masagean el falo y glande, succiona con la fuerza correcta extrayendo el lubricante natural de mi falo.
Bendito sea ese hombre de Dios que entrenó con un par de años de práctica a este pequeño niño.
Las hermanas se tomaron bastante más tiempo del que esperaba, en varias ocasiones tuve que detener al pequeño de lo contrario me vendría en su boca y tengo otros planes para el semen de hoy.
Cuando las niñas salieron encontraron a su hermano mamando mi verga sin manos, invité a las niñas a sentarse junto a mi, sus cuerpos olían bien, sobre todo el de la hermana que sin dejar de ser fea al menos no tenia ese fetido aroma, el morbo me hizo ignorarlo el dia de ayer, pero pasado el primer shock mi olfato percibió los aromas.
Sentada cada una a mi lado jugué mis dedos en sus vulvas, mi pequeña esbirra se dejaba soportado la incomodidad de la fresca cogida, su hermana en cambio estaba tensa y seca, me ví forzado a usar saliva de su hermano recolectada de mi pene para poder jugar con su vulva con mayor facilidad.
Cansado de la mamada detuve al niño, le pedí a mi favorita lo pusiera a 4 y le hiciera lo mismo que le hizo a su papá la noche anterior, con esfuerzo y torpeza los dos chiquillos se fueron acomodando, antes que nada le dedique una buena mamada de culo a ese pequeño asterisco café claro, sentir las arrugas de su culito en mi lengua, empapar de saliva que escurre a sus huevitos, jugar con mi pulgar haciendo presión, para mí agradable sorpresa el culito se dilató permitiendo la entrada de mi dedo gordo hasta el primer nudillo.
El pequeño niño Martinez gemía entre dolor y gusto, a mi no me engaña, este niño es tan maricon como su padre.
Abandoné al mocoso para dejar a su hermana hacer lo suyo, así de pie le ofrecí mi verga a la hermana esperando una monumental mamada, pero para mí desagrado, no resultó ser tan hábil como lo esperaba.
Es decir, es una buena mamada para una niña de 9 años, pero más allá de eso, no tenía nada de exitante.
Decepcionado la tome del cabello arrastrándola a la cama, arroje su esbelto cuerpo a la cama deseoso de penetrarla, no fue necesario atarla, la histérica chiquilla se quedó congelada.
Violentamente separé sus piernas de par en par, no hubo discurso previo para ella, sujete mi pene apuntado a la estrecha vagina, vacilé unos instantes tanteando el terreno, presioné separando los labios vaginales permitiendo el acceso de mi glande, al ser ella más grande tenía más horas de uso y una gruta más ancha así como profunda.
Con fuerza empuje mi verga hasta el fondo usando mi cadera y peso, la niña, sofocada por la invasión exhaló impidiendo se quejara por el dolor, estirados a tope sus labios vaginales cambiaron de color por la violenta invasión.
Cuando la cría se recuperó del impacto inicial se quedó inmóvil facilitando mi labor. Su interior no es nada fuera de este mundo, es ajustada como guante pero nada más, a decir verdad su feldad le resta bastantes puntos.
Esa primera noche pude meter mi verga casi en su totalidad, por más que quise hacerla sufrir su vagina estaba tan acostumbrada a ser cogida que la muy zorra aguantó mis violentos empujes.
Su padre, el anterior dueño y otros 4 hombres se han cogido con regularidad, a diferencia de su pequeña hermana, está escuincla resultó ser muy puta pues acepta a cualquiera que se lo proponga.
Decepcionado de su vagina la gire boca abajo para reventarle el ano, al salir de su vulva no quedo dilatada y ligeramente irritada, a diferencia de su hermanita que incluso sangró un poco.
La muy zorra se dejó hacer, tras la cogida vaginal descubrió que podía manejar mi verga, me esperó empinada boca abajo culito parado a la expectativa de mi verga en el culo.
Si sus dos hermanos menores me aguantaron la verga, seguro ella también podría.
Efectivamente, al igual que su hermanita mi verga entró sin problemas los primeros centímetros, la escuincla no protesto ni se quejó, molesto al saber que además de fea, usada, empujé con fuerza mi verga hasta el fondo abriendo camino en su no tan ajustada vía rectal.
Algunas embestidas violentas y me sentí astiado, la mayor de los Martínez es la que menos me gusta de todas las que tengo a disposición, pero es anla que más provecho le saque, después de esa primera noche su cuerpo fue utilizado como moneda de cambio, pasó de ser una sucia hijos de campesinos a una prostituta hasta los 15 años que se largo con un imbécil que la acepto.
Decepcionado deje a la zorra para volver mi atención al evento principal, mi favorita seguía mamandole el culo a su hermanito lubricando su ano de 5 años para mí.
Besé a la menor de los Martínez con ternura, masturbe su pequeña puchita un momento sabiendo que ella será solo mía. Su saliva impregnada con el sabor a culo de su hermano, susurrando le dije que había hecho un buen trabajo y le pedí que se llevará a su hermana y que a su regreso se trajera algo de su ropa.
Una vez a solas de regocije la vista con el premio de hoy, un culito tierno de 5 años dispuesto para mí. Decidí quitarme la curiosidad, bajé a mamarle su penecillo y huevitos, la experiencia me resultó indiferente, nada especial, definitivamente no se volverá a repetir.
Mi presa temblaba de miedo, estrujaba sus nalguitas a la vez que tallaba mi verga por canal anal.
Diminuto el anito, monumental la verga caliente que se lo comería, las ganas de clavarla hasta el fondo me consumían pero quería a mi favorita presente.
El chiquillo, totalmente inmobil esperaba el momento que mi verga lo perforada, tomando la base de mi falo azotaba sus testículos y perineo causando dolor, algunas gorillas de saliva salpicaban sus nalguitas.
Debo decir que mi favorita hizo un excelente trabajo de lubricación, la verga se deslizaba sin problemas, punzaba el pequeño esfinter que se expandía a la forma de mi glande con facilidad.
Sumado a la ansiedad de mis vacilar le decía al pequeño que era una putita, un pequeño maricon igual que su padre, de tal palo tal astilla, joto amante de las vergas.
Inmobil el nene lloraba en silencio, algunas nalgadas firmes bastaron para liberar el llanto, le repetí una y otra vez que eso le pasa a los que me desafían, le dije que ese era su lugar, con todas las perras de su familia, todas me pertenecen.
Totalmente roto el chiquillo decía si una y otra vez, me pedía que fuera amable, que sería mi putita, que haría todo lo que le pidiera como con el Sacerdote Antonio.
Satisfecho de su sumisión le prometí que le rompería el culo fuerte, pero que sería amable si se portaba bien, el chiquillo llorando repetía que si una y otra vez.
Soy un monstruo, lo sé, torturar a un niño indefenso que encima está atado, reconozco me pasé 5 pueblos, su hermana me contó que después de esa noche su hermano nunca fue el mismo, se volvía afeminado en mi presencia, sumiso y obediente, pero saben algo aún más turbio, su padre se beneficiaba de eso, el muy maricon lo vestía de mujer y lo follaba con fuerza.
Furioso de no poder arrancarle gemidos como yo le azotaba sus nalguitas llegando una vez a dejarlo inconsciente.
El padre violaba a su hijo, el señor Martinez, además de homosexual, era pederasta e incestuoso, violo a su hijo desde que el anterior dueño lo desvirgó hasta que me deshice de él por querer probar las mieles anales de mi favorita.
Hablando de ella, cuando regresó le pedí que sujetara mi verga por la base, me encantó ver sus pequeñas manitas apuntando mi «enorme» verga al diminuto culito.
La pequeña esbirra sujeto con fuerza mi verga asegurando que no se desviará a ningún lado, el abusado y bien lubricado culito de 5 años se expandió permitiendo el acceso a la verga que lo sodomizaba y que le mostraría un nuevo significado de profundidad.
El putito se quedó quieto soportando el asalto, acostumbrado a recibir la verga del sacerdote hasta 4 veces por semana, mi verga era más gruesa, pero el culito se dilató sin problema igual que el día anterior.
Llegando a media verga en el culo el niño gruño, su hermana mayor sostiene mi verga de la base, beso a la niña con pasión, la pobre abre la boca y recibe mi lengua tan inexperta como yo en el arte de besar.
Confieso que el culito del meme aprieta delicioso, por algunos años fue mi culito de niño favorito, cogí al niño suavemente por un rato disfrutando los pliegues de su ajustado ano.
Le narraba a mi favorita lo rico que era el culito de su hermanito siempre recordándole que no era mejor que el de ella.
Mi verga sujetada por sus manitas, el culito abierto al máximo, los gruñidos de dolor del nene, la falda cubriendo su espalda, tengo a su hermana rodeada por la espada con una mano, tocó sus pequeños pezones, la beso saboreando su saliva, el calor de su boca, mi mano libre aprieta las nalguitas de su hermanito, menuda escena digna de 30 años de cárcel.
La saliva de su hermana escurría por su perineo hasta mojar sus huevitos, lampiños brillan perlados por la humedad.
Hasta este momento todo a sido un paseo por el campo para nuestro pequeño putito, estoy siendo amable porque solo tiene 5 años, pero soy un hombre poseído por el deseo y morbo, quiero escuchar sus gritos, para mí sorpresa, su hermana también.
Mi esbirra favorita me reclamo la amabilidad que le doy a su hermanito, se queja que a ella le metí la verga hasta al fondo sin tantas consideraciones y joder, tiene razón.
Le regalé una maliciosa sonrisa, la invité ponerse de cuclillas delante de su hermanito, instruida de como sujetar mi verga con fuerza para que no se doble, la putita nerviosa comenzó a llorar, suplicaba perdón, juraba hacer todo lo que le pidiera, rogaba por amabilidad, su rostro reflejaba el dolor de la traición de su propia hermana, pero a mí ¿Qué carajos me importa? Empujé con fuerza a la vez que sujetaba con firmeza de la cintura a la putita de 5 años clavando hasta la base mis 16 centímetros de verga rasgando su interior y borrando cualquier signo de virginidad anal de esta putita de 5 años.
Convencido que el «machito» soportaría más me deje llevar, me lo cogí sin miramiento, disfrute ver su esfinter «florear» hacia afuera casa vez que sacaba mi verga, el niño grito de dolor por algunos minutos hasta que simplemente se calló.
No me di cuenta que se había desmayado y para el caso práctico no me importó, la pequeña funda de carne se agitaba como marioneta, la sensación de comerme su culito relajado fue una experiencia que pude vivir después con otros niños.
Inconsciente y todo pero su ajustado esfinter se abrazaba a mi verga masageando mis nervios receptores de placer.
Inspirado por lo vivido con el padre cargue el cuerpo que parecía más un bulto, recastado en mi pecho, inconsciente, subí su cuerpo disfrutando los placeres que el culito del pequeño maricon.
Mi ano expuesto era explorado por mi favorita, su bonita se come mis huevos, más de una vez le pedí detenerse a riesgo de venirme y terminar con la fiesta.
Esa noche descubrí que estimular mi próstata genera una cantidad descomunal de preseminal, el recto del pequeño era un ducto resbaladizo mezcla de saliva y lubricante de hombre.
Al paso del tiempo el pequeño despertó, confundido miro a todos lados hasta sentir y ver mi verga enterrada hasta la base en su culito, resignado comenzó a llorar en silencio, no hizo amago de resistencia, solo acepto la verga que le pegaba su interior y se dejó hacer.
Satisfecho con mi obra bese sus labios, cuello, mejillas, ojos, orejas, tímidamente el niño respondía a mis cariños, poco a poco dejo el miedo atrás.
Para mí sorpresa el jotito acepto su naturaleza y comenzó a gemir tímidamente, al preguntarle si le gustaba su respuesta fue un apagado sí.
Dejé de mover su cuerpo para abrazarlo y besarlo con pasión, le prometí que si era mi putita sería bueno con él, eso incluye no volver a lanzarme una mirada desafiante, sonriendo tímidamente asintió.
Eso era todo, me había ganado al pequeño putito, quebré su espíritu y ahora también conseguí que le gustara ser cogido por mí.
La hermosa escena de un culito de 5 años floreado, rojo, escurriendo fluidos, palpitante deseoso de más, así que quedó el pequeño putito Martínez.
Para evento principal quería volver a penetrar a mi favorita por su puchita, pero quería que ella sola se penetrara.
Acostado en el sillón, montada sobre mí, la pequeña niña Martinez se mete solo una parte de mi verga por lsu estrecha y diminuta puchita.
Su «hermanita» libre de manos y pies juega con mi próstata, mama mis huevos con ainco y contempla en primera fila como mi verga entra y sale de su hermana, la traicionera.
De vez en cuando el pequeño usa su lengua para sentir la unión verga puchita saboreando de paso los jugos de su hermana, su saliva y mi preseminal.
Llegando a mi límite deje salir todo mi esperma en el interior de mi esbirra, la pobre gimió de sorpresa porque la jale con fuerza hacia abajo y empujé mi cadera metiendo toda mi verga al mismo tiempo.
6 fuertes disparos de esperma mojaron su interior, la última parte de mi plan entró en función.
Sentido para no perderme nada, mi pequeña amante aún encajada en mi verga, escurre semen rio abajo, ese semen desemboca en su hermanito que se lo bebe sorbiendo asegurándose que todo llegue a su boca con estino final su estómago.
Saciado del encuentro sexual permití que los dos limparan mi flácido pene con sus bocas, la «hermanita» se aseguró de dejar limpia la estrecha puchita de mi favorita, así limpios los 3 nos abrazamos para descansar un rato.
En mi cabeza rondaba la idea de la madre y que tan zorra podría llegar a ser, la idea de abrir un burdel se instaló en mi cabeza, prostituir a algunas de las mujeres y hombres que no me interesen suena a una buena idea.
Pero eso se los contaré en otro momento.
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